–Es un placer, Mr. Kirukurando, haré lo mejor que pueda para ser un buen tutorado, le agradezco mucho que se tomara la molestia de encargarse de un extranjero como yo.

O sea, ¿que clase de universitario habla de esa forma? ¡Ni un abuelo lo haría!
Bueno, tal vez Arthur lo haría pero, por favor, es Arthur, todo lo malo se vuelve bueno si él lo hace.

¿Escuche bien? Dijo...¿kiricagando o qué rayos?

–Si...muy bien, comencemos con la asesoría...–respondió Arthur, algo desubicado, incluso él notó lo raro que es este bicho.

–Arigato gosaimasu–el pelinegro hizo una reverencia, como si mi rubio fuera la reina de Inglaterra o el dios de la lluvia o algo. Si cree que con eso me lo va a quitar, ¡que iluso!

Arthur me volteó a ver, como esperando a que dijera algo. Esto me recuerda a una escena de una serie cursi en donde las parejas se dirigen miradas para que el otro diga lo que esta pensando...¿pero que puede querer Arthur que diga yo?

Neh, diré lo primero que se me ocurra.

–¿Comes ratas?

Silencio.

¿Pero, por qué? Si habla un idioma raro, tiene ojos rasgados, es pelinegro, pequeño, tiene un nombre extraño y hace reverencias. Eso solo puede significar una cosa.

Chinos.

Hubo un momento incomodo en donde ambos me vieron como si me hubiera salido un ojo en la frente.

Luego sentí un fuerte pellizco en mi lonja derecha. ¿Mencioné que aún no me deshago de mis llantitas? Es como si fueran una parte muy esencial de mi cuerpo, como si fueran un pedazo de grasa viviente que no planea irse. Eso me recuerda a una vez en el río del bosque del condado que se me pegaron unas sanguijuelas, fue muy intenso, creo que ya habían formado una familia y esperaban bebés, pero luego me llevaron de urgencias al hospital porque mi piel se estaba volviendo muy pálida y mi mamá gritaba muchas cosas y además mi perro se quería comer mi...

–Jones

Y luego al día siguiente me visitaron mis amigos para burlarse de mi porque tenía muchas marcas rojas en el cuerpo que parecian...

–ALFRED

–Eh?–¡mierda! Otra vez yo mis jodidos desvaríos mentales, ¡lo peor de todo es que siempre pasa cuando estoy con él! Oh, cierto, hoy habrá hamburguesas en la cafete-

SLAP!

–¡Reacciona de una vez, idiota!–me gritó, luego de darme un fuerte manotazo –cachetada no, eso es de niñas–en la cara.

Un momento, ¿Me llamó por mi nombre? OH MY GOD, OH MY GOD.

OH MY GOOOOOOOOOD!

_Shhhhhh!

Se escuchó muy fuerte por parte de los presentes en la biblioteca, Arthur se apenó tanto que su rostro comenzó a enrojecerse al punto que creí que explotaría en cualquier momento. Aunque puede no ser vergüenza y se deba a que esta enojado y me ve molesto.

No, el está avergonzado. A mi no me engaña, jaja!

–Vamos a mi cubículo–dijo cortante y comenzó a caminar hacia la salida, el chino lo siguió y luego de acomodarme los anteojos, también lo seguí.

∆∆

Cuando llegamos al área de filosofía y letras –en donde está el cubículo de Arthur– casualmente apareció Frogy y recordé que tenia que ir con él dentro de unos minutos, sin embargo el ignoró eso y me llevó con él alegando:

'Lo necesito para cargar unas cosas'

El muy desgraciado siempre se aprovecha de la situación.

Una vez lejos y en su cubículo le pregunté, luego de tomar un balón de basquet que estaba en el suelo.

–Se supone que nos veríamos hasta las cuatro

–Si, pero no podré a esa hora...–se quedó algo pensativo– necesito tu ayuda

What? Esto no me da buena espina, de repente dejó su tono cantarín y burlesco, por un momento olvidé que estaba con el profesor promiscuo exhibicionista del campus. Casi, CASI hace que crea que es un hombre de bien. Pff!

–Anoche...–se sentó en una silla de oficina rosa chillón, la seriedad en su voz me decía que estaba a punto de decirme algo grande y muy importante, como la cura del cáncer o la ubicación del sector nueve, por ejemplo–Anoche se acabó mi novela

...

–Y creo que el protagonista llevaba la misma ropa que en el primer episodio.

Le aventé el balón en su cabeza y salí de la oficina. POR SU ESTÚPIDA CULPA DEJÉ A MI ARTHUR CON ESE TIPO CON NOMBRE DE MARCA DE AUTOS, ¡SOLOS!

–¡Alto Mon ami! ¡Tengo algo importante que contarte!

Lo ignoré, y de espaldas le mandé un lindo gesto con la mano y mi dedo medio.

Seguí caminando hasta llegar al cubículo de Arthur pero inesperadamente, me dieron ganas de orinar. Estúpida vejiga y su estúpido functionamiento urinal.
Rápido entré al baño más cerca que vi y al pasar por la puerta...

Creo que voy a quedar en coma.

–Ah, ah, mgh, ¡si! ¡Más duro, más duro!

F-f-fe-e-fa

–¡¡¡SEXO!!!

El grito permitió que saliera de mi trance y, afortunadamente, que ese par de sucios libidinosos dejaran de hacer sus cochinadas.
Voltearon a verme, sorprendidos y sus caras se volvieron Rojas, en especial la de Don Esteroides.

–¿Alfredo? Tú, ¿que, como, cuando? ¡Nada de lo que viste es cierto!–Me gritó Feliciano, subiendo tan desesperado sus pantalones que tropezó y zafó la llave de un lavabo.

El agua salió disparada y nos mojó, el grandulón no decía nada, solo evadía la vista y su cara se volvía más y más roja, si eso era posible.

–Feli, muchas gracias por la imagen.

–¡De nada Alfredo!

¿¡Que este chico no entiende el sarcasmo!?

🌟🌟🌟🌟

Luego de tal desafortunado montaje pornográfico en el baño, llegó un coserje y nos llevó con el director. Una vez allí, el gigantón nos salvó el trasero, habló como si fuera el mismo comandante de las fuerzas americanas, incluso vi al director encogerse en su lugar.
Al final nos dejaron ir, no dirigí ni una palabras más y me fui, mi ropa sigue húmeda pero da igual, se secará con el aire.
Y ahora que pienso las cosas, no me sorprendí tanto al ver a Feliciano con ese cultivo de pectorales, creo que indirectamente ya lo sabía, aunque me hubiera gustado que Feliciano me lo dijera.

Llegué al cubículo de Arthur.

–Mon ami~

Ay no.

–Uhuhu~ por aquí pequeñín~

–¿¡A quién llamas pequeñín!?–volteé y lo vi acercarse, con algo tintineando entre sus manos. ¿Unas llaves?

–¿Adivina quien consiguió las llaves del castillo del rey?

–No...eres un maldito loco ¡pueden meternos a la cartel por eso!

–Tch, no grites o podría escucharnos–me tomó de los hombros y puso su sonrisa perversa–Yo distraeré a Chery Chat para que puedas entrar a dejar el regalo misterioso, ¿simple no?

Simple. ¡Simple es enviar el gato en una caja!

–No sé si pueda hacerlo, es arriesgado

–Hey, el amor es un campo de batalla, o lo arriesgas todo o te matan

–Eso no tiene sentido

–Lo sé, pero quería sonar filosófico, ohohohon~. Vamos Mon ami, te aseguro que todo saldrá bien, incluso puedes pedir ayuda a un amigo si no te quieres sentir solo.

¿Un amigo? ¿Alguien que quiera entrar ilegalmente a una casa y dejar un gato robado allí? ¿Alguien que no le tema a ser arrestado? ¿Un maniático con obsesión a invadir el espacio personal?

IVÁN

Les dejo una pequeña frase ❤️

Te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz.
George Sand

09/03/17  18:55Hrs.