—Oh, ya llegaron. Bastante tarde o mejor dicho Buenas noches. Ya está bajando el sol.

—¡Abuela! Estuve con tío Gulf, tío Mew y mi bisabuelo Tony. Él es muy agradable. Comimos muchas cosas muy ricas, ya estaba mi estómago por reventar. ¿Verdad mamá?

—Sí hija.

—¿Ya sabes la verdad?

—¿Qué verdad?

—Hija, ve a lavarte y poner tu pijama. Ya pronto voy a decirte buenas noches, ya es muy tarde.

—Sí, mamá. Buenas noches, abuela.

—Descansa Amarí.

Mire a mi hija irse a su habitación y mire a mi mamá. No sabía por donde partir para aclarar todo esto. Me quité los zapatos y me fui al living. Ella me siguió sin decir nada.

—Dávika…

—¿Qué fue lo que hiciste hace años? ¿Cuándo me ibas a contar que Gulf era mi hermano? Lo supiste todo este tiempo.

—Sí, lo supe desde el día que lo llevaste a la casa. Gulf es la viva imagen de su padre. Creí que era una mala broma del destino.

—¿¡Qué mierda hiciste?! ¡Cuéntame ahora mismo lo que pasó hace años!

—Yo era su empleada. Veía como la señora Traipipattanapong tenía todo lo que yo quería tener en la vida. Me puse celosa y traté muchas veces de seducir al señor Kanawut, pero él siempre me rechazaba. Amaba y adoraba a su esposa e hijo.

—Claro, así debe ser siempre si tiene una familia.

—Cuando miraba a ese pequeño decía: Yo debo tener un hijo de él. Quizás así él me daría una mejor vida. Tendría una casa y una buena pensión. Ya no tendría que trabajar nunca más.

—Y lo drogaste. Fuiste un verdadero monstruo.

—Sí, lo drogué. La señora había salido con el joven Gulf a casa de sus padres. El señor Kanawut los encontraría después, ya que tenía un poco de trabajo en el despacho. Me pidió un café y fue cuando aproveche la oportunidad.

Suspiro de forma pesada y desvío la vista tratando de estar calmada ante la historia de mi mamá.

—Cuando hizo efecto la droga me empezó a llamar por el nombre de su esposa y yo aproveche para besarlo y así fuimos a su habitación. Empezamos a tener sexo, estaba en mis días fértiles e iba a ser fácil quedar embarazada.

—¡Malvada…! —le digo a mi madre limpiando mis lágrimas.

—Ya supongo que sabes que nos descubrieron en la cama. Trate de hacer que él se fuera conmigo cuando ella lo corrió, pero fue inútil, él se arrodilló por el perdón de su esposa. Ella se acercó y me abofeteó fuertemente dos veces.

—Ja, ¿y qué querías? ¿Qué te felicitará?

—Había conseguido mi objetivo, estaba embarazada. Cuando lo supe trate de ir a buscarlo, pero cuando lo vi llorar borracho solo me di cuenta de que había hecho un daño muy grande a personas buenas. Por lo que no le dije nada. Dos años lo vi así, llorar y sufrir. No solo a él, también su hijo. Sí que confesé que lo había drogado y te vio. Él no reaccionó hacia ti. Te miraba con desprecio.

—Prácticamente, nací de una violación.

—Ellos volvieron a ser una familia y yo conocí a Lewin Hoorne y te reconoció como su hija. La verdad la señora Traipipattanapong me envió un cheque con $100 millones.

—¿¡$100 millones?!

—Sí, para criarte y nada te faltará. Por qué ella entendió que tú no tenías la culpa.

—Desde que tengo uso de razón hemos sido pobres, ¿dónde está ese dinero?

—Lewis Hoorne no murió como te lo dije, era una mujer enamorada y tontamente le cedí todo a él cuando me dijo que haría inversiones y saldríamos de la pobreza. Al final él se fue del país con una prostituta.

—¡Mamá! ¿¡Cuantas mentiras más debo saber?!

—Ninguna más hija, sí que así fue como naciste y resultaste ser hermana de Gulf Kanawut.

—Me sorprende con la tranquilidad que lo dices, como si lo que hiciste fuera lo más normal del mundo.

—Lo siento, hija, pero ya no puedo devolver el tiempo y remediar mi error. Ahora si Gulf te da la oportunidad de ser su hermana, por favor no la desaproveches, él no tiene culpa de nada y tú tampoco.

—Gulf tiene un corazón enorme y me acepta muy feliz cómo su hermana y Amarí como su sobrina. Incluso me entrego un documento donde su padre me entrega una propiedad. Tony Aunque era un poco frío, luego termino por aceptarme como una nieta y a Amarí como su bisnieta.

—Me haces feliz escuchar eso, espero un día tener el valor suficiente para pedir perdón por el daño tan grande que le hice a esa familia. Y también te pido perdón a ti por ocultar todos estos años la verdad.

—Ahora no te puedo perdonar completamente, pero no te odio porque eres mi mamá, solo espero que hagas las cosas bien y no existan más secretos. Permiso. Voy a decirle buenas noches a mi hija. Buenas noches.

—Buenas noches, hija.

•Al otro lado de la ciudad.

★★Departamento Gulf ★★

—Ahora que todos ya se fueron tú y yo debemos hablar.

—Mew, no quiero hablar ahora. ¿Puede ser mañana? Han sido muchas emociones por hoy.

—¿Eres sincero con Dávika?

Aquella pregunta me retumbó en la cabeza, como si Mew me fuera a reclamar algo o como si yo fuese a cobrar venganza. Miles de escenarios trabajaron en mi cabeza. Ya sabía yo que Mew quiere a Dávika y como sea la va a proteger. Y yo pensando que quizás realmente su te amo era real. Qué iluso he sido.

—¿Por qué esa pregunta? ¿Te da miedo que ahora sabiendo que es mi hermana la acerque para dañarla?

—No, no te lo pregunté con ese sentido. Estoy seguro de que no serías capaz de algo tan bajo.

—Sí, tienes razón. No soy capaz de algo tan bajo. Si hubiera querido intentar algo tan bajo lo hubiera hecho hace meses. Desde que supe que era tu novia.

—Ahora que estamos hablando, permitiste que me estuviera engañando todos estos meses.

—¿De verdad me culpas a mí? Tú fuiste quien la vio y le gustó. No eres un niño pequeño al que yo deba cuidar sus pasos. Si te vas a casar, mínimo debes saber con quién.

—Pero tú sabías toda la verdad y dejaste que todo continuará.

—Nuestra primera regla es no meternos en la vida ajena. Era tu vida ajena y la de Dávika. Tú debías desconfiar de ella. Debiste empezar a desconfiar desde que no te dejaba ir a su casa.

—Ok, es mi culpa.

—Claro, no es la mía. Yo no me voy a disculpar por nada.

—¿Y por amarme en secreto? ¿Desde cuándo?

—No responderé a eso, también es mi vida privada. ¡Buenas noches! Mañana tenemos un vuelo que tomar, te recomiendo que vayas a dormir también. Ahora si no vas a querer viajar, me voy solo. Necesito un respiro y relajación.

—Qué fácil es huir y ocultar los sentimientos. Pero ya me dijiste que me amabas.

—Lo mismo que hiciste tú y ahora no entiendo por qué quieres hablar.

—¿Por qué no voy a querer hablar? Si claramente aquí algo está pasando. Tú me amas y yo te amo. ¿Cómo quieres que le llamemos a esto?

—¿Cómo podríamos llamarlo? Yo siempre he estado claro de mis sentimientos por ti. En cambio, tú. Estoy seguro de que aún no lo sabes. Simplemente, te dejaste llevar por el momento y dices amarme, pero estoy seguro de que solo confundes el amor de hermanos con el amor hacia una pareja.

—Estás equivocado, yo no estoy confundiendo el amor de hermano con el amor de pareja. Yo ya tengo claro mis sentimientos y estoy seguro de que mis sentimientos son los correctos, yo te amo.

—Mejor vete a dormir cuando aclares realmente tus sentimientos, hablamos porque ahora no puedes llegar y decir que me amas porque estoy seguro de que no lo sientes ¡Buenas noches!

Me di la media y me fui a mi habitación. Me dejé caer en la cama y siento que realmente han sido muchas emociones. Dávika es mi hermana. Amarí es mi sobrina. Ya perdoné a mi abuelo. Mew dice que me ama. Siento que ya puedo morir tranquilo.

Pero aún no me puedo morir, mejor me voy a dar una ducha y descansar. Mañana serán más de 3 horas de viaje en avión. Ahora la duda es ¿Irá Mew? Seguro se debió molestar con mis dichos.

Me levanté y me fui a duchar. Necesito realmente una ducha. Que el calor del agua caliente me atraviesen los poros para luego solo ir a dormir ya más relajado.

Después de unos minutos termine mi ducha y era realmente muy refrescante. Salí del baño y veo a Mew acostado.

—¿Te equivocaste de habitación? Esta es la mía.

—No me equivoque, dormiré contigo hoy. Y nada de protestas. Aquí me quedaré, ¿tienes algún problema? Lo dudo, ya hemos dormido juntos.

—Mew, muchas cosas cambiaron. Tú ahora sabes que yo te amo y no sabes el infierno que vivo cuando estás a mi lado y te veo dormir.

—¿Has sentido el deseo de besarme? ¿O has sentido el deseo de tocarme?

—Quédate en mi habitación, yo me iré a la de invitado.

—¿Por qué solo esquivas mi pregunta? Oh… Entonces simplemente estás afirmando que sí te mueres por un beso y caricias.

—Deja de ser engreído ahora que sabes la verdad.

Tenía un enorme problema en medio de mis piernas, ver a Mew sin polera sobre mi cama me hacía desear estar a horcajadas besándolo, que sus manos recorrieran cada parte de mi cuerpo.

—Ok… Ok… Me voy yo a mi habitación.

Mew se levanta de la cama y camino hacia mí. Gire en otra dirección para que no vea mi problema. Pero el muy malvado arrancó la toalla de mi cintura y me cubrí.

—¡Mew! Eso no es gracioso.

—Huy, veo que alguien tiene un problema en medio de sus piernas.

—Eres muy infantil.

Fui a mi cama y me acosté bajo las sábanas sin querer mirar a Mew. La luz es apagada y siento la puerta ser cerrada. Cuando me iba a asomar, Mew estaba parado frente mío.

—¡Mew! ¡Me asustaste!

—Córrete.

—¿... Ah?

🔞

Antes de procesar la palabra “Córrete” Mew quitó su pijama y se metió bajo las sábanas a mi lado. Podía sentir su piel desnuda cerca de la mía. Eso me hizo estremecer y traté de alejarme. Pero antes de lograr hacerlo, Mew ya me tenía sujetado.

—Mew… Esto ya no es gracioso. Sal de la cama o déjame ir.

—No lo haré, si quieres golpearme hazlo, pero ya no quiere seguir siendo un ciego. Ya me quité la venda de los ojos. Y sé que no me crees. Pero te voy a demostrar con palabras y hechos que solo te quiero para mí y que te amo más que a nada en la vida. 5 años, casi 6 años es suficiente para empezar a formar nuestro amor. Pero no un amor como hermanos, este va a ser un amor de pareja.

No alcance a responder, pues Mew en un movimiento subió encima de mí y me estaba besando. Parecía uno de los tantos sueños húmedos que había tenido con él. ¿Estaré soñando? Si es así, no me despierten.

Cerré mis ojos y me dejé llevar por sus besos y caricias. Hasta que la realidad me golpeó.

—… Espera… Espera…

—¿Qué ocurre?

—¿Sabes cómo hacer esto? Digo, tener sexo con una mujer es muy diferente a un hombre.

—De partida, seré el activo y tú el pasivo. En pocas palabras serás el Uke.

—¿Y esos términos?

—Estuve mirando videos y buscando información en internet.

—Eres un pillo.

—Puede ser, ya vuelvo.

Me dejó un beso en mis labios y se levantó para salir de la habitación. Yo lo quedo mirando muy extrañado. Debo admitir que tiene un cuerpo muy tonificado y trabajado.

—Volví.

—¡A no! ¡Olvídalo!

—¿Qué te ocurre? ¿No lo habías visto? Mira es pequeñito.

—¡Pequeño es mi meñique!

Mew empezó a mover su cadera de un lado a otro y debo reconocer que su amigo no era nada de pequeño, lo había visto, pero en flacidez, jamás erecto. Llevo con una bolsa de condones y lubricantes. Me volteo y lo ignoro. Quiero vivir, que te vaya con su amigo a su habitación a jugar. Mi pobre trasero ya está apretado pidiendo ayuda.

—Ni creas que me vas a ignorar cariño.

Mew entro a la cama y me abrazaba por detrás. Podía sentir como su miembro daba golpes en mi trasero. Lo coloco en medio de mis piernas y podía sentir como su miembro rozaba con el mío.

—... Ahh…

—Se siente tan bien cariño, aprietas muy bien bebé.

—M… Mew… ¿Qué estás haciendo?

—Disfrutando de esta sensación que me ofreces.

Mew movía levemente su cadera, su respiración en mi cuello me estremecía, su mano viajo a mi miembro y empezó a masturbarme. Se levantó un poco y giré mi rostro para empezar a besarnos.

Las sensaciones eran magníficas, mi trasero solo quería tener ese trozo de carne dentro.

—Mételo… Ya no aguanto más…

—¿Seguro? Hace poco estabas asustado.

—Si sigues hablando te irás a tu habitación y yo sacaré mi juguete y jugaré sin ti.

—¿Juguete?

—Sí, juguete.

Mew solo se ríe como si fuera mentira. Quitó las mantas de encima. Tomo el preservativo con el lubricante. Yo lo miro fijamente, pero desvíe la vista cuando mordió su labio de forma muy sensual.

—Bueno cariño, ahora vamos a lo que estabas pidiendo. Abre más tus piernas, quiero un mejor acceso.

Estaba embrujado por la sensualidad de Mew y su tonificado cuerpo. Tomo una de las almohadas y la coloco bajo mi cintura. Abrió el lubricante y lentamente empezó a prepararme.

—Ahhh… Mew…

—¿Lo estoy haciendo bien?

—Magnífico… ¡Ahh…! ¡Ya mételo!

—¡Huy! Esa boquita cariño, un poco más.

Ya estaba perdiendo la cabeza ante tal estimulación. Si Mew se demora no me queda otra opción.

Me levantó y dejó a Mew tumbado en la cama con cara de asombro. Tome el lubricante y vertí una cantidad en el miembro de Mew y otra cantidad en mis dedos. Dedos que lleve a mi entrada y los introducí para estar bien preparado.

Me acerco a Mew y lo beso, a la vez que lentamente empecé a introducir su miembro. Ya estaba en un punto de colapso de excitación muy grande.

—Ahhh…  Cariño… Me comes muy rico mi miembro. Se siente muy bien.

Con un poco de ardor logré introducir su miembro y quedarme quieto un momento para acostumbrarme. Volví a besar a Mew y lentamente empezó a moverse sus caderas.

Lo mismo que yo hice para empezar a sentir una mezcla de leve dolor pero a la vez mucho placer. Sentía mi estómago lleno con solo el miembro de Mew que estaba dentro.

Sus grandes mano tenían moviendo mis glúteos de arriba a baja con gran rapidez. Fue cuando me di cuenta de que ser lentos no nos daba placer.

—Más… Dame más Mew.

Me bajé y me puse en cuatro invitando a Mew a entrar nuevamente. Rápidamente, entro y tomo mi cintura para empezar a embestir con gran firmeza. Estaba en la gloria sintiendo mi cuerpo vibrar ante sus movimientos.

Tome mi miembro y empecé a masturbarme rápidamente pidiendo cada vez más rápido y así fui escuchado.

—Ya… Voy a correrme…

Cuando escuché eso, mi semen se disparó automáticamente ante la voz sensual y ronca de Mew. Y él a los segundos se corrió con un gran gemido de satisfacción.

—¿... Gulf?

—Dime.

—Te amo demasiado, perdón por no ver antes tus sentimientos. Perdón si te dañe al ser tan ciego y no ver qué me amabas.

—Que ahora lo sepas, lo demás ya está olvidado. Solo debes saber que también te amo y que ya estoy feliz porque estuvimos juntos. Ya no me importa despertar de este sueño.

—No es un sueño cariño. Pero si no estás convencido puedo nuevamente demostrarlo.

—Entonces cambia tú preservativos.

Ambos sonreímos y estoy seguro de que esta será una larga noche.

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