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Capítulo único


2017

Jisung podía sentir la tensión. Era algo que siempre estaba presente cuando él y Hyunjin estaban en la misma habitación.

Fingir llevarse bien frente a las cámaras era difícil. Por más que lo intentaran, cualquier palabra provocaba que el otro chico le rodara los ojos o chasqueara la lengua.

Fue peor cuando luego de su casi pelea, Chan los obligó a quedarse ensayando juntos, solos, con las cámaras apagadas.

¿En qué mundo creía que dejarlo en la misma habitación con Hyunjin sin absolutamente ninguna supervisión era buena idea?

Luego captó cuando Chan observó sus brazos y rostro, captando su piel limpia, la de ambos, antes de irse que esto era un tipo de prueba.

Si cuando llegaban a casa, llegaban sin golpes, podía notarse que ambos llegaban a tolerarse un poco.

—¿Entiendes que este es un tipo de prueba? —dijo Hyunjin detrás de él cuando la puerta se cerró detrás de Chan.

—Lo sé. No soy estúpido —respondió Jisung con un gruñido. Hyunjin le rodó los ojos y eso le molestó—. Cuidado se te van a salir los ojos detrás de la cabeza —gruñó.

No sabía de dónde venía esa ira, esa molestia hacia Hyunjin. Cuando él llegó ni siquiera le había prestado tanta atención. Solo una cara bonita que había sido reclutada en la calle. Pero cuando lo vio bailar... Jisung se había quedado hipnotizado con sus movimientos y luego comenzó a ver más allá.

Comenzó a notar que Hyunjin parecía brillar. Notó su cara que era imposiblemente bonita. Notó su sonrisa o sus labios carnosos. Se encontró una vez mirándolo fijamente, sintiendo un calor en su pecho que no debería sentir. Y solo pensó que podía ser una cosa.

—No me agradas —dijo Jisung. Hyunjin se había apartado de él y se estaba estirando. Se dio la vuelta y Jisung creyó ver algo en sus ojos.

—Tú tampoco me agradas —respondió Hyunjin—. Pero la única forma de debutar es tolerarte y es lo que intentaré —le hizo una señal con la cabeza—. Comencemos.

La música comenzó a sonar y mirándose al espejo, comenzaron a bailar.

Cómo imaginó, no había pasado ni la mitad de la canción cuando Hyunjin la detuvo. Jisung esperó la crítica.

—No lo estás haciendo bien —dijo en un suspiro decepcionado que hirvió la sangre de Jisung.

—Claro que lo estoy haciendo bien, solo que no lo hago de tu forma ¿Sabes que se pueden hacer el mismo movimiento de distintas formas?

—Claro. Pero la forma en que lo haces se ve desordenado. Justo como tu habitación —Jisung rodó los ojos—. No me ruedes los ojos cuando te estoy corrigiendo.

Jisung enarcó una ceja ante el tono altivo de Hyunjin.

—¿Quién te crees para ordenarme de esa forma?

—¿Actualmente? El encargado del baile —El tono que usaba Hyunjin le irritaba.

—Algo que ni puedes hacer bien si aún no puedes hacer que yo pueda aprenderme bien un paso —pudo ver qué tanto molestó aquello a Hyunjin, porque apretó la mandíbula y las manos en puños.

—¿Sabes que puedo hablar con hyung para que estés atrás y no tengas nada de centro?

—¿Sabes que puedo dejarte sin líneas? —Hyunjin entrecerró los ojos.

—No lo harías —Jisung se acercó a Hyunjin, al punto en que sus pechos se tocaban. Hyunjin era alto, pero eso no le intimidó a Jisung.

—Claro que sí. Yo también tengo poder para dividir las líneas. Puedo decir: "Hyunjin no tiene la voz para esta canción, él no rapea bien para esto", colocarte unas cuantas palabras y dejarte cómo lo único que eres —Jisung golpeó el pecho de Hyunjin con su dedo índice—: solo una cara bonita.

Se pasó. Él lo supo. Él sabía lo delicado que era este tema para Hyunjin, lo mucho que lo odiaba. Pudo verlo en su rostro y cuando se encendió un fuego en sus ojos.

Le dió un empujón fuerte a Jisung que casi tropezó. Jisung se lo devolvió, Hyunjin se tropezó y cayó de espaldas. Con un gruñido, pateó a las piernas de Jisung haciéndolo soltar un grito de dolor, el chico simplemente se lanzó encima del otro agarrándolo del cuello de la camisa mientras Hyunjin lo golpeaba en los brazos.

—¡Eres un idiota! —exclamó Hyunjin tratando de salir debajo de él—. Nadie te quiere, solo te soportan porque no hay más alternativa.

Jisung no era violento, para nada. Pero algo hervía siempre en su interior ante la idea de una discusión con Hyunjin. Estaba estresado, cansado. Ambos lo estaban. Por eso les salían palabras crueles entre ellos.

Eso lo cegó. Su mano soltó el cuello de la camisa para encerrarse en el cuello del más alto, y levantó el puño.

Hyunjin cerró los ojos, Jisung pensaba que esperaba el golpe, pero de la nada, soltó un suspiro de sus labios echando la cabeza para atrás.

Jisung enarcó las cejas y apretó un poco el cuello y Hyunjin gimió.

¿En serio había sido un gemido?

—¿Qué pasa, Hwang? —murmuró Jisung con una sonrisa. Hyunjin abrió los ojos y Jisung quedó paralizado ante el fuego que ardía en los ojos de Hyunjin. La mano del chico agarró su muñeca, pero en vez de alejarlo, lo acercó más, como pidiéndole que apretara más.

Jisung apretó y la espalda de Hyunjin se arqueó soltando un gemido un poco más fuerte. El aire salió de sus pulmones, y la sangre fue directamente hacia el sur.

Pudo sentirlo, la erección de Hyunjin debajo de él.

—Parece que te gusta que te ahorquen ¿Eh? —murmuró Jisung levantándose un poco del cuerpo del chico para ubicarse entre sus piernas. Su rodilla se levantó para posicionarse sobre el miembro vestido del muchacho debajo de él. Hyunjin soltó un quejido y agarró las mangas de la camisa de Jisung. El chico comenzó a rodar su rodilla logrando sacar un quejido lloroso de Hyunjin mientras su mano aún se situaba en el cuello del chico, acariciando con su pulgar la piel sudorosa— ¿Quien iba a pensarlo? El lindo y adorable Hwang Hyunjin del cual muchas aprendices están enamoradas, el cual ya tiene todas las miradas encima ¿Le gusta que lo ahorquen?

—Ah-ah —gimió Hyunjin apretando los brazos de Jisung y arqueando la espalda mientras aún le acariciaban el miembro entre los pantalones de entrenamiento con su rodilla.

—¿Qué dirían los demás al verte? —le gruñó. Hyunjin apretó las manos cuando sintió que el agarre en su cuello era más fuerte. Sus ojos se llenaron de lágrimas, no se sabía si por la excitación o por dolor— ¿Que dirían todos al notar que eres un pervertido, Hwang Hyunjin?

—Mph... Ah, Jisung... —Hyunjin era un desastre. Había lágrimas inundando su rostro.

Se veía... hermoso...

—¿Sí?

—Más rápido.

—¿Eh? ¿Me estás suplicando? —se detuvo logrando que Hyunjin soltara un quejido—. Porque yo no escuché ningún por favor.

Hyunjin movió él mismo su cadera, pero Jisung con su otra mano la detuvo logrando que el chico soltara un quejido.

Jisung se acercó al oído de Hyunjin.

—Suplica —le susurró mordiendo el lóbulo de su oreja. Hyunjin soltó un quejido lloroso. Jisung nunca lo había escuchado así, nunca lo había escuchado llorar de esa forma.

—Po-por favor... —murmuró. Jisung le dio un suave beso en la mejilla.

—Por supuesto —y comenzó a mover su pierna de forma rápida haciendo que Hyunjin se quejara y gimiera más fuerte. Jisung le giró la cabeza hacia un lado, y chupó en su cuello. Hyunjin se arqueó, agarró puñados de su camiseta mientras soltaba gemidos que trataban de ser lo más bajo posibles.

—Ah, ah, Jisung... ah, ah —Escuchar su nombre en ese tono no debería ser tan excitante. Nada de esto debería ser tan excitante. Debería ser humillante, más que todo para Hyunjin. Pero no lo era. Hyunjin lo estaba disfrutando de maravilla y Jisung también.

Jisung no debería estar disfrutando ver a Hyunjin disfrutándolo.

No era correcto.

Pero ahí estaba, dándole a Hyunjin un placer tan agonizante que tenía al chico arqueandose debajo de él. Supo que Hyunjin estaba cerca cuando su respiración se agitó aún más y apretó los ojos fuerte mientras mordía su muñeca para evitar gritar ante el orgasmo.

Detuvo su rodilla mientras miraba maravillado a Hyunjin venir, no podía dejar de ver lo hermoso que era.

Era un desastre que descubrió que le gustaba.

Cuando el orgasmo terminó, la respiración del chico estaba agitada. Sus dientes soltaron su muñeca y miró a Jisung.

De repente todo cayó encima de ellos.

Lo que habían hecho. En dónde lo habían hecho, por suerte no había cámaras prendidas, pero cualquier persona pudo haber entrado...

—Quítate de encima —murmuró Hyunjin. Jisung obedeció, soltando el cuello del chico y cayendo para atrás.

Hyunjin se sentó, Jisung se dio cuenta que estaba temblando. Cayendo en cuenta del error que había cometido, mostrándose de una forma diferente y vulnerable a Jisung.

El chico se dio la vuelta, corrió hacia donde estaban los bolsos, tomó el suyo y salió corriendo de la sala de prácticas.

Cuando Jisung llegó a casa, nadie dijo nada, nadie notó nada. Hyunjin en su cama estaba dormido cuando entró a la habitación, el chupón aún en su cuello.

.

No sé habló del tema. No se volvió a mencionar. Pero Jisung sentía a veces la mirada penetrante de Hyunjin en su espalda, como si lo amenazara de decir algo.

Jisung jamás diría algo. Habían hecho algo totalmente prohibido en el piso de la sala de prácticas, y aunque tuviera sus problemas con Hyunjin tampoco quería que lo expulsaran del grupo (y bueno, él también estaría expulsado).

Pensó que el tema moriría ahí, no volvieron a dirigirse la palabra, ahora se ignoraban de una forma perfecta. Sin embargo, había noches en las cuales Jisung se iba a su cama y en su mente se reproducía cada parte de esa noche, el rostro de Hyunjin con lágrimas, rogando por él.

Sabía que no debía tener ese tipo de pensamientos, sobre todo porque su sangre iba a un lugar donde no debería ir. No había sido fácil bañarse con agua fría la noche del incidente.

Pensaría que moriría todo ahí, ya eran menos las veces que pensaba en eso. Llegó un punto donde habló y arregló las cosas con Hyunjin.

Todo estaba perfecto.

Que tan equivocado estaba.

.

2018

Ocho hombres en un solo apartamento, con un solo baño, aunque grande, estaban acostumbrados a estar juntos en varios momentos.

La puerta siempre se dejaba sin llave si no era necesario. Y no lo era, Jisung entró al baño para encontrarse a Hyunjin a punto de cepillarse los dientes.

Así que simplemente se puso a su lado para hacer la misma tarea.

Eran los últimos, el resto de los chicos se habían ido a la cama luego de ver una película. Los habían reprendido por dejar el lavado a última hora, pero poco les había importado.

—¿Sabes que he estado intentando escribir? —le dijo Hyunjin luego de enjuagarse la boca. Jisung lo miró con la ceja enarcada.

—¿Enserio? —preguntó a lo que el otro chico asintió.

—Sabes que me gusta intentar cosas nuevas y siempre he admirado cómo producen.

—Eso es increíble. ¿Algún día podré verlas? —Hyunjin le dió una sonrisa.

—No. Me los robarías —Jisung soltó una risa. Y pinchó con su dedo la cintura de Hyunjin.

—Vamos, quiero leerlas —insistió

—Nooo. Son vergonzosas —exclamó Hyunjin devolviéndole los pinchazos. Jisung rio tratando de seguir pinchando.

—Prometo no reírme, vale.

—No, porque este es mi plan para quitarte el puesto en 3racha.

—¡Ya quisieras! —exclamó Jisung divertido y comenzó a hacerle cosquillas a Hyunjin. El chico comenzó a reír y a luchar contra Jisung que prácticamente lo arrastraba por todo el baño.

—Basta... Ji... —se quejó Hyunjin entre risas. Jisung continuo hasta que inconscientemente llegó al cuello. Hyunjin le palmeó la mano con fuerza, las risas se detuvieron.

—¿Hyunjin? —cuestionó Jisung.

—Creo que hay que irnos a dormir —respondió Hyunjin.

—¿Qué pasa con tu cuello? ¿Tienes algo? —respondió Jisung tratando de ver si tenía algún moretón o algo.

—No es nada. Es solo que... es muy sensible.

Oh.

Lo olvidaba. Lo habían olvidado. ¿Por qué traer el tema nuevamente? Algo hirvió en su interior, su mente reprodujo nuevamente las imágenes que creía olvidadas de Hyunjin debajo de él. La sangre subió a su rostro.

—Ya me acordé —silencio—. Nunca hablamos de eso, lo que pasó ese día.

—Ujum...

—Yo... ¿Te hice daño? —Hyunjin lo miró sorprendido.

—¡No! En realidad...

—Creo que fue muy mal de mi parte tocarte sin tu consentimiento.

—En realidad se sintió muy bien —confesó Hyunjin, sus mejillas estaban rojas—. Y creo que el consentimiento estaba implícito ahí... o explícito como quieras verlo. La estaba pasando bien.

—Nos odiabamos en ese momento... —Hyunjin soltó una risa.

—Creo que fue una buena liberación de estrés —ambos volvieron a reír. Y las palabras salieron de la boca de Jisung antes de que su cerebro las procesara.

—¿Quieres hacerlo nuevamente? —dijo y se arrepintió apenas que las palabras salieron de su boca. Hyunjin lo miró sorprendido, y tragó en seco.

—¿Qué? —Jisung se puso nervioso.

—Digo... dijiste que era una buena liberación de estrés y... somos amigos. Si puedo ayudarte a lidiar con todo el estrés por el que estamos pasando ahora... sería genial.

Dios... era un idiota.

Jisung ya iba a hablar, a arrepentirse de todo lo que había dicho cuando Hyunjin se levantó y caminó hasta la puerta.

Creyó que todo lo que habían construido, la amistad tan bonita que habían creado, se había ido por la borda por su horrorosa boca.

Sin embargo, Hyunjin cerró la puerta con seguro y se apoyó en la encimera del baño lanzándole una mirada a Jisung.

—¿Qué esperas? ¿Que te suplique nuevamente?

Jisung suspiró y caminó hacia Hyunjin. Se quedaron frente a frente, en silencio. Era un poco incómodo ¿Que debía hacer? ¿Cómo debería comenzar?

Pudo notar la manzana de Adán de Hyunjin moverse al tragar fuertemente. Estaba nervioso, ambos lo estaban. Esta era la primera vez que estaban conscientes de lo que iban a hacer, que había habido una conversación previa en vez de palabras duras y furia.

—Necesito que me digas si te estoy lastimando —pidió. Hyunjin asintió.

—Te daré dos golpes para que te detengas —respondió. Jisung asintió y envolvió su mano en torno al cuello de Hyunjin. El chico suspiró cerrando los ojos, su respiración se agitó cuando la mano en su cuello apretó.

Jisung se sintió incómodo ante el silencio, y lo único que pudo hacer fue abrir su boca.

—En verdad no esperaba que fueras tan masoquista —dijo. Hyunjin abrió los ojos y lo miró con un brillo en su mirada. Jisung se dio cuenta enseguida que debía hacer—. Me pregunto qué otros problemas has de tener, niño bonito —con su pulgar acarició a un lado del cuello de Hyunjin—. Apuesto que te gusta que te vean ¿eh? Si fuera por ti, gritarías en este momento llamando a los otros chicos para que te vean como te gusta que te ahorquen.

Hyunjin gimió, sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Te gustaría eso ¿Verdad? Te encantaría que entraran y te vieran como te deshaces en mis manos —apretó un poco más su mano, Hyunjin gimió, sus piernas temblaron se sostuvo de los hombros de Jisung—. Te encanta lucirte, ser el centro de atención —colocó su pierna entre las de Hyunjin, apoyándolo en su entrepierna. Hyunjin soltó un chillido apretando sus manos en los hombros del más bajo—. Si fuera por ti, le mostrarías a todos lo pervertido que eres.

—Jisung... —la voz de Hyunjin sonó como una súplica— tócame.

Era lo único que necesitaba. Aún con la mano en torno al cuello del más alto, Jisung bajó su mano y bajó el pantalón de pijama de Hyunjin liberando el miembro erecto.

No era la primera vez que lo veía desnudo, a veces todos iban a baños públicos para relajarse en el agua caliente. Ver desnudos a los demás no tenía nada de malo, pero esto tenía una connotación diferente.

Cuando su mano cubrió la erección, Hyunjin soltó un quejido lloroso y echó su cabeza para atrás. Fue encantador ver a Hyunjin hacerse masilla en sus manos, ver al chico más alto deshacerse entre sus dedos. Era tan excitante escuchar sus gemidos bajos, esperando que nadie los descubriera, estaba duro también.

Algo pasó por la cabeza de Jisung, quería liberarse también. Así que soltó a Hyunjin escuchando su quejido y se bajó también los pantalones liberándose.

—¿Qué haces? —dijo Hyunjin al sentir que no había ninguna mano tocándolo. Pero soltó un quejido cuando sintió que el otro miembro se pegaba al suyo.

—También tengo derecho a liberarme ¿Sabes? Egoísta... —Jisung escupió en su mano y tomó los dos miembros juntos en su mano acariciándolos. Hyunjin soltó un quejido demasiado fuerte, pero inmediatamente se tapó la boca mientras Jisung lo masturbaba y su otra mano apretaba su cuello.

Jisung estaba fascinado. Ver a Hyunjin hecho un desastre era algo que no esperaba que le gustara tanto ver. Si verlo inconscientemente lleno de ira hace un año, ahora tenía una connotación diferente.

Hyunjin se arqueó con un nuevo gemido, Jisung quitó su mano de su cuello para agarrar su cintura como sostén para apresurar más su mano. Eso le dio la libertad a Hyunjin de enterrar su rostro en el cuello de Jisung y morder logrando sacarle un quejido.

El baño se sentía caliente, inundado de quejidos suave, respiraciones agitadas y sonidos húmedos. Aunque los gemidos eran bajos, el miedo a ser descubiertos inundó a Jisung cuando se sintió cerca y escuchó que Hyunjin aumentaba de volumen, respirando cerca de su cuello.

Solo se le pasó algo por la cabeza. Se suponía que era para liberar el estrés, así que el solo tocarse debía bastar. No supo que lo inundó, que con su mano libre tomó la nuca de Hyunjin, sacando su cabeza de su hombro con un movimientos brusco que hizo que el otro chico se quejara, y plantó su boca sobre la otra.

No supo si fue la acción, la excitación o el calor del momento, pero gimieron fuerte en el beso, Hyunjin apretó sus brazos con fuerza mientras llegaba en la mano de Jisung y soltaba quejidos mientras aún en el orgasmo, Jisung seguía masturbandolo con tal de llegar él.

No tardó mucho, sus gemidos quedaron apagados en la boca de Hyunjin. Los labios se separaron cuando acabó, pero aún quedaron pegados, sus narices rozándose mientras trataban de calmar sus respiraciones.

No dijeron nada, solo se miraban. Jisung podría acostumbrarse a ver a Hyunjin hecho un desastre.

—Pásame los pañuelos —susurró Jisung, como si no quisiera dañar el ambiente. Hyunjin asintió, tomando los pañuelos que había detrás de él y pasándole unos a Jisung.

Limpió su mano, mientras Hyunjin se volvía a meter en sus pantalones.

—Eso... —comenzó Hyunjin— se sintió muy bien.

Jisung lo miró, también se había metido en sus pantalones.

No se había sentido bien, se había sentido magnífico, increíble. Ahí tenía material para masturbarse en meses.

—Sí. Se sintió muy bien.

No hablaron del beso. Ambos lavaron sus manos y limpiaron en dónde pudo haberse ensuciado.

Cuando abrieron la puerta del baño, el pasillo aún estaba oscuro, como lo habían dejado antes. Los chicos seguían durmiendo en sus habitaciones.

Así que solo caminaron casi en puntillas hasta sus respectivos cuartos.

Cuando Jisung se acostó en su cama, aún se sentía eufórico. Se había sentido increíble, pero lo que no podía sacar de su cabeza eran los suave labios de Hyunjin.

.

2019

Habían seguido usando ese método para relajar el estrés algunos días. Sin embargo, habían decidido cambiar algunas cosas.

El baño era incómodo, además de muy peligroso. Habían tenido suerte que la primera vez todos ya estaban desmayados, pero habían sido demasiado descuidados.

Así que los únicos días que tomaban, era cuando ambos volvían juntos y solos de la empresa. Cómo a veces todos tenían horarios diferentes, algunos se cruzaban y encontraron un espacio en donde solamente estaban los dos en el dormitorio.

Su relación seguía siendo normal. Siendo apegados frente a los demás, siempre haciendo bromas y jugando. En los dormitorios incluso a veces subían a la litera de Hyunjin o iban a la habitación de Jisung para ver un anime o una película juntos.

Lo normal.

Y en el ámbito sexual, también había cambiado.

No habían hablado del beso, pero seguían besándose durante sus sesiones. Seguían acariciándose y tocándose. Ya no era cuestión de solo el problema de Hyunjin, sino algo más.

Había veces en que Hyunjin tomaba el mando, derritiendo a Jisung cuando los acariciaba hasta llegar, besando sus mejillas mientras se dejaba llevar por el placer.

Sin embargo, aunque a Jisung le gustaba cuando Hyunjin quedaba a cargo, nada era comparable con ver a Hyunjin llorar de placer debajo de él.

—¿Por qué eres un llorón? —le preguntó una noche, dando suaves besos en el pecho de Hyunjin. Aunque hacía poco ejercicio, Hyunjin tenía una buena figura. Apretó un pectoral y Hyunjin gimió.

—¿De qué hablas? —le preguntó acariciando su cabello. Podían hablar todo lo que quisieran en voz alta. No había nadie en casa esa tarde.

—Siempre lloras cuando te toco ¿Te estimula mucho? —Hyunjin soltó una risita mientras observaba como Jisung volvía a su rostro y besaba su lunar debajo del ojo.

—Creo que llevas casi un año dándote cuenta que sí me estimula, y mucho.

Volvieron a reír.

—Bueno, sí. Pero quiero saber si hay algo más.

Hyunjin se mordió el labio ¿Algo más? Claro que había algo más, solo que Hyunjin no sabía cómo expresarlo con palabras.

—No, solo que se siente muy bien —dijo. Al comienzo había sido eso, pero a medida que pasaba el tiempo, había un sentimiento tan profundo en el pecho de Hyunjin que le hacía llorar cada vez que se tocaban.

—Hey, quiero intentar algo —dijo Jisung. Hyunjin lo miró con curiosidad.

—¿Qué cosa?

—¿Puedo chuparte? —el color invadió el rostro de Hyunjin. Nunca habían llegado a algo más que pajas. Sin embargo, asintió.

Jisung comenzó a repartir suaves besos por todo el torso de Hyunjin hasta bajar por si estómago hasta su cadera.

Comenzó a bajar suavemente el pantalón hasta que la erección brotó casi en su rostro. Sería una mentira decir que no había soñado con esto. Había pensado muchísimo tener el miembro en su boca.

Mordió un pedazo de piel en la cadera, chupando en el proceso, donde no podía verse. Se habían acostumbrado a hacerse chupones en lugares poco vistos.

Escuchó a Hyunjin tomar aire cuando dio una lamida en el glande, experimentando. Cuando Jisung hundió su boca completamente en el pene, Hyunjin vio estrellas.

Colocó una de sus manos en el cabello de Jisung, solo para sostener, no para empujar. Fue descuidado, como toda primera vez, pero se sentía tan bien.

Hyunjin se sentía tan bien cuando las manos de Jisung lo tocaban, veía estrellas, le entraban ganas de llorar de placer.

Jisung rozó un poco sus dientes logrando sacar un quejido de Hyunjin. Luego, tomó solo la cabeza del pene entre sus labios chupando.

Hyunjin no podía creer lo mágica que era la boca del otro chico que incluso sus besos ya lograban hacerlo temblar.

No podía creer que sin experiencia esto se estuviera sintiendo tan bien.

La cabeza se movía aumentando la velocidad y Hyunjin comenzó a gemir aún más alto, sus piernas temblando y su cadera intentando moverse con ganas de enterrar aún más su miembro en aquella boca caliente.

—¡Ah! ¡Ah! ¡Jisung! —gimió Hyunjin—. Ya voy a... —soltó un quejido cuando Jisung lo liberó. Le había avisado con la intención que se apartara, pero aún así no evitaba que el lloriqueo saliera de su boca cuando no hubo fricción.

Entonces la mano del chico lo envolvió y lo masturbó a velocidad. Hyunjin volvió a gemir, buscando liberarse.

Fue cuando Jisung se levantó un poco y envolvió su mano libre en torno a su cuello. Hyunjin llegó duro y fuerte, salpicando en su estómago y en la mano de Jisung.

Sus respiración estaba agitada, tratando de volver al presente en dónde Jisung respiraba sobre su cuello apoyado en él.

—Dame espacio, para limpiar tu mano —murmuró Hyunjin. Jisung asintió y se sentó entre las piernas de Hyunjin mientras éste buscaba pañuelos que tenía cerca a su almohada. Limpió la mano de Jisung y se metió en sus pantalones. Se dio cuenta que todavía él estaba duro. Gateó hacia la orilla de su cama y lanzó el pañuelo sucio hacía la caneca que estaba abajo, luego se dirigió a Jisung—. Acomodate, voy a...

Se quedó mudo cuando escuchó la cortina de la cama de abajo correrse.

¿Qué?

Minho, el cual tenía una mezcla de sueño y furia marcada en su rostro, les miró.

—La próxima vez que follen, avisenme y me salgo de la habitación o me pongo a tiempo los audífonos.

Y salió de la habitación. Hyunjin tembló.

¿Minho no le había dicho que iba a enseñarle a unos aprendices que le habían pedido su ayuda? ¿En qué momento regresó a casa antes que ellos?

—Maldita sea —dijeron al unísono y bajaron de la litera corriendo hacia la cocina donde Minho estaba buscando algo que beber en el refrigerador.

—Hyung... —comenzó Hyunjin, pero Minho lo detuvo.

—No me interesa, están muy grandesitos. Solo quiero saber si ustedes están conscientes de lo que están haciendo.

Hyunjin tembló. Sabía que no todos en el grupo aceptarían... su condición.

—Yo...

—Nosotros...

—Andar con un compañero de trabajo requiere una responsabilidad extra —dijo Minho mirándolos y Hyunjin sintió que algo bajó por su garganta. Minho no estaba molesto por él... o por Jisung— ¿Chan lo sabe? —ellos negaron con la cabeza— ¿Se lo van a decir? —se miraron. Hyunjin podía captar el miedo en los ojos de Jisung.

Volvieron a negarse.

—Tienen que decirle.

—¡No! —exclamó Jisung—. No lo entendería —Minho les brindó una sonrisa llena de cariño a los chicos. A su manera, Minho se comportaba perfectamente como lo que era, un mayor.

—Chicos... Chan es quien tiene la mente más abierta de nosotros, pero es el líder. No va a poner molestia cuando le digan que salen.

Jisung se puso nervioso.

¿Salir?

—No estamos saliendo —dijo Jisung con una risilla nerviosa. Hyunjin sintió que su corazón se iba al fondo de un pozo de agua helada. Miró al más bajo.

—¿No lo estamos?

—¿No lo están? —preguntó Minho.

Hyunjin sintió furia. Tanto tiempo, todos estos meses aceptando lo que sentía por Jisung, creyendo que él veía lo mismo que él en sus ojos.

Creyendo que esos besos significaban algo...

—Hyunjin... —no escuchó más. Se fue pisando fuerte hacia la habitación. Minho negó con la cabeza.

—Sin mí estarían perdidos —dijo—. Siempre tan dramático nuestro Hyunjinnie —luego le lanzó una mirada molesta a Jisung que aún veía con tristeza a dónde Hyunjin se había ido—. Ve a hablar con él. Les falta una enorme comunicación.

Jisung asintió y se dirigió a la habitación.

.

Hyunjin estaba de espaldas a la puerta. Jisung se sintió completamente nervioso al estar frente a la espalda de Hyunjin. Espalda que sus manos habían recorrido muchas veces durante los más apasionados besos.

Besos que no significaban nada ¿verdad?

Besos que inundaban un pecho de calor y hacía que algo revoloteara en él, pero no significaba nada ¿verdad?

Tampoco el sentir que cubría su cuerpo cuando tenía a Hyunjin cerca, a su lado. El calor que lo recorría cuando pasaba sus dedos por su pelo, ahora castaño. O que se quedaba a menudo viendo sus labios, tan suaves y rosados, con ganas de simplemente besarlos.

Recordó sus tiempos de aprendiz, cuando no dejaba de mirar a Hyunjin y descubrió que también le gustaban los chicos. Recordó cuánto lo odio, porque que le gustara los chicos no era normal, no estaba bien. Recordó haber llorado la primera vez que tuvo un sueño húmedo con Hyunjin luego de su momento en la sala de prácticas. Lo mucho que se sintió frustrado por sentir deseo sexual por un chico.

Recordó... cuando comenzó a amistarse más con Hyunjin y se acercó más a los encantos del chico. El cómo arrugaba su nariz o como sus ojos se hacían media luna cuando sonreía. Recordó lo bien que se sentía tenerlo en sus brazos mientras hablaban o simplemente dormían.

Jisung se sintió un poco agitado. Había creído todo este tiempo que su atracción hacia Hyunjin era netamente sexual, pero ahora captando todo, se daba cuenta que había algo más.

Subió las escaleras de la cama de Hyunjin y aclaró su garganta.

—Hyun...

—Vete —fue interrumpido.

—Hyunjin, hablemos.

—Lárgate, Jisung. Quedé como un imbécil creyendo que estábamos saliendo y solo era algo para quitar el estrés —Jisung suspiró, se subió a la cama sentándose en la orilla acariciando el muslo de Hyunjin.

—Al principio era así, algo como... para quitar el estrés, ya sabes, dos amigos ayudándose mutuamente... —Escuchó el gruñido provenir desde la garganta de Hyunjin—. No malinterpretes... Es que... eres sexy, muy sexy —pudo escuchar una risita tratando de ser contenida—. Y créeme hay mucha atracción ahí. Desde un comienzo, cuando lo hicimos por primera vez. Es que... creí que era solo eso pero... —suspiró. Sintió que Hyunjin se movía y se colocaba bocarriba. Jisung quedó perdido en sus ojos. Dios, Hyunjin en verdad tenía los ojos más bonitos que alguna vez hubiera visto—. Creo que sí siento algo más... es que... había estado tan confundido, y... y ya sabes, se supone que no deberían gustarme los chicos. Y fue muy confuso. Pero... me haces sentir bien. Me descubro varias veces queriendo besarte, tomar tu mano o simplemente estar a tu lado. Hay un calor en mi pecho el simplemente estar cerca de ti.

Hyunjin sonrió. Tomó la camiseta de Jisung y lo jaló. Sus rostros quedaron a la par, sus narices rozándose.

—¿Lo dices enserio? ¿No por compromiso?

—Lo juro —Hyunjin volvió a sonreír y juntaron sus labios en un suave beso. Beso que comenzó a inundarse aún más de calor cuando Jisung se acomodó bien entre las piernas de Hyunjin y metió sus manos debajo de la camisa mientras las manos de Hyunjin se enredaban en su pelo.

El sonido de la puerta y el grito de Seungmin los sacó de su momento.

—¡Por Dios! —gimió Seungmin volviendo hacia la puerta— ¡Pongan un calcetín en la puerta, algo! Ya es suficiente verlos suspirando el uno por el otro, no tengo que presenciar verlos comerse la cara —y volvió a salir de la habitación. Los dos chicos rieron y Jisung sintió una corriente recorriendo su columna cuando sintió la caricia de Hyunjin en su mejilla.

—Entonces —dijo Jisung— Ahora sí estamos saliendo —Hyunjin soltó una risita. Una risita que Jisung mantenía siempre en su memoria.

—Sí. Ahora cállate y bésame —sus narices rozaron en un dulce beso esquimal.

—Por supuesto—murmuró Jisung volviendo a unir sus labios. Si otro de los miembros entraron, no les importó.

Ellos estaban en su propio mundo.

.

Nota: debo admitir que no estoy muy feliz con el final, pero no sabía cómo acabarlo. Además que esto simplemente iba a ser algo sexoso, pero mi alma hyunsung no podía escribirles a ellos solo eso. Los amo demasiado, necesitaba hacerlos todos cutes y bellos.

Espero que les haya gustado.

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