6 : Tengo hambre
¿Cómo podía haber cambiado mi vida tanto en tan solo una semana?
Yo era una chica normal y corriente que pasaba desapercibido y se lo pasaba bien con sus amigas, una chica amable y obediente que lo primero que hacia al llegar a su casa era la tarea que le había mandado, nunca me metía en problemas y era respetuosa con todos.
No sabía que había hecho mal, o qué clase de karma me estaba castigando para encontrarme en la desagradable y espeluznante situación que estaba viviendo ahora.
Me encontraba en el inmenso salón de los Jeon, con una bayeta en mi mano, limpiando todos los muebles que encontraba a mi paso.
¿Lo espeluznante? Un adolescente más salido que una esquina, sentado en el sofá, observándome. Podía notar su intensa mirada penetrándome, poniéndome nerviosa hasta tal punto que mis manos temblaban.
Terminé con el mueble, por lo que ahora tendría que limpiar la mesa baja que se encontraba delante de él.
Tragué saliva y me acerqué, debido a que la mesa era un poco baja tenía que inclinarme hacia delante un poco para poder limpiarla mejor.
El siguiente suceso me heló la sangre, Jungkook, quién seguía mirándome con la misma intensidad de antes, se había llevado la mano a su entrepierna, donde masajeó un poco, cerrando los ojos y echando su cabeza hacia atrás.
Yo entré en pánico ¿Se estaba tocando? No quería ni pensarlo. Cuando decidí jugar a este juego nunca pensé que sería así, esto sobrepasaba mis límites.
Me puse nerviosa, y como siempre opté por huir, pero como la última vez, fue en vano.
Jungkook agarró fuerte mi muñeca y volvió a mirarme.
— ¿Dónde te crees que vas? —preguntó con la voz grave haciéndome estremecer.
— Yo... —venga Joy piensa en algo coherente—. Iba a traerte algo de comer, como dijiste que querías que te sirviera algo de comida.
Se levantó del sofá, y se colocó detrás de mi. Soltó mi muñeca para agarrar mis caderas en su lugar.
— Tengo hambre —habló tan cerca de mi, que podía notar su aliento chocar con mi nuca—, pero cuando te dije que quería que me sirvieras algo de comer, no me refería a comida.
No había entendido absolutamente nada ¿Tenía hambre pero no quería que le sirviera comida? Para que después digan que a las mujeres no hay quien las entiendan.
— No te entiendo —hablé confundida y temerosa de la respuesta.
Río un poco ante mi respuesta, y me jaló de manera brusca hacia él, clavando un bulto en mi espalda baja.
Nunca había notado algo así en mi vida, pero sabía muy bien lo que era y notarlo me hizo ponerme mucho más nerviosa de lo que estaba, incluso si eso era todavía posible.
— Que seas tan inocente e inexperta me pone aún más —pronunció dejando un par de besos húmedos en mi nuca.
Tenía que irme de esa habitación ahora mismo.
— Te traeré algo de comer —volví a repetir mi escusa de antes.
Traté de separarme de él pero me fue prácticamente imposible, el tenía mucha más fuerza que yo. Lo único que conseguí con mi intento de huida fue que Jungkook se pegará aún más a mi, haciéndome notar su duro pecho pegado a mi espalda.
— No, no lo has entendido —dijo moviendo sus mano en mis caderas, acariciándolas.
Eso me confundió mucho, no el hecho de que me acariciara, sino que no me desagradaba del todo su tacto.
— Lo único que quiero comer ahora es a ti —susurró en mi oído, para después morder suavemente el lóbulo de mi oreja.
Yo cerré los ojos y suspiré, dios mío no me podía creer que esto no me estuviese dando asco. Era una sensación extraña, quería que parara y se alejara de mi, pero mi cuerpo no me escuchaba, sino que se quedaba parado disfrutando de lo que Jungkook hacía.
Utilizando la poca cordura que aún conservaba hablé.
— Esto no está bien, tu madre podía llegar en cualquier momento, además Iseul está en casa, si nos ve así podría malinterpretar la situación —pronuncié atropelladamente, intentando respirar con normalidad.
Y por primera vez desde que trabajaba en esta casa mis plegarias fueron escuchadas, se escuchaba el ruido de los tacones por el pasillo y a mujeres hablando, seguramente sería la madre de Jungkook y unas amigas.
Jungkook maldijo por lo bajo y se separó de mí a regañadientes.
Ni siquiera se despidió de mi, simplemente se marchó por el mismo pasillo por el que se oía su madre.
La señora Jeon entro en el salón, cómo había supuesto, acompañada de unas amigas.
— ¿Joy qué haces aquí? Son las 6:30, tu turno acaba las 6:00.
Por culpa del estúpido de Jungkook se me había pasado la hora.
— No me había dado cuenta, enseguida me marcho —contesté agachando mi cabeza intentando disimular el sonrojo de mi rostro por lo sucedido minutos atrás.
Me marché de la casa de los Jeon, con mi ropa puesta y sin ropa interior.
Cogí el autobús como todos los días y me fui a mi casa, al llegar me encontré con mi madre.
— ¿Dónde estabas? —preguntó al verme llegar.
Ella trabajaba por las tardes al igual que mi padre, así que no tenía problemas a la hora de ir y venir a la casa de los Jeon, ya que ellos nunca estaban como para darse cuenta.
— Fui a la librería, ayer salió un libro de poesía que me gusta y quería ver si estaba para comprarlo, pero no ha habido suerte —hablé un poco desilusionada.
Parecía una experta mintiendo, pero no era así, realmente no sabía mentir, por lo que utilizaba medias verdades, es decir, esa tarde había ido a la librería en busca de ese libro, fui antes de ir a la casa de los Jeon, por lo que técnicamente no le estaba mintiendo.
— ¿Cómo se llama el libro?
— Aquí dentro siempre llueve.
— Si lo veo te lo compro —dijo mi madre con una sonrisa.
— ¿Enserio?! Gracias —contesté emocionada acercándome a ella para darle un beso en la mejilla.
La tarde pasó rápida, y ya me encontraba en mi cama con los ojos cerrados e intentando dormir, pero mi intento se vio interrumpido por la vibración de mi teléfono, tenía un nuevo mensaje, al desbloquear mi teléfono y ver de quién se trataba casi hace que me caiga de la cama, Jungkook me había enviado un mensaje.
¿Qué se suponía que tendría que decirme Jungkook a las 1:00 de la mañana que no podía decírmelo mañana?
Tenía miedo y curiosidad de saber que decía el mensaje, batalla en la cual la curiosidad salió victoriosa.
Abrí el mensaje y lo leí.
Jeon Jungkook :
Me has dejado con hambre.
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Gracias por leer💜💜💜
Pd: cuando escribí esto con 17 años no sabía qué era el dark romance, ahora que sé lo que es y siendo amante de ese género, me quedo loca con que mi pequeña yo haya escrito esto. Algún día volveré a escribir un dark romance, un poco más oscuro cabe destacar. Que puedo decir, los personajes literarios psicópatas, acosadores y enfermos mentales son mi debilidad.
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