F O U R T Y F I V E
Perdónenme por tan poco, gracias por todo):
Cuando llegamos a la casa de Arthur, había ambulancias y patrullas alrededor. Él parecía asustado, enojado y muy preocupado también. Apenas el auto se detuvo, bajó a toda velocidad olvidando su teléfono y su chaqueta, por mi parte no sabía qué hacer, cómo ayudar a cualquiera que fuera la situación allá afuera.
Lo que más me preocupaba era que Iván estaba involucrado...no quiero que lo deporten o algo así. Es una buena persona, tal vez intimidante ¡pero no les haría daño a unos niños!
¿O sí?
-¿Vas a bajarte de una vez, cazzo?-escuché aquella -no amable- voz y mi cuerpo se crispó entero. ¿Es que en este país tan grande me tuve que topar con gente así?
-También es un gusto verte, Lovino...
-Señor Vargas para ti, americano-escupió con superioridad y yo alcé una ceja escéptico, lo miré un momento y esperé una explicación.
-El estúpido de Feliciano fue a hacer una de esas tonterías para su boda-dijo lo último con énfasis y una cara de disgusto (más de la que ya tenía)--, yo tomé su lugar, ¿no te dijo que estaba trabajando medio tiempo? ¡No puedo creer que tenga que trabajar de esta manera! Tenía un futuro con la nostra familia, pero llegó esa patata mierdera y...!
Antes de que siguiera escuchando sus maldiciones me salí del auto y cerré la puerta. Pude escuchar un grito molesto desde adentro y mejor corrí hacia la casa antes de que me pudiese arrollar.
Cuando me iba acercando cada vez más, la ambulancia ya estaba yéndose junto con los demás coches. Sólo quedó una patrulla y pude ver que Arthur hablaba con un rostro muy apenado al oficial, el pequeño Peter volteó a verme y sonrió con travesura, Dylan me ignoró por completo y Allistor me enseñó el dedo medio. Todo normal, al parecer...
-¿Te divertiste hoy, Alfrred?-
-Parece que tú sí, ¿qué pasó Iván? Creí que ya no ibas a involucrarte con la ley-respondí con normalidad, ya acostumbrado a sus repentinas y poco normales apariciones.
-Esos chicos son como cosacos, da-dijo con su típica sonrisa y luego sus ojos ensombrecieron-llamaron al 911 diciendo que los había secuestrado en su casa, no sé cómo supieron que llevaba un teaser y casi me llevan de nuevo.
¿Qué cosas, no?
-Le debía un favor a Scott y tuve que venir-suspiró y peinó su cabello y yo me pregunté ¿por qué le debía un favor a Scott? ¿Scott era Allistor acaso? ¿Por qué la lengua descansa arriba del paladar y no abajo?-- Ah, cuando mi abuelo era joven tuvo que comerse a su hijo para que no lo mandaran al frente.
--Vaya dato perturbador...--dije y le miré con preocupación. El sentido del humor de Ivan es algo que nunca voy a entender, porque, ¿estaba bromeando, verdad?
El siguió sonriendo y luego hizo cara de recordar algo. Se despidió rápido y caminó velozmente hasta su auto, al parecer era algo importante. Luego le preguntaré.
--¿Alfred?-era Arthur quien me llamaba esta vez, con tono sorprendido--. Creí que ya te habías ido, no era necesario que esperaras, ¿sabes?
--Sí, pero si me iba no iba a poder darte esto-dije, y extendí mis manos con su teléfono y su chaqueta--. Ah, podías dármelos mañana...
--Me refería a esto, Arthur-antes de que pudiera reaccionar, lo acerqué desde la nuca y comencé a besarlo con pasión y algo de ansias. Él hizo ademán de separarme pero yo lo agarré más fuerte de la espalada con la otra mano y apenas dejé que se separara para respirar, y maldecir.
--Tú tienes que dejar de hacer eso cada vez que se te da la gana, idiota-dijo desviando la mirada y entonces, me abrazó fuerte y recargó su cabeza entre mi pecho y hombro, yo estoy demasiado sorprendido como para ponerme a preguntar algo--. Gracias por estar conmigo, creo que no me había uh...divertido tanto desde que terminé la universidad...--dijo en voz muy baja, se escuchaba avergonzado y yo no podía dejar pasar esta oportunidad.
Respiré profundo, miré el cielo y sonreí resiliente, completamente seguro de lo que iba a decir, dándome cuenta de que estando cerca de Arthur me sentía capaz de todo y a la vez, indefenso cuando se alejaba de mí.
--Estoy enamorado de ti, Arthur Kirkland-hablé claro con voz profunda para asegurarme de que escuchara cada palabra. Hubo silencio, demasiado--. ¿Arthur?
--Silencio, estoy escuchando tu corazón-susurró y hasta entonces no me había dado cuenta de que mi corazón estaba latiendo tan rápido y fuerte que parecía un pequeño tambor en mi pecho. Me ruboricé, podía sentir el calor en mis mejillas y dejé caer mi nariz sobre la cabeza de Arthur, olí su cabello, cerré mis ojos y sonreí.
Cuando volví a abrirlos, vi a una señora mirándonos con una cara extraña. Me reí, se estaba persignando y meneando la cabeza de un lado a otro. Arthur se dio cuenta y se separó un poco para mirarme curioso. Le sonreí y lo levanté de las nalgas para cargarlo, al principio se resistió pero luego volvió a abrazarme y escondió su cara, yo miré a la viejita y le guiñé un ojo.
--Sigamos esto adentro, baby.
Ahora que lo recuerdo, creo que es la señora que nos vio a mí y a Iván entrar a hurtadillas a la casa de Arthur...
Al día siguiente despertar fue todo un martirio. Me había quedado en casa de Arthur por primera vez y aunque dormí en el piso -ya que cierta persona me tiró a mitad de la noche-yo esperaba tener una de esas mañana románticas en donde me traen el desayuno a la cama y me dan un beso de buenos días.
Nunca me dijeron que la vida era tan difícil.
Peter estaba gritando, se escuchaba música a todo volumen y olía a quemado. Lo más sorprendente es que Arthur ni siquiera se inmutaba y seguía dormido cual bello durmiente. ¿Cómo lo hacía? No lo sé ¿Qué sí quería abusar de su situación? Tal vez. ¿Me arrepentiré de esto? Seguramente.
Además, si ya puedo dormir en su casa, significa que ya puedo hacer ciertas cosas, ¿no? Dicen que más vale decir aquí murió que aquí corrió.
Me puse de pie lentamente, revisé la hora en mi celular y vi algunos mensajes recibidos que más tarde leeré. Me acerqué a la orilla de la cama más cercana a Arthur y lo observé unos segundos.
Apuesto a que no se molestará si le tomo una foto...
--Atrévete a hacerlo y te apuesto que tendrás pesadillas el resto de tu vida.
Bueno, ahora también sé que Arthur recién despierto es peor que Arthur tomando té de bolsita.
--Buenos días mi amor~
Dije con algo de sarcasmo y nerviosismo (más de lo segundo), y me senté en la cama. Le sonreí y él hizo una mueca.
--¿Hueles eso?-preguntó de repente, mirando hacia la puerta.
--Sí, supongo que los chicos están haciendo el desayuno.
--Dime que no dejaste tus cosas en la sala--. Negó con la cabeza y se tomó la frente mirándome con un poco de pena.
--Bueno...
Cuando bajamos, en la chimenea pude ver lo buen sustitutos de madera que pueden ser mis zapatos y mi chaqueta.
¿Debería tomar esto declaración de guerra?
Por supuesto, y voy a ganar porque, ¿cuándo ha perdido un americano contra un inglés?
Estás en mi territorio, Allistor.
UGGGGH, LES PROMETO ACABAR ESTA COSA PRONTO. MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR LEYENDO MIS GUARRADAS <'3
Les dejo este Alfufu precioso *^*
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