Capitulo 16
-Y... piensas decirle a tu club de exploradores?- pregunto Mukuro recuperando su humor de siempre.
El alpha sonreía con prepotencia mientras caminaba a la casa del omega, con sus manos entrelazadas y por fin siendo solo ellos dos.
-Son mis amigos, no les digas de esa manera...- refunfuño Tsuna sin soltarle la mano.
-Que me gustes no significa que tus amigos se vuelvan mis amigos... solo es una tregua momentánea.
-Si eres mi pareja, esa tregua no puede ser momentánea... o acaso crees que no vamos a durar?- Mukuro se sorprendio ante la pregunta del castaño.
Bajo la mirada y apretó un poco su mano, no lo había pensado a futuro en realidad, él toda su vida ha sido de planear las cosas... pero con Tsuna era diferente, solo quería vivir el momento junto a él.
-No es que no duremos, es solo que no lo había pensado... ni siquiera pensé que aceptarías salir conmigo
-Ahora suenas muy pesimista... yo soy el que debería decir eso. Es difícil aceptar que me gusta el alpha que me quiso matar...
Mukuro se sonrojo y Tsuna se rio, tenían demasiada historia juntos y no estaban orgullosos de todo, pero recordar esas cosas en especifico, era vergonzo.
-Olvidemos el tema- le pidió Mukuro.
-Si, creo que es lo mejor. Solo que... sabes, me gustaría pensar que esto no es solo algo pasajero.
-No quiero que sea así- el alpha beso la cabeza del castaño y lo detuvo un momento, busco un lugar algo privado y encontró un pequeño banco en el parque donde no había gente a esa hora de la mañana.
Lo llevo con paciencia hasta ahí y antes de sentarse le robo un beso. Tsuna se aferro a la chamarra del mayor y abrió un poco la boca, Mukuro no se hizo del rogar y jugo un poco con su lengua, hasta que les falto un poco el aire y se obligo a soltarle.
Tsuna estaba sonrojado y algo perdido, el alpha sentía el orgullo por los cielos, tener a ese omega era como si estuviera en el cielo... y esta vez era solo suyo.
-Que fue eso?- pregunto el castaño.
-No se... un impulso?
-Deja de bromear- se dejo caer en el asiento y espero una respuesta.
-Solo quería hacerlo... supongo que pensar en el futuro me pone nervioso y es más fácil demostrarte de esta forma que voy en serio.
-Que te pone nervioso? Solo es... bueno no se, creo que tampoco lo he pensado.
-Es difícil- la mirada del de cabello índigo se volvió sombría.
-Siempre ha sido así no?
-Ese es el problema...- suspiro y dejo caer su cabeza en el hombro del menor-no quiero que sea así para nosotros.
-No se puede evitar, aun somos parte de la mafia...
-Yo no lo soy, yo aun odio la mafia... solo soy parte de tu club de exploradores, estoy aquí por matar a unos cuantos idiotas y por protegerte.
-Puedo cuidarme solo... no te estoy obligando a quedarte- frunció el ceño.
-No me estas entendiendo. Tsuna... mi odio no es infundado y si hay un futuro en lo nuestro, mi prioridad es protegerte y sacarte de ahí.
Tsuna suspiro... sacarlo de la mafia eh? Si... seria lindo, aunque era más fácil hace unos años, hubiera aceptado de inmediato, pero ahora había algo más.
-No puedo solo irme...
-Si escapamos juntos, nunca nos encontraran.
-Y quieres vivir toda tu vida huyendo?
-No conozco otra forma- esta vez el alpha fue quien se ofendió.
-Quiero vivir tranquilo, quiero poder estar juntos sin huir de nada, poder tener alguna cita, presentarte a mi mamá... vivir juntos... quizá tener una familia y yo...
Mukuro estaba tan avergonzado, que no pudo seguir escuchando, dejo caer su cabeza entre sus manos ocultando su sonrojo y tratando de tranquilizarse. Nunca se había esperado esos deseos de parte de Tsuna... y rayos una familia? El simple hecho de imaginar al menor embarazado le había provocado escalofríos, seria un maldito paraíso si llegara a suceder... pero siempre había un pero.
-Y... que nos impide hacer todo eso?
-Sabes la respuesta. Los Vongola son unos idiotas...
-Pense que te llevabas mejor con tu familia, te perdí mucho tiempo... no se que sucedió contigo cuando estuviste los ultimos años en Italia.
-No quiero recordarlo.
-Si me das esa respuesta me preocupare aun más...
-Solo fueron malos años, no puedes aceptar esa respuesta?
Su mirada se volvió tan agonizante... que no pudo decir nada, abrazo a Tsuna por la cintura y lo dejo sentado sobre su regazo... se quedaron de esa forma un rato hasta que sintió la respiración tranquila del omega.
Seguramente estaba cansado, estuvo a su lado desde que llego al hospital y solo lo dejaba unas horas para ir a cambiarse, bañarse, comer algo y regresaba...
No sabia si llevarlo a su casa, pero tal vez no era buena idea, siempre estaba infestado de los amigos de Tsuna... así que o lo llevaba a su casa o a la guardia.
Muy a su pesar la guarida era un lugar mejor, así que se puso en camino y mientras caminaba con su chico en brazos pensó en su realidad... su casa no era lugar para Tsuna, no tenía lugar, dinero o posibilidades de llevarlo a un lugar mejor.
No tenía nada que ofrecerle y eso le solía, Tsuna se merecía lo mejor del mundo, pero él apenas y tenía donde caerse muerto... que se supone debería hacer? Lleva años trabajando para Reborn y antes de eso para Tsuna de parte de los Vongola, pero nunca acepto nada... no quería deberles nada...
Aunque ahora parece una no tontería no haber aceptado, si le hubieran pagado... podría tener una casa, podría llevar a algún lado a Tsuna, podrían viajar de vacaciones o... podría haberle pedido huir y tener realmente un plan para convencerlo, pero los hubiera no existen.
-Sabes que no va a funcionar verdad?- escucho la voz de ese niño malcriado cuando entro a la guarida.
-No puedes asegurar algo que no ha pasado- contraatacó y lo paso de largo.
-Tsuna no puede manejar una relación y menos con alguien como tú...
-Oh disculpa niño perfecto, te recuerdo que antes eras un asesino.
-Pero yo lo he aceptado y lo he dicho... acaso tu le contaste que fuiste un experimento?
-Y de quien crees que es la culpa! La maldita mafia me llevo y me torturó, jugo conmigo y me convirtió en lo que soy...
-Y esa es tu respuesta, Tsuna no es para ti.
-Reborn... el ya no confía en ti, he sido su apoyo desde que escapo y te aseguro que por una vez, se más de él que cualquiera de ustedes- protegío aun más el cuerpo del castaño- yo le contare mi vida y estaremos a mano... pero él es probable que no te confíe la suya.
Siguió su camino hasta llegar al cuarto, dejo a Tsuna en su cama y lo cobijó, mientras él se recostó a un lado velando su sueño.
No voy a soltarte...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro