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Cuatro

Dicen que cuando algo demasiado bueno le pasa a alguien, algo igual de malo debe suceder para que la vida mantenga un equilibrio. Quizás esas palabras tomaban el principio básico del Ying y el Yang, un equilibro que se debe tener para que todo siga su curso.

Pensó entonces que, quizás eran cuentos baratos, que simplemente no ocurrían y que uno podía manejar su vida dependiendo del esfuerzo que haga uno por sobresalir en ella y como se busque cumplir las metas que se han establecido.

Y, sinceramente si era así.

Pero, al mismo tiempo ella misma se habia descuidado, no prestándole importancia a lo que su propio cuerpo le quería decir, relegando el problema cada día más y más.

Ambas cosas aplicaban en su vida en todo caso; Le sucedían cosas increíbles, pero al estar tan enfocada en ello, se olvidó de sí misma, dejando que la situación la sobrellevara y ocurriendo lo malo.

Unos días habían pasado desde que por fin regreso a Francia, sintiéndose increíblemente orgullosa de lo que habia logrado durante su presencia en la Fashion Week de Berlín, pues habia destacado. ¡Y no era porque ella misma lo dijera! Muchos de los medios de comunicación y de los expertos en la moda lo habían dicho. E incluso habia contado con la fortuna de vender algunos diseños exclusivos a Louis Vuitton, quienes buscaban darle un nuevo estilo a la próxima colección que sacarían.

Sus diseños y su nombre serian parte de una colaboración de una de las firmas más exclusivas de moda. Las cosas habían salido de maravilla.

Esperaba que algo le saliera mal, como era usual. Pensó que quizás su laptop terminaría en llamas por alguna sobrecarga de energía, o quizás se encontraría con su ex prometido en la puerta de su departamento al regresar, pidiéndole una oportunidad más.

Y así, cientos de aspectos negativos pasaron por su mente.

Pero nunca pensó en la posibilidad de lo que acaba de escuchar.

― Marinette ¿Segura estas bien? ― La voz aterciopelada de Rose le hizo parpadear rápidamente, se encontraba confundida pues, las palabras que habían entrado en su cabeza no eran del todo comprensible.

Solo habia entendido una palabra de las muchas que habían salido de la boca de su amiga, una en la cual nunca habia pensado la posibilidad y, hasta ahora, no le habia preocupado.

Infertilidad, aquella palabra la cual, de un momento a otro la descoloco y que le hizo pensar en aquellos viejos refranes.

― Yo no entiendo, Rose ― Hizo una pausa para tomar un poco de aire, pues sentía que de repente este le faltaba ― Dijiste que todo estaba bien ¿Qué quieres decir con infertilidad? ― Preguntó levemente nerviosa, su voz titubeaba.

La rubia llevo sus manos al frente, colocándolas sobre las de su amiga que se encontraban aferradas al escritorio.

― Todo está bien, hice la biopsia porque tenía mis dudas debido a los síntomas que presentaste durante el mes pasado y anteriores, pues cuando te revise todo parecía normal ― Con una mano soltó su agarre, girando con delicadeza la pantalla de su computador ― En ocasiones, las células del revestimiento uterino crecen en otras zonas del cuerpo, provocando dolor y un sangrado abundante y entre periodos ― En la pantalla se mostraban los resultados, e incluso una imagen que no lograba comprender del todo ― Esta condición es llamada endometriosis, Marinette, y no es ser infértil en sí, pero si genera bastantes problemas para quedar embarazada ― Concluyó, afianzando el agarre que tenía sobre la mano de ella.

Marinette asintió, respirando pesadamente.

Sabía que quizás algo podía andar mal en ella, durante meses habia experimentado aquellos síntomas y no le habia tomado la mayor importancia, pensó que quizás solo se trataba de un simple descontrol hormonal por estrés, pues habia pasado por muchas tensiones a lo largo de aquel periodo.

Desde su ruptura y fin de su compromiso, hasta el mucho trabajo en el que se veía atareada en lo que respectaba sobre la Fashion Week y todos los arreglos que habia tenido que hacer durante meses antes de que se acercara la fecha.

Accedió al chequeo por insistencia de Rose, al igual que de Adrien, en aquella reunión que habían tenido en el hogar de Alya, decidiendo que de cierta manera era lo mejor aunque en su momento lo considero una pérdida de tiempo, después de todo gracias a su retraso por poco pierde su lugar en aquel importante evento.

No pensó en su momento que fuese grave.

Pero, ahora, a más de un mes después de que la biopsia habia sido realizada, unos minutos después de que Rose le leyera los resultados, entendía lo irresponsable que habia sido el descuidar su salud por cosas sin importancia a comparación de aquello.

― ¿Son las únicas complicaciones entonces? ― Preguntó, llevando ambas manos hasta su frente para poder mantener la calma ― En un futuro, el día que decida tener hijos solo será un poco más complicado ¿Verdad? Me refiero, intentar más veces ― Se explicó, acomodando su fleco en una señal de nerviosismo.

Rose suspiró mientras dirigía su mirada hacia el techo, sin saber cómo expresarse correctamente.

De inmediato Marinette vio aquello como una mala señal.

― ¿Rose? ― Insistió.

La rubia paso su pequeña mano por su rostro, mostrándose levemente afectada por lo que debía decirle a su amiga.

Sabía que su vida en esos instantes era complicada a su manera. Habia terminado su compromiso debido a una decepción amorosa, además de que sabía que en sus planes no estaba el tener una pareja pronto, después de todo aquel asunto era reciente.

¿Cómo decirle aquello entonces?

― Marinette, la cosa es que con la condición que presentas, bueno, cada año que pasa las probabilidades son más bajas para la concepción ― Para Rose, su trabajo le permitía general emociones nuevas y embriagantes a las personas. Ella se llenaba de felicidad cuando las mujeres embarazadas venían a su chequeo mensual con ella, e incluso cuando daba las noticias sobre el sexo de un bebé.

Pero también habia momentos donde debía dar malas noticias.

Nunca espero decirle una a alguien allegada a ella. Tampoco espero que las palabras salieran con facilidad de su boca, pues no lo hacían.

Era una de las cosas más difíciles que habia dicho, sin duda.

Y la expresión que Marinette tenía en el rostro se lo confirmaba.

Marinette estaba asustada.

Y, supo al ver sus ojos humedecerse que era un golpe duro para ella, pues podía recordar que desde que estaba en el instituto ya tenía planes. Ella quería tener tres hijos. Y al ver su semblante, supo que aquel sueño podía seguir en su mente.

No espero mucho tiempo más y se levantó de su silla, caminando a paso apresurado hasta donde ella se encontraba, abrazándola.

Su amiga se estremeció entre sus brazos, y ella intento ser su soporte en aquel momento particularmente difícil.

Si Marinette deseaba tener un hijo, debía hacerlo lo más pronto posible, o sus probabilidades de concebir se irían reduciendo de manera drástica. El problema radicaba en que, no tenía manera de llevar eso acabo, no al menos de la manera convencional.

Se quedaron en silencio durante unos minutos. Rose esperaba que ella procesara la información, que tuviese la mente despejada para preguntar todas las dudas que tenía acerca de eso.

Y Marinette simplemente pensaba en las posibilidades y que, de cierta manera, ahora tendría que recurrir al plan de Adrien.

Plan c; Ciencia.

Si en su futuro la opción de tener un hijo era casi imposible, nada la detendría en el presente.

Ya se las arreglaría.

[...]

"El número que ha marcado no está disponible o se encuentra fuera del área de servicio. Intente más tarde."

Nuevamente el mismo mensaje irritante que habia tenido que soportar parte de la noche se encontraba ahí, sacándolo de sus casillas.

Pero más que nada, era porque se encontraba preocupado.

Comparó el sentimiento de desesperación al que habia vivido con Alya cuando el habia estado a solas con ella cuando la fuente se le habia roto¸ sin saber que hacer o que decir al respecto.

Quizás era algo exagerado compararlo con la situación que está viviendo, pues si se ponía a pensar las cosas desde un punto no negativo, quizás simplemente su batería se habia agotado.

Claro, eso pensó hasta que notó a Rose con un ánimo diferente al usual, quien parecía decaída. Además de que su cuerpo se tensaba notoriamente cuando se hacía mención a Marinette. Supo de inmediato que quizás sabía algo, o al menos se daba a la idea de lo que ocurría.

Sexto sentido, decía él.

Intuición femenina, corregía Nino.

No quería sacar conclusiones apresuradas, o pensar situaciones más negativas de lo normal, así que siendo discreto llamó a Rose hasta la cocina, intentando averiguar más sobre la situación; No obtuvo respuesta por parte de ella sobre lo que podría saber.

Lo siento Adrien, no puedo decir nada sobre el tema si ella no me lo permite ― Se apresuró a contestar, viendo por donde llevaba el camino de preguntas que el rubio comenzaba a hacerle ― Estoy preocupada por ella, no la he visto desde esta mañana y pensé que quizás estaría aquí ―.

Solo una oración podía estar en su mente en aquellos momentos; Malas noticias.

Guardó su teléfono móvil en el bolsillo de su pantalón en cuanto llego a su destino, viendo de frente a la puerta que daba entrada al departamento de su amiga.

Marinette no se perdería una reunión que habia sido preparada para ella, para saber todo lo que habia vivido en Berlín durante casi un mes.

Ella hubiese contestado él teléfono si todo se encontrara bien. Rose no se hubiese mostrado ansiosa al no verle llegar, ella sabía lo que sucedía y por ende, se encontraba involucrada.

Tocó la puerta varias veces, sintiéndose ansioso de no tener una respuesta inmediata.

Y los segundos pasaron y nada ocurría.

― Marinette ― Llamó su nombre mientras volvía a dar golpes a la puerta, insistiendo para que abriera la puerta si se encontraba ahí ― Soy Adrien, abre la puerta por favor ― No lo habia pensado mucho, a decir verdad, simplemente habia salido del lugar aclarando que verificaría si se encontraba bien o si algo habia sucedido.

Alya lo secundo, agradeciéndole el gesto, pues tampoco podía permanecer tranquila al no tener rastro de ella durante todo el día. Pero quería mantenerse un poco más positiva, pensando que quizás se habia quedado dormida, algo común en ella.

Él quiso creer que solo fuese eso.

Estuvo a punto de tocar nuevamente, e incluso gritar su nombre arriesgándose a que los vecinos de su amiga salieran a reclamar, pero si veía el lado bueno de eso último, podría preguntar si la habían visto salir. No tenía mucho que perder.

Pero antes de que lo hiciera, pudo ver como la puerta se abría con lentitud frente a él, dejando ver a Marinette.

Su cabello corto lucia levemente despeinado y sus ojos lucían levemente hinchados.

― ¿Qué haces aquí? ― Preguntó ella, confundida al verlo de pie en su puerta con una expresión de alivio.

Que pronto cambio a una que reflejaba molestia.

― No puedo creer que hayas preguntado eso ― Soltó, más para sí mismo que para ella, llevando una de sus manos hasta su frente ― ¿Cómo qué que hago aquí? ¡Estábamos preocupados! Tu teléfono manda directamente a buzón y no teníamos señales de ti en casa de Alya y Nino ― Explicó, pasando de largo a su amiga mientras de introducía a su hogar, no quería armar una escena en medio del pasillo y que después ella tuviese problemas.

Ella cerró la puerta a sus espaldas, suspirando derrotada al sentir el derroche de dramatismo de Adrien, aunque de cierto modo sintiéndose culpable por desaparecer de esa manera.

― Lo siento, la pila de mi teléfono murió y realmente olvide que era hoy ― Confesó con honestidad, encogiéndose de hombros.

Adrien no pudo evitar suspirar ante las palabras de ella, pues se sentía molesto con la tranquilidad con la que se estaba tomando las cosas.

Su rostro lucia extrañamente sereno, y eso no le gustaba.

Se sentó en uno de los sofás de la sala de estar, masajeando su sien para entender la actitud de ella, preguntándose a sí mismo si habia exagerado sus reacciones o si por el contrario ella le ocultaba algo.

Iba a agregar algo, preguntarle qué era lo que ocurría y si todo se encontraba bien para ayudarle a buscar una solución.

Pero se detuvo en el momento que varios folletos colocados sobre la mesa de centro le llamaron la atención.

Sintió la mirada de ella clavada en sus movimientos en cuanto estiro la mano para tomar uno de los tantos que se encontraban ahí, pero no dijo nada.

Él apreció el contenido, sorprendiéndose de sobremanera. Tomando unos cuantos más entre sus manos, confirmando que todos estos tenían algo en común.

"Inseminación artificial" y "Fecundación in vitro" era lo que más resaltaba de cada uno de ellos.

Levantó su mirada para chocar con la de ella, él se encontraba confundido.

― ¿Marinette? ― Le llamó, intentando buscar una respuesta a lo que tenía frente a él.

Sabía que ella deseaba ser madre en algun punto de su vida, pero ¿Por qué tan de repente? ¿Acaso tenía que ver con los resultados que habia ido a recoger esa mañana?

La vio morderse el labio, su semblante calmado seguía ahí, pero también pudo sentir rastros de duda.

― Quiero tener un bebé ― Susurró, pero él fue capaz de escucharle.

¿Qué habia ocurrido para que Marinette quisiese precipitarse de esa manera?

[...]

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No siempre las cosas salen como las deseamos, y en ocasiones hay golpes que pega la vida que, a pesar de ello, se tiene la oportunidad de encontrarle alguna solución.

Marinette recibió una mala noticia, una que no pudo comprender del todo pero Rose se encargó de explicarle las cosas, siendo su amiga puede ver el pesar de Marinette, y tengan por seguro que hará todo por ayudarla.

Adrien es alguien muy perceptivo con las personas a su alrededor, difícilmente se le puede escapar algo cuando sus amigos están preocupados, siendo uno de los puntos de inflexión con la mayoría que lo rodean. Más adelante verán algo que tuvo que vivir el en lugar de Nino por esa misma razón.

Aquí llego el punto clave, pues si bien antes todos comentaban que "Con Marinette" pues tenían la misma meta, ella no pensaba apresurar las cosas de momento; Pero con esta noticia, las cosas son diferentes, ahora si están en un mismo punto los dos.

Bien, hago la publicacion de este capitulo mientras continuo mi tarea. Ya les habia dicho que tenia graficas? Aun no termino, ole.

¡Pasen una bonita semana! Mil gracias por el apoyo. Espero que, lo "emocionante" (si, ya se lo que piensan cochinotes, ju) sea en dos o tres capitulos. El siguiente capitulo es hasta donde tengo escrito.

Mil gracias por todos sus comentarios y votos, ¡Los aprecio un buen! Y me gusta leer todos y cada uno QwQ

¡Un besote, los amo!

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