Por primera vez somos las tres en un mismo lugar y se siente bien estar con ellas. Gabrielle llegó y en cuánto entró se acercó a abrazarme por la espalda, estuve en duda de como saludarla, pero ella lo tiene mucho más claro que yo porque en cuánto estuvimos frente a frente me besó y yo claro que le devolví el beso con una sonrisa, luego besó a Ava y extrañamente eso no me provocó los celos que había sentido antes, supongo que estaba celosa por no ser parte.

—¿Qué tal el trabajo hoy? Dijiste que estabas trabajando en un caso con el FBI —me mira con seriedad—, no voy a indagar sobre qué, sé que eso debe ser confidencial, solo quería saber que tal te fue.

—Gabrielle es algo "sensible" cuando toca temas de trabajo —dice Ava y le muerde el hombro—. No mires así a nuestra chica.

—Día pesado, tenemos pistas, pero no nos llevan a ningún lado. El maldito hijo de... —le tomo la mano y suspira, le abro los brazos y sin intentar negarse camina hasta a mí, para acurrucarse— Digamos que día ajetreado. Lo que si me vendría bien es unos besos de ustedes.

—¡SÍ, BESO DE TRES! —dice Ava y se acerca a besar a la castaña cuando la estoy besando yo, pero le colocó una mano en la frente—. Vamos Lori no seas aburrida.

—Tú eres demasiado divertida, equilibrate, Campbell &se ríe y se acerca a besar a Gabrielle colgándose prácticamente de su cuello.

—Vamos uno solo, cumpleme el sueño, así lo podría tachar de la lista —me estira la mano y la tomo, para que me acerque a ellas a punto de rozar sus bocas hablo.

—Me acabas de dar la idea perfecta para que sea tu turno de usar el juguete.

—Yo sabía que esa carita de inocencia que tienes escondía a una estratega nata —dice Gabrielle riendo.

—¿Qué, dónde? —pregunta Ava con algo de pánico separándose de la castaña— Pensé que no íbamos a seguir con el juego ya que estamos juntas y... —la tomo del rostro con una mano.

—Lo que nos hiciste, nos la vamos a cobrar y si Gabi no quiere, yo sí quiero venganza.

—Tienes demasiado rencor en ese corazoncito y para ser tan linda vas a envejecer más rápido si sigues así de vengativa.

—Solo quiero justicia —digo acercándome lo suficiente rozando nuestros labios— y la tendré —me aparto sin besarla.

—Lori, dame el beso.

—Mmmm no —comienzo a caminar hacía atrás.

—Lori.

—No quiero, y por cierto, el lugar será sorpresa —Llego a Gabi y la beso, luego comienzo a correr con Ava persiguiendome, que una vez que me atrapa no me deja ir hasta que la beso.

Luego de que la carrera termina, le cede a Ava el lugar para que termine la comida que estaba haciendo y se dirige a mí que me siento en uno de los taburetes mientras las miro, tomando la copa de vino rosado y bebiendo un poco de la misma.

—Cuéntame un poco sobre tu trabajo ¿Qué hace una chica inteligente, linda, sagaz y genio cómo tú, en la universidad? —sonrío mientras indaga la castaña y miro a Ava ¿Acaso no le ja contado?— Ella me ha contado algo, pero prefiero escucharte a ti.

—Imparto una clase el primer semestre, conferencias y estoy en el área de investigación tecnológica.

—Guau eso es bastente impresionante, y lo dices como quién va a comprar una camiseta —se ríe y la pelirroja me guiña un ojo.

—Es absorbente a veces —le devuelvo la sonrisa—, no te recomiendo para nada mi cabeza cuando encontramos algún problema con algo, casi no duermo y a mi exnovio no le gustaba el ritmo que llevo porque le dejaba menos tiempo para él, decía que a veces amaba más a mi trabajo y profesión que a él.

—¿Era cierto?

—Sí, supongo que sí.

Mi respuesta honesta le saca una enorme sonrisa y sus hoyuelos en las mejillas se me hacen encantadores de ver. Se acerca a mí tomando mis manos para besarlas, yo la abrazo de repente y ella se aferra a mí.

—Lori, tienes que descansar —me Gabi. se pone seria la pelirroja y me señala con el cuchillo.

—No dormir tiene un montón de efectos contraproducentes —y lo sé, claro que lo sé, si para relajarme veo documentales y aprendo cosas nuevas.

—Lo sabes —dice Gabi y asiento—, entonces has caso porque tenemos una doctora que no está muy cuerda que digamos y sus métodos son algo... drásticos a veces. —Ava dibuja una sonrisa al mejor estilo de Harley Queen—. Ya nos desviamos dem tema. Entonces ¿Están trabajando en algo últimamente? En la universidad.

—Sí, pero no quiero aburrirte con tecnicismos y cosas de nerd.

—Jamás podría aburrirme de escucharte, cuéntame.

—Bueno estamos trabajando en...

Y le comento un poco sobre lo que estamos haciendo con nanobots que destruyen el plástico y son aparte resistentes al agua, recargandose con el sol, tecnología que podría limpiar nuestros mares. También le cuento sobre el proyecto donde usamos una red para atrapar el rocío del aire y las nubes para llevarla a zonas desérticas y del proyecto de retención de la humedad en los árboles experimental, o la tecnología que estamos creando para contener incendios forestales.

—Yo que pensé que te dedicabas a algo como cyber seguridad, virus y esas cosas de programación —dice con una sonrisa.

—Hago trabajos de esos por mi cuenta, para terceros, pero no hackeo bases de datos, solo compruebo la seguridad del sistema y desarrollo encriptamientos y escudos dónde encuentro las fallas. No vaya a arrestarme agente, Lovejoy —muerde su labio inferior.

—¿No eres como un Robin Hood de la informática?

—No, claro que no. Yo no robo nada, solo compruebo el sistema.

—Cinco minutos más y sirvo —Nos avisa Ava—, así que por favor salgan que en el patio está la mesa puesta —nos da una nalgada a cada una y salimos abrazadas.

Al llegar al patio vemos una redonda puesta con tres sillas, una velas en medio de la mesa entre las copas, los platos y los vasos, limón y queso rayado, observo a Gabrielle que sonríe al ver eso, corre mi silla para que me siente, se queda parada un momento y la observo, a las mujeres de traje yo les rezo. Ava aparece con la fuente dejándola en una mesa contigua que tiene una botella de vino, hielo, agua y soda, nos sirve cada plato, luego la castaña corre su silla para que tome asiento y ella es la última en sentarse, sacándose su saco.

Al momento de comer, observo como Gabrielle a mi izquierda le coloca a la comida en su plato limón y queso rayado, lo que me parece raro, en el restaurante, Ava, le pidió su plato con salsa de limón y queso, pero no sabía que le ponía eso a todo.

—¿A todo le pones limón y queso?

—Casi todo, primero hago la prueba en una porción pequeña y si me gusta le echo a todo ¿Tú siempre vas a lo seguro? —la miro levantando una ceja, algo a la defensiva— Pides platos que ya conoces.

—Sí, lo prefiero así.

—¿No quieres probar como queda? —señala su plato y la idea me tienta— No tiene que ser una porción grande, ni siquiera tienes que comerlo todo, solo tienes que animarte a probar —me da una sonrisa de medio lado, que por alguna razón lo que acaba de decir, no solo abarca la comida.

Asiento, ella corta una porción de su comida y me la ofrece con el tenedor en la boca, me corro el cabello y me acerco a tomarla, en cuanto esta en mi lengua los sabores se mezclan a medida que mastico, la textura, la acidez del limón, las verduras, extrañamente todo queda bien equilibrado, cierro los ojos ante el sabor que experimento tan delicioso, al abrirlos ella me mira fijamente con una gran sonrisa.

—Supongo que te gusto —tapo mis labios con mi mano y asiento mientras trago—. Que bueno, aquí tienes el limón y el queso —me los deja a mano—. Lori espera

—¿Qué...?

Acerca su mano y limpia la comisura de mi boca, mientras se la queda viendo, luego me toma de la nuca y sin previo aviso, me besa y le correspondo totalmente, la atraigo más hacía mí, tomado el cuello de su camiseta con desespero, no quiero separarme de ella. Su beso se siente tan bien como el de Ava, tan bien como aquella vez en el taxi. Entonces recuerdo lo que le siguió después a eso y paro levantandome abruptamente, llevando mi mano nerviosa a mi frente.

—¿Y te niegas a un beso de a tres? —dice la pelirroja levantando una ceja, a lo que la beso primero yo y luego Gabrielle.

—Come callada —le dice la castaña.

—¿O si no me va a esposar, oficial? —le dice con tono sugerente y me aclaro la garganta— Cierto, cierto, cariño, esposanos a las dos, a Lori le encanta que usen las esposas en ella.

—Ava —le digo tapándome el rostro sintiendo demasiado calor.

—Lori —Gabrielle llama mi atención tomando mi mano— ¿Has tomado alguna desición con respecto a nosotras? Con Ava —toma su mano—, sabemos que esto puede ser algo complicado, pero te queremos con nosotras —dejo el tenedor y doy un trago a fondo a mi copa de vino.

Las veo a ambas que me observan expectantes y aunque Ava lo quiere esconder debajo de ese sentidos del humor tan particular que tiene, sé que ha estado nerviosa desde que llegue, y ha estado viendo cada movimiento y reacción.

¿Qué respuesta puedo darles a ambas? Una que he pensado demasiado.