Se levantó otro día más sintiendo el alcohol y el cigarrillo impregnados en su garganta. Se removió al sentir las manos frías de Chenle alojarse sobre los huesos de su pelvis en busca de más descubrimientos de certeza de una reacción. Se dejó llevar por aquel toque, sus movimientos y la manera delicada en como rozaba sus muslos. Esto había empezado como una curiosidad, un juego, pero se estaba tornando un tanto pecaminoso.

Un gemido termina saliendo de su boca con temor y resignación para su va y ven y mira A Jisung directamente a los ojos.

_ ¿Por qué no me detienes? _Susurra de manera agitada y desesperada esperando alguna reacción de parte de Jisung.

_Pensé que era lo que querías. _ Digo Jisung algo confundido.

Él se acerca a Jisung e intenta besar su cuello mientras Jisung toma sus caderas para alejarlo.

_Ves, no sabes lo que realmente quieres. _Jisung se levanta de la cama y se sienta de manera desesperada ya harto de la inmadurez de Chenle.

_Estoy perdido en ti desde la primera vez que nos conocimos, la manera en la que tus ojos me miran me incita a hacer este tipo de cosas. _Chenle después de confesarse tomo la cara de Jisung entre sus manos y respiro su aroma como si de una flor se tratase.

_Nunca pensé que las cosas llegarían hasta el punto de frústrate. _Jisung lo miro a los ojos en busca de alguna reacción de su parte.

_No estoy frustrado, estoy..._ Chenle grito desesperado.

_¿Estas? _Espeto Jisung ya harto de todo, estaba volviéndole loco ese niño rico y mimado.

_Olvídalo y concéntrate en pasar esas manos por cada centímetro de mi cuerpo . _Menciono Chenle a la vez que Jisung poso sus manos en las delicadas clavículas del rubio para seguidamente pasar sus dedos de manera lenta sobre estas mientras Chenle cerraba los ojos.

Jisung hizo exactamente lo que le pidió hasta que en medio de un beso Chenle se quedó dormido.

_No podrías ser más adorable. _ Susurro Jisung frente a él, pero Chenle no lo escucho solo se apegó más a él atreves de calmadas respiraciones.

Al ser expulsada del orfanato las madres le dieron dinero suficiente para vivir unos meses mientras conseguía trabajo. Para el cabo de unos meses tenía dos trabajos de medio tiempo para pagar la renta y poder comer.

Se sentó en una de las sillas del parque y sintió como su energía se desplomaba. La renta de este mes le estaba pisando los talones y los dos trabajos de medio tiempo no le estaban alcanzando lo suficiente. Una señora se sentó a su lado y empezó a rebuscar en su amplia cartera como si esta fuese un agujero negro.

_Cariño ¿Tendrás de casualidad un espejo que me prestes? _Pregunto la señora sin ni una gota de formalidad.

_Si, por supuesto, aquí tiene. _Taeyeon rebusco en su bolso de cintura y le tendió un pequeño espejo barato a la señora.

_Gracias querida. _Ella lo tomo rápidamente y reviso su maquillaje brevemente para luego voltearse a verla.

_Tu eres muy hermosa y gracias por el espejo. _Dijo la señora tendiendo el pequeño espejo.

_Gracias. _Taeyeon hizo una pequeña reverencia y se acomodó en su asiento.

_¿No te interesaría trabajar de bailarina en mi club? y no, no te tienes que desnudar ni acostarte con nadie si eso pasara me cerrarían el negocio y todos mis trabajadores y yo nos terminaríamos muriendo de hambre. _ La señora puso cara de fastidio mientras le aclaraba que el club era legal.

_No sé si sea una buena idea. _Titubeo Taeyeon poniendo su mente en las deudas sin pagar y la copa de fideos diarios que ingería.

_Aquí están los datos del lugar, si te interesa. _ La mujer tendió la tarjeta y se retiró después de que la joven la tomara.

Taeyeon solo le tomo un par de días tomar la decisión de trabajar de bailarina en Dandelion. La despidieron de sus dos empleos en menos de una semana y ya no tenía dinero para comer, reviso en el bolsillo de su abrigo y ahí se encontraba el dichoso papel que podía solucionar su situación económica. Tenía que olvidar su vida pasada, había perdido la oportunidad de seguir su vocación y no le quedaba más que seguir sobreviviendo.

Extendió la tarjeta en sus manos, tomo el tren y camino hacia Dandelion. Al entrar al lugar el ambiente estaba apagado, era apenas medio día y el bar se preparaba para su apertura.

_ Miren a quien tenemos aquí. _La mujer de aquel día la recibió con un abrazo o más bien un apretujón de los más ordinario.

_Quiero el trabajo, solo dígame lo que tengo que hacer. _Taeyeon habla decidida pero su cuerpo se estremecía del miedo.

_Estamos perdiendo dinero por falta de bailarinas así que si empiezas hoy te podría dar un adelanto. _ Ella ni siquiera miro a la joven solo revoloteaba de aquí para allá acomodando luces y ubicando botellas.

_Podría ayudarle a arreglar todo, soy buena limpiando. _Taeyeon miro los implementos de aseo y luego a la mujer.

_No, no, ve con las bailarinas ellas te enseñaran una coreografía, le puedes agregar cosas a tu gusto, serás la estrella de la noche. _La mujer trastabillo y casi dejo caer unas botellas de vodka que se veían costosas, pero consiguió estabilizarse de inmediato.

A Taeyeon siempre le había gustado la danza, desde niña había ganado becas en escuelas de bellas artes especializándose en danza contemporánea. Cuando decidió ser monja paso a dar cursos de baile a los niños que residían en el orfanato.

Ella aprendió la coreografía de maravilla y lo practico varias veces antes de que cayese la noche. Minutos antes de la apertura se dirigió a su cubículo de cristal y cerró la puerta con cierta claustrofobia. Una de sus compañeras de trabajo dio la señal de estar preparadas y las personas fueron llegando al local. La música subió y ellas bailaron primero que Taeyeon la cual se sintió estática por unos segundos. Lisa, la más joven de todas sus compañeras golpeó su propio cristal para despertar a Taeyeon y esta empezó a bailar sin mirar a los presentes para eliminar el creciente nerviosismo que le causaba estar en ese lugar.

Con el tiempo, Taeyeon se fue acostumbrando al ambiente libido que envolvía el lugar. Cada noche soltaba todo su enojo y frustraciones mediante el baile. La paga era buena y ya se había acostumbrado a lo pesado del horario. Después de unos meses termino por disfrutarlo. Las atenciones, los admiradores, las propinas que caían en billetes de diferentes denominaciones a su alrededor, todo parecía transcurrir en cámara lenta, una animación repetitiva, una gran fiesta que no tenía final. Así se sentía la vida nocturna, todos se refugiaban en la oscuridad de la noche, el licor, las drogas y la ilegalidad.

La madre de Taeyeon había sido una mujer entregada a su labor como trabajadora social, se había concentrado tanto en su trabajo que había olvidado totalmente de su vida personal. Como una mujer independiente se dejó llevar por el sexo casual y la falta de compromiso. Ella no estaba dispuesta a regalarle sus sentimientos a un solo hombre por el resto de sus días y como persona que padecía de lupus no se permitió tener hijos por temor absoluto a abandonarlos. A la edad de treinta años conoció a un exitoso empresario de Seul llamado Ji Chan. Ella trato de alejarlo con desplantes y malas caras, pero cada cosa que ella intentaba para hacerlo alejarse de ella los terminaba uniendo más. La relación subió como la espuma de una soda recién servida, pero todos sabemos que pasa cuando terminas de verterla en el vaso, esta se baja rápidamente quedando en pequeñas burbujas insignificantes. La única burbuja restante de esta relación termino siendo la concepción de Taeyeon. Su madre Lía fue advertida de los doctores sobre los peligros de tener a Taeyeon pero ella termino ignorándolos, como consecuencia Lía termino muriendo durante el parto dejando a la pobre Taeyeon completamente sola. La madre solo tenía una abuela a la que le había encargado el cuido de la pequeña Taeyeon. Mama Lea era un completo ángel y educo a Taeyeon hasta que ella pudo ir al convento, unos meses después ella murió de vejez.

En cambio, su padre había pasado quince años buscándola sin cansancio. Contrato a los mejores investigadores e interrogo a decenas de personas. Por cada año conseguía una pista nueva que la acercaba a su única hija y heredera. Su corazón se llenó de alegría cuando descubrió que había vivido por varios años en un convento y al momento de llegar al lugar espero encontrara, pero no fue así. Las madres lo terminaron refiriendo al orfanato de Seul. Le tomo días localizarlo y fue totalmente en vano, al llegar al lugar le dieron la peor noticia del mundo. Su única hija había sido expulsada del convento por romper reglas de castidad al ser violada en los callejones de la localidad. Pensó en demandar a el orfanato, el convento, encontrar a ese desgraciado, pero todo parecía no poder devolverle a su preciada hija. Se retorcía su estómago con la sensación de que cada vez estaba más cerca, pero a la vez lejos.

Chan se dio una última oportunidad y mando a buscar a su hija por los alrededores del orfanato como último intento para recuperarla. Cuando supo donde se encontraba su hija deseo no haberla encontrado nunca, ni haberla visto en ese lugar por primera vez en la vida.

Al llegar al club Dandelion, espero ver a su hija sirviendo mesas, preparando tragos o limpiando baños, pero lo que vio fue algo totalmente diferente a sus expectativas. Taeyeon se encontraba justo frente a él, la reconoció limpiamente, era la divina figura de su madre, pero sus rasgos eran juveniles y delicados como los de una adolecente. No pudo contener sus lágrimas, sus piernas flaquearon y su piel se tornó pálida. Al ser acudido por sus guardaespaldas se compuso y tomo un trago que le habían tendido.

_Kim Taeyeon, me escuchas, soy tu padre, tu única familia. _Las lágrimas brotaron de sus ojos de padre y pego su mano sobre el cristal que los separaba.

_¿Quién es usted y porque dice que es mi padre? mi padre murió en un accidente automovilístico. _Taeyeon abrió la puerta de vidrio que los separaba a ambos y sintió la necesidad de hablar con aquel hombre. Él lucia impecable incluso con la cara llena de lágrimas, lagrimas que Taeyeon no podía descifrar.

_Soy yo tu padre, Él nombre de tu madre es Lía Kim y el nombre de tu abuela es Lea Kim, nos conocimos cuando teníamos treinta y tu naciste dos años después. _El hombre no paraba de gimotear y las cosas se estaban empezando tener sentido.

_Tome el número de este lugar y llámeme mañana cuando conserve la calma, si es cierto que usted es mi padre, tengo un millón de preguntas que hacerle. _Ella le tendió el papel con el número de teléfono del lugar para que luego lo terminaran sacando por sonsacador de aquel lugar.

Chan llamo sin cesar a primera hora del día siguiente y como pudo acordó una cita con su hija. Las pruebas terminaron dando positivo y ya no había nada más que probar. Como padre Chan le dio a Taeyeon todas las comodidades que se había perdido en sus quince años de vida, las saco del bar en el que trabajaba, le ofreció un cuarto en su enorme mansión y una educación en el extranjero. Taeyeon sentía desconfianza de su nuevo padre, pero él se encargó de ganarse su confianza, con respeto y buen trato. Aunque en el paso de los años se veían pocas veces, Chan trato de recuperar todo el tiempo que había perdido.

_Diez años bien vividos. _Habían sido las últimas palabras de su amado padre y ella había atesorado cada momento que habían pasado juntos. Con lágrimas en los ojos lo despidió aquel día, sin duda alguna de que había tenido los mejores padres del mundo.