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Capítulo 19.- So Far Away. Parte 1

Disclaimer: Este capítulo esta acompañado de la letra de So Far Away, canción que pertenece a Avenged Sevenfold, James Hetfield tampoco me pertenece por desgracia ;_;

Antes de todo: Lamento enormemente el haberme tardado tanto en subir este capítulo pero me costó infinitamente conseguir la inspiración necesaria además de que este capítulo creo que es uno de los más largos (sino el que más). Sea como sea, sé que no es excusa y me disculpo por ello. Ahora les dejo leer:3

****

- Eres un princeso joder. - dije riendo.

- ¡Para nada! - exclamó James divertido. - Simplemente encuentro estúpido que cocines cuando podemos ir a un sitio a comer... o no comer.

- ¿Quiere matarme de hambre Sr.Hetfield? - pregunté mientras removía la rojiza sustancia que había en una de las cacerolas. James me abrazó por la espalda, manteniendo sus manos en mi cintura y me dio un beso en el cuello.

- Solo quiero aprovechar al máximo el tiempo que paso contigo.

Ay mi James...

Never feared for anything, never shamed but never free
A life to heal the broken heart with all that it could

Me giré dándole la espalda a los fogones y quedando cara a cara con él, abrazando su cuello.

- ¿Siempre tienes que ser tan adorable?

- Solo contigo. - sonrió.

Le di un empujón causando que retrocediera unos pasos hasta que chocó con una de las mesas, yo cogí la cacerola con la pasta y fui a quitarle el agua pero James me detuvo.

- ¿Sabes que eso quema señorita? - cogió él la cacerola y tiró su contenido en un escurridor para que el agua caliente y la pasta se separaran.

Sonreí de forma boba, estaba siendo demasiado tierno.

Cuando James acabó su labor hice que se girara de manera que ambos estábamos frente a frente, separados únicamente por los metros de altura entre ambos, pese a los centímetros que nos separaban nuestras miradas se mantenían con fuerza fijas en la del otro y sin ninguna intención de cortar aquél contacto visual.

Sonreí tímidamente bajo su atenta mirada y no pude evitar colorearme levemente provocando que fuera él el que formara una sonrisa perfecta, enseñando sus relucientes dientes blancos y transmitiendo más que un sentimiento, un hecho: Que me quería con locura.

- Te quiero. - susurré rodeando su cuerpo con mis brazos delgados apoyando todo mi peso en las puntas de mis pies y con mi cabeza en su cuello que desprendía aquél aroma rudo y rico a la vez del que yo ahora formaba parte también.

James correspondió con fuerza mi abrazo y beso mi frente, pude notar como el bello de debajo de su labio inferior rozaba mi frente y me hacía cosquillas.

Lived a life so endlessly, saw beyond what others see
I tried to heal your broken heart with all that I could

- Te quiero. - respondió protegiéndome entre sus brazos con fuerza, sentía que nada ni nadie podía hacernos daño en aquella situación, en aquella posición.

- ¿Hasta cuando James? - pregunté con algo de temor en mis palabras, haciendo que James se preocupara al momento e hizo que nuestras miradas se encontraran, acariciando mis mejillas con sus fuertes manos.

- ¿Siempre? - pregunté acariciando sus manos de forma amorosa.

James besó con cariño mi frente de nuevo y dejo sus labios apoyados en esta.

- Por favor, quédate siempre conmigo. - susurró con ¿Miedo? Tomándome por sorpresa, su voz cálida y suave pasó a estar llena de miedo e inseguridad, jamás pensé que James Hetfield diría algo de esa manera, siendo él tan tierno, tan... enamorado, abandonando por completo la máscara llena de frialdad atada a la grandiosidad de Metallica que llevaba cargando desde una temprana edad, pudiendo así demostrar como era él realmente, sin su guitarra y sin estar rodeado de luces de colores para resaltar sus marcas de expresión.

Will you stay? Will you stay away forever?

- Eso debería pedirtelo yo...

James me abrazó con fuerza.

- Nunca te voy a dejar Angie.

- ¿Nunca?

- Nunca. - afirmó.

- Nunca... - reafirmé.

How do I live without the ones I love?
Time still turns the pages of the book it's burned

James tomó mi mentón e hizo que mi cabeza se levantara y nuestros ojos se encontraran, sus ojos brillantes se veían de un azul más intenso del que alguna vez vi reflejado en él, sus labios cada vez estaban mas cercanos a los míos y ambos tentábamos al otro para ver quien era el primero en devorar al otro.

Finalmente nuestros labios se encontraron iniciando un beso apasionado, ignorando todo lo que había a nuestro alrededor, nuestros cuerpos estaban uniéndose de nuevo en uno solo, llegando a la sinfonía perfecta. Era un beso lento y lleno de sentimiento con el que nos dejamos más que claro los sentimientos que el uno sentía por el otro.

James se separó de mí de manera lenta, torturándome al notar como su contacto se reducía cada vez más hasta que desapareció por completo, bajo su hechizo aún estaba pegada a él, con los ojos cerrados, embriagada con su perfume del que yo misma ya formaba parte.

- Cariño... - susurró James a mi oído. - ¿No hueles a quemado?

Mis ojos se abrieron de repente y empujé a James a un lado mientras miraba el cazo que contenía la salsa para la pasta, de donde salía un humo sospechosamente oscuro. Me acerqué a los fogones y apagué al gas, con una de mis manos intentaba apartar el humo para echar un vistazo en su interior para ver si aún se podía aprovechar algo, resignada me eché hacia atrás y miré a James quién me miraba divertido apoyado a una de las mesas.

- Así que... - río. - Vamos a comer fuera por lo visto.

- Cállate idiota. - Me acerqué a él y empecé a darle suaves golpes en su pecho par iniciar una guerra silenciosa. James río y me cogió de las muñecas con una de sus manos, con la otra acarició todo mi cuerpo, finalizando en mis mejillas.

- Eres preciosa. - susurró mirándome fijamente, yo me sonrojé.

- ¿Entonces tu que eres?

James fingió ponerse pensativo, llevó una de sus manos a su barbilla y acarició el bello de esa zona.

- ¿Afortunado? - contestó riendo.

- Idiota. - Reí también.

Place and time always on my mind ....

James se acercó unos pasos a los fogones, aún manteniéndose cerca de mí pero pudiendo contemplar el pequeño accidente que acababa de tener lugar en la cocina.

- Ve a vestirte mientras limpio todo esto..

Me puse firme, fingiendo ser una militar.

- Sí, ¡capitán! - dije en broma, James río pero cuando me di la vuelta me azotó, y no precisamente flojo, me giré con los ojos abiertos y con mi mano en mi trasero.

- ¡Eso dolió!

- Luego te doy un beso para que se cure antes querida. - dijo divertido.

- Váyase a la mierda Sr. Hetfield. - contesté fingiendo estar enfadada antes de desaparecer de la cocina rumbo al piso de arriba.

La habitación que ocupábamos era exageradamente grande, los armarios estaban llenos de ropa de hombre y de mujer, y en una esquinita estaban las bolsas que contenían la ropa que James me había comprado apenas unas horas antes. En aquél momento vestía una camiseta negra con el logo amarillo de Venom, era unas tallas más grande debido a que era de James sin embargo no me la quise quitar, simplemente me acomodé el sujetador, me puse unos pantalones cortos y unos tenis negros también, mi pelo largo hasta la cintura lleno de enredos y rizos, por lo que decidí hacerme una coleta dejando un mechón de pelo suelto al lado de mi rostro.

No tardé demasiado ya que cuando bajé James aún estaba limpiando el estropicio. Él me miró de reojo de arriba a abajo antes de silbar.

- Menuda blacker tenemos aquí. - río.

- ¿Te falta mucho?

- Hm... - James miró sus manos llenas de la espuma del jabón. - Un momento. - Acumuló toda la espuma en una de sus manos y la levantó para ponérmela en la nariz, yo solo cerré los ojos por temor al no saber que iba a hacer. - Listo. - dijo satisfecho con una sonrisa en su rostro.

I have so much to say but you're so far away...

Cogí la espuma que estaba en mi cara y la lancé apuntando a James, dándole por completo en la cara, específicamente en la boca, haciendo que su sonrisa vencedora desapareciera.

- Ups... - dije mientras James se quitaba la espuma de la boca y la tiraba al suelo, después me miró con una de sus cejas levantadas y una sonrisa ladeada.

- No empieces una guerra que no puedes ganar Sweetheart... - su voz sonaba amenazante por lo que empecé a retroceder para aumentar la distancia entre los dos, algo que no funcionó ya que James empezó a avanzar hacia mi dirección mirándome fijamente.

Mi espalda chocó contra la pared de la cocina como señal de que no podía retroceder más y no podía escapar de James.

- Pero... yo te quiero... - susurré como último intento para deshacerme de él, James rió y puso su brazos apoyados en la pared, uno a cada lado de mi cuerpo, poco a poco se fue acercando más a mi hasta que la distancia entre ambos era prácticamente inexistente.

Cerré los ojos a la espera de que James me ''castigara'' de alguna forma por la pequeña jugarreta de antes pero eso nunca llegó, simplemente noté como su respiración se iba acercando a mi cuello y me mordió en el con fuerza hasta el punto de causarme dolor y a la vez absorbía mi piel. Mis brazos rodearon su cuerpo y una vez en su espalda una de mis manos se cerró en un puño mientras con la otra clavaba mis uñas en su fuerte espalda, dolía pero era una especie de dolor excitante que provocó que me mordiera mi labio inferior y soltará un suspiro.

Una vez James creyó que había pasado el tiempo suficiente levanto su boca de mi cuello y pasó su lengua por encima de la marca, agarró un pañuelo y lo puso en esa zona.

- ¿Qué pasó?

- Te hice sangre. respondió con tranquilidad.

- ¿KHE? - quité el pañuelo que me puse James de un manotazo y e toque la zona donde había mordido, luego me miré la mano y, efectivamente, estaba sangrando. - ¿Pero qué coño?

James río.

- Tranquila, no te pasará nada, simplemente ahora la gente verá desde lejos que tienes dueño.

- ¿Dueño? - pregunté alzando mi ceja.

James asintió.

- Tu eres mía y.. - me besó en la ''herida'' que él mismo causó. - Yo soy tuyo.

Plans of what our futures hold, foolish lies of growing old
It seems we're so invincible, the truth is so cold

- No se aceptan devoluciones. - añadí riendo, James también rió.

- Exactamente. - contestó antes de darme un suave beso en los labios.

- Vayamos a comer, mi estómago ruge. - se separó de mí y entrelazó su mano con la mía para que le siguiera.

Subimos a su coche y antes de ir a algún restaurante a comer James dio un par de vueltas por San Diego con el coche para mostrarme el lugar, era parecido a San Francisco con la diferencia de que esta ciudad tenia un puerto jodidamente extenso, James me contó que San Diego es la sede de la flota de barcos militares más grande del mundo.

Nota mental: Nunca entrar en guerra con Estados Unidos.

Recorrimos prácticamente todos los barrios de la zona este de la ciudad, quedándonos en el barrio de Mission Valley, paseamos por los alrededores del río de San Diego, incluso pasamos por el parque del Presidio y nos sentamos en un banco de madera que estaba cerca de ahí, James se puso serio y sentimental al recordar todo lo vivido en aquella época y en aquél lugar, me resultaba doloroso no haber podido hacer nada en aquel año de tantas dolorosas y a la vez gratificantes experiencias para él.

- James yo... supongo que fue difícil...

- Lo fue... no sabes cuanto Angie... - susurró con amargura mientras dirigía su mirada al cielo. - Pero ¿Sabes que fue lo peor? - me miró con tristeza y yo negué con la cabeza. - Que todo el mundo esperaba algo de mí, que todos me presionaban directa o indirectamente pero lo más doloroso fue que nadie me apoyó en ese momento. - suspiró. - Todos me señalaban y me exigían en vez de darme mi tiempo y ayudarme. Luchar contra una adicción es duro y más aún cuando tu mujer te echa de casa y te amenaza con no ver a tus hijos nunca más...

- ¿Te echó de casa? Tu siempre dijiste que solo te amenazo con hacerlo...

- Lo sé, encontré mil veces mejor mentir para que no se estuvieran metiendo en mi vida más de lo necesario y se hubieran formado más rumores de los que ya había. La fama es vapor y se desvanece con el tiempo, la única certeza que hay en la tierra es el olvido.

Un silencio algo incómodo se formó.

- Los chicos me presionaban sin saberlo y no les culpo; les abandoné en mitad de la grabación del disco, los dejé a medio camino pero... estaba tan inseguro de... todo. Incluso me planteé en más de una ocasión abandonar la banda.

- James yo... ojalá hubiera estado contigo en ese tiempo... yo...

- No. - negó con la cabeza. Cuando bebía era un capullo Angie, si te hubiera conocido en esa época... hubiera sido todo tan horrible... Te hubiera utilizado y luego abandonado sin ningún remordimiento.

La sangre se me heló al escuchar aquello.

- En cierta manera le agradezco a Francesca lo que hizo. Por muy doloroso que fuera, se lo debo; gracias a ella pude cambiar.

Auch, eso dolió.

- Sin embargo ella nunca estuvo ahí y nunca me escuchó cuando me sentía mal, nunca prestó atención en saber como me sentía. Lo único que ella quería y sigue queriendo a día de hoy es un matrimonio '''perfecto'', un hombre seguro que la proteja y cuide de ella y de sus hijos y vivan sin ningún problema económico. - Me agarró de la mano con fuerza y me miró a los ojos. - Ahora mismo, aguantando toda esta charla has hecho muchísimo más por mí que Francesca en todos nuestros años de matrimonio Angie. Contigo me puedo sincerar y abrir totalmente porque te conozco y sé que te importa saber lo que pienso y lo que siento.

A final song, a last request, a perfect chapter laid to rest
Now and then I try to find a place in my mind...

- James... - dije sonriendo como idiota.

- Joder, que gay sueno a veces.. - rió y yo reí con él.

- Te quiero. - dije antes de besar su mejilla con dulzura. - muchísimo...

- Yo más mi ángel. - Me besó la mano que tenía entrelazada con la suya y se levantó del banco, y yo con él. - En fin... - suspiró y fijó su mirada en mí. - ¿Vamos a comer no? - yo asentí y volvimos a retomar nuestro rumbo, rumbo que yo desconocía por completo.

...Where you can stay, you can stay away forever

Finalmente llegamos al Fashion Valley Mall o en palabras simples el epicentro de los ricos y niños de mamá, donde un puto pañuelo podía llegarte a costar lo que gana el padre de una familia promedio en dos años.

No compramos nada, no porque James no quiso; él no paraba de ofrecerme vestidos caros y joyas de oro, simplemente quería que James se diera cuenta de una vez que no hacia falta que me comprara cosas, y mucho menos cosas caras; yo lo quería de todas formas.

Entramos en un restaurante de la zona a elección de James, el escogió los platos de ambos también porque, sinceramente, cuando le di una ojeada rápida al menú y vi algunos de los precios casi caigo al suelo.

El camarero apuntó nuestros pedidos y nos sirvió vino en una copa mientras en la otra nos ponía champán, ambas bebidas par acompañar la comida.

- ¿Por un para siempre? - Preguntó James alzando su copa llena de champán hacia mí, yo cogí la mía y entrelacé mi brazo con el suyo. - Por un para siempre. - confirmé con una sonrisa, ambos chocamos nuestras copas de fino cristal y bebimos de ellas mientras nos mirábamos a los ojos sin interrupciones.

La comida avanzó sin problemas, sin contar a la gente que se nos quedaba mirando a la mínima que teníamos un gesto amoroso con el otro y los comentarios de mal gusto que James y yo teníamos que aguantar cada vez que nos besábamos.

- ¿Te apetece ir a la playa un rato después de comer?

- No tengo bañador James...

- Yo tampoco. - contestó con una risa pícara.

Yo puse los ojos en blanco y reí.

- Eres un sucio... no voy a dejar que ninguna mujer que no sea yo te vea desnudo.

James sonrió.

-Yo iba a proponer comprar unos trajes de baño al salir de aquí Sweetheart, Ni loco voy a dejar que otro hombre te vea desnuda. Eres mía ¿Recuerdas?

- Y tu eres mío... - sonreí como idiota enamorada.

De hecho, era un idiota enamorada.

Dicho y hecho, después de la comida James ganó la guerrilla de querer comprar algo para mi en alguna de esas tiendas tan lujosas; ya que eran las más cercanas para ir a comprar trajes de baño.

Al final me decidí por un bikini de dos piezas de color negro con detalles en color rojo, y James simplemente llevaba un bañador hasta más arriba de la rodilla de color negro.

Y bien suculento que se veía.

Cogimos el coche de nuevo para ir a una de las muchas y variadas playas de esa zona, estuvimos buscando alguna que tuviera un buen impacto del Sol pero que tampoco hubiera mucha gente, al fin y al cabo James seguía siendo un personaje reconocido y con fama y debíamos tener cierto cuidado y especialmente por esa zona ya que James y yo vivíamos cerca de aquella ciudad.

Estuvimos gran parte del tiempo en la arena, tumbados encima de las toallas, mi cabeza en su pecho como era costumbre, escuchando el latido de su corazón y su mano jugando con mi pelo. Eso sí, vigilando constantemente si alguien se acercaba más de lo debido.

Pasado un rato James se levantó y me desperté de mi sueño ligero de repente.

- ¿Dónde vas? - pregunté tapando los agresivos rayos solares con la palma de mi mano.

- A nadar, ¿vienes?

- ¿Ahora? Pero si acabamos de comer.

James me miró extrañado.

- Llevamos aquí una hora y media Sweetheart.

- Imposible, no me mientas James.

Él rió. - No me creas entonces... ¿No vienes?

- Ño. - negué con la cabeza.

James puso sus manos en su cadera, cada una en un lado y me miró desde arriba.

- Que pena... Entonces voy a tener que cargarte...

- ¿Qué? - pregunté confusa

Y prácticamente cuando acabé la pregunta James ya me tenía en sus brazos y estaba andando en dirección al agua del mar.

- ¡James bájame!

- Cuando estemos dentro ¿Vale?

- NO, ¡Bájame ahora! - chillé dándole golpes en el pecho.

James me ignoraba, y empezó a adentrarse en el mar.

- Esta bien, te voy a soltar...- dijo cuando ya estábamos a una profundidad considerable pero las olas aún no me habían rozado.

- ¡Ni se te ocurra!

- ¿No querías que te soltara? - preguntó claramente divertido.

- ¡Pero ya no! Llévame a la orilla por favor...

- Venga va... a la una...

- James no...

- A las dos...

- James Hetfield te juro que si me tiras al agua voy a..

- ¡Y a las tres! - gritó interrumpiendo lo que estaba diciendo, haciendo el gesto para lanzarme al mar.

- ¡Noo! - chillé cerrando los ojos con fuerza, esperando el impacto con el agua.

Abrí los ojos, aún en los brazos de James y le miré, encontrándome con sus ojos azules mirándome divertido mientras reía por lo bajo.

- Era broma. - contestó.

- ¡Te odio! - chillé molesta. - ¡Bájame!

- ¿Aquí?

- ¡Sí!

James notó mi enfado y me obedeció sin rechistar, el agua me cubría hasta un poco más abajo de mis rodillas, estaba fría y notaba las algas como se intentaban enredar en mis pies.

- No te enfades Angie. - dijo él poniendo su manos en mi cadera e intentando atraerme hacia él, sin éxito.

- Déjame.

James me soltó y me alejé de él de camino a la arena, oí como suspiraba y de reojo vi como miraba el agua bajo sus pies.

El momento perfecto ¿No?

Me armé de valor y fui corriendo hacia él para darle un empujón, James cayó en el agua y se sentó en la arena, mirándome mientras negaba con la cabeza.

- Eso no vale, me preocupé; pensé que estabas enfadada.

- Y estoy enfadada.

- Que no vale dije.

- ¿El señor no sabe perder? - dije riendo, James me salpicó como respuesta y yo contraataqué salpicando con el pie, sin embargo James me cogió de él e hizo que acabará en el agua también.

- Tablas, así me gusta más. - se acercó a mi, y me condujo hasta que me senté encima de él, con mis piernas en sus costados.

- Te odio. - dije sonriendo mientras le miraba a los ojos.

- Así me amas. - contestó sonriendo también, yo reí antes de darle un beso en los labios.

How do I live without the ones I love?.
Time still turns the pages of the book it's burned

Estuvimos una hora más en la playa antes de volver a casa, yo pasé la mayor parte del viaje durmiendo debido al cansancio de la playa más el que llevaba acumulado desde hacia varios días, aún así desperté por ahí a la mitad del trayecto. Estuvimos en silencio, no porque no supiéramos que decirnos sino porque ya lo sabíamos todo y decidimos disfrutar de la música de fondo, una vez cruzamos la puerta exterior y empezamos a cruzar el jardín James desaceleró mientras fruncía el ceño.

- ¿Pasa algo? - pregunté con total tranquilidad.

- Ese coche... - susurró.

- Ese coche... ¿Qué?

- Es el coche de Francesca...

Mi corazón empezó a acelerarse y mis ojos se abrieron de repente mientras seguía mirando a James, a la espera de que me dijera que hacer.

- Lo siento pero.. deberías esconder la cabeza, no quiero que se entere ahora ni de esta manera... - dijo mirándome con pena.

Yo asentí y me agaché, escondiéndome en el hueco para poner las piernas del sitio del copiloto, James aparcó detrás del coche de Francesca y me miró antes de salir del coche.

- Te avisaré cuando puedas salir ¿Vale? - Yo asentí.

*Punto de vista de James*

Salí del coche y fui hasta la ventanilla del de Francesca, me asomé pero el vehículo estaba vacío de manera que fui hasta la entrada de la casa y empuje la puerta, la cual ya estaba medio abierta. Y ahí estaba, Francesca, mi mujer, de espaldas mientras sujetaba un sobre blanco en una de sus manos. Se veía mal físicamente, al menos desde atrás.

- ¿Francesca? - pregunté a la espera de una reacción en ella, la que fuera. Ella se giró lentamente, su pelo largo y rubio estaba totalmente despeinado y debajo de sus ojos claros habían unas horribles y oscuras ojeras que hacían que su mirada fuera mucho más tétrica, también se podía apreciar el rastro negro del maquillaje corrido; había estado llorando.

- ¿Por- Por qué te fuiste del hospital sin avisar Jaimi? - preguntó con voz débil y quebrada, realmente me dolía ver así a una persona a la que llegué a querer tanto. - ¿Por qué viniste aquí en vez de volver a casa con... conmigo...?

-Me acerqué unos pasos a ella, pero ella los retrocedió.

- Francesca yo... necesitaba estar solo y pensar, estar tranquilo una temporada. - volví a avanzar hacia ella. - No te lo tomes tan a pecho ¿Si?

Francesca seguía mirándome con la misma expresión de tristeza infinita, levantó su brazo, el que sujetaba aquél sobre blanco.

- ¿Y... Y esto? - preguntó, su voz cada vez más rota debido a las lágrimas que poseían sus ojos cada vez que quería hablar.

- ¿Qué es eso Frani? - Ella suspiró y cerró los ojos, liberando un par de lágrimas.

- ¿De verdad quieres el divorcio James?

- Ya te dije que si en su momento, no quieras repetir ocasiones pasadas, solo conseguirás más dolor.

- ¿En qué he fallado James? ¿En qué? - Las lágrimas empezaron a salir de sus ojos sin control, resbalando por sus mejillas y perdiéndose en su cuello. Dolida se dejó caer al suelo donde se abrazo a sí misma para intentar consolarse mientras sollozaba.

Me acerqué a ella y me senté en frente, intenté alzar su cabeza pero al mínimo contacto que tuve con ella me apartó de un manotazo. Yo suspiré.

- No has hecho nada mal Francesca... es solo que... - suspiré de nuevo, aquello era más difícil de lo que pensé.

- Hay otra, ¿Es eso verdad? ¡¿Verdad?! - me miró a los ojos con furia y tristeza a la vez, demostrando lo quebrada que estaba, lo perdida que se encontraba.

- Francesca...

- Dímelo... -susurró. - Por favor James, deja de mentirme... Por favor.. -rogó mientras de nuevo las lágrimas volvían a aparecer.

- No hay nadie más, te lo prometo.

- Entonces... ¿Por qué?

- Simplemente porque me he dado cuenta de que y no te quiero Francesca.

Aquellas palabras fueron mortales para ella pues empezó a llorar sin poder contenerse, dándose golpes y arañándose los brazos.

- Hey.. ¡Hey! Tranquila por favor.... - me acerqué a ella de nuevo para abrazarla y esa vez no me alejó, rodeé su cuerpo con mis brazos y apoyé mi cabeza en su hombro. - Seguiré aquí, seguiré contigo, eso tenlo por seguro; eres la madre de mis hijos y siempre voy a estar agradecido... Siempre te voy a querer pero no de la manera que lo hacia antes.

Francesca seguía sollozando agarrada a mi pecho y sin intenciones de parar, me levanté ayudándola a ella también y le sequé las lágrimas con el dorso de mi mano.

- ¿Mejor? - pregunté una vez había dejado de llorar, ella asintió aún con pena en sus ojos y después desvió la mirada hacia el suelo.

- ¿Quieres que firme los papeles ahora? - preguntó mirándome a los ojos de nuevo.

- No hay prisa, hazlo cuando estés preparada. - ella asintió y abrió el sobre, sacando los papeles de su interior, se dirigió a la mesa de al lado de la puerta principal y firmó aquél documento.

- Ten. - dijo ofreciéndome aquellos papeles, yo los cogí y miré su firma atentamente. - Pero a cambio... - siguió - A cambio quiero un último beso tuyo... - susurró, yo suspiré.

- Francesca yo...

- Por favor. - Me interrumpió. - Un beso... Solo uno...

Suspiré con resignación y me acerqué a ella; no podía negarme a alguien que me miraba con aquellos ojos consumidos por la tristeza. Acaricie su mejilla con la palma de mi mano ella cerró los ojos frente mi contacto tan esperado, con mi otra mano tomé su nuca y poco a poco me fui acercando a ella hasta que nuestros labios se encontraron por última vez, uniéndose en un suave y tierno beso.

Al separarme de ella observé sus ojos, de nuevo con las lágrimas amenazando en salir de ellos, ninguno de los dos dijo nada, ella simplemente salió de la casa y minutos después escuché el ruido de un motor, en señal de su partida.

Su partida sin vuelta.

*Punto de vista de Angie*

El tiempo pasaba y James no volvía, de repente escuché el ruido de un coche que se ponía en marcha, supuse que era Francesca pero de todos modos decidí esperar a que James viniera a por mí, algo que no tardó en ocurrir ya que unos segundos después escuché como James golpeaba el cristal de la ventana como señal. Me levanté y salí del coche, James tenía la cara feliz sin embargo en sus ojos podía ver un pequeño rastro de tristeza.

- ¿Qué pasó James? - pregunté andando hacia él con algo de preocupación y temor. Él sonrío y me cogió de las caderas para atraerme y pegarme a él.

- Ya estamos un poco más cerca Sweetheart. - susurró en mi oído, provocando que un escalofrió surgiera de lo más profundo de mi espina dorsal y recorriera todo mi cuerpo hasta desvanecerse a través de el final de mis extremidades.

- ¿Qué quieres decir? - alejé mi rostro del suyo para poder ver su cara y poder mirarle a los ojos mientras hablábamos.

- Francesca a firmado los papeles del divorcio. - sonrió. - Ya estamos un poco más cerca de estar juntos.

James irradiaba felicidad por todos sus poros, su cara de felicidad extrema y su sonrisa abierta, mostrando sus dientes perfectamente formados y blancos, aún así sus ojos estaban más apagados de lo que estaban antes; algo no iba bien, estaba preocupado por algo, ¿Por Francesca quizá? Sabía que ellos dos habían vivido muchas cosas y habían compartido muchos años y que era normal que la melancolía se apoderase en cierta parte de él pero, aún así, no pude evitar sentirme celosa de Francesca por tener a James preocupándose de ella y en sus sentimientos mientras que ella siempre había pasado por alto a James.

- ¿No estas contenta? - Preguntó James borrando su cara de felicidad al no ver respuesta alguna en mí.

- Claro que lo estoy, es solo que... - sonreí. - Es... Es difícil de creer.

James me abrazó con fuerza, yo respondí a su contacto con fuerza, hundiendo mi cabeza en su pecho, oliendo con profundidad su agradable aroma.

- Lo sé... - susurró. - Lo sé...

Place and time always on my mind ...

Alcé mi rostro para encontrarme con la mirada de James fija en mí antes de que quedara oculta tras su parpados cuando se acercó para besarme en los labios, poco a poco el beso se fue intensificando y me apoyé en el coche para que los dos pudiéramos aumentar la ferocidad de nuestros movimientos.

- Estoy... tan enamorado de ti Angie. - con sus grandes y fuertes manos acarició mis mejillas, bajando por mi cuello y por toda la silueta de mi cuerpo deteniéndose en mis caderas, ayudándome a que me sentara encima del capó del coche.

...I have so much to say but you're so far away

Yo sonreí como respuesta y me acerqué de nuevo a él para darle un suave beso en los labios pero, cuando fui a intensificar nuestro contacto James me empujó con su cuerpo hasta que mi espalda se encontró con el frío metal del capó del coche, James cambió el rumo de sus besos, esta vez en mi cuello y con sus manos acariciaba mi cuerpo una y otra vez mientras yo entrelazaba mis piernas en su espalda, abrazando su cintura.

Sus besos cesaron y su rostro quedó a escasos metros de mí mientras seguía acariciando mi cuerpo, sus caricias iban aumentando la velocidad y la intensidad hasta que empezó a hacerme cosquillas.

- ¡No, no por favor! - rogaba una y otra vez de manera entrecortada por culpa de la incesante risa. - ¡Basta, basta! - Podía oír la risa de James mientras yo movía la cabeza de un lado a otro y reía sin control, dándole leves golpes a James en los brazos para que parara aquella tortura.

Finalmente James paró de hacerme cosquillas manteniéndome inmovilizada contra el capó agarrándome de las muñecas. Acercó sus labios a los míos con desesperación y me beso con frenesí pero sin perder el toque sensual que todos los besos que me daba tenían.

Nos separamos ambos con una sonrisa, James seguía manteniéndome inmóvil pero no me importaba; lo único que me bastaba era su calidez y su cercanía.

- James...

- ¿Sí?

- Quiero un tatuaje.

James me miró extrañado y me liberó, poniéndose de pie, yo me acomodé sentándome de nuevo en el capó del coche.

- ¿A que viene eso? - preguntó confuso.

- Quizá a que mi novio esta de tinta hasta el cuello. - con mi mano acaricie el tatuaje de esa zona. - literalmente. - reí, reímos. James me acarició la mejilla y sonrió.

- ¿Y tiene idea de lo que quiere tatuarse la señorita? - preguntó burlón. Yo le di una bofetada con apenas fuerza para responder frente a ese tono de voz que me puso y ambos reímos.

- Quiero algo... que me recuerde a ti cuando lo vea. - James sonrió y yo con él. - Pero no como James Hetfield, el cantante de Metallica sino como el hombre que tomó mi corazón. El amor de mi vida. - susurré la última frase, acompañada de un ligero sonrojo. James se quedó mirándome unos segundos, analizando lo que había dicho hasta que finalmente me besó de nuevo, de forma lenta y tierna.

- Creo que tengo la idea perfecta. - susurró.

Me agarró de la mano y me llevo hasta la puerta del coche, abriéndola y ofreciéndome entrar, él rodeó el vehículo para entrar y poder sentarse en el sitio del conductor, arrancó el motor y empezó a conducir hacia la salida de aquél extenso jardín.

- ¿Dónde vamos?

- ¿No querías tatuarte? - preguntó mirándome a través del espejo retrovisor.

- ¿Ahora?

James asintió.

Sleep tight, I'm not afraid
The ones that we love are here with me
Lay away a place for me
'Cause as soon as I'm done I'll be on my way
To live eternally

James detuvo el coche enfrente de lo que parecía ser un pequeño almacén, salió del coche y fue a abrir la puerta del copiloto para que pudiera salir.

- Aquí es. - dijo con una sonrisa mientras sacaba un juego de llaves e iba hacia la puerta del almacén.

- ¿Aquí?- pregunté algo desconfiada mientras seguía sus pasos y me quedé su lado mientras él abría la puerta.

Entró dentro y la oscuridad lo envolvió hasta que prendió la luz del lugar y luego me invitó a entrar en ese lugar. Era un pequeño estudio de tatuajes, la sala era pequeña pero lo suficientemente grande como para que se pudiera trabajar con total comodidad, sin olvidar los lujos que había repartidos por el sitio. Todo aquello tenía una fina capa de polvo como señal de que hacía mucho tiempo que no usaba ese lugar.

- ¿Me vas a tatuar tú? - James asintió desde el taburete dónde estaba sentado y me miró sonriendo, yo le contesté con otra sonrisa.

- Ahora hago el esbozo a ver que te parece ¿Si? - No me dio tiempo a contestar pues al acabar su propia frase ya estaba con lápiz en mano, haciendo trazos en un papel blanco, yo me senté en uno de los sillones de cuero negro que había, a la espera de que acabara de plasmar su arte, algo que no tardo mucho.

- Aquí están. - dijo triunfante levantándose de su sitio y andando hacia mí mientras miraba aquellos dos papeles. - Este es el tuyo. - dijo ofreciéndome uno de ellos.

Era el dibujo de una corona de esas que llevaban las reinas en la edad media, llena de detalles y sombras, incluso algo tan simple como una corona dibujada por él tenía su estilo. Abajo de ésta ponía ''Queen nothing '' con una letra fina y un trazo realmente bonito.

- Y este es el mío. - dijo dándome el otro papel, era el mismo diseño con la diferencia de que la corona era la de un rey y en su frase ponía ''King nothing ''.

- James, son... son... - llevé mi mano a mi boca y después le miré a los ojos y le sonreí. - Real y absolutamente perfectos.

How do I live without the ones I love?
Time still turns the pages of the book it's burned

- Me alegro de que te gusten Sweetheart. - dijo con una sonrisa antes de acercarse a mí para darme un beso de pico en los labios. - ¿Vamos a ello?

Yo asentí y me cogí de su mano, levantándome del sillón y me llevó hasta otro sillón de cuero negro pero éste era más pequeño.

- ¿Dónde lo quieres?

Yo le mostré mi muñeca y el asintió, poniéndome la plantilla en aquella zona, dejándome el rastro lila del dibujo, James se alejó de mí para ir a buscar la pistola, la tinta y bastantes servilletas.

- ¿Alguna vez te a picado una abeja? - dijo encendiendo la pistola, yo negué con la cabeza; los nervios que tenía me impedían hacer algo que no fuera morderme el interior de mi boca. - Bien pues... un tatuaje es como si te picaran muchas abejas, muchas veces, durante mucho tiempo. - me miró para intentar tranquilizarme. - Tranquila, si me aguantas a mí, podrás aguantar un tatuaje. - rió.

Acercó la pistola a la marca violeta de mi piel y empezó a seguir las líneas, di un pequeño brinco y cerré mi mano en un puño aguantando el dolor, era como si me vacunaran tres veces por cada segundo.

- si ves que no puedes aguantar dimelo y hacemos una pausa. - dijo mirándome preocupado mientras quitaba el exceso de tinta con una servilleta, yo negué con la cabeza como señal para que siguiera.

- Bueno... pues ya terminé. - dijo pasada prácticamente una hora, yo abrí mis ojos y miré mi antebrazo ahora marcado de por vida, parpadeé un par de veces.

- Wow... es perfecto... - James me esparció una crema por todo el tatuaje y después me puso un plástico transparente.

- Deberás ponerte esta crema dos veces al día durante un mes y ponerte plástico transparente encima, ¿Entendido? - yo asentí. - pues ya esta, ahora solo falta el mío.

- ¿Quien te va a tatuar? - pregunté ignorando lo que mi pensamiento decía porque ¿No pensaba que le iba a tatuar yo verdad?

- Aquí la única persona que veo eres tú Sweetheart. - dijo con voz tranquila mientras se quitaba la camiseta.

- Pero James yo...

- ¿Dónde me lo hago? Lamentablemente tengo los brazos ocupados - dijo mientras miraba todo su torso en busca del lugar adecuado. - ¿Qué te parece aquí? - apuntó a su pecho, justo encima de dónde esta el corazón y con una cuchilla rasuró el bello de esa zona para colocarse la plantilla con comodidad.

- James yo no tengo ni idea de tatuar, ¿Y si me sale mal? Es algo que quedará grabado en tu piel... Para siempre.

- Es un riesgo que voy a correr. - rió. - Además voy a guiarte para que sepas que hacer. - se colocó la plantilla por completo y se acomodó en la silla. - Enciende la pistola y empieza a repasar las marcas en violeta. - ordenó.

- James...

- Tranquila, te saldrá bien. - dijo con una sonrisa.

Place and time always on my mind
And the light you left remains but it's so hard to stay

Siguiendo las instrucciones que James me iba dando empecé a tatuarle, a la hora de verdad no era tan difícil como parecía; era como dibujar, simplemente tenías que tener un poco de ojo y no ir a lo loco.

En medio de nuestra "operación taturjica" el móvil de James sonó, desconcentrandome y por cuestión de suerte que no tatué dónde no debía hacerlo.

James llevó su mano al bolsillo de sus tejanos y sacó su celular para contestar mientras yo esperaba para poder seguir.

When I have so much to say and you're so far away...

- ¿Sí? Sí, soy yo ¿Por qué? - decía James algo confuso hasta que de repente sus ojos se abrieron como nunca los vi y abrió su boca. - Yo... - empezó a decir mientras se levantaba de donde estaba sentado. - Ahora mismo voy, gracias por llamar. - y cortó.

- ¿Pasa algo James? - pregunté preocupada.

James me ignoró y se puso la camiseta mientras recogía sus cosas.

- Tengo que irme. - respondió de forma seca mientras iba hacia la puerta de salida. - Te llevaré a clase o a casa o dónde quieras.

I love you, you were ready
The pain is strong and urges rise
But I'll see you when he lets me

- James, ¿Qué coño ha pasado? Me estas asustando. - dije confundida mientras iba hacia él. James siguió ignorandome.

- ¡James! - chillé y él se giró de repente mirando fijamente como algunas lágrimas salían inconscientemente de mis ojos.

Your pain is gone, your hands untied
So far away

James negó con la cabeza y se acercó a mí para secarme las lágrimas.

- No llores por favor... - susurró con voz quebrada. - no te derrumbes porque si tu lo haces no podré mantenerme en pie...

- ¿Qué es lo que ha pasado?

- Es Francesca. - susurró. - Ella...

- ¿Ella?

And I need you to know
So far away

- Ella... se ha intentado suicidar Angie.

And I need you to, need you to know.

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