Capítulo 3
-No te invité a entrar...
-Crees que necesito tú permiso?
-Este no es tu territorio!
El ambiente se había puesto tenso, ninguno de los tres se movía, pero ambos alphas trataban de imponerse.
Aunque Tsuna por su parte, trataba de buscar la forma de huir de ese lugar, en ese momento permanecer ahí era lo más peligroso para su idea de pasar desapercibido.
-No se te ocurra moverte- le advirtió Mukuro.
El omega de inmediato dejó de intentar cualquier cosa, pero en ese momento de distracción Hibari lo tomo en brazos, separandolos. Aunque Tsuna se relajó y se sintió por un momento tan a gusto en los brazos del alpha, no dudo mucho, una peste empezó a inundar su nariz, se sentía sofocado y rechazado... el aroma de su alpha estaba mezclado con otra omega...
Le dio un golpe logrando soltarse, su vista estaba algo borrosa, sus lágrimas le impedían ver bien... de sentía asqueado pero no quería mostrar su vulnerabilidad... no a él.
- Que haces aquí Hibari?- preguntó el castaño con recelo
-Reborn me dijo que vendrías aquí... que estabas algo raro.
-Y le hiciste caso? Por favor... se que te doy igual.
-Solo respondí a un pedido, si no quieres verme entonces no tengo porque estar aquí.
Tsuna quedó devastado, después de todo ese tiempo... él seguía siendo el mismo, nunca sería importante para la persona que amaba.
-Pues lárgate!- grito desesperado.
Mukuro se vio afectado, el omega parecía que en cualquier momento golpearia al otro alpha o peor aún, colapsaria en cualquier segundo.
- No pienso seguir las órdenes de nadie- contra atacó Hibari.
El castaño no quería llorar, no en frente de él, pero ya no sabía a donde ir, su casa ya no la sentía como su protección... su aroma ya ha ja desaparecido y aunque su madre viviera ahí, no sentía que pudiera decirle algo, ella aún no sabía nada de la mafia.
Con Mukuro parecía que ya tampoco era una opción, Hibari entró sin miedo alguno... y en casa de sus amigo sólo sería interrogado para al final tener una junta donde terminaría viendo a todos los que no quiere.
Que esperaba al regresar? Que Hibari cambiará y lo aceptará? Que idiota fue al siquiera pensar en ello...
-No tengo nada que hacer aquí- fueron las últimas palabras de Tsuna antes de irse de ahí.
-Volverás a huir?- lo retó Hibari.
Tsuna se paró de golpe, volteó a verlo muy lentamente... enserio le estaba preguntando eso?
-La última vez te enfrente y te dije todo lo que tuve que decir... fui rechazado y listo, que más quieres?
Hubo un silencio donde Hibari no apartaba la mirada de Tsuna, pero no tenía ninguna emoción en el rostro.
-Solo cumplía mi trabajo.
-Pues ya acabaste- contestó con ennojo- ahora lárgate con tu omega.
-Cómo...?
-Reborn me dijo.
-Mmh...
-Supongo que ya estarás feliz... rompiste lo único que nos unía.
-Ya te había dicho, ese lazo no significaba nada para mi.
- Si... lo sé...
Tsuna ya no se sentía capaz de soportar esa platica, si no se movía ahora, sus piernas no podrían aguantar su peso después. Así que corrió y se escondió en un hotel, no quería regresar a casa y que lo interrogará por su mal estado.
Apenas y entró en su habitación, el olor putrefacto a sexo le inundó los pulmones, abrió las ventanas para librarse de ese aroma y de esa manera se dejó caer en la cama.
Que pesadilla~ pensó el castaño cuando por fin puso analizar el horrible día que tuvo, debió quedarse en Italia... por lo menos ahí sólo tenía que preocuparse de una persona.
-Ya terminaste de lamentarte?
- Que haces aquí Reborn?
-Vine por ti, tus guardianes quieren verte.
-Se quedarán esperando, porque no saldré de aquí.
-Vamos Tsuna... los necesitas tanto como ellos a ti.
-Hemos pasado por mucho, ya no somos los mismos.
-Tal vez fuiste el único que cambió.
- Si, claro... Hibari y Kyoko, Mukuro calmado y sin pelear, seguro hay mucho más.
-Igual que tu...- esa afirmación asustó a Tsuna.
-Yo que?
-Se que ocultas algo, pero aún no se que es.
-Y no lo sabrás, porque no existe.
-Te conozco... y se que el tema saldrá.
-Basta, no quiero que te metas en mis problemas.
- No seré el único, tus guardia es se darán cuenta.
- No pasará...
- Que es lo que tanto temes?
-A algo que ustedes no podrán resolver
- Eso no lo sabremos si no dices que pasó!
-Ya te dije... no necesitan saber nada.
-Bien... entonces, por lo menos regresemos a casa.
- No quiero ir, estaré aquí unos días.
-Ya te dije que todos quieren verte...
-Pero yo no.
El omega se dio por vencido, cayó en la cama y trato de ignorar la presencia de Reborn, por lo menos las sábanas estaban limpias, no pensaba moverse de ahí hasta el día siguiente.
-Me decepcionas, yo no te entrene para esto...
-Soy jefe de la mafia más poderosa, ese era tu trabajo... lo que pase de ahora en adelante es mi problema.
-Te vas a hundir, necesitas que te ayudemos.
-...- no hubo respuesta, el castaño ya se sentía suficientemente destrozado como para negar eso.
Para Reborn eso era mala señal, necesitaba recuperar a su chico, al omega tierno y al mismo tiempo fuerte, nunca debió dejarlo ir.
-Estaremos en la escuela... espero que vayas- eso fue lo último antes de salir de ahí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro