Al cabo de unos minutos, unos pasos afuera alertaron a Tae, no sabía si pedir ayuda, a esta hora, quizá por la luz bajo el marco de la puerta eran las 6 o más tarde y el único por ahí sería el conserje, no quería meterlos en problemas, faltaban un par de semanas para terminar el año escolar.

-¿Tae, Kook? ¿Están ahí dentro? - la voz era suave pero no femenina, aunque no podía terminar de ubicarla por estar en susurro.

- tienen que estar aquí, ya revisamos el gimnasio, el laboratorio, lo del conserje, y la bodega principal, sólo queda aquí y los vestidores, abre Jiminie quizá están inconcientes. - esa voz ronca la reconocería donde fuera, ¡era el emo!

-¡dense prisa! Aún está el auto del director en el estacionamiento y el conserje no tarda en dar la última ronda, si nos cachan estamos muertos. - la voz de Hoseok contenía preocupación y algo de pánico.

Se escuchó una llave en la cerradura.

- ¡Emo! ¡Cachetitos! ¡Risitas! ¡¡¡Aquí estamos!!! - gritó Tae emocionado, Kook abrió sus ojos y se sonrojo al ver su posición y el abrazo posesivo del mayor que aún sobaba inconscientemente su cintura dándole caricias con su pulgar que alcanzaban a rozar parte de su piel expuesta bajo la camisa

- ¿q-qué pasa? - preguntó Kook a su amigo que veía emocionado hacia la puerta.

- tsk, de verdad quieres ayudar a este tarado que ni siquiera sabe nuestros nombres y es un idiota irrespetuoso, de repente ya no me molesta la idea de dejarlo a su suerte - bufó Yoongi deteniendo la mano de Jimin que aún no giraba la llave.

- ¡vamos chicos! Decidanse, si los dejamos o los sacamos y los castigamos por esos apodos en otro lugar, ¡pero ya! - gritaba en susurro Hoseok

La cara de Tae era de pánico, estaba ansioso y su mente quedó en blanco, trató de llamarlos por sus nombres y pedirles piedad pero no podía articular palabra, Kook lo miraba atento, conocía esa reacción, era la misma cada que había examen oral y su amigo olvidaba las respuestas, tomó su rostro y le pidió mirándolo a los ojos

-Tae, dime, dime quienes son, tú lo sabes, vamos -

Los ojos de Tae se movían rápidamente como si buscarán la respuesta en los ojos del menor

- mm el bolita, risitas y el gato emo, ¡Kookie! ¡Olvidé sus nombres! - dijo susurrando con pánico.

Kook sabía que su amigo era a veces extraño y escondía sus rarezas burlándose de los demás, en realidad era muy malo aprendiendo los nombres de los demás pero odiaba admitirlo, así que los llamaba como los ubicaba aunque sonará despectivo, soltó una risita enternecida

- te tengo hyung - susurró.

Tae se sonrojo totalmente con sus ojos bien abiertos, esa frase, esa confianza, esa sonrisa, ¿porqué le causaba tanto ahora?

- ¡Jimin, Yoongi, Hoseok, por favor no nos dejen, disculpen a este idiota, estamos asustados! - gritó Kook.

De inmediato la llave giró en la cerradura y la puerta se abrió, la luz del exterior inundó el lugar y Yoongi también encendió el interruptor, la lámpara aluzo todo y se dieron cuenta de pronto de todo lo que pasó, el par de chicos tenían la ropa tironeada, sucia y algo rota, bajo los espacios de la tela rasgada y por su cuello y pecho se notaban moretones, su cabello estaba desacomodado y el cuello del menor lucía lo que parecian marcas de mordidas, en el suelo había fluidos que eran claramente semen y algo de sangre, pero parecían estar conscientes.

Jimin y Hoseok corrieron a ayudarlos a ponerse de pie, Tae se veía menos lastimado pero sus piernas se le doblaban y Kookie tenía más marcas pero pudo ponerse de pie con algunos quejidos, en lo que los ayudaban Yoongi veía detenidamente el lugar, sacó su celular y tomó algunas fotos, tomó su bolsa del almuerzo y con ayuda de su camiseta tomó ambos vasos y los puso ahí, tomó también una camiseta humedecida y la puso en otra bolsa, encontró también una cámara y un tripie tirados al lado, rápidamente busco cables o alguna memoria, nada, reviso la memoria de la cámara, no había archivos, aún así se la llevo, por si acaso, un par de celulares, uno aún tenía la lámpara escendida, supuso que era de los chicos y también los guardó, salió con ambas bolsas en su mano, apagó la luz y cerró detrás de él, dejando las llaves en el suelo como si hubieran sido olvidadas por el personal, luego de limpiarlas con su camiseta.

Alcanzó a los chicos que lo sorprendieron en la puerta por su acomodo, Jimin llevaba su mochila, la de Tae, la de Yoongi y el balón de Kookie, parecía una pequeña montaña de cosas caminando, Hoseok cargaba su mochila, la de Kook, y trataba de sostener el paso del menor que se iba un poco de lado con el peso de Tae en sus hombros, era impresionable como podía soportar su peso aún como estaban, Yoongi corrió a alcanzarlos, ayudó al pequeño Jimin con las mochilas, la casa más cercana era la de Tae, este se moría de vergüenza al pensar que su hermano lo vería en ese estado.

Llegaron jadeando cansados y sudados, pero con alivio, al parecer nadie los había visto, Jimin abrió la cerradura.

- ¡llegas tarde! ¿Donde estabas idiota? Seguro otra vez en detención, ¡Siéntense a comer! - Gritó Jin saliendo a su encuentro y al verlos soltó un grito agudo - ¡¿pero qué rayos paso?!