F O U R T Y T W O
¿Adivinen quién comenzó la carrera y si de por sí no actualizaba seguido, ahora menos?
La mera mera, yo caguamera¿
Nah, tampoco exagero; sólo quería presumir eso que ni le importa a la gente :v
Sin más, éste es el capítulo:
—¡¿DÓNDE ESTÁ ALFRED?!—Alguien llegó de la nada, abriendo la puerta de una patada y entrando con violencia.
Era obvio que yo atacara para proteger mi integridad ¿no? El problema es, como siempre, que nunca pienso antes de actuar.
—¡Ese no es un peluche...!—el grito de Kiku fue tardío, yo ya había arrojado aquella figura deforme que sobraba en mis municiones. Y, justo en ese momento, reconocí a quien había entrado con rostro preocupado a la base friki.
—¡Arthur!—También grité, pero e suelo ya estaban los rastros sangrientos de mi crimen—. ¡Noooo! ¿¡Qué he hecho!?—corrí para acercarme al desauseado y arrodillarme frente a él. ¡Era tan joven!
—¡¿Sí sabes que me pudiste romper la cabeza, verdad idiota?!—Por otro lado, insensible como siempre, Arthur me agrede jalando un sensible mechón de mi cabello.
—¡Ten un poco de respeto por el soldado caído!—espeto mientras me pongo de pie para hacer que me suelte. Luego señalo a la víctima y una lágrima se desprende de mí en muestra de mi profundo sufrimiento.
—Arthur-san, ¿usted también ve el smoothie de cereza tirado en el suelo?—esta vez habla Kiko, al cual había olvidado por un momento.
—Y lo siguiente ahí va a ser un idiota rubio, ¡por dejarme plantado en medio de un maldito bosque...!
Al escuchar eso, dejé de lado mi pésame y me acomodé los pantalones para encarar a mi...a mi...Un momento.
—¿Arthur, qué somos?
—...¡No contestabas mis llamadas, tú, niño de cara estúpida y ojos boni...! ¿qué?
—¿Qué somos?—vuelvo a preguntar, olvidando que, escondidas por ahí, están quién sabe cuántas fotografías íntimas entre Arthur y yo.
—¿Qué clase de pregunta es esa? Es obvio que somos un par de estúpidos metidos en la casa de un chico asexual con afiches muy extraños—voltea para buscar a Kiko con la mirada—. Sin ofender, eres un buen estudiante.
—No se preocupe, uh, los voy a dejar sólos... con mi cámara—salió del cuarto, y cerró la puerta. No puedo asegurar que se fuera pero al menos me siento menos nervioso.
—Arthur, creo que sabes bien de qué hablo.
—Alfred, creo que sabes bien que no es necesario decir algo que ya es explícito—contrataca, mirándome casi con desafío, bravura.
A esto, yo abro la boca pero no digo nada. Ambos nos miramos, todo es silencio, parece que dejamos de respirar y lo único que siento es mi corazón retumbando en mi cabeza.
—Me sentí solito en el bosque...
—Ya cállate—se arrojó a mi dando un paso y así empujándome a la cama. Me besó. Y esta vez fue diferente, fue, fue...
Increíblemente sexy.
¿Cómo resistirse a algo así? digo, no todos los días tienes a tu profesor sobre ti, quitándote la camisa y besándote el cuello...
—A-Arthur...¿recuerdas que estamos en la cama de Kiko?—le tomo de los hombros para tratar de alejarlo. ¡No es que no quiera! Pero, tan de la nada todo está pasando muy rápido que creo que ya hasta me vin-
—¿En serio te importa eso? God, después de todo sigues siendo un niño...
—¡No te burles Arthur! Estoy tratando de ser atento, quiero que sea especial para ambos y para tu información, no sé si pueda hacer esto bajo la intensa mirada de ese Naruto en la pared—.
—Como sea, vayamos a mi casa—se levanta y camina hacia la puerta, se detiene y voltea a verme—, y para que sepas, ese no es Naruto, es Bakugō.
Salió y yo le seguí.
Creo que le acabo de arruinar la grabación a cierto japonés.
...
..
.
—¿Entonces tuviste sexo con el profesor, o no?
—¿No me estás poniendo atención, Feli? Claramente no te voy a contar todo lo pasó, a diferencia de ti, ¡yo sí tengo pudor!
—Tampoco exageres Alfredo, Lud y yo disfrutamos abiertamente de nuestra relación ~
—Y él más de que tú te abras...—Voltea a verme como si me hubiera crecido otra cabeza, yo ruedo los ojos y le doy un sorbo a mi té helado—, las cosas como son amigo.
—Ve, y hablando de relaciones —hace una pausa y se inclina hacia un lado, para mirar algo detrás de mi—, creo que Braginski tuvo una mala cacería ~
Ah, así que era él el aura que desde hace rato comencé a sentir.
—Bueno, tengo que ir a convencer a mi hermano de que no mate a mi prometido~
El chico salió corriendo tras decir eso, como si fuera algo que le pasa a toda la gente. Casual.
—Vargas es alguien intenso, da—pone una mano sobre mi hombro y se sienta donde antes estaba Feliciano.
—Y lo dice el que tiene una madriguera en medio del bosque para ocultar sus armas.
—No se lo digas a nadie o tendré que cortarte la lengua y las manos—sonríe cerrando un momento los ojos, como lo haría un niño que confiesa una travesura. Carajo, mi vida es un riesgo—. Por cierto, ya conseguí lo que me pediste. Fue difícil, pero por suerte eres mi amigo, da~
—¿Es en serio? ¡Gracias, dude! ¿Cuánto te debo? Ah, ¡no sabes de lo que me has salvado!
—No es nada, pero me debes un favor ¿da?—dice despreocupado y toma mi botella de té, le da y sorbo y hace una mueca del asco más puro e inmenso jamás antes visto. Nunca creí verlo así de expresivo—. Y creí que Mc Donld's había sido el pecado supremo.
—Eso es lo más ruso que has dicho hoy, Ivaniski—le arrebaté la botella y, luego de mirarnos, comenzamos a reír despreocupados y divertidos, justo como dos buenos amigos.
—Y pensar que hace una semana lo único que quería hacer, era tenerte en mi cama—dijo mientras dejaba de reír, como algo completa y absolutamente normal.
—Y pensar que sigo permitiendo que entres a mi casa...—respondo tratando de matenter la calma para no salir corriendo. Ivan a veces puede decir cosas muy extrañas pero lo entiendo, ¿quié no quisiera tenerme en su cama?
—Alfrred, deja de fantasear, es malo para lo que te queda de cerebro.
—¡Ya volví raritos!—ese fue Feli, que al parecer volvió antes de lo que pensaba y, con muchos sobres en las manos—. Tengan, no es necesario pero igual hice unas para ustedes. ¡Los espero en mi boda!—y así como llegó, se fue corriendo, o saltando.
—Odio las fiestas, da—Ivan observa el sobre con poco interés, pero lo abre y lo comienza a leer—, pero admito que ese chico tiene talento.
Para entender de lo que habla, también abro mi sobre y leo la típica invitación a la iglesia y la recepción, y lo que más llamaba la atención, era el retrato hecho a mano de Feliciano.
Ellos en verdad se aman. Ver tan feliz a mi amigo me alegra mucho, y también me hace pensar demasiado en cosas raras.
¿A Arthur le gustaría casarse?
¿Acaso dijo, duelo con cuchillos?
Finito. Bye y buenas noches/días/tardes.
PD: Convoco un meeting contra la nueva actualización de guatpad.
Adivinen en quién pensé xd
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro