Capítulo 3
Y una vez más, Jeongin escuchaba lo mismo de siempre, incluso ya se lo sabía de memoria.
—En serio me gustas mucho, Jeongin —dijo el chico que venía siguiéndolo desde hace días—. Los dos haríamos una linda pareja, estaríamos juntos y podríamos salir a muchos lugares a pasarla bien. ¿Te imaginas? Tú serás un estupendo diseñador y yo un ingeniero, qué perfecto sería. Más adelante podríamos casarnos, tener hijos y...
Bla, bla, bla.
A Jeongin realmente le fastidiaba todo eso.
Ese tipo no era el primero que le decía aquello, lo había escuchado un millón de veces y sabía que era una mentira de mierda solo para convencerlo y hacerlo caer, pero con él no funcionada esa labia barata. Esos chicos siempre causaban que Jeongin se fuera antes de llegar.
¿Casarse? ¿Para qué querría casarse? ¿Para cargar con su apellido? ¿Para tener un anillo de marido? No, gracias, él no quería eso, porque aquello sería un total castigo para él.
Él se sentía cómodo consigo mismo, se sentía bien estando solo sin depender emocionalmente de nadie, era cien por ciento lo que quería, así que por eso no necesitaba de alguien, no requería de una relación, no necesitaba casarse ni nada parecido.
—Oye, deja de fingir, ya sé que todo lo que me dices es mentira y no va a funcionar conmigo. No estoy interesado —dijo, interrumpiendo su discurso de la vida perfecta que tendrían ellos dos.
El chico quedó con su rostro estupefacto.
—No, eso yo...
—Y disculpa, pero ya te lo dije antes; no me gustas y lamento si te lo digo de una forma tan dura, pero ya lo hice varias veces de buena manera y no lo entiendes. No quiero una relación, querer a alguien me quita todas las energías y no quiero eso, lo siento —murmuró lo mismo de siempre, sin embargo, ya estaba agotado, tenía que ponerle un alto—. Y, por favor, deja de seguirme, si vuelves a hacerlo iré con el rector para poner una denuncia de acoso. Que tengas un buen día, adiós.
Y se retiró, dejando al chico con la boca abierta y una sensación de confusión, más a Jeongin no le importaba, sólo quería que lo dejase en paz.
Jeongin avanzó hacia las mesas de los arbustos, donde se reunía con sus amigos a hacer tarea, comer o sólo a platicar.
Y ahí estaban sus amigos comiendo, mientras conversaban.
—Hola —saludó en voz baja y sus amigos le devolvieron el saludo.
—¿Sucedió algo? —preguntó Félix.
—Es el tipo que se me acercó el lunes de la semana pasada y me confesó sus sentimientos —contó, tomando asiento.
—¿Todavía te sigue insistiendo?
—Sí, es demasiado intenso, pero ya le dije que lo denunciaría por acoso, espero que con eso me deje en paz.
—Esperemos que sí —murmuró Jisung.
—Por cierto, ¿y Seungmin? —indagó al no ver a su amigo cachorro con el resto.
—Otra vez desaparecido —mencionó Han—. Lo más probable es que esté con ese chico en la facultad de arte. El otro día los vi platicando, pero no me acerqué.
—¿Cómo se veía el tipo? —preguntó Jeongin.
—Era alto, cabello un poco largo y rubio, creo que se veía simpático —contó—. Ah, los dos se veían muy acaramelados.
—Vaya, prontito Seungmin tendrá pareja —dijo Félix con una pequeña sonrisa—. ¿Cuándo será tu turno, Jeongin?
El mencionado reviró los ojos.
—No estoy interesado.
—Vamos, Jeongin, al menos debes tener un crush.
—No, ni eso me apetece tener.
—¿Por qué le tienes tan poca fe al amor?
—Porque es una mierda, siempre es la misma mierda, desde el principio en el que te involucras se ve la cuerda en tu cuello, causa que te falte el aire, además, te pierdes a ti mismo... siempre pierdes con el amor...
—¿Qué se pierde exactamente? —esta vez, preguntó Jisung.
—Pierdes tus poderes, pierdes tu esencia, te pierdes a ti mismo por querer aferrarte a alguien que no lo vale y que solo llegó a tu vida para lastimarte.
—¿Cómo lo sabes si no te has enamorado, Jeongin? —continuó Jisung—. No sabes si eso realmente suceda, puede que sí sufras, porque es inevitable, pero no siempre pierdes con el amor, a veces ganas.
—Entonces quizás soy yo el loco que no sabe enamorarse.
—Algún día lograrás enamorarte, Jeongin... Quieras o no, sucederá —dijo Félix—. Algún día conocerás a alguien y no podrás evitar enamorarte de él, porque no sólo es cuestión de un tema emocional, también es algo que tu cuerpo biológicamente no puede evitar sentir.
—Cómo sea, para mí la cosa no es así. Por eso prenderé mis velitas para que eso no suceda.
—Pero, Jeongin...
—Mejor regreso a la casa —dijo algo agotado de hablar de lo mismo.
—Jeongin...
—Ahí vienen sus novios —avisó, levantándose y alejándose de la mesa sin esperar respuesta de parte de sus amigos, en el camino saludó a ambos chicos que luego se sentaron junto a sus novios.
Sí, Changbin y Félix ya eran novios, el mayor se lo pidió hace un mes en una cita romántica que había organizado exclusivamente para la petición del noviazgo. Félix sin dudarlo aceptó y con esa afirmación dejaron de ser "casi algos" que, sinceramente, no es algo nada sano si no se tiene comunicación desde un principio.
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