Capítulo 12.- The big 4
Seguí con el móvil en mis manos, embobada recordando todo lo vivido hasta ese preciso instante con el hombre que me había tenido secretamente enamorada durante tantos años. Hasta que una duda existencial recorrió mi mente.
Rápidamente tecleé el número de James, probablemente seguía conduciendo pero necesitaba hablar con él.
Joder si lo necesitaba.
- ¿Tan poco has podido esperar para llamarme cariño? - dijo James de manera burlona al otro lado de la línea.
- Esto es serio.
- ¿Que ocurre? - su voz se tornó seria.
- He estado contando y en total lo hemos hecho nueve veces y...
- ¿Quieres que vaya para la decena? - río.
- James... idiota...
- Lo siento, sigue hablando...
- Usaste... ya sabes...
- ¿Si usé el qué?
- Joder James.. ¡Ya lo sabes el que!
- Si lo supiera te lo diría, respira, tranquilízate y habla despacio.
- Gomita. - dije de manera seca.
- ¿Gomita?
- Condón joder, sin gomita no hay problemita.
- No, no usé.
- ¿¡Y me lo dices así?!
- ¿Así cómo?
- JODER JAMES. ¡Hemos follado nueve veces y no has usado condón!
- No te preocupes por eso, no pasará nada.
- ¿Cómo coño sabes eso eh?
- ¿No te haría ilusión tener un mini Hetfield?
- El único mini Hetfield que quiero es el que esta en tu entrepierna.
- Hmm... No me tiente señorita Scott...
- James... no quiero tener hijos a esta edad...
- No puedo tener hijos Angie.
- No me jodas, tienes tres hijos. ¿Te crees que soy retrasada?
James río.
- Tu retraso aumenta cada día cielo.
- El tuyo si que aumenta imbécil.
James volvió a reír.
- Venga no te enfades, sabes que te quiero.
- ...
James suspiró.
- Cuando nació Castor me hice la vasectomía; ya no puedo tener hijos. - dijo en un largo suspiro.
- ¿No?
- ¿Es decepción eso que noto en tu voz?
- Bueno... ¿y si algún día quiero tener un mini Het?
- Tengo a mis amigos congelados para eso.
- Pero.. a mi me gusta más el método tradicional...
- Eres una pervertida.
- ¡Tu me has hecho pervertida!
- Y me encantó el proceso.
- Tonto... -reí por lo bajo.
- ¿Sabes qué? Luego iré a buscarte; he quedado con los chicos y estoy seguro de que los quieres conocer.
- No te conviene que los conozca... Además que no quiero ir a tu casa, será sospechoso ¿No crees?
- Tranquila, me ocuparé de que ninguno te quiera tirar la caña pero, si eres tu quien la tiras, tendré castigarte.
- Ese castigo suena bien...
- Se siente aún mejor.
- No me tiente a serle infiel Señor Hetfield.
- No me tiente a follármela esta tarde cuando todos estén en mi casa señorita Scott.
- No prometo nada.
- Hmm... estoy impaciente por verte...
- No hagas eso...
- No hago nada.
- Si lo haces, haces que tenga ganas de llevarte a lo oscurito.
- Llévame entonces. - dijo con una voz condenadamente provocadora.
- Lo haré. - reí por lo bajo. James también río.
- Respecto a lo otro, no van a sospechar nada de nada. No suelo acostarme con las amigas de mis hijos ¿Sabes?
- Más te vale.
- Sabes que yo te quiero a ti.
- A mi y a tu mujer... - dije algo dolida
- No me recuerdes eso... - dijo incómodo. - Luego nos vemos.
Y colgó.
Di un largo suspiro y me fui dirección a la ducha; había ido antes con James pero tenía la sensación de que más que limpiarme, me había ensuciado más. (Do you know what I mean).
Empecé a cantar ''Holy Diver'' a todo pulmón mientras el agua caía sobre mí y me enjuagaba con el jabón. Salí de la ducha después de aclararme y me miré al espejo, mi labio estaba prácticamente curado solo había una pequeña marca aún visible.
''Putos tíos, en serio''
Salí del baño que conectaba con mi habitación y aún con la toalla envolviendo mi cuerpo fuí a la cocina para comer algo ligero mientras ojeaba mi celular un rato.
Instagram estaba lleno de fotos de él, fotos que antes me encantaban pero que ahora se quedaban cortas para mí; yo no quería una simple fotografía de él, yo lo quería a él, sentir como me rodeaba con sus musculosos brazos y como me llenaba con sus besos expertos.Un escalofrío recorrió mi espina dorsal al recordar la noche que había pasado con él.
Una nueva foto surgió ante mis ojos, esta vez era de james junto a Kirk, sonrientes mientras tocaban las guitarras durante uno de sus conciertos y James le ponía los cuernos del diablo a Kirk con su mano mientras él no se daba cuenta de ello. Yo sonreí mientras me acordaba de algo que me había dicho James hacía un par de horas:
"He quedado con los chicos y estoy seguro de que los quieres conocer."
Fuck.
¿Voy a conocer a Metallica?
No me había dado cuenta de lo que estaba pasando mientras hablaba con él sin embargo ahora la emoción era demasiada
Iba a conocer a Kirk joder, al negro de mi corazón, al segundo de la lista después de James Hetfield.
Y no solo a Kirk sino que al enano de Lars y al fuertucho de Rob, los iba a conocer a todos e iba a pasar una tarde con ellos.
Holy shit.
"No estoy preparada para esto"
Sin embargo lo que más me preocupaba era conocer a Kirk, no es que fuera a fangirlear y a llorar, mucho menos intentar violarle como habían intentado muchas fans a lo largo de su carrera profesional, y algunas lo lograron.
No es que no quisiera a James, él era mi vida, mi amor, mi todo sin embargo Kirk... compartía demasiados gustos y aficiones con él. Probablemente más que con James.
El móvil vibro desconcentrandome de mis pensamientos; un mensaje de James acababa de llegar:
''Sal.''
Yo envié otro:
''Pimienta''
La respuesta no tardó mucho en llegar:
''No juegues conmigo jovencita.''
Yo reí.
''Ahora bajo.. me tengo que vestir.''
''Hm.. no me voy a quejar si bajas desnuda.''
''I-D-I-O-T-A''
''Te quiero.''
Una sonrisa boba tomó mis labios al leer aquellas dos palabras.
Me vestí con unas botas bajas negras con dos hebillas doradas a un lado, unos pantalones de cuero negros ajustados y una camiseta de tirantes de encaje negro ajustada también y con bastante escote, una vez me peiné bajé hacia la puerta principal donde me estaba esperando James.
- Oh.. Santo Dios... - susurró al verme.
Yo me sonrojé.
- ¿Ocurre algo?
- Como voy a disfrutar quitándote esa ropa... - gruñó mientras se acercaba a mí, amenazante. Con intenciones de besarme.
Yo lo empujé, empotrándolo contra la puerta del conductor de su auto y aprovechando que no había nadie por la calle en ese preciso momento metí mi mano dentro de los pantalones de James y agarré levemente su ahora no tan grande bulto.
- Eso yo, señor Hetfield. - dije rozando mis labios contra los suyos, tenía que estar de puntillas y bajar su cabeza con la ayuda de mi mano para poder estar a su altura.
Él cerró los ojos y soltó un leve gemido.
- Joder Angie... - susurró.
- ¿Pero cuantos coches tienes? - pregunté al fijarme mejor en el coche con el que había venido aquella vez.
- Los suficientes como para que nos divertíamos mucho haciéndolo en cada uno de ellos..
Yo no pude evitar lucir una sonrisa pervertida al oír el tono de voz tan sensual que había puesto James.
Él me miró con deseo, quería besarme tanto como yo a él, quería sentirme en su plenitud. Quería hacerme suya en ese momento, y lo iba a hacer.
Me cogió de la mano y me guió hasta la puerta del copiloto la cuál abrió y me invitó a entrar, una vez subí pillé a James por sorpresa y le di un leve beso en los labios que lo pilló desprevenido.
- Yo también te quiero. - susurré contestando al mensaje que me había mandado hacia unos minutos, James sonrío y me dió otro beso, esta vez más intenso.
Se sentó a mí lado, arrancó el motor y puso rumbo a su casa. No podíamos evitar intercambiar miradas lujuriosas que delataban nuestras verdaderas intenciones y en unos minutos ibamos a estar rodeados de gente prestando atención a nuestros gestos, ¿Ibamos a ser capaces de disimular ni que fuera minimamente?
James paró en un semáforo en rojo y aprovechó para cogerme del mentón y tirarme hacia él.
- Eres tan preciosa... - susurró mientras me examinaba de arriba a bajo y acariciaba mi cara. - No me quiero alejar de ti ni un solo segundo...
Noté unas cosquillas dentro de mi estómago al oír las palabras de James y no pude evitar sonreír de manera idiota, sonrisa que él me correspondió.
Desabroché mi cinturón y pasé del asiento del copiloto a estar en el regazo de James, mirándole, rodeé su cuello con mis brazos y nos fuimos acercando lentamente, su respiración iba volviéndose más honda por momentos y la impaciencia por tener al otro ya empezaba a florecer.
- Te amo Angie... - dijo a escasos centímetros de mí. - Ahora y siempre.
Me sonrojé y James sonrío mientras acariciaba de nuevo mi rojiza mejilla.
- Yo también te amo James... -susurré justo antes de hundirnos en un apasionado beso, la lengua de James inavadia mi boca y jugaba con ella como si fuera su juguete, mordiéndome a la mínima oportunidad y tirando de mi lengua con sus labios.
El semáforo hacia unos minutos que ya estaba en verde y los coches de atrás empezaban a pitar para que James reapondiera y avanzara su auto sin embargo lo ignoramos; nuestras ganas por querer más aumentaban por segundos y no me lo pensé ni dos veces para bajar una de mis manos hacia su intimidad, pasando por su pecho y abdomen no muy marcado. De la misma manera, James empezó a masajear mis pechos por debajo de mi camiseta y mi sujetador.
James ahogó un pequeño gemido cuando mi mano entro en contacto con su entrepierna y empecé a jugar con ella.
Rompimos ese apasionado beso para poder tener contacto visual, Yo le sonreí con satisfacción por hacer aquello por lo que hacía horas que me estaba muriendo por hacer.
Una série de golpes en la ventanilla de James nos desconcentraron e hicieron que miraramos hacia donde éste provenía. Era un policía con su uniforme azul oscuro y su placa radiante colgada en su pecho, nos estaba mirando con intriga y en cierta parte asco al ver donde estaban nuestras manos aún.
James dejó de tocar mis pechos y bajó la ventanilla de su lado.
Aunque yo en ningún momento saqué mi mano de su entrepierna.
- ¿Qué ocurre señor agente? - preguntó como si no fuera obvio.
- El semáforo lleva un buen rato en verde. Haga el favor de moverse. Este no es el momento ni el lugar para hacer lo que estaban haciendo.
- Lo se agente, solo fue un.. ah.. - me miró desafiante cuando notó que estaba masajeando a su no tan pequeño amigo.
De hecho cada vez era mas grande.
James se aclaró la voz.
- Solo fue un arranque de pasión... - suspiró para intentar hablar con normalidad. - No volverá a ocurrir.
El agente se me quedó mirando durante un rato hasta que finalmente preguntó:
- ¿Cuántos años tienes niña?
- 18. - mentí.
Aunque solo mentí por unos meses, tampoco era nada grave.
- Y usted señor?
- 48. - dijo con total tranquilidad.
El policía se nos quedó mirando raro. Muy raro.
- Eh... Que tengan un buen día... - dijo mientras se alejaba del auto.
Ambos empezamos a reír. Yo me senté de nuevo en mi sitio correspondiente y me puse el cinturón mientras él avanzaba con su coche.
- ¿Qué es eso se meterme mano mientras hablo con un policía? - fingía estar molesto.
- Pero si te ha gustado y lo sabes... - me excusé.
Él me miró a los ojos y sonrío.
- Todo lo que me haces me enacanta..
Yo reí de forma pervertida.
- sin embargo ahora tengo una erección demasiado notoria ¿No crees?
Yo miré a sus pantalones y me mordí el labio inferior al ver el bulto que había en ellos.
- Tengo ganas de verlo. - confesé.
James me miró divertido.
- Hm... ya hemos llegado. - paró el coche en frente de su casa.
James bajó de su coche y abrió mi puerta, ofreciéndome su mano para poder bajar, mano que yo tomé gustosa y aún tomados de la mano fuimos hacia la puerta principal, James se quedó parado antes de abrir la puerta.
- ¿Que ocurre?
James me miró y, ferozmente, me aprisionó contra la puerta y él, podía notar su erección en mi estómago. James se acercó peligrosamente a mi, cualquiera que estuviera en su casa podría vernos.
- Quiero que tengas en cuenta que te quiero. - acercó su cara a la mía. - Pase lo que pase y haga lo que haga, te quiero ¿De acuerdo?
Sabía a que se referia, claramente iba a estar con su esposa y no podía estar conmigo de aquella manera que ambos queríamos.
- Lo sé... No te preocupes... - no podía evitar que mi voz sonara algo quebrada.
James acaricio mi rostro, su mirada reflectia el dolro que le suponía aquella situación; quería estar conmigo libremente, sin ataduras ni prejuicios.
Me acerqué más a él para poder besarle, fue un beso tierno y lento de aquellos que cada segundo que pasa más sentimientos desprenden.
Pude oír como alguien abría la puerta principal, ambos nos separamos de inmediato, mi corazón iba a mil pulsaciones por hora, mis ojos estaban ligeramente llorosos frente la idea de ver al hombre que amaba en los brazos de otra mujer.
La puerta se abrió y Francesca salió de ella.
- Ah, sois vosotros... - no pudo evitar sonrojarse al verme y recordar aquél día que fui a su casa y ella y James estaban...
Estaban.
-Oímos un golpe y no sabíamos quien era. - sonrío y se alejó para que puedieramos pasar.
James entró primero y yo le seguí, Francesca lo detuvo para darle un beso sin embargo él lo evitó senalandome a mi con la mirada, dándole a entender que no quería besarse con ella teniendo público.
Francesca se alejó con una mueca de desagrado.
James me cogió del brazo y me llevó en dirección de la salande estar, de dónde salían risas continuas.
Eran demasiadas risas como para que solo hubieran 3 personas.
- Tengo una sorpresa para ti. - dijo James detrás de mí, cogiéndome de los hombros y cinduciéndome por aquel pasillo.
Llegamos a la sala y, realmente, pensé que iba a morir.
16 hombres se quedaron mirandonos, mirándome, Mustaine me sonrió seguido de Lars, Kirk, Tom y Kerry, los otros solo me miraban con cara de "¿Quién es esa?"
Estaba en una habitación con 17 hombres, los 17 hombres que controlaban mi vida con su música.
Estaba en una misma habitación junto Metallica, Megadeth, Slayer y Anthrax, estaba en una misma habitación con la big 4.
Sentía que podía desmayarme en cualquier momento.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro