yoon + kook = 001
001. yoongi and his love life
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verlo desde lejos siempre había sido uno de sus mayores hobbys, como también dedicarle poemas que solo se quedaban en las hojas de su libreta. muchos dirían que era cobarde de su parte no hablar con él y solo observarlo desde lejos como un maniático, pero la verdad es que no se sentía lo suficiente como para siquiera decirle un "hola". aunque algo que lo reconfortaba y molestaba a la vez, es que sabía que no era el único. pero cómo no iba ser el único, si él era sinónimo de sunshine, además de que su brillante mirada se podía comparar con el reflejo de la luna en el agua.
jeon jeongguk, ese era su nombre. aquel chico alto de cabellera larga y azabache, con una peculiar personalidad tan propia de él y solo de él. que si no lo conocieras, te llevarías una impresión muy errada de lo que verdaderamente era. yoongi, afortunadamente lo conoció en el taller de música, donde tuvieron el inicio de una típica historia de amor cliché; en ese taller hicieron un proyecto juntos, dando como resultado el amor secreto del mayor.
-cierra la boca yoongi, se te está saliendo la baba -de pronto salió de su ensoñación, limpiando con su antebrazo la baba que corría por su mentón.
-wow, si que estás perdido por él, hombre -carcajeó su menor, taehyung.
-cállate -gruñó yoongi, escondiendo su mirada con su flequillo, pero más ocasionó las risas de sus amigos.
aquel par de idiotas realmente eran ruidosos a la hora de carcajear, provocando que varias personas en la cafetería los voltearan a ver; haciendo avergonzar un poco más a yoongi. y aquí es cuando la pregunta del por qué seguía siendo amigo de ellos rondaba por su cabeza, pero luego recordaba que eran los únicos que soportaban su carácter y se le pasaba. además de que sí eran muy buenos amigos, tontos, pero buenos amigos.
-vamos, ya, quita esa cara yoongi -paró de reír el mayor de los tres, seokjin-, y tú ya deja de reír que nos están mirando raro.
taehyung miró feo a su hyung, pero le hizo caso porque tenía razón, siempre la tenía. mientras que yoongi dejaba pasar lo anterior y se disponía a darle una mordida a su manzana.
-por cierto, yoongi -llamó seokjin-, ¿cuándo planeas invitar a jeongguk al baile?
y yoongi se ahogó con la manzana, taehyung volvió a carcajear y seokjin entró en pánico y comenzó a darle palmadas en la espalda a min.
-oh, dios, ustedes sí que me hacen reír. los amo hyung -dijo taehyung, limpiándose las pequeñas lágrimas que salían por sus ojos.
enseguida los mayores miraron feo a taehyung, quien solo se encogió de hombros y siguió comiendo de sus nuggets de pollo. pronto yoongi se recuperó de su casi muerte, evitando la mirada penetrante del mayor, pues sabía que estaba esperando su respuesta.
-sabes, yoongi hyung -comenzó a hablar taehyung, mirando el nugget mordido que tenía en la mano-, será mejor que pienses rápido cómo invitar a jeongguk, porque escuché que cierto moreno de labios gruesos lo invitará.
a yoongi en ese momento se le fue el aire. y su mente se llenó de imágenes de jeongguk y aquel moreno disfrutando del baile de primavera. realmente aquello le mató las esperanzas, ya que no se estaba hablando de cualquier persona, sino de kim namjoon. aquel estudiante de mente brillante y futuro prometedor, que sin duda alguna, todos podrían estar enamorados de él.
-¿qué voy a hacer? ¿qué voy a hacer? ¿qué voy a hacer? -repitió yoongi entre rápidos susurros, entrando en crisis, dándose cuenta que tal vez el amor de su vida no llegaría a ser el padre de sus hijos.
sus dos amigos se voltearon a ver sin saber qué hacer o decir, preocupándose un poco por la actitud que estaba tomando yoongi, quien no paraba de susurrar cosas entre dientes.
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ya habían pasado dos semanas desde aquella conversación en la cafetería, lo que significaba que faltaba poco para el baile de primavera. y yoongi aún no reunía la valentía suficiente como para invitar al bello chico de sus sueños. aunque no todo eran tan malo desde su perspectiva, pues hacía unos días, cuando iba caminando por los pasillos de su escuela, se encontró con jeongguk y obtuvo lo que para él, fue la sonrisa más hermosa que hubiera visto en su vida.
-hola, yoongi hyung -le había dicho jeongguk, quien iba al lado contrario del pasillo.
en ese momento yoongi pudo saludarlo devuelta, sonreírle y (en el mejor de los casos) aprovechar ese instante para invitarlo al baile, ya que estaban solos (que si lo rechazaba, solo lo sabría él y no sufriría de una humillación frente a personas). ¡pero la vida no era así, la vida era complicada, la vida eran puñetazos! y lo comprendió perfectamente cuando le sonrió devuelta y se le escurrió por el mentón el jugo de manzana que estaba tomando. realmente fue muy vergonzoso y quería que la tierra lo tragara (cosa absurda, pues se encontraban en el tercer piso), pero hubo algo que le sorprendió y cautivo al instante, y eso fue la pequeña risa que había soltado el menor.
-hasta luego, yoongi hyung -y se fue el menor, con la sonrisa más hermosa que hubiera visto en su vida.
el resto de ese día no sabía cómo sentirse, si avergonzado o feliz, pero lo que no había duda era que su torpeza había sido una gran aliada.
aun con ese recuerdo rondado por su cabeza, le prestó atención al hurón de taehyung, quien se encontraba mordiendo su zapato. pero no hizo nada, solo se le quedó viendo cómo aún el hurón jugaba con sus agujetas, mientras que él todavía seguía desparramado en el sofá, viendo como las madres de taehyung arreglaban el traje de seokjin, el cual ocuparía para el baile.
-pepe, deja a yoongi hyung -sí, ese era el nombre del hurón.
y pronto pepe salió a esconderse al escuchar la voz de su padre, taehyung, quien dejó el plato de galletas en la mesita de centro y fue a ver como iba quedando el traje de su pareja; porque sí, seokjin y taehyung irían juntos al baile. pero solo le echó un vistazo y regresó con yoongi, sentándose a su lado y viendo algo en su teléfono para quitarse el aburrimiento. pero, para su sorpresa, hoseok le había mandado un mensaje con una información bastante impresionante, causando que taehyung moviera de manera brusca y rápida el hombro de su hyung, quien se encontraba dormitando.
-vamos, hyung, despierta -zarandeó con más fuerza a su mayor sin quitar su mirada de su móvil, hasta que escucho un gruñido.
-¿qué quieres, taehyung? -gruñó de nuevo el mayor, acomodándose mejor en el sofá y tocando su hombro que había quedado un poco adolorido.
-adivina -y yoongi lo miró de una manera no tan bonita, provocando que tae hiciera un puchero-, está bien, no adivines. solo quería informarte que jeongguk rechazó la invitación de namjoon para ir al baile.
espera, ¿había escuchado bien? ¿jeongguk rechazó a namjoon?
-¿en serio? -preguntó yoongi, aun sin creerlo.
-sí, mira -y taehyung le mostró el mensaje enviado por hoseok, prueba suficiente para saber que no eran mentiras, pues era el mejor amigo de namjoon-. son muy buenas noticias, ¿no?
yoongi sonrió y asintió con la cabeza. era una fantástica noticia, mala para namjoon, pero fantástica para él. tal vez era el destino diciéndole que ya no perdiera el tiempo y fuera e invitara a jeongguk antes de que alguien más lo hiciera. realmente escuchar esto lo animó bastante.
-ey, ¿qué pasa? -preguntó seokjin, acercándose a ellos ya sin el traje.
-nada, solo que las esperanzas de yoongi hyung regresaron -contestó de manera simple el menor, también sonriendo y sintiéndose feliz por su mayor.
seokjin miró a sus dos amigos aun sin comprender, viendo como estaban en su burbuja de arcoíris, rosas y brillitos, llorando por algo que aun desconocía. pero, a los minutos de entender estuvo igual o peor que sus menores.
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al día siguiente, yoongi ingresó a la escuela con todas las ganas de invitar a jeongguk, manteniendo en todo momento una brillante sonrisa. pensando las mil y un formas ideales para invitar al menor a la hora del almuerzo. porque nada ni nadie podría arruinar este día.
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horas después
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olviden lo anterior. todos sus planes se estaban derrumbando frente a sus ojos y sus esperanzas estaban más que muertas.
el contexto era el siguiente: el segundo periodo había terminado y era hora del almuerzo, yoongi en ese momento temblaba de los nervios pues sabía que ya era la hora para invitar a jeongguk al baile. cuando se encontraba ordenando su escritorio, sentía que en cualquier momento se desmayaría pues su estomago no dejaba de dar vueltas.
-¡yoongi hyung! es la hora -el llamado de taehyung lo asustó un poco, pero asintió aun dándole la espalda.
relamió sus labios y se animó a sí mismo, caminó hasta la puerta de su salón, donde se encontró con taehyung recargado a un lado de ella. extrañado, yoongi miró a ambos lados buscando a seokjin.
-¿dónde está jin?
-aquí estoy -la voz del mayor sonó en las escaleras, que cuando lo vieron, parecía que había corrido una maratón. -toma, después me lo agradeces.
yoongi miró sin entender a su mayor, no dándole tiempo para preguntar pues seokjin ya caminaba hacia cierto salón, siendo seguido por taehyung. a yoongi le tomó algunos segundos el reaccionar y seguirlos, no sin antes ver lo que le había dado el mayor. no era ni más ni menos que una caja de leche de plátano. "¡demonios, seokjin!", pensó min, formando en sus labios una sonrisa y sintiéndose cada vez más ansioso con cada paso que daba.
la noche anterior se habían dormido hasta tarde por estar planeando cómo yoongi invitaría a jeongguk al baile. realmente se quemaron la cabeza pensando la forma ideal, pero al final todos concordaron que la mejor manera era de forma sencilla sin nada de pirotecnia -como había propuesto taehyung-, ni de rosas y chocolates -como había dicho yoongi en un disparate-. y hasta podría decirse que seokjin y taehyung estaban igual o más nerviosos/emocionados que yoongi, pero cómo no estarlo cuando uno de tus mejores amigos invitaría al baile a la persona que le gusta. es mas, cualquiera sentiría los nervios que experimentaba yoongi justo ahora que estaba repasando en su cabeza las palabras que diría.
-¿listo? -la pregunta de taehyung lo sacó de sus pensamientos. ya habían llegado, solo tenia que dar vuelta al pasillo y entrar al salón del menor.
-vamos, yoongi, está ahí dentro -dijo seokjin, después de haberse asomado por una ventana.
yoongi asintió y cerró los ojos, suspirando en el momento que los abría y sintiendo esas ganas de vomitar por todos los nervios que estaba sintiendo. aunque, una pequeña parte de él, no tenía miedo, estaba seguro y ya quería hacerlo. y tomando esa pequeña valentía que surgió, miró a sus amigos y les sonrió, caminando hacia la entrada de ese salón, sintiendo cómo su corazón palpitaba de tal forma que lo hacía temblar. solo eran diez pasos.
de pronto escuchó muchos susurros a su alrededor. levantó la mirada del suelo y miró por una ventana, deteniendo su paso y sintiendo como si su corazón se fuera a salir por su boca después de ver aquella escena. no era ni mas ni menos que jeongguk y kim mingyu, quien estaba tomando la mano del menor y lo miraba de una forma como si estuviera esperando algo... "oh no", pensó yoongi, entendiendo enseguida lo que estaba sucediendo. su respiración por un momento se cortó y su mirada viajó por su entorno, dándose cuenta que no era el único viendo a aquella pareja.
y aunque él no lo quisiera, de nuevo su mirada los encontró, como si un imán se tratara; como si estuviera esperando algo, aunque lo que realmente quería era salir de allí. pero sus orbes seguían mirando aquella escena, ignorando todo a su alrededor. y no fue hasta que los ojos de jeongguk y los de él chocaron por unos segundos a través de esa ventana para poder salir de ese shock. tal vez en otra situación se hubiera avergonzado y desviado la mirada, aunque esto no era muy distinto, pues la desvió, pero en vez de sentir aquellas mariposas en el estomago, sintió que el alma se le salía del cuerpo, como si una corriente lo atravesara de punta a punta.
-yoongi -la voz de seokjin a sus espaldas lo impulsó a que caminara de regreso, con la mirada baja e ignorando a sus amigos cuando pasó al lado de ellos.
-yoongi hyu-...
seokjin tomó del hombro a taehyung, cortando su llamado y negando con su cabeza a que no lo hiciera. taehyung frunció el ceño, pero entendió enseguida a lo que se refería su hyung. yoongi necesitaba de acomodar sus pensamientos.
pronto los pasos de yoongi se hicieron más rápidos, tropezándose unas cuantas veces y sintiendo en su garganta un nudo. pero aun así, pudo llegar sin problemas a la parte posterior de la escuela, que solo era un campo de pasto, unos cuantos arboles y bancas sin cuidado; un lugar donde no muchos frecuentaban pues preferían ir a la azotea. yoongi miró a su alrededor dándose cuanta que era el único, pudiendo así, respirar tranquilo y caminar con calma a una banca que era acompañado por un árbol robusto.
en realidad le gustaba estar ahí, ya que era un buen lugar para leer, dormir, crear sus empalagosos poemas -nombrados así por taehyung- y demás cosas, como por ejemplo: deprimirte y pensar porqué el universo no te quiere, jugando con tus sentimientos para darte esperanza y después escupirte en la cara... o, bueno, eso es lo que sentía yoongi en estos momentos.
suspiró cuando se sentó y cerró los ojos, recordando todo lo anterior en cámara lenta, pero de pronto sintió ganas de soltar una carcajada -por no decir que también quería llorar-, porque hasta ahora se daba cuenta de la tragicomedia cliché que era su vida amorosa, como fanfic escrito en wattpad. sin embargo, aunque le doliera, debía admitir que sí daba risa su vida amorosa, pero, por lo mismo, se dio cuenta que tal vez jeongguk no era para él.
-disculpa, ¿puedo sentarme aquí? -de no ser porque miró hacia arriba y descubrió de quien se trataba, le hubiera dicho que se fuera a otro lado, pero solo pudo asentir sin palabras, mirando el bello rostro de jeongguk. -gracias.
dicho eso en un susurro, se sentó el menor, pero así tan pronto se sentó, dijo algo que yoongi no logró escuchar.
-perdón, no te escuche, ¿qué habías dicho? -yoongi miró de reojo al menor, ahora notando el sonrojo en sus mejillas. aunque él también poseía un poco de rosa en su rostro por la vergüenza que le causaba el estar hablando con jeongguk.
-oh, bueno, yo... -comenzó jeongguk de manera nerviosa, pero después de un suspiro volvió a hablar. -solo había dicho que... este es un buen lugar para pensar ¿no?
lo ultimó lo dijo tan rápido que por poco no le entendía yoongi, pero aun así asintió en respuesta, no sabiendo qué decir pues estaba muy nervioso. y enseguida un silencio incomodo se formó entre ambos, pues los nervios y la tensión se sentía. pasaron al rededor de cinco minutos ahí sentados y sin decir nada, aun presos de la incomodidad. yoongi miraba de reojo al menor, quien parecía estar peleándose consigo mismo, pero llegó un punto donde otra vez la voz del menor se escucho.
-¿a ti también te gusta la leche de plátano, hyung? -la genuina curiosidad sonó en su voz, causando ternura a yoongi.
pero ¿cuál leche de pla...? oh, yoongi miró así su mano y aún sostenía la caja de leche que le iba a dar a jeongguk. una sonrisa torcida se formó en sus labios, pero trató de quitarla cuando volteó a ver al menor.
-sí, me gusta -"pero no tanto como tú" fue lo que quiso decir, pero las palabras no quisieron salir. -pero toma, sé que a ti te encanta.
jeongguk miró con ojos brillantes a yoongi, aún manteniendo sus mofletes con un lindo tono rosado; agradecido por aquel regalo inesperado, provocando en yoongi que su corazón se agitara y se pusiera más nervioso, pues la imagen frente a él era realmente hermosa. y tan concentrado estaba en sus pensamientos, que no notó cuando jeongguk de nuevo tuvo un debate consigo mismo, mordiéndose el labio. pero no fue hasta que le preguntó algo, que de nuevo, no alcanzó a escuchar.
-dije... -tomó un respiró profundo, viéndose más nervioso que antes. -¡¿iría al baile conmigo, yoongi hyung?!
espera, ¿qué? ¿había escuchado bien? tal vez sí, porque jeongguk parecía que iba a morir, al igual que él. pero, esperen un momento, si mal no recuerda, hacía unos minutos mingyu lo había invitado al baile. por lo que era obvio que no podría ir con los dos. entonces, eso significaba que... ¡¿lo había rechazado por él?! ¡oh, dios! ¡oh, dios! que alguien le diga que no estaba soñando y que el amor de su vida lo había invitado al baile. de verdad, si pudiera, ahora estaría llorando brillitos como el macho alfa que era.
-¿yoongi hyung?
la voz del menor lo hizo volver a la realidad, dándose cuenta que jeongguk ya no mantenía en su rostro aquella expresión avergonzada y hermosa, sino una de tristeza, pues él no había notado que en todo ese tiempo, no había expresado nada, más que un rostro inerte, preocupando así al menor.
-¡yo si-...! -su emoción asustó un poco a jeongguk, pero después tosió y recobró la compostura. -bueno, quiero decir que sí. me encantaría ir al baile contigo, jeonggukie
jeongguk volvió a tener sus ojos brillantes y una sonrisa en sus labios, porque quizá yoongi no era el único esperando ir al baile con su amor secreto, matándose las neuronas pensando una forma de invitar a aquella persona, ni sintiendo que en cualquier momento iba a morir, pues ese sueño se iba a cumplir.
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fin :3
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¿Les gustó?
Por cierto, perdón la de demora, me perdí está semana viendo haikyuu (pasen ff kagehina!!!!)
También otra cosa, no siempre me guiaré al 100% de la letra de una canción, habrá veces que me imaginé tal escena con tal canción. Por lo mismo es que no habrá mucha conexión entre historia y canción. :)
Y no se sorprendan cuando más adelante un OS esté inspirado con una canción de José José y después haya uno con Marilyn Manson. :3
Y por último, si veo que comentan mucho en este OS, haré la segunda parte. Ok? Ok.
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