Espero hasta una noche que finjo dormir temprano y me escabullo por la cabaña para escuchar lo que platican rezando para que mis dudas se aclaren, me escondo en una esquina oscura detrás de un mueble de la sala, se que siempre se sientan a tomar té y platicar por la noche y aunque usualmente yo los acompaño, esta vez no es así, me quedo en mi pequeño rincón escuchando hasta que algo llama mi atención.
-Le dirás algún día sobre nuestro padre ¿cierto?- dice Stefan inquisitivamente.
-No tengo pensado hacerlo, ¿que pasará si le digo? Va a enfurecer, nos odiará... me odiará a mi, esa noche no sabía lo que pasaba, no pude hacer nada aunque estaba allí y mira la cicatriz que tiene, no habría de tenerla si yo hubiese podido detener a nuestro padre Stefan, lo vi asesinar a su familia, lo vi intentar comérsela a ella y escape en vez de ayudarla - Stein se cubre la cara con las manos ahogando un sollozo.
-Pero tiene derecho a saberlo, ha pasado todos estos años buscando al lobo que la lastimó.
-Pero si le digo la perderé... Stefan se que eres muy inteligente aún con tu edad y sabes lo que siento por ella, si Silver se va, si me odia... ¿que haré sin ella?.
Me cubro la cara con las manos, estoy en shock y me levanto sin pensar haciendo más ruido del que pretendía, ambos voltean a verme asustados, a ambos parece habérseles ido el color de la cara y me intentan dar explicaciones sin resultado, antes de que me detengan tomo mis cosas y salgo de la cabaña con los ojos llenos de lagrimas no sé si más de dolor o de rabia.