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CAPÍTULO LIII. Felicidades

Hinata y Hiashi palidecieron, sabían que sería castigada con severidad, pero la muerte… El terror invadió a la pelinegra en un instante, sentía que le faltaba el aire y que las piernas le fallaban. Con la mirada buscó a su padre pidiendo ayuda pero este solo bajó la cabeza con resignación, no podía hacer nada al respecto, ella se había equivocado y debía pagar las consecuencias. Había manchado el nombre de su familia.

Sakura miró al rubio con nerviosismo, a pesar de que la Hyuga la haya traicionado no quería cargar con su muerte. La vida se encargaría de hacerla pagar. No quería más muertes en su vida. Naruto mostraba frialdad ante la situación, no abogó ni defendió a la ojiblanca. Ni siquiera se notaba arrepentida por atentar contra su novia, solo tenía por su vida y eso le enfadaba aún más.


— Lord Hokage. — Le llamó la ojiverde.— Le pido que perdone la vida de nuestra compañera, seguro que habrá algún otro modo de resolver esta situación. — Pidió algo preocupada.


El sexto solo la miró con irritación, estaba muy enfadado por lo ocurrido, realmente no quería tener compasión con ella pero Sakura a veces era demasiado compasiva.


— Kakashi… Sabemos que la falta de esta señorita ha sido muy grave, pero si Sakura se apiada de ella debemos respetarlo. — Comenzó Homura.— Además, el clan Hyuga es el más reconocido y respetado de nuestra nación. Hacer un escándalo por segunda ocasión nos traerá problemas a todos con el resto de las naciones. Lo más conveniente es que Hiashi corrija a su hija como es debido. — Expresó.— Podremos aceptar eso si ella se disculpa y promete enmendar su error.


Kakashi dudó pero no quería hacer sentir culpable a su ex alumna, sabía lo pesado que era cargar con la vida de alguien aunque esa persona le hubiese deseado la muerte en algún momento.

Miró al líder de los Hyuga esperando a que captara la solicitud. El hombre enseguida tomó con algo de brusquedad a su hija para llevarla frente a la pelirrosa. La pelinegra chilló ante el acto pero no pudo hacer nada más.


— Hinata… — Llamó su padre con autoridad.

— P-Pero, padre… Y-Yo…— Lo miró suplicante. No quería disculparse con ella.

— ¡Discúlpate! ¡AHORA! — La penetrante mirada la hizo encogerse en su lugar.

— S-Sakura-San… P-Por f-favor, p-perdóname — Murmuró con los ojos fuertemente cerrados y las manos empuñadas.


Sakura supo que sus disculpas no eran sinceras pero eso no le importaba mucho. Aunque hubiesen sido verdaderas el rencor y la desconfianza ya habían sido despertados. Necesitaría tiempo para que su corazón la perdonara de verdad.


— Que no vuelva a suceder, Hinata. — Respondió con indiferencia.

— Me aseguraré de que así sea, señorita. — Respondió Hiashi.


Todos miraban la escena algo consternados, era decepcionante para todos la existencia de un traidor en su aldea.


— Solo por esta ocasión y porque Sakura así lo quiere lo dejaremos pasar, Hiashi… —Murmuró el Hokage.— Te recuerdo que se han cometido dos crímenes en el nombre de tu hija, no permitiremos un tercero o ya conoces las consecuencias.


La severidad de sus palabras provocó un nudo en la garganta del líder del clan, sabía a lo que se refería.


— Gracias, Lord Hokage, se lo agradezco. — Dijo el ojiblanco sin atreverse a mirarlo, solo con una gran inclinación.

— De no haber sido por las habilidades y capacidades de mi ex alumna ella no habría salido con vida de esta situación. — Esta vez habló Tsunade.— Espero que seas consiente de la gravedad del asunto Hiashi, más vale que no vuelva a suceder o se tomarán verdaderas medidas.

— Lo sé, Lady Tsunade. Sé que mi hija está arrepentida, incluso me había mencionado que celebraría una fiesta en su honor señorita Haruno, no me dio los detalles pero ahora comprendo perfectamente a lo que se refería. Si usted me lo permite intentaré enmendar su error.

— No se moleste señor Hiashi, no es necesario. — respondió la pelirrosa.

— Insisto, por favor, es lo menos que puedo hacer por usted.

— Sakura, acepta la oferta, realmente es lo menos que pueden hacer... — La quinta estaba más que enojada.


No muy convencida, Sakura aceptó la invitación. Realmente no esperaba llevar a cabo el plan que había tenido con anterioridad pero podría aceptar la fiesta como disculpa por parte de los Hyuga. Al menos los haría gastar algo de su tiempo y esfuerzo en ella, sabía que eso sacaría a Hinata de sus casillas.


— Es una pena que tu sobrino haya fallecido durante la guerra, Hiashi. — Exclamó Koharu. — Él hubiese sido un digno heredero del clan Hyuga.


Todos miraron a la pelinegra pues ella había sido la principal causante de su muerte. No sé arrepentía de eso, él tenía la costumbre de opacarla, algo completamente indignante para la rama principal. Pero aún muerto la seguía fastidiando.


— Lo tengo muy presente, señora Utatane— Dijo su padre. — Mi hija Hanabi será la heredera del clan Hyuga.


No podía sentirse más humillada y exhibida. Lo habían hecho frente a la chica que odiaba y al chico que amaba. ¿Cómo podría limpiar su imagen con él ahora?


— Espero que sea capaz y honrada. Es una vergüenza para una familia como la tuya tener este tipo de situaciones. — Dijo el anciano.— Corrígela por respeto a Hizashi.


Hinata necesitaba salir corriendo de ese lugar, quería golpear a la pelirrosa hasta desquitar su enfado. La había puesto en una situación muy complicada con su padre.


— Hinata. —Comenzó Kakashi.— Estarás suspendida de las misiones por tiempo indefinido. Tu contacto con Sakura deberá ser limitado. Cualquier situación o agravio hacia su persona por tu parte te pondrá tras las rejas hasta que se dicte la sentencia. — Habló de un modo que la hizo temblar. — No olvides que ahora le debes la vida. Respétala como es debido.

— A-Así se-será, Hokage-Sama. — Aceptó con la mirada en el piso y las manos empuñadas.

— Hiashi. Vigila a tu hija. — Está vez se dirigió a su padre.

— No se preocupe, Lord Hokage. Yo me encargo. — Respondió con el orgullo por los suelos.

— Pueden retirarse, es todo por el momento.


Antes de salir la ojiblanca miró a su amado Naruto, pero el solo miraba por la ventana con los brazos cruzados y expresión cortante. Había perdido casi todas las esperanzas de estar con él, seguro que ahora la odiaba… Tendría que esforzarse el triple para ganar su amor, debía hacer que se olvidara por completo de esa zorra de rosados cabellos que seguramente le había metido ideas a la cabeza. Naruto era suyo, solo debía pensar en ella y nadie más.


— Vámonos Hinata. — Ordenó Hiashi, quería volver cuanto antes a su mansión.

— Sí, padre. — Murmuró con temor, sabía lo que le esperaba.


[…]


Cuando los ancianos y los Hyuga se marcharon del lugar, los presentes intercambiaron miradas respecto a lo acontecido.


— Sakura, lamento lo ocurrido, sé qué parte de eso es mi culpa por no haber estado presente. Un error así no volverá a suceder. — Se disculpó el Nara.

— No te preocupes Shikamaru, son riesgos del oficio, no es tu culpa. — Dijo regalando le una sonrisa.

— Lamento la mala experiencia, Sakura. — Está vez fue Yamato quien hablo, quien había permanecido en silencio durante la charla.—  Pero sé que eres una ninja completamente capaz y preparada. Se necesita más que eso para doblegarte.

— Gracias por la confianza capitán Yamato, lo aprecio mucho viniendo de usted.— Respondió inclinándose en su dirección.

— Pienso lo mismo Yamato, no podría esperar menos de una alumna mía. — Dijo la ojimiel con orgullo.

— Pues ya somos tres, Sakura ha demostrado muchas veces lo hábil que es. Después de todo es como una copia suya Lady Tsunade. — Dijo Kakashi.


Después de charlar un poco Shikamaru se retiró diciendo que tenía algo importante que hacer quedando solo las cinco personas en la oficina.


— Bueno chicos, creo que es todo por ahora, pueden irse a descansar. Tómense un par de días para volver a sus actividades. — Sugirió el Hokage.— Naruto, después te das una vuelta por aquí, tengo una misión para ti.

— Sí Kakashi-Sensei. Nos vemos. — Se despidió.

— Hasta pronto, con su permiso. — Dijo la ojiverde.


Estaban saliendo de la oficina pero antes de que la puerta se cerrara escucharon la voz de su otro ex capitán.


— Felicidades, chicos. — Exclamó Yamato desde el interior dejándolos completamente helados.



*************************

Bueno chicos, es todo por hoy.
Realmente me apena atrasarme con los capítulos pero en serio que no he podido.

Se que quizá no sea excusa pero últimamente están pasando muchas cosas en mi vida privada. Mis padres están en proceso de divorcio, mi hermana menor falleció y mi abuelo está algo delicado de salud. Eso sumado a la escuela y otros deberes me tienen en el limbo.

No sé si pueda actualizar este viernes pero si no yo les aviso.

¡Los quiero! ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡

Z.R. 🌸

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