T H I R T Y T H R E E
Me convencieron de cambiar la portada xd
Luego de comerme lo que probablemente alimentaría a una escuela africana me regresé al gimnasio. Vi al equipo de enemigo entrar con aires de vencedores y no resistí en acercarme y hacerle una seña a uno de ellos.
Esa sella del dedo pulgar unido al índice, como el "okey" pero al revés. El imbécil la vio y yo salí corriendo porque me vio muy feo y no quiero meterme en más problemas de los que ya tengo.
--¿Vas a jugar?—alguien preguntó detrás de mí. Volteé por pura inercia porque no estaba seguro de que me hablara a mí—sí, te hablo a ti perro.
Al verlo todo se oscureció, como si un pedazo de mierda alienígena cayera sobre el sol.
--Scott, hijo de perra—y ni siquiera conozco al tipo y ya lo odio— ¿qué haces aquí demonio? Los rituales satánicos son pasando la media noche.
--No te hagas el payaso conmigo, te partiré la cara si me da la gana así que ve a joder a alguien más—dijo con su cara toda furiosa y pedante.
--¡Pero tú fuiste el que me habló!—estuve a punto de tomarle del hombro pero una de sus cejas tembló tanto que juro que en cualquier momento saldría volando y me atacaría—Olvídalo... ¿acaso estudias aquí?
--¿Estudiar?—me miró como y comenzó a reír como si hubiera dicho la cosa más graciosa, pero era una risa tenebrosa. Del mismísimo diablo—Es como si dijeras que Arthur cabeza de pito quiere algo contigo.
--...¿qué? Y ahora de qué hablas...
--¿No te lo ha dicho? Ah, es que seguro piensa que ya te diste cuenta pero al parecer no, imbécil—comenzó a alejarse, y entonces me di cuenta del uniforme de baloncesto que tenía puesto—Espero que apoyes el equipo, Jonesdick.
¿Jonesdick?
¿Pero qué mierda le pasa a la gente? Ya no quiero nada. No entendí nada. Ya no estoy seguro de nada...o tal vez sí pero quiero creer que no entendí nada para evitar la realidad. No lo sé y ya no me importa, iré a ver un partido, apoyaré a mi amigo y lucharé por las cosas que valen la pena ser salvadas.
Como mi amistad con Iván.
Un mensaje nuevo llegó, no lo leí porque sabía de quién era. Y ahora que lo pienso, todo este tiempo el único que se ha esforzado por hacer algo entre la "relación" con Arthur he sido yo. Siempre me está evadiendo, se enoja y cuando creo que ya he avanzado, algo pasa y vuelvo al inicio. Ni siquiera estoy seguro de que él quiera algo, nunca dice nada. ¿y si está jugando?
Pues no, nadie juega con mis sentimientos. ¡Porque soy alguien que puede amar tanto que se olvidaría de su propio dolor pero nunca de su orgullo!
...
A quién engaño, ¡estoy tan enamorado que no puedo ni enojarme! Llevo no sé cuánto tiempo parado frente al gimnasio que ya se escuchan las trompetas y los gritos del partido que ya inició.
Quiero vomitar todo lo que comí para echárselo encima a Scott. Maldito engendro arruina vidas, cara de monstruo coge abuelitas.
¡Ah! Seguí caminando, mi bloqueo mental acabó y tengo un deber como amigo así que es hora de que lo cumpla.
--Sorpresa—alguien llegó por detrás y me tapó los ojos.
Oh no, ¡esta vez no me van a quitar mi teléfono! Tome el brazo del atacante y le di un golpe con mi cabeza, tan fuerte que se soltó y yo salí corriendo sin importarme que haya quedado inconsciente.
.
.
.
Una vez sentado en las gradas, con un refresco y una trompeta, estaba viendo el inicio del partido. Cabe recalcar que Iván no paraba de voltear a verme. Es demasiado incómodo, yo sólo hago señas de ánimo y sonrío nervioso para no parecer sospechoso pero...es extraño.
Me cambié de lugar varias veces pero el desgraciado me encontraba de inmediato. Maldito Iván ojos de loco.
--Así que vas golpeando a la gente por ahí sin fijarte de quién es... ¿Dime por qué aún no te he tirado por el edificio de medicina para que sirvas de cuerpo en la morgue?
--What the fuck?!—me giré porque me había hablado demasiado cerca del oído y sentí un escalofrío por todo mi cuerpo--¿Arthur?
--¿Quién más, tarado?—me jaló de las mejillas y se sentó a mi lado—¡Casi me rompes la nariz!
Lo vi bien y la nariz le estaba sangrando, llevaba un pañuelo para limpiarse y me hizo sentir mal.
Pero no tanto, merecía eso después de todo lo que me ha hecho pasar.
--¡Eso pasa por llegar como un delincuente!—y de repente ya no había nadie más alrededor. Sólo somos él y yo, sentados viendo un partido de baloncesto...--¿Qué haces aquí?
--Agh, no sabía que debía reportar todos mis movimientos a ti—me miró con molestia pero luego se relajó y dirigió su vista hacia la cancha, hacia alguien en específico—Soy la maldita niñera de Scott. El imbécil no puede salir a menos de que yo vaya con él ¿puedes creerlo?
--Frogy mencionó algo de una fianza pero...
--Es una especie de libertad condicional pero justo ahora no quiero hablar de eso—dijo cortante y me arrebató la soda de mi mano, le dio un sorbo y se quejó—Me da asco esta bebida—y le dio otro sorbo--¿Qué me ves? ¿Quieres un beso o qué?—me sorprendí un poco pero era hora de aprovechar.
--Sí—y él se puso colorado, casi tanto como la sangre que estaba limpiando con su trapo de señorito--¿algún problema con eso?—desvió su mirada y frunció el ceño.
--Idiota...--dijo y siguió viendo el partido.
Por mi parte, estoy decepcionado. Pero tampoco voy a seguir discutiendo por algo que a luces no tiene futuro. Me duele mucho, me entristece demasiado y no quiero dejarlo ir...es sólo que el dolor que él me produce al no ser directo y sincero es todavía más fuerte.
Aparté la vista de él, regresé a mi humor común y comencé a dar grito de ánimo. Me gusta ver esta clase de partidos, son muy intensos y entretenidos y casi me olvido de que la persona a la que amo está a mi lado, sin mirarme siquiera. Porque sí, luego de tantos meses he concluido en que esto es amor y no sólo un gusto culposo por el amor de un profesor, mucho menos un capricho.
Esto es amor, maldita sea.
Lo juro por la peluca de Trump.
--¡Canasta!—grité eufórico al ver como un jugador hacía una anotación de tres puntos, casi desde media cancha. Y estaba tan emocionado que no me di cuenta de que ese jugador era del otro equipo. Arthur volteó a verme confundido.
--Ese chico es idéntico a ti, no babes—le dio otro sorbo a la bebida e hizo una mueca extraña, como si hubiera probado caca— ¿Es familiar tuyo?
--No, ni le conozco...--contesté sin ganas y regresé al juego, al ver la cancha me encontré de lleno con los ojos diabólicos de Iván que no estaba para nada contento. Un Iván enojado no es nada que quiera el mundo a mitad de un partido amistoso--¡Vamos Iván!—le grité para animarlo y distraerlo de sus posibles pensamientos homicidas.
Él sonrió pero eso no evitó que se volviera demasiado agresivo. Afortunadamente pudo encestar dos veces y eso fue lo mejor que hubiera imaginado de él. ¡En jugar verdad es muy bueno el desgraciado!
Lo único malo fue que al anotar el tercer cesto, volteó hacia las gradas e hizo una seña de corazón con sus manos...hacia donde yo estaba. Y eso no fue lo único, ¡la gente no ayudó ara nada haciendo sonidos como si acabaran de ver un romance!
--Tks...--escuché cómo Arthur tronó los labios, molesto, irritado, ¿celoso? ¡No lo sé!—Qué aburrido, si sólo él anota no tiene sentido que juegue en un equipo.
No dije nada, principalmente porque creo que no me estaba hablando a mí. Seguimos viendo y el primer tiempo acabó. El marcador a favor de nuestro equipo.
--Creo que iré a orinar—avisé y dejando mi trompeta a un lado corrí para no perderme nada.
--No te tardes—Arthur me dijo antes de que me alejara por completo.
¿Será que...? No. Olvídalo Alfred. Ahora sólo ve a vaciar la cañería y apresúrate o te encontrarás con Trashcott. Sí, ¡yo también puedo jugar a eso!
--¡Alf-red!—escuché la voz de Iván y me dio un escalofrío que me dejó estático—Ven, sólo un momento~
Yo hice caso y caminé hasta donde estaba, dentro del área de calentamiento en donde estaban los demás jugadores hidratándose y descasando.
--¿qué pasa dude? Que sea rápido o te orinaré los zapatos, ¡Ñahahaha!
--Necesito algo para la buena suerte~
Me miró extraño, como esperando a que hiciera algo y entonces sus compañeros comenzaron a hablar y hacer ruidos.
--¡Uhhhh, que le dé un beso!, ¿no chicos?—algún imbécil habló. Y cuando digo imbécil me refiero al cabeza de fósforo llamado Scott.
--¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!
Comenzaron a gritar. Yo me sentía atrapado, rodearon el espacio entre Iván y yo y la gente estaba volteando a ver. Lograron llamar la atención y esto no me está gustando para nada.
¡Que les den un beso en el orto para que se callen de una vez!
--Iván, diles que paren—le pedí, pues a mí no me harían caso pero a él sí, obvio.
Yo sabía que Iván lo haría, es mi amigo y nunca me obligaría a hacer cosas que no quiero. Él me miró un poco inseguro, se acercó lentamente y volvió a sonreír.
Sí, ¡es un buen amigo y va a empujarlos para dejarme ir!
O eso creí hasta que me tomó de la nuca y unió sus labios con los míos.
Aplausos y gritos se escucharon pero yo lo único en lo que estaba pensando era en lo mucho que quería morirme. Ni siquiera fui capaz de alejarme y cuando Iván se separó, le di un fuerte golpe en la cara. Salí corriendo, ni ganas de orinar me quedaron, ¡maldita sea!
--Qué bonita escena—escuché a Arthur a un lado mío. Yo estaba cerca del baño, al lado de una máquina de chatarra, comiendo. Obvio—Se nota que le gustas de verdad.
--Deja de decir esas cosas, no estás ayudando.
--¿Sabes algo, Alfred?—me llamó, sentándose a un lado mío—Siempre he pensado que el amor apesta, pero hoy me acabo de dar cuenta que...
--Olvídalo ¿Quieres?—le corté, no quería oír nada. Ya no voy a dejar que me hagan daño, suficiente tenía con lo que acabo de pasar—Creo que todo este tiempo has sido muy claro con lo que sientes, ya no te voy a obligar a nada...pero te agradezco por todo—abrí una bolsa de frituras y comencé a comer.
--Maldito mocoso, ¡me vas a escuchar!—me arrebató la bolsa--¿quién te metió esa idea? ¡Estoy tratando de decirte algo importante y me vienes con esa mierda!—se puso rojo, como siempre que se enoja—Escucha, he estado pensando casi medio año sobre esto y me di cuenta de que no tiene sentido seguir haciéndolo cuando lo obvio es bastante claro...
--Ya sé a qué va esto y no quiero oírlo Arthur, ¡no quiero oírte decir que no me amas y que no vas a estar conmigo!
--¡Ese es el problema, sí quiero estar contigo, sí te a...!—se quedó callado, sin terminar. Yo estoy impactado. Quiero orinar otra vez—Idiota.
Dijo, ahora más rojo que antes. Me va a dar algo, seguro estoy muerto y sólo es la visión del más allá.
--Arthur...
--¿Qué?
--Me hice pipí encima.
Volveré a dejar imágenes graciosas, así por lo menos algo les entretiene :'v
Espero que todos hayan tenido un buen inicio del 2018, de no ser así entonces están igual que yo y los compadezco (?)
Gracias por seguir leyendo esta historia, trataré de mejorarla. Lo prometoooo.
PD: GUATUPAD ANDA DE LA CHINGADA Y NO HE DEJÓ ESCRIBIR BIEN POR QUE DECÍA COSAS A CADA RATO Y ME JODE, LO ODIO.
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