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CAPITULO IV. Primer noche

¿Qué no mentía? ¿En qué? ¿En estar arrepentida? Seguramente era eso. No entendía como podía estar tan afligida por algo que ya había pasado, es como si ahora la culpa recayera en ella. Sin saber exactamente qué hacer solo atino a abrazarla con mas fuerza.

— Lo sé, no te preocupes, me rompe el corazón verte llorar — Dijo el algo alterado— Ese tema ya es pasado, lo importante es que Sasuke ya recapacito, sé que pronto estará de regreso, todo estará bien.

— ¿Qué? No me refiero a eso, yo... 

Un relámpago acompañado de un gran estruendo volvió a interrumpirlos, ambos se sobresaltaron pero Sakura no dijo nada más. Lo pensó mejor, imaginó que sería peor ser rechazada y que él se alejara de ella, primero que nada debía averiguar de quién estaba enamorado Naruto.
Se separó de él, dió un par de pasos hacia atrás y tomó los ganchos que estaban sobre la cama.

— Vamos a tender la ropa — Secó el resto de sus lágrimas y esbozó una sonrisa forzada.

Naruto solo asintió con la cabeza. No quería tocar de nuevo el tema para evitar que su amiga se pusiera así de mal, parecía afectarle, simplemente la siguió en silencio al piso de abajo.

Ya en el cuarto de lavado fue a la secadora y sacó las prendas. Notó que no estaban tan mojadas, pero sí estaban muy húmedas, suspiró con pesadez.

— Esperemos que no tarden mucho en secarse. — Comenzó a poner la ropa en los ganchos, Naruto la ayudó.

En poco tiempo tenían todo listo, colocó un soporte tipo T ideal para estas situaciones, colgó los ganchos y ambos salieron del pequeño lugar.

— Vaya que es una gran tormenta — Dijo Naruto contemplando los relámpagos y gotas de lluvia por la ventana.

— Sí, parece que nunca parará. Después de todo se acerca la temporada de tormentas. — Fué a la cocina por un vaso con agua para ella y otro para su amigo. — ¿Gustas?

— Gracias — Lo aceptó.

— Estoy agotada... ¿Te parece sí vamos a dormir? — Dijo Sakura después de dejar el vaso nuevamente en la cocina.

— Eh... Claro, ¿dónde voy a dormir yo? Puedo dormir en el sofá sin problema — Sugirió Naruto mientras terminaba de beber el agua.

— ¿Qué? ¿Sofá? — Lo miró con gracia— ¿Ya viste cuántas habitaciones tiene este lugar? ¿Te parece bien una de arriba? ¿O prefieres la de abajo? Solo que tendremos que bajar una cama...

— Arriba me parece bien. — Respondió con una sonrisa mientras su amiga apagaba las lámparas.

— Excelente, vamos — Indicó con un movimiento de cabeza las escaleras, el rubio la siguió nuevamente. — ¿Cuál quieres? — señaló las puertas de los disponibles.

— Este está bien. — Eligió el que estaba a lado del de la chica con ojos color jade.

— Sígueme — Ambos entraron y Sakura encendió la lámpara. — Bueno, ¿Qué te parece?

Al igual que la de ella, tenía un ventanal con rincón de descanso pero sin balcón. La cama era amplia pero más pequeña que la de su compañera. Tenía un escritorio, dos buros, uno a cada lado de la cama, el tapete era de colores negro y gris, también tenía dos puertas, por lo que infirió que una era el baño y la otra el armario, era ligeramente más pequeño que el de Sakura pero aún así no dejaba de ser espaciosa. ¿Por qué demonios no dejaba de comparar todo con la de Sakura?

⟨⟨ Es porque quieres estar en la suya⟩⟩

‹‹Kurama...››

— Gracias, Sakura-chan. — Le lanzó una sonrisa de agradecimiento.

—  Por nada, estás en tu casa — Le devolvió la sonrisa. — Espera aquí. — Se dirigió a la primer puerta y entró, al poco tiempo salió con un par de batas de baño ligeras. — Recordé tener esto, es mejor que dormir con esa toalla en tu cintura, ¿no crees? Cada vez baja más la temperatura.

— Gracias, de nuevo — Se dió media vuelta dando la espalda a su amiga.

Se colocó la bata. Aún no la ataba cuando se quitó la que llevaba en la cintura, Sakura solo volteó hacia la ventana como acto reflejó, afortunadamente justo a tiempo, su rostro estaba ligeramente teñido de un rubor rosa.

«Vaya atrevimiento de este chico.» Pensó.

— Eh... Bueno, hasta mañana, que tengas una linda noche, descansa. — Se despidió antes huir.

— Igualmente, descansa. — Respondió el ojiazul.

Sakura salió casi corriendo de la habitación y se dirigió a la suya. ¿Por qué tenía que elegir esa habitación tan próxima...?

«Tú la ofreciste, genio» Se respondió ella misma.

Esa recamara y la suya compartían el mismo armario y el baño... Suspiró inquieta.

«Bueno, solo es el baño y el armario, no tiene nada de malo, se le puede poner seguro» pensó para si misma al entrar a su dormitorio.

Una vez ahí hizo lo mismo que su amigo, se quitó la toalla y se metió en la bata. No era la cosa más cómoda pero definitivamente era mejor que lo que traía antes. Se aseguró de cerrar bien las ventanas, apagó la lámpara y se metió entre las sabanas, estaba agotada, física y mentalmente. Del otro lado, Naruto se encontraba igual, ya estaba acostado pero no sabía exactamente qué estaba pasando, Sakura se estaba comportando algo diferente a la última vez. Nunca fué tan cohibida estando cerca de él...

No sabía cuál era la razón, pero le gusta verla así de nerviosa con su presencia. No pasó mucho hasta que se quedaron dormidos, el sonido de la lluvia los arrullaba.


                  La mañana siguiente Naruto fue el primero en despertar. Un rayo de sol entraba por la ventana y justo dió en su rostro. Parpadeo un par de veces y se incorporó. Miró el reloj que estaba en el buró. 7:02 AM., aún hacía bastante frío, ajustó bien su bata y se levantó para dirigirse al baño, era bastante amplio, casi medio cuarto de Sakura.

Busco en el mueble que estaba debajo del lavamanos un cepillo dental y pasta, enseguida los encontró. Después de lavar sus dientes notó que del lado paralelo a su puerta se encontraba otra, extrañado frunció el seño y la abrió. Para su sorpresa esta daba a la habitación de la pelirrosa.

Observó con cuidado, de día todo era aún más bonito, ligeros tonos de rosa y amarillo decoraban la habitación, delicadas cortinas blancas enmarcaban los ventanales, el tapete a sus pies le daba aún más luminosidad al dormitorio, era todo muy armonioso, daba una enorme sensación de tranquilidad. Notó que su amiga seguía profundamente dormida, algunos rayos de luz se filtraban por su ventana pero sin lograr despertarla pues estos no llegaban a la altura de su rostro. Acercándose un poco más la vio dormir, parecía un ángel, acurrucada de lado cubierta hasta el cuello con sus sábanas. Sonrió para sus adentro y continúo su recorrido.

Había un sofá cerca del ventanal que daba al balcón, sin hacer ruido abrió la puerta para contemplar todo desde la altura. No cabía duda, la vista era espectacular, la roca de los Hokages daba justo al frente, incluso podía ver no muy lejos la torre del Hokage y la izquierda el hospital, ya comenzaba a entender porque había elegido esa ubicación.

Sin más, se metió nuevamente al dormitorio, notó que la fotografía de ayer ya no estaba en el tocador, frunció ligeramente el ceño. Por un momento pensó que la había guardado pero poco después vio que solo la había cambiado de lugar, ahora estaba en el buró junto a su cama. Sonrió con felicidad ante tal acto, se acercó para tomarla, pero accidentalmente tiró el reloj que se encontraba a lado del marco, cerro los ojos con fuerza esperando el regaño de la chica que seguro había despertado por su descuido.

Al no escuchar nada los volvió a abrir, había tomado una nueva postura, el color subió a sus mejillas al contemplar que estaba boca arriba y su bata ligeramente abierta exponiendo gran parte de su piel, apartó la mirada al notar el valle de sus senos, si bien no eran exagerados eran de un tamaño regular, definitivamente más grandes de lo que se apreciaban cotidianamente, no esperaba esa sorpresa, se armó de valor y volvió la vista a ella, si despertaba definitivamente lo mataría...

Contempló su semblante tan relajado, un mechón rebelde reposaba sobre la mitad de su rostro, contuvo la tentación de acomodarlo para no despertarla. Su pulso se acelero al verla nuevamente, la bata se habría hasta llegar poco más abajo que su ombligo antes de su vientre, de no ser por las sábanas su vista sería completa.

Otro movimiento de la chica dejó al descubierto uno de sus senos, Naruto contuvo la respiración sin saber que hacer, estaba totalmente rojo, no sabía si por la vergüenza o por otra cosa.

No pudo evitar mirar de nuevo, clavó descaradamente la vista en sus pechos. Se notaba la firmeza en ellos, un pezon color rosa pastel quedaba a su completa vista, el contraste con su blanca piel era poesía. A esas alturas él ya no sentía frío, al contrario, el calor se apoderó de su cuerpo, la tentación era demasiada, lentamente acercó su mano y rozó la piel del valle de sus senos, al notar que no se despertó sé atrevió a hacer lo mismo con su pezón. Este en acto reflejó se endureció de inmediato.

Un muy ligero gemido salió de los labios de Sakura. Debía detenerse ahora o no podría contenerse por más tiempo. Había tenido intimidad con algunas chicas pero cosas casuales, nadie le había puesto tan duro como la pelirrosa. No podía ocultar su deseo y las bajos instintos que esto le provocaba.

— Naru-to... — Susurró la ojiverde.

Apenas y fue audible. Por un segundo pensó que había despertado, al darse cuenta que no fue así suspiró con alivio.

⟨⟨Ni se te ocurra, muchacho. En lugar de ganar su amor ganarás su odio. Será mejor que salgas ahora antes de que despierte.⟩⟩

Naruto no respondió, este no era un tema que compartiera con Kurama, se avergonzó en seguida. Retrocedió un par de pasos y dió media vuelta para regresar a su habitación.

⟨⟨ Será mejor si tomas un baño con agua fría ⟩⟩ Sugirió acostado con su cabeza apoyada sobre sus patas delanteras.

«Esto será siempre así, Kurama» Dijo con fastidio y vergüenza.

⟨⟨No, solo noté tu descontrol, pensé que era por enojo y esa fue la razón por la que salí a ver. No te preocupes, cuando requieras privacidad solo avísame y me "desconectaré" hasta que me vuelvas a llamar⟩⟩

«Oh, de acuerdo» Estubo más conforme con esa información.

⟨⟨Báñate⟩⟩

«Pero seguramente el agua está helada»

⟨⟨Es mejor así⟩⟩

«Esta bien...»

Completamente fastidiado regreso por la toalla que Sakura le había dado el día anterior y se metió a la regadera. Efectivamente, el agua estaba helada, se arrepintió casi de inmediato de su decisión. Se pegó a la pared para que el agua no logrará tocarlo, pero sus pies no se salvaron.

«¡KURAMAAAA

⟨⟨Estoy dormido⟩⟩

*********************************

¡Hola de nuevo!

Como prometí aquí está el capítulo. Hay un poco de contenido no apto para menores peeeeero les informo que habrá más, si gustan les marco o pongo un aviso antes de que comience, para los que no les gusta ese tipo de contenido.

Si no me ocupo puede que hoy suba otro, de lo contrario sería mañana.

Gracias por leer, los quiero ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡

Z.R. 🌸

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