Capítulo 16.- El principio del fin.
- ¿Entonces nada de cenar? - me preguntó Kirk quien aumentó la velocidad de su carro.
- No tengo mucha hambre... - confesé. - Nosferatu me cierra el apetito. - reí y Kirk río conmigo.
- Si luego te apetece algo siempre podemos comer en mi casa.
Yo sonreí.
Si quiero comer en tu casa pero no comida precisamente.
- Haces mala cara. - dijo Kirk después de frenar en un semáforo en rojo. Con su mano me apartó el cabello que mantenía oculta mi cara y me acarició levemente la mejilla quedándose en la parte posterior de mi oreja. - ¿Estas bien?
Yo le miré con una sonrisa, mi mano buscó la suya para acariciarla.
- No puedo estar mejor. - susurré.
Kirk se quedó viendo cómo acariciaba su mano, ambos compartíamos miradas cargadas de tensión que no hacían más que llamar al otro y tentarlo para que cada vez se acercara más.
Mi mano dejó la suya y se deslizó por todo su brazo hasta llegar a su cuello, de la misma manera él llevó la suya hasta el mio mientras cada vez la distancia entre los dos se iba reduciendo más.
Mi otra mano acabó de igual manera en su cuello y tiré de él para que se acercara más a mí.
Kirk tomó mi cuello con fuerza y ambos rozamos nuestros labios, pude notar como un cosquilleo empezaba a nacer en mi estómago pero cuando fui a intensificar ese contacto Kirk alejó su boca de la mía y luego volvió a permitir que ambas rozaran pero sin dejar que fuera más que eso, un roce.
- Eso espero. - susurró antes de pasar su lengua primero por mi labio superior y luego por el inferior. Luego rompió por completo el contacto entre los dos.
Kirk se recolocó en su sitio y se aclaró la voz antes de empezar a conducir de nuevo, una sonrisa seductora decoraba su rostro.
Como deseaba quitarle esa sonrisa ganadora a mordiscos.
Me recosté en mi sitio con los ojos cerrados y lancé un suspiro de frustración. Quizá Kirk ganado esa batalla pero no iba a dejar que me arrebatara la victoria de la guerra.
- ¿Tu no estabas casado? - pregunté alzando una de mis cejas mientras le miraba desafiante. Él me devolvió la mirada aún con aquella sonrisa en su cara.
- Pero que mire una película con una fan no es algo que la deba alarmar. - paró de hablar un momento. - ¿O sí? - dijo mirándome divertido.
- Vaya... - suspiré. - Mi gozo en un pozo, ¿Entonces la señora Hammett estará en casa?
Kirk río.
- Ella esta en otra ciudad hoy así que si querias estar a solas conmigo la jugada te ha salido bien.
- Esta genial entonces. - dije sonriendo.
Kirk me miró de arriba a abajo y luego me clavó una mirada pervertida.
- Así solo tengo que dejarte inconsciente a ti para poder robarte. - seguí.
- Voy a dejar que me robes. - Dijo riendo. - Pero a cambio yo también te quitaré algo. - me miró con cierta perversión.
Yo le contesté tentándole con una mirada.
- Quizá aquello que me quieres quitar ya no lo tengo... - susurré apenada.
Kirk me miró algo decepcionado pero rápidamente volvió a aflorar su perversión la cuál él intentaba ocultar.
- Hmm... igualmente nos lo pasaremos bien, o incluso mejor.
- Estoy segura. - sonreí mientras me mordía el labio.
No se porque todo aquello me estaba empezando a parecer una mala idea, una pequeña parte de mi no hacia más que recordarme a James. Quería a ese hombre, estar con él en vez que con Kirk y pasar la noche abrazados mientras me dice cuanto me quiere.
Sólo había un problema, y era que él no me quería.
- ¿De verdad estas bien? - preguntó Kirk al notar mi mirada perdida.
- Si... solo estoy pensando.
Kirk aparcó su coche en la entrada de su casa o mejor dicho mansión.
Joder, yo de mayor también quiero vivir en un sitio así.
-Puedes contarme lo que sea que te preocupe Angie. - Apoyó su mano en mi pierna y empezó a acariciarla, un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo y se me puso la piel de gallina. Kirk sonrío satisfecho al notarlo.
- Solo quiero estar contigo y poder olvidar todo lo de este día agotador.
Cogí su mano que se encontraba en mi rodilla y la subí hasta alcanzar el comienzo de mi falda, Kirk no hacia más que devorarme con la mirada.
En aquél preciso momento mi teléfono sonó debido a que recibí un mensaje... de James.
¿Por qué este hombre tenía que aparecer justo ahora? Ahora que no estaba pensando en él...
"Necesito hablar contigo, lo ocurrido hoy... deja que te explique. "
Apreté mi móvil con fuerza haciendo que mis nudillos se volvieran blancos debido a la fuerza que estaba ejerciendo, Kirk se dio cuenta de ello y cogió esa mano para llevarsela a la boca y besarme cada uno de los nudillos.
- Yo te haré olvidar. -susurró entre beso y beso.
En ese momento volvió a vibrar el móvil:
"Por favor no ignores mis mensajes, ahora no..."
- ¿Quieres contestar? - preguntó él rompiendo todo contacto conmigo.
Yo negué levemente con la cabeza.
- ¿Seguro? - insistió.
Yo aproveché ese momento en que estaba indefenso y con la guardia baja para llevar mis manos a su cinturón y desabrocharlo.
- Seguro. - susurré divertida.
Kirk me cogió de la mano para que cesara en mis movimientos y de nuevo me besó los nudillos, esta vez de ambas manos.
Entonces empezó a sonar mi teléfono debido a una llamada... de James.
Y como no 'Nothing else Matters' empezó a sonar provocando con rapidez que las lágrimas inundaran mis ojos.
Di un hondo suspiro justo antes de rechazar la llamada, Kirk era consciente del dolor que estaba sintiendo en aquel momento por lo que decidió bajar del coche y abrir mi puerta para ayudarme a bajar a mi.
Una vez fuera del coche Kirk me abrazó con fuerza y yo le correspondí, sabía perfectamente lo único que ese hombre quería de mí y se lo iba a dar.
Con timidez y aún envuelta entre sus brazos alcé mi cabeza para encontrarme cara cara con él, sus grandes ojos cafés desprendian por un lado deseo pero por otro preocupación.
- Bésame. -susurré mientras Kirk tenía la mirada fijada en mi.
Él sonrió ligeramente y acarició mi mejilla con el dorso de su mano, poco a poco su rostro fue acercándose al mío y yo por inercia me puse de puntillas para estar a su altura.
Fue un beso lento pero apasionado y posesivo a la vez. Retrocedí unos pasos hasta que sentí el coche en mi espalda, Kirk me aprisionó manteniéndome inmovilizada con su cuerpo.
Mis manos estaban en su cabello y ahogué un gemido cuando Kirk mordió mi cuello dejándome una marca rojiza.
Por un momento James me vino a la cabeza e incluso por unos segundos pensé que aquel con el que me estaba besando era él. Me aleje de Kirk dándole un ligero empujón con un ligero rubor en las mejillas cuando me di cuenta de quien era en realidad.
- Lo siento... - susurré apartando la mirada de él, aún con mis manos agarrando su camisa
Kirk sonrío mientras tenia su mirada fija en la mía.
- Dices que lo sientes pero me agarras para que no me escape. - río ligeramente. Yo sonreí tímidamente tirando de su camisa para que volviera a pegarse a mi. Ambos rozamos ligeramente nuestras narices y kirk acarició mis labios con su pulgar antes de darme un suave beso en los labios, arrancándome un gruñido como queja de nuestra separación.
- ¿Entramos? - preguntó en un susurro mientras entrelazaba mi mano con la suya, yo asentí y ambos empezamos a andar hacia la puerta principal.
Nada más entrar en su casa el aroma a madera inundo mi sentido del olfato, era una casa algo oscura, con cuadros y figuras de personajes de terror. Me encantaba.
- Es... increíble... - dije embobada mientras miraba a todos los lados de aquella casa.
Kirk me miró divertido mientras empezaba a andar hacia mi.
- Tu si lo eres... - dijo empujándome contra uno de los muebles de la entrada, cogió ambas de mis muñecas con una de sus manos y las sujeto con fuerza arriba de mi cabeza.
Los dos nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos, no cabe duda de que nos teníamos ganas desde hace ya un tiempo.
- La... La... La película... - susurré bajo la atenta mirada seductora de Kirk.
Él río por lo bajo antes de soltarme.
- La película. - afirmó andando hacia la sala de estar.
Yo lo seguí hasta la sala donde había un sofá de cuero marrón oscuro y dos sillones del mismo color todos ellos en frente de un gran televisor de pantalla plana.
- Siéntate, ponte cómoda. - Me ofreció. - Yo iré a por algo de beber, ¿Agua?, ¿Vino?, ¿Cerveza? - hizo una pausa donde me miro con una sonrisa pervertida. - ¿Vodka?
Yo sonreí maliciosamente en respuesta.
- Menos lo primero... puedes traer lo demás.
Kirk río antes de desaparecer de la sala durante unos segundos y volvió con una botella de vodka y unas latas de cerveza.
- ¿Y el vino?
- Creo que tendrás suerte si tu organismo aguanta tres cervezas así que no pidas más.
Yo le saqué la lengua en modo de burla antes de abrir una cerveza.
- No me tienes a morderte la lengua... - dijo hiendo hacia el televisor para poner la película en marcha.
- Hm... eso suena bien señor Hammett. - reí.
En ese momento Kirk encendió el televisor y se sentó a mi lado con el mando en una mano y una cerveza en la otra.
- ¿Preparada para ver a Nosferatu en acción?
Yo negué con la cabeza.
- Si te da miedo abrázame. - Lucía una amplia sonrisa que hizo que me tranquilizara y que sólo pensara en nosotros dos. Sin pensar apoyé mi cabeza en su hombro y di un suave beso en su cuello, poniéndole la piel de esa zona de gallina.
A medida que la película avanzaba menos alcohol quedaba en la sala, nuestros movimientos eran lentos y cuidadosos para no sobrepasar el límite entre ambos que cada vez estaba más lejos.
Los dos teníamos claro desde un principio como iba a acabar aquello sin embargo era divertido ir despacio y ver las caras del otro al tentarlo.
- Kirk...
Él me miró con tranquilidad, sus ojos cafés no hacían otra cosa que ponerme nerviosa.
- Tengo miedo... - susurré.
Kirk sonrío y abrió sus brazos.
- Ven aquí entonces, - río ligeramente.
Yo me senté en su regazo y Kirk me rodeó con sus brazos. Apoyé mi cabeza en su pecho, repartiendo pequeños besos y leves mordidas por su cuello.
Me abracé al cuello de Kirk y lentamente los dos íbamos girando nuestras cabezas hasta quedar cara a cara.
- ¿Aún tienes miedo? - preguntó Kirk divertido por la situación.
Yo negué con la cabeza y susurré en su oído antes de morder el lóbulo de su oreja:
"Contigo me siento segura Kirk."
De reojo le ví con los ojos cerrados, como se deleitaba con las palabras que acababan de salir de mi boca.
Kirk me miró con ternura antes de atraer mi cara hacia la suya, ambos sonreímos con cierta perversión y.. ¿Cariño? Antes de darnos un beso lento que puse fin cuando mordí su labio inferior.
Al separarnos nos miramos de nuevo a los ojos antes de volver a unir nuestros rostros.
Poco a poco nuestros movimientos iban siendo más exagerados y nuestras respiraciones más fuertes e irregulares, Kirk me despojó de mi camiseta y se quedó contemplando mi torso desnudo antes de repartir besos por todo mi cuello y pecho.
- Eres preciosa... - susurró con clara excitación rozando mis labios con los suyos al tumbarme en el sofá.
Aún envueltos en un beso magnético Kirk agarró la botella de vodka y fue dejando un camino de besos hasta llegar a mi ombligo.
La película seguía avanzando pero ninguno de los dos le prestaba atención y la suave música que acompañaba la grabación nos resultaba de banda sonora para el acto que estabamos a punto de hacer.
- No te muevas. - ordenó abriendo la botella y depositando un poco de aquel venenoso liquido transparente en mi ombligo, estaba frío y eso provocó que diera un brusco salto y que Kirk riera de forma sensual.
Kirk rodeó con su boca el alrededor de mi ombligo para absorber el alcohol, luego paso la lengua por mi abdomen para " limpiar " el vodka que había resbalado de mi ombligo.
De nuevo fue haciendo un camino de besos desde mi ombligo hasta el comienzo de mi falda, sin embargo no hacia más que recordarme a James. Quería a ese hombre, estar con él en vez que con Kirk y pasar la noche abrazados mientras me decía cuanto me quería.
Sólo había un problema, y era que él no me quería.
Kirk levantó mi falda y sonrío de forma pervertida.
- Me encanta que incluso tu ropa interior sea negra. - dijo hundiendo su nariz en mi entrepierna, podía sentir su respiración profunda y cómo se le formo una sonrisa cuando liberé un pequeño gemido.
Kirk volvió a incorporarse encima de mí para besarme de nuevo mientras mis torpes manos conducidas por el calor del momento intentaban trabajar en conjunto para quitarle la camisa azul oscura que llevaba tapando su torso.
- ¿Necesitas ayuda? - preguntó divertido mientras me ayudó a quitarle su camisa, después de eso se levantó para quitarse los tejanos y volvió encima de mí, yo le ayudé quitándole los boxers oscuros que aguardaban aquello que vine a buscar.
- Hazlo ya joder... - susurré acariciando la mano que agarraba su miembro y parte de éste. Kirk soltó un leve suspiro cuando mi mano contactó con su pequeño amigo.
Kirk sonrío y con dejó de sujetar su miembro dejandola a mi poder y deslizó mis bragas por mis piernas, antes de coloca su viridad en la entrada de mi sexo paso sus dedos repetidas veces por la entrada de mi ser e introdujo dos dedos de repente sin previo aviso, dejándome claro que la rapidez que tomaba en sus solos de guitarra era proporcional al placer que podía darle a una mujer sin necesidad de su miembro más íntimo.
Noté como se estremecía Kirk cada vez que yo soltaba un gemido y cómo intensificaba sus movimientos cuando el creía que el placer que sentía había disminuido, en resumen: el hombre ya me llevaba loca y ni siquiera había metido el mastil en la funda.
- Joder... ¡Kirk!
Cada vez que recitaba su nombre aumentaba la velocidad de sus dedos y me colmaba el cuello de besos y mordiscos que en contraste al placer que me estaba haciendo sentir se me erizaba la piel. Podia notar como tenía una sonrisa imborrable dibujada en sus labios, mostrado la satisfacción que le provocaba el darme placer.
Cuando creyó que era el momento Kirk sacó sus dedos de mi interior y se preparó para la entrada de su virilidad la cuál noté en la entrada de mi intimidad, no era gruesa como la de James o eso era lo que notaba de momento.
Me rodeó con sus brazos manteniendo nuestros cuerpos envueltos por los brazos del otro basándonos de nuevo, sin embargo ese beso no era como los que hasta ese momento me había dado con él. Toda aquella calma, serenidad y deseo de control se desvanecieron y mostró su lado más salvaje e intenso, recorriendo mi boca con su lengua con desesperación.
- Quiero que me violes como si fuera tu wha... - gemí.
Kirk no pudo evitar reír por lo bajo.
- No me hagas reír ahora que me tienes tan perro. - gruñó.
Finalmente Kirk se decidió y noté como su virilidad quería entrar dentro de mi sin embargo de repente llamaron al timbre y Kirk cesó sus movimientos esperando alguna señal procedente de la puerta o un nuevo ruido que no ocurrió, de manera que retomó sus acciones pero en ese momento que al fin iba a entrar en mí llamaron de nuevo haciendo que Kirk se separará de mi sin embargo no permití que se levantará del sofá dónde estabamos ambos.
- No voy a dejar que me dejes a medias Kirk.
- Vístete.
- Ño.
- Angie...
- Ño. - repetí.
Kirk se liberó de mi débil agarre y se levantó oara empezar a ponerse la ropa.
- Te compensaré durante lo que queda de noche pero ahora vistete ¿ Vale?
Yo hice un gesto de desagrado cuando se había vestido por completo, Kirk río ligeramente y me besó fugazmente en los labios antes de desaparecer en el pasillo de camino a la puerta principal.
Me coloqué bien la falda y me puse la camiseta, sin olvidar mi ropa interior.
- ¿Qué haces aquí? - escuché la voz de Kirk desde la sala.
- Necesito hablar con alguien...
- Estoy con alguien ahora James. - respondió.
Oh.. Santo Dios...
¿En serio de todas las noches y de todos los amigos que tenía James Hetfield tenía que escoger justamente esa noche y justamente a Kirk Hammett?
- ¿Momento romántico con Lani?
Kirk suspiró en forma de negación.
- Entra... Estamos mirando una película no creo que le importe...
No. Pues claro que me importa idiota.
Puto negro.
Pude oír los pasos de Kirk y James que se acercaban a la sala donde estaba, me quedé impaciente mirando a la espera de que apareciera James.
- Angie...- susurró shockeado al verme, sus ojos celestes estaban más abiertos de lo que había visto jamás.
- Vamos, siéntate. - dijo Kirk sentándose a mi lado. James se sentó al lado de Kirk sin quitarme la vista de encima y pude ver de reojo como abría una lata de cerveza y se la terminaba de un trago para después coger otra.
La tensión entre los tres se podía notar desde lejos, sin embargo no iba a dejar que manipulara mi vida de esa manera con sus apariciones imprevistas.
Apoyé mi cabeza en su hombro y di un suave beso en su cuello que hizo que la piel de esa zona se pusiera de gallina.
Llevé una de mis manos hasta la pierna de Kirk y lentamente fui subiendo hasta que él puso su mano encima de la mía para que parara. Yo cogí su mano y la llevé a mi muslo para que la mía siguiera su camino hacia su intimidad. Kirk me miraba con cierto desconcierto debido a mis movimientos sin embargo yo seguí ignorandolo por completo.
- Si queréis follar adelante. Pero yo no me pienso mover. - dijo James aún con la mirada fijada en la pantalla.
Kirk quitó la mano de mi muslo en cuando James habló sin embargo yo seguí con mi mano en su sitio.
¿No se pensaba mover de ahí? Ahora lo íbamos a descubrir.
- Oh, ¿En serio? - pregunté en un susurro mientras me sentaba en el regazo de Kirk.
Kirk me miraba nervioso a la espera de que empezara a moverme y James solo seguía fijado en la película.
Besé a Kirk para su sorpresa y bajé por su cuello dejándo marcas en su piel morena, a él le costó reaccionar debido a quien estaba a nuestro lado sin embargo una vez empezó no se detuvo.
De nuevo empecé a notar algo duro en su entrepierna e intentando ser algo disimulada llevé mi mano hasta ahí para que se animara antes, de reojo miré a James, sabía que veía todo lo que estábamos haciendo de forma que no se notara pero yo quería que lo viera en primera fila.
Kirk me quitó la camiseta y mientras devoraba mi cuello me quiso tumbar de manera que le dábamos la espalda a James pero yo le interrumpí:
- Al otro lado. - susurré. Dejándo a Kirk algo inseguro.
Tardó unos segundos en reaccionar, segundos en los que su deseo y su sentido común estaban batallando pero como era más frecuente; ganó la excitación que esyaba sintiendo en aquél. Momento y por lo tanto me tumbó de cara a James, dejando mi cabeza encima de su regazo mientras él recorría mi torso con su boca y James seguía mirando la película sin inmutarse.
Durante un momento James yo compartímos una mirada fugaz que me causó una sensación de vacío en el pecho difícil de describir.
Kirk aún seguía ocupado prestando más atención a mi cuerpo que a mi de hecho, durante los minutos que siguieron me olvidé de que él estaba ahí de manera que estiré mi brazo hasta que con mi mano pude llegar a acariciar la mejilla de James, él dejó de mirar la película y clavo sus ojos color cielo en mis ojos oscuros, por breves segundos todo habia quedado olvidado, los engaños, los enfados, las peleas, todo. Solo eramos yo y él.
Imitando mis gestos James acarició mi mejilla con una de sus fuertes manos e inconscientemente nuestras cabezas empezaron a acercarse como si se tratara de dos imanes, dos imanes que por mucho que pudieran llegar a separarse siempre acababan unidos con más fuerza que antes.
Unimos nuestros labios en un suave beso lleno de sentimiento, lento y apasionado, cariñoso y a la vez posesivo pero sin lengua.
Al separarnos unos escasos centímetros volvimos a mirarnos a los ojos, sus ojos se veían más vidriosos de lo normal y ligeramente rojos, como si estuviera amenazando con llorar en cualquier momento.
- Me voy a divorciar... o iba, yo... ya doy puta pena... - río con amargura antes de levantarse del sofá con la intención de irse de aquella casa, antes de eso vi como llevaba el dorso de su mano a uno de sus ojos.
¿Estaba llorando a caso?
Espera un momento.
¿Se iba a divorciar?, ¿Por mí?
El portazo que dió James al salir hizo que volviera a la realidad, donde James ya no estaba y Kirk se disponía a volverse uno conmigo.
- Por fin se ha ido. - dijo al incorporarse de nuevo encima de mi, trató de besarme pero yo aparté mi cara.
- No puedo hacerlo. - contesté.
- ¿Qué? Pero si hace nada estábamos a punto de...
- ¡Ya lo se joder. Pero te estoy diciendo que no quiero!
Aparté a Kirk con un empujón y me levanté del sofá, cogí mi camiseta y fui hacia la puerta principal mientras me vestía y Kirk iba detrás de mí.
- ¿Dónde vas? - preguntó Kirk cogiéndome del brazo sin dejar que avanzara.
- Con el hombre al que quiero. - contesté antes de soltarme de agarre y salir de aquella casa.
El aire frío contrastó con la calor que acababa de pasar dentro de aquella casa.
- ¡James! - chillé en plena calle, su coche platesdo estaba al lado de la entrada de casa de Kirk sin embargo cuando fui a la ventanilla del conductor él no estaba dentro.
- ¡James! - chillé de nuevo. - ¿Dónde estás? - pregunté al aire.
Cogí mi móvil y le llamé sin embargo rechazó mi llamada.
- James... por favor... - susurré con dolor, apoyando mi espalda en su coche y deslizandome hasta que quede sentada en el suelo.
La puerta de la casa se abrió y kirk salió aún sin su camisa, mr buscó con la mirada y se dirigió hasta mi.
- Angie... entra... - pidió mirándome aún de pie.
- No... No quiero. - negué con la cabeza. - ¡No quiero! - las lágrimas empezaron a salir de mis ojos y a caer encima de la pantalla de mi teléfono.
- Si James no quiere que lo encuentres no lo harás, ¿No lo ves? - se arrodilló delante de mi. - yo también puedo hacerte feliz... sólo... déjame intentarlo... - acercó su mano a mi mejilla y poco a poco acercó su cara, con claras intenciones de besarme.
- Kirk... déjala. - escuché la voz de James detrás de Kirk, él solo se levantó mientras me miraba, miró dursnte un momento a James y volvió dentro de su casa.
- ¡James! - chillé mientras fui corriendo a abrazarle, rodeé su espalda con mis brazos y apoyé mi cabeza en su pecho. - Lo siento... Lo siento... - Las lágrimas seguían cayendo de mis ojos.
James no dijo nada, simplemente acarició mi cabeza e hizo que me alejara de él.
- ¿James? - pregunté mirando a sus ojos celestes, estaban llorosos y aún más rojso que antes e hinchados, o bien había fumado hierba o había llorado. - ¿Estas bien?
Él asintió y ando hasta el coche, apoyó la espalda en el coche y se sentó justamente donde yo estaba antes, con la mano se cubrió la cara y se escuchaba su respiración irregular.
- ¿James..? - volví a preguntar, me senté al lado de él y entrelacé mi mano con la suya.
Apoyé mi cabeza en su hombro mientras escuchaba el ritmo irregular de su respiración.
Hasta que de repente dejé de escucharla.
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