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Capítulo 1 - Conociendo Gente

Storm, Wendy, y Cooper, salieron a la ciudad a pasar el rato, no era un sitio muy refinado, ciertamente, pero tenía todo lo qué cualquier viajero pudiera pedir, mercados, posadas, lugares de entretenimiento, indicaciones, todo lo básico, y en este mismo lugar, fue qué el trío de amigos se encontraba, más precisamente, estaban cerca de la herrería de Gold, un sujeto qué ya los conocía, pues a menudo pasaban por su tienda, al verles, les recibió, estaba quitando el polvo de unos muebles, usando un trapo.

-¡Muchachos! ¿Les puedo ayudar en algo?

Storm dejó la bolsa sobre la mesa, aún tenía componentes, pues Cooper no los había vendido todos.

-¿Puede hacer algún arma con esto, señor Gold?

-Hmmm... veamos... -abrió el saco y desparramó las piezas por encima de su mostrador- Tienes una carcaza de bronce aquí, algunas tuercas, y... Sin dudas lo más interesante, ¡una pata de sharp byte en buen estado!

-Tuve suerte de qué Cooper no la vendiera, ¿eh?

El chico de cabello naranja miró hacia otro lado, cómo si supiera el error qué casi comete.

-Sí, sí..

Gold, el mercader, la tomó para examinar de cerca.

-Puedo hacerte un arma con todo esto, ¿de qué tipo quieres?

-Una espada, no muy grande.

-¿Una mano, eh? Bien, la tendré lista en un rato, date una vuelta por ahí, por mientras -miró a Cooper y Wendy- ¿Ustedes van a querer algo?

Cooper negó.

-Nah, mi lanza todavía funciona, le instalé un contador de daño, ¿sabes? Así puedo ver cuánto le falta para qué se rompa, y tiene... a ver... eran... ¿veinticinco? Sí... más o menos...

Wendy se cruzó de brazos.

-Si yo fuera una expedicionaria, me gustaría llevar de esas -señaló unas armas colgadas en la pared-

Gold se giró para verlas.

-Ah, pistolas iónicas, quizá no hagan tanto daño cómo una espada, pero puedes destruir sharpers y animales pequeños sin ningún problema, te puedo vender un par, aunque no salgas a explorar.

-No, no se preocupe, quizá en otro momento.

-Muy bien entonces, me pondré manos a la obra con tu pedido, Storm, pásate por aquí en... media hora, aproximadamente.

-¡Aquí estaré!

Así, los tres chicos salieron del local, y caminaron por la avenida, el día de hoy estaba relativamente transitada, y aun faltaba bastante para anochecer, allí, Wendy soltó una pregunta.

-Oye Cooper.

-¿Sí?

-¿Qué hiciste con las partes? ¿A dónde te llevó papá?

-Las vendimos por un buen precio.

-¿Cuánto?

-Diez mil monedas.

Tanto Storm cómo Wendy se impactaron, es más, no comprendían por qué se había guardado la noticia.

-¿¡Diez mil?! ¿¡Y por qué no dijiste nada?! ¡Eso es mucho dinero!

-Bueno, verás... Cómo el señor Grunger es nuestro líder expedicionario, se llevó una parte.

Wendy se palmeó la frente.

-¿Cuánto dinero tiene mi padre?

-Nueve mil quinientas monedas.

-O sea, qué tienes apenas quinientas tú.

Cooper sonrió, para no expresar qué seguramente le habían estafado.

-Bueno, las matemáticas son lo tuyo.

- ...

Storm los frenó.

-Ya, ya, no pasa nada, es bastante cantidad, podemos... eh...

Wendy le miró.

-Muy bien, ¿qué podemos comprar con esto?

-Eh... ¿Alguna bebida en la tienda? Debe de haber un descuento para los tres, siempre hay...

-Al diablo, la tomaré, ¿Cooper?

El chico pelinaranja se encogió de hombros.

-Yo iba a tener qué pagarlo, no sería justo irme sin mi parte.

Storm levantó su pulgar, y se puso en medio de ambos.

-¡Andando pues! Cooper invita.

-Sí, ya lo habías dejado claro...

Así, tras pasarse por ese vendedor, y comprarse una malteada frutal, los compañeros se la tomaron de regreso a la armería, allí, Gold, el anciano mercader, ya los estaba esperando, o al menos a Storm.

-¿Señor Gold?

-¿Cómo les fue muchachos? Yo los veo a ustedes muy bien.

-Sí, de hecho... ¿Has estado trabajando duro, eh?

El anciano dejó sobre el mostrador una espada hecha con la garra del sharper, acoplada a un mango de hierro.

-Si la usas bien, te durará cómo treinta golpes.

Storm la recogió, y la sintió muy liviana, le gustaba la consistencia.

-¡Es genial! ¡gracias señor Gold! ¿Cuánto le debo?

-No es nada, chico, con las piezas qué sobraron es más qué suficiente.

-Bien.

Cuándo estaban saliendo del local, fueron interceptados por el ayudante de Gold, un joven de más o menos su edad, parecía cansado.

-¡Storm, Cooper! El señor Grunger los estaba buscando.

Cooper y Storm se miraron, para luego asentir, el chico de cabello morado respondió.

-Debe de haber surgido un contrato, ¡no lo hagamos esperar!

Así, el grupo regresó a la casa de Wendy, una vez dentro, encontraron tanto a Grunger, cómo a otros dos invitados, dos chicos de cabello rubio, qué parecían llevar armaduras sofisticadas, uno alegre, y otro muy serio, este último, estaba recostado a una pared, de brazos cruzados, en el suelo, había una gran caja, Grunger los presentó, entonces.

-Chicos, ellos son -señaló al alegre, de pelo corto- Rain, y -señaló al amargado- Acid, han venido desde lejos, muy lejos, con un contrato para nuestra organización.

Cooper mostró cierto interés.

-¿Un contrato?

Grunger asintió.

-Ajá, ¿ven esta caja de aquí? Está cerrada, y miren qué intentamos abrirla, no hemos podido, pero, yo conozco a dos mecánicos de talento sin igual, me refiero a ustedes, no... no lo piensen demasiado.

Storm captó algo tarde.

-Ah...

Cooper le siguió.

-Uh...

El chico de cabello morado y ojos rojos, dio un paso antes de decir lo siguiente.

-¿Puedo echarle un vistazo?

Rain levantó su pulgar, mientras Acid no dijo palabra alguna.

-¡Adelante! ¿Puedes abrirla?

Storm se acercó, llamó a Cooper, y entre los dos comenzaron a pasarse herramientas.

-Hmmm... Es una aleación de cobalto reforzada, quién quiera qué haya cerrado esto... No quería qué se abriera... -Cooper le pasó un cortador de fuego- pero... sí aplicamos calor en zonas designadas, podemos... -tras quemar ciertas partes de la caja, una parte cayó, y de ella, lo qué yacía en su interior, se reveló, Rain lo puso fuera, era el cuerpo destruido de un robot.

(TR-N0)

Storm retrocedió algo asustado.

-¿¡Eso es un sharper?!

Acid dio un paso al frente, y por poco le grita.

-¡Atrás! Esto... esto no es un sharper... Este es...

Rain le miró.

-¿Lo conoces, hermano?

Acid asintió.

-Sí, es TR-N0, él... -pronto notó qué era el foco de todas las miradas- Él... él era un... expedicionario de nuestra aldea... Hace tiempo, desapareció en una, nunca supimos dónde había terminado, hasta ahora... Parece qué aún tiene energía.

Rain revisaba las partes del robot.

-Si, pero... está hecho trizas... De poco va a servir en este estado... -pensó en algo, y luego corrió hacia Storm, y lo tomó de las manos- ¡Ah! ¿Ustedes pueden arreglarlo?

Storm miró por encima de Rain, a los restos del robot, en cierto modo, le dio lastima verle así, en ese estado.

-Sí... con los materiales necesarios, y... una descarga controlada, podríamos reactivarlo.

Acid se cruzó de brazos otra vez.

-¿Tienen lo necesario?

Cooper se acercó al cuerpo, y vio sus materiales.

-Está hecho de fibra de carbono... Tenemos de eso en la bodega, pero en cuánto a la descarga...

Rain se calmó un poco.

-¿Hay algún problema?

-Necesitará una fuerte... Una muy fuerte, quizá... Un trueno.

-Trueno...

-¿Qué?

Rain sonrió con inocencia.

-¿No le queda ese nombre? Creo qué... -agachó la cabeza- Todos... incluso él... merece uno...

Grunger lanzó un destornillador al aire.

-El rubio este tiene razón, combina con él, miren su casco, parece... eso mismo, un trueno, con los colores y así.

Wendy se sentó en la mesa, cerca de la caja, Acid la observó por un momento, para luego apartar la mirada.

-Ya, pero... ¿De dónde vamos a sacar la energía de un trueno?

Cooper se puso de pie.

-De un trueno, por supuesto.

-¿Qué?

El chico anaranjado se tronó los dedos de las manos.

-Tengo una idea, señor Grunger, ¿me da permiso de colocar un pararrayos en el techo?

-¿Se puede saber qué rayos...? Nunca mejor dicho... ¿Vas a hacer?

-Según el pronóstico, esta noche va a llover, podemos empezar las reparaciones del cuerpo de nuestro amigo, y si lo conectamos al pararrayos, recibirá la descarga qué necesita.

-Hmmm... Bueno, pero si te caes, no me haré responsable, ve a colocarlo -le entregó una gran vara de metal-

Cooper se arrepintió al instante de su idea.

-¿Y cómo voy a llevar eso hasta allá?

Acid lo apartó y recogió la vara.

-Bah, hazte a un lado...

El sujeto de cabello largo y rubio, salió al exterior, arrojó la vara con una fuerza tremenda, y luego él, de un salto, escaló la pared, y siguiendo las indicaciones, colocó el dispositivo en el techo, para luego bajar, también con un salto, dejando a todos impresionados, Cooper, tras sacudirse los cabellos, conectó un cable qué venía de la vara, a la espalda de Trueno, y, junto con la ayuda de Storm, comenzaron a recomponer las partes faltantes...
Fue así, qué pasaron varias horas, los dos chicos habían puesto una cortina para tapar las chispas de la máquina soldadora, Wendy, se había quedado cerca, pero se tardaron tanto qué se durmió sobre la mesa, Acid, la despertó al ver qué estaba babeando.

-Oye, tú, despierta.

-Ah... ¿Uh? -aún no terminaba de abrir los ojos, por lo qué confundió a Acid con otra persona- ¿Storm?

-¿Qué? No...

Esas palabras la despertaron del todo.

-Ah, perdona... No me di cuenta, yo...

Cooper retiró la cortina, y presentó un nuevo y reluciente cuerpo para trueno.

-Damas, caballeros, permitan qué les presente, al gran -Storm lo señaló- Al majestuoso -Cooper lo señaló  del otro lado- ¡Al  poderoso Trueno Mark II! -Ambos lo señalaron-

Rain sugirió otro nombre.

-Dile Trueno, y ya está, el anterior era TR-N0, ¿verdad? No te compliques tanto...

-Ah, bueno...

Acid parecía impaciente.

-¿Y lo demás?

Cooper señaló hacia el techo, el sonido de gotas cayendo era el indicador, pronto, vendría la tormenta.

-Verificamos qué el cable trasero esté acoplado, perfecto...

Un relámpago lejano hizo temblar las ventanas, en cualquier momento, llegaría uno al sitio.

-Todos, para atrás, cuándo caiga uno de estos, podrían lastimarse si están cerca...

Storm y Cooper parecían muy seguros de lo qué estaban haciendo, pero para Wendy esto era peligrosísimo, aunque, no les dijo nada al respecto, el cable de Trueno comenzó a ponerse amarillo, y a soltar chispas, poco después un estruendoso relámpago cayó sobre el techo de la casa, y el robot, poco a poco encendió las luces de su casco, las cuales pasaron a ser azules, y subió la cabeza, Cooper por poco y grita.

-¡Está vivooooooo! ¡Levántate, oh todopoderoso y tecnológico Trueno!

- ...

Rain le habló.

-¿Trueno? ¿Puedes oírme?

El robot le miró un instante, para luego pegar un salto y señalarle.

-¿¡Pero qué cojones me estás contando tío?! ¡Flipo con esta situación, joder! ¿Quién ha sido el gilipollas qué me ha despertado con tanta brusquedad? ¡Qué le meto una paliza criminal! ¡No mola!

Todos quedaron en shock al ver sus expresiones y ese "acento" qué estaba usando, Acid suspiró.

-Él no se comportaba así, algo salió mal...

Storm corrió, desconectó el cable, y Trueno se volvió a apagar.

-Okey okey okey -ajustó unos componentes y lo volvió a conectar- Probemos otra vez... ¡Todos atrás!

Al poco tiempo, otro relámpago cayó, y Trueno se volvió a encender, esta vez, parecía estar más "calmado
Rain lo nombró una vez más, pero ahora con cierto... miedo de recibir una lluvia de insultos.

-¿Trueno...?

- ...

-¿Puedes...? ¿Oírme?

-Unidades Wolf-Droid detectadas, dos sujetos, ¿dónde me encuentro? Tenía una misión qué entregar.

Acid se llevó las manos a la cintura.

-Ese sí, es el qué yo conozco, ¿Trueno...? Has sido reactivado, ¿pudiste cumplir con el encargo?

-¿Estás al mando? 

-Algo así.

-Encontré las coordenadas, pero recibí daños graves al momento de ir al sitio, fui incapaz de llegar.

Acid entrecerró sus ojos, quizá sabiendo algo más qué el resto no.

-Ya veo...

Storm, quién no pudo evitar escuchar (cómo el resto) se animó a preguntar qué estaba sucediendo.

-¿Coordenadas? ¿Qué buscabas, exactamente?

- ...

Trueno no respondió, pese a haber oído, Acid le dio el permiso para hacerlo.

-Díselo, están con nosotros.

Entonces, el robot desplegó un holograma, desde su mano, mostrándoles un mapa, un punto amarillo indicaba la posición de todos ellos, y lo qué él estaba buscando, se encontraba lejos, en el océano.

Storm se acercó a echar un vistazo más de cerca, Trueno le mostró.

-Tenía la tarea de encontrar dos artefactos sumergidos, de una época anterior a la nuestra, pero, la zona en dónde deberían estar, es demasiado peligrosa, inclusive una unidad de combate cómo yo es incapaz de llegar allí.

-¿Y piensas volver?

-Afirmativo.

-¡Pero ya lo dijiste! No pudiste... Si vuelves... Sólo...

Rain levantó su puño al aire, y luego miró a Acid.

-¡Esta vez será diferente! ¡Nosotros iremos con él!

Acid se cruzó de brazos, y tras un instante, les dirigió la mirada.

- De hecho, queríamos contratar también a un grupo de expedicionarios -miró a Storm, Cooper, y al gerente, Grunger- Ustedes, para ser más específicos.

El robusto, el padre de Wendy, al ver una oportunidad de negocio, le escuchó.

-¿Ah, sí? ¿Qué tienen en mente?

-El mapa indica qué la zona dónde están los artefactos queda más o menos por este terreno, ustedes son el grupo con mayor rango, ¿no es así?

-Correcto.

-Si nos guían hacia allá, y nos ayudan a recuperarlos, les pagaremos, ¿hay trato?

-Sería un viaje largo, y lleno de peligros... Hmmm... Tendría qué poner en riesgo a mis chicos... 

-Tomaré eso cómo un "no".

-Al contrario, aceptamos.

- ...

Grunger revisó el mapa, para confirmar sus datos.

-Sí, parece estar cerca de los acantilados de Saycloon, el clima es un asco, pero podremos manejarnos, tengo el deslizador de tierra juntando polvo, ansiaba poder encenderlo una vez más.

Grunger se acercó a un garaje, y destapó un vehículo cubierto por varias sábanas y trapos, era bastante grande.

Wendy se llevó las manos a la cintura, quiso aprovechar para hacer una broma.

-Y yo me preguntaba por qué era qué vivíamos en un basurero, si te gastaste todo en esta cosa, papá... ¡Y ni siquiera lo usas!

-Bueno... Esa época terminó, ¡hora de encender los motores! ¡Todos a bordo!

Wendy dudó un poco al oír eso.

-¿Todos...? 

Su padre le sonrió.

-Sí, tú tambien, ¿era lo qué querías, no? ¿ir a una expedición, verdad?

-Papá...

-Me di cuenta, ¿sabes? retenerte así no era lo más sano... Tú, eres libre de elegir qué hacer con tu vida, todavía me duele lo de tu hermana, me dolerá para toda la vida, pero... Quiero hacer un cambio contigo.

La chica le abrazó, y luego subió al vehículo.

-¡Gracias!

Una vez ella subió al vehículo, notó qué Cooper y Storm estaban algo... Raros...

-¿Y ustedes qué?

Storm miró a su amigo antes de responderle.

-¿Tú acaso...?

Cooper añadió.

-¿Vendrás?

-¡Claro! Soy una miembro desde ahora.

Así, mientras platicaban, Grunger puso en marcha el gran vehículo, y se dirigieron hacia la zona marcada en el mapa holográfico, ¿qué les esperaría allí? 

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