Me di cuenta de que escribo más (palabras) cuando se trata de cosas sin sentido/trama JAJAJAJ

Es la primera vez que paso tanto tiempo en casa de Arthur, ya me siento como de la familia.

—Mueve tu culo, escoria.

Una amorosa familia...

—Supongo que la idea de la fogata fue tuya, cabeza de escroto— le repliqué a Allistor, que desde el día anterior no dejaba de mirarme peor que de costumbre—. Arthur es muy lindo y cálido cuando duerme, ¿sabes?

Él estaba de pie esperando a que me levantara del sofá (cosa que no haría) y en ese momento juro haber visto salir fuego de sus ojos.

Me pregunto si los Kirkland fueron bautizados por un demonio, dude.

—Arthur dice que gimes como un lechón~

Esa voz, fue la de Peter. Debo ser precavido antes de que me rodeen y resulte en algo no bueno para mi.

—Ignoraré ese comentario, sus palabras no pueden herirme porque yo no hablo monarquía—le arrojé un cojín al pequeño clon de Arthur y él lo atrapó, dispuesto a comenzar una batalla.

—Alfred, deja de molestar a mis hermanos. ¿Cuántos años tienes?—entonces apareció Arthur, con muchos papeles entre las manos. ¿qué va a hacer? ¿Va a obligarme a firmar el tratado de Kirkland?

¡Jamás!

Saqué mi celular y busqué el himno nacional; con el volumen alto y mi FREEDOM ardiendo comencé a correr por toda la casa.

Me sacaron a patadas y ahora estoy sentado en el pasto, sin zapatos, sin chaqueta y sin una explicación por la cual debo estar exiliado.

¡Nunca me había sentido tan reprimido! Lincoln, ahora entiendo tu dolor broh.

...

—Entonces quemaron tus cosas por quedarte a dormir con el señor de la casa...

Feliciano metió a su boca la mitad de su rebanada de pizza. Era algo grotesco de ver, pero es más grotesco lo que mi mente imaginó que podría meterse ahí.

No más porno para mi.

—No es un señor, pero sí, prácticamente eso fue lo que pasó—suspiré y miré hacia mis pies, cubiertos por unos crocs color naranja que Arthur encontró en algún lugar donde se guardan las cosas indeseables—. Los caminos de la vida son difíciles de ver...

—Así no va, Alfrred—esta vez, habló Ivan—. Scott me mandó fotos tuyas durmiendo en el suelo, pareces un perro. Da~

Y cómo no, diciendo algo muy... Ivanezco.

—¿Por qué te envió fotos mías? Dude, ¡están violando todos mis derechos!

—¿Tienen derechos aquí?—preguntó muy sorprendido, como si realmente no lo pudiera creer. A veces quiero picarle los ojos y darle una buena patada en el trasero—. Yo tengo ganas de hacerrte otrras cosa, da.

CON UN DEMONIO, ¿QUÉ CLASE DE BRUJA ESCARLATA ES ESTA?

Todos fingimos no escuchar y seguimos comiendo. Ahora que lo pienso, es la primera vez que salimos y nos reunimos como verdaderos amigos... ¡Debo aprovechar esto!

—Dudes, ¿qué tan buenos son disparando?—pregunté con una sonrisa cómplice, pero entonces vi la cara de Ivan y tuve que intervenir arrojándole una sarvilleta—. Tú no digas nada, nos es lo que seguramente estás pensando. Terminemos esto y síganme en nombre de la freedom.

...

—Un mes de servicio a la comunidad, además de que quedan vetados del gotcha indefinidamente. Afortunadamente ese grupo de estudiantes tiene seguro contra accidentes así que pueden irse sin pagar y sin carros en su contra...—el oficial seguía hablando sobre lo importante que es tener modales, responsabilidades y ese tipo de cosas de un "ciudadano ejemplar".

Y bien, ¿cómo fue que terminamos en la estación de policía? Es una historia graciosa, si lo veo desde mi perspectiva...

¡No es cierto! ¿¡Por qué no puedo tener amigos normales y tener experiencias que no involucren romper la ley!?

∆∆  5 horas atrás  ∆∆

—¿Entendieron las reglas del juego?—un tipo de mala cara nos preguntó, mascando chicle de una forma poco correcta.

—Gana el equipo que atrape la bandera primero o el que anote más puntos. Cinco pecho, diez cabeza. No escapar del campo de batalla, el que lo haga será humillado públicamente por traición...

—Creo que eso último no es parte de las reglas, Ivan...—le dije mientras los tomaba del hombro oara que se relajara, metiendo asustada que se tome esto demasiado en serio. Feliciano estaba temblando detrás de su prometido –el cual invitamos para más diversión– por la mirada que le dirigió mi amigo ruso.

—Como sea, cualquier agresión fuera de las reglas ameritará su expulsión del juego. Las municiones son limitadas, pero pueden robar del equipo contrario. Eso es todo, el juego inicia en cinco minutos, colóquense todo el equipo de seguridad y no rompan nada—terminó de hablar y salió de mala gana del cuarto en donde estábamos. No todos tenemos un Arthur en nuestra vida, supongo.

—Alfred, no mencionaste que esto sería en medio de un campo lleno de lodo—y ese, desde luego, es Arthur quejándose de algo.

A él lo invitamos también, necesitamos patrocinador después de todo.

—Arthur, sólo gózalo. ¿Quieres?—le di unas palmadas en la espalada, y creo que me pasé un poco porque el me respondió con un puñetazo.

Ah, el amor.

...

Todos salimos al campo, antes de empezar nos dejaban tomar las "armas" para lanzar las balas de pintura y había una especie de sirena sonando para contar el tiempo. Era como en esas películas donde la gente se mata sólo por diversión.

Nuestro equipo estaba conformado por Ivan, Feliciano, Ludovico, Chevrolet, Arthur, y yo (Kiku llegó al final, tardé mucho en convencerlo).

No podíamos ver al equipo contrario pues el campo era muy grande y había muchas cosas que lo cubrían como troncos, autos viejos, montones de paja, muros de concreto y otras cosas que no podía distinguir bien, pero que seguro eran desperdicios de construcciones y casas abandonadas.

Cuando la sirena dejó de sonar, cada quien se fue por su lado. Traté de hacer que se reunieran para planear algo pero fue en vano, Ivan ya no estaba a la vista y los primeros disparos comenzaron a escucharse.

...

—¡Alfred, trae tu monopolizado trasera aquí, ahora!—Arthur me llamó desde atrás de uno de los autos viejos, realmente enojado.

Como pude, me acerqué cautelosamente tratando de esquivar las balas, estábamos dentro de territorio enemigo y los desgraciados no nos dejaban acercarnos más.

Feliciano estaba tirado en medio del campo, todo cubierto de pintura. Tanto, que apenas se distinguía su cara.

Todos nos quedamos quietos un momento, dejaron de disparar y parecía que el otro equipo estaba discutiendo por algo. Luego, escuché unos pasos acercándose y Arthur no dudo en salir a atacar. La bandera estaba tan cerca, ¡la victoria sería nuestra!

—¡Por el reino de sur!—gritó el equipo contrario y de repente todos corrieron hacia nosotros.

El tipo de antes estaba cubierto de pintura y Arthur intentó disparele a los demás pero ya no tenía municiones.

—¡No todos somos del sur, culeros!—gritó el señuelo después de levantar las manos para rendirse.

También eran seis en ese equipo, pero ellos tenían dos chicas, las cuales comenzaron a disparar hacia mi y Arthur.

Arthur se rindió de inmediato, al parecer tiene uno de esos juramentos de caballero o algo así. Por mi parte, no me contuve y contra ataqué, entonces comenzaron a escucharse más disparos y pude ver al novio de Feliciano disparando desde atrás, como en una especie de trinchera.

También se lo tomaba muy en serio y no sé por qué sospecho que tiene más cosas en común con Ivan de lo que parece.

El tipo parecía un marín, dude. No tenía ni una mancha de pintura en su cuerpo, me siento humillado.

Las chicas seguían atacándome pero finalmente se quedaron sin munición y se rindieron. Aproveché que los demás habían ido tras nuestra bandera y me acerqué para tomar la suya, confiando en que Ivan se haría cargo de defendernos, o al menos de no dejar que tomaran la bandera.

Sin embargo, cuando iba a tomarla, sentí disparos a quemarropa en mis piernas y diablos, ¡dolieron mucho!

—¡No te llevarás esto, gringo!—gritó el tipo que ya se había rendido antes. Aunque no entendí lo que dijo.

—¡Eso es trampa dude! Ya no puedes disparar, ¡tramposo!—me volteé a verlo, Arthur se burlaba desde el auto y Lud se acercaba al cuerpo de Feliciano. Nadie planean ayudarme.

—Trampa es mi segundo nombre—dijo y comenzó a disparar otra vez. Yo le seguí el juego y traté de correr para tomar la bandera pero el tipo me empujó y caí al suelo.

¿soy yo o esto se está volviendo personal?

—¡Pendejo, no empieces con tus mamadas y juega limpio!—una de las chicas le gritó pero la ignoró.

Traté de levantar, pero no dejaba que me levantara y entonces decidí ser un poco brusco. Lo tomé de los brazos y traté de inmovilizarlo, lo logré pero comenzó a rodarse y comenzamos a girar como troncos hasta chocar con un muro, él dejó de moverse y temí por lo libertad.

—¿Dude...?— me levanté y lo miré, inconsciente en el piso.

—¡Culiao, ya nos mataron al cara de tula!—de repente escuché pasos acercarse, volteé y vi a tres tipos con NUESTRA bandera.

Comenzaron a rodearme, como un grupo de hienas a un tierno e inocente cachorro de león.

—¡Fue un accidente!—me excusé levantando mis manos en símbolo de rendición, pero sin soltar el arma falsa. Se supone supone que el juego había acabado, esperaba que me fueran a rescatar.

—¿Che, eso significa que nos van a quitar la visa?—habló otro, quitándose el casco y mirando el cuerpo inconsciente a mi lado.

De repente, se escharon algunas cosas caer y todos voltearon. Era Ivan, cargando un vENADO. Y a su lado, estaba Kiku con cara seria y sin rastros de haber hecho algo.

¿es esto a lo que llaman, un manco?

∆∆  De vuelta al presente  ∆∆

—Pueden irse, y no causen más problemas—se "despidió" el oficial y nos abrió las puertas.

Escuché a Ivan preguntar por el venado, diciendo que quería adoptarlo. Le cerraron la puerta en la cara.

Arthur, Feliciano y el grandulón nos esperaban afuera con caras de preocupación.

—Trabajo comunitario— dijo el musculoso, adivinando nuestra sentencia—. No sé cómo encontrase un venado en medio del campo pero admito que haberlo noqueado con balas de pintura es sorprendente.

¿Estaba halagando a Ivan?

—Da~ eres agradable, republicano—le respondió y el otro hizo una especie de sonrisa soncarrona—me enteré que te gustan las armas. Yo tengo algunas.

—Ja, sé algo...—ambos siguieron hablando y comenzaron a caminar, vi cómo Ivan le dan una tarjeta y unas palmadas en el hombro. ¿Será correcto (seguro) dejar que se aliaran?

Espero por el bien de América que sí.

—Alfredo, necesito tu ayuda—Feliciano esperó a que se alejaran lo suficiente y me habló con una seriedad poco común en él. No me había dado cuenta pero Arthur se había ido a una cabina a hablar por teléfono—. Lovino quiere llevarme de regreso a Italia... necesito que me ayudes a convenser a una persona de que lo secuestre.

Sí claro, por que los amigos hacen lo que sea por fortalecer los lazos...

—Feliciano, no sé si te diste cuenta de que estamos frente a una estación de policía.

—¡Por favor! Una vez que me case no podrá hacer nada, pero mientras esté por ahí puede hacerle cosas malas a mi Ludie.

—¿Lovino Vargas?— de repente Arthur estaba de vuelta y preguntó curioso—. He oído de él, me parece que sale con un idiota español. O algo así, Rana no me cuenta muchos detalles...

—¡Sí, es él! ¿Conoces a Antonio?—Arthur hizo una mueca de asco—¡Ayúdame, señor Arthur!

—No me digas señor— respondió molesto y se cruzó de brazos. Luego sonrió de lado —. Claro, después de todo te debo un favor, Vargas.

¿Que le debía un favor?

Estoy muy confundido, siento el peligro acercarse.

—Chicos, creo que tengo pintura en la cola. 

Sin palabras.

Feliz día del niño atrasado xddd

La dvd xddd