La siguiente clase con Mr. Kirkland es el viernes (sí, por el momento estoy enojo con él así de esa forma lo llamaré, por ahora) tengo tres días para pensar en algo que me haga ir a ese viaje si o sí.

Ahí va Feliciano. Ya me vio y se está acercando a mi, cantando como siempre y dando saltitos. Este chico debió ser Caperucita Roja en su vida pasada. 

–Alfredo~ te estuve buscando en la cafetería ¿dónde estabas?

–En clase

–¿Ve? Tu no tienes clase, te corrieron ¿recuerdas?–Lo dice tan inocente que parece que no pretende lastimar mis feels pero yo sé que dentro suyo hay un despiadado demonio de cinco patas, tres cuernos y un ojo.

–Cosas de hombres 

–Bueno, oye~ ¡me enteré que habrá un viaje a un campamento!

¿Y él cómo se enteró? ¿Feliciano se habrá hecho popular antes que yo? Pfff jajajaj si como no. O tal vez...

–¿Cómo te enteraste?

¡Se puso colorado! Eso sólo puede significar una cosa...¡Tiene fiebre! Mejor lo llevo a enfermería.

–Es un segreto

Oh, al parecer está bien. Pero ahora tengo curiosidad.

–¿Tu amigo no puede saber tu secreto?–me ofende que Feliciano no confié en mi -snif-

–No es eso Alf, pero pronto lo sabrás.

No-puede-ser. Acaba de cometer el peor de los pecados pacaminosos. ¡Me llamó como a ese extraterrestre peludo come gatos de los años noventa! ¡Sacrilegio!

Eso me dolió mas que sacarme un vellito de la nariz.

–¿Alf?

–¡No soy Alf! No me digas así, lastimas mis sentimientos de hombre

–Ok, perdona. ¿Entonces, iremos al campamento?

–Of course my friend, tenlo por seguro.

^^^^

Estoy a punto de hacer la prueba en karate. Se supone que aquí golpeas gente así que no habrá problema si lo hago ¿cierto?

[•••]

Retiro lo dicho. Fue muy rápido.

Estaba en una demostración de combate y el tipo me pateó en la cara. Yo no soy ningún maniquí o saco de pruebas. Me aventé y lo comencé a golpear con los puños. ¡Era defensa en respuesta a su patada voladora!

Fui perdonado, el Sensei dijo que eso solía pasar pero que en ese lugar necesitaban gente que "controlara sus impulsos" y que fuera pacífico.

La discriminación cada vez está peor.

Bueno, en atletismo puede irme mejor.

[•••]

Ya no voy a decir nada positivo antes de hacer una prueba. Parece que yo mismo me hago brujería y algo sale mal.

En mi vida pensé que un tenis pudiera noquear a alguien. Yo estaba felizmente preparado para salir corriendo y cuando sonó el silbato, mi tenis salió disparado, volando como el Espíritu Santo por el aire y cayendo con amor sobre el vientre de una chica. La pobre se desmayó y se canceló la prueba.

No pienso volver. No vaya a ser que si regreso, le clave la varilla* a alguien...Eso no se escuchó muy bien, Fuchi.

Creo que ya sólo me queda una opción. Al final la chica loca me tendrá en su equipo, o eso espero. ¿Qué malo podría hacerle a alguien en la alberca?

^^^

Ya voy de regreso a mi casa. Hoy no quiero tomar el metro así que tomo el trolebús. Se me pasó el día y no tengo ni una idea para contraatacar a Mr. Kirkland.

Lo bueno de este lugar es que viene más vacío, cuesta el doble pero así me puedo sentar y dormir en el trayecto.

Me puse la capucha de mi sudadera favorita y la cerré dejando sólo mi nariz afuera.

[•••]

No se en que momento me quedé dormido pero alguien se sentó a mi lado y se recargó en mi.

¿Qué cree que soy? ¿Una maldita almohada o su cojín te teletubie?

Me quito la capucha y antes de mandar a volar a quién se haya recargado en mi sensual hombro, me fijo si se trata de un hombre, una mujer, un anciano, un drogadicto, un vampiro, un ratero o un mago.

Uno se encuentra de todo en estos días.

Para mi grata sorpresa, no es un anciano (aunque se competa como uno aveces) y resulta que es un ratero, pero él ratero, ese que se robó mi corazón.

Ay, que gay sonó eso. Pero es la verdad.

Casi doy un grito fangirl al ver que se trataba de mi heladito de vainilla.

Se ve tan lindo durmiendo. Relajado y sin arrugar sus bellas facciones, respirando y haciendo un ruido melodioso con su boca, con esos carnosos labios pálidos...

Alto perro, deja la calentura para después, sucio.

No se sí es el destino pero el día no podía ser tan malo, supongo que valió la pena gastar mi mala suerte en las pruebas deportivas. Este es el momento de planear algo asombroso. Si, oh si.

Arthur no se la verá llegar. Se metió en el juego del Jones equivocado.

[•••]

Ujuju. Ya se está despertando Mr Heladito de Vainilla (a mierda mi berrinche, no puedo enojarme con él).

Lentamente abre sus ojitos de mentita y se despabila. Gira su cabeza y cuando me ve, de un salto hacia atrás y casi cae del asiento.

–¡Jones!

–Ese soy yo.

Se pone todo rojo, más que la vez que le toqué el trasero en el metro. No se esperaba despertar con un príncipe azul a su lado. Debió ser un impacto a su corazón.

–Yo...disculpa por...

–Descuida, no fue molestia

–Debo irme

–Espera–Yei, momento para mi jugada–Sobre el viaje...

–Sabes que no puedes ir

Tranquilo pequeñín, mira que con esto cambiarás de opinión. Je.

–Yo...estoy seguro que no quieres ver fotos tuyas rondando por internet ¿O si?–es una jugada sucia pero funcionará, a situaciones desesperadas, soluciones arregladas...¿así iba el dicho?

–¿Qué fotos? No me dirás que mientras yo...

–Si.

–Descarado. Sabía que nada bueno venía de ti.

Auch. Eso dolió.

–Es un reto de iniciación. Nada personal.

Claro que era personal.

Se lo piensa un rato. Al final abre su boca y dice presumido.

–Trato hecho. Pero, esta sólo es la primera de muchas, veremos quién pierde más al final.

Me sorprende esa doble faceta que tiene. Es amable luego es grosero. Es callado después es gritón. Es educado y seguido se comporta como rata de alcantarilla.

¿Quién entiende a este bomboncito amargo?

Pero me gusta, de hecho me encanta que sea así. Hace las cosas más interesantes y más que intimidarme con su "advertencia" me impuso un reto más grande, es emocionante y yo voy a ganar.

El trolebús para y el sólo se despide con la mirada. Baja con estilo de caballero indignado.

Veo a mi lado del asiento y encuentro una tarjeta de presentación azul marino. Tiene su nombre y abajo, su número telefónico.

¡Gracias santo McDonalds! Aún creo en ti y en tu infinita sabiduría y compasión divina.

Aquí empieza lo bueno. Es momento del acoso cibernético ¡Ajua!

Me di cuenta que me gusta dejar imágenes estúpidas :v

Espero les haya gustado, o como mínimo sacado una sonrisita :3

06/02/17  18:16 hrs.