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VIGÉSIMO SEXTO CAPÍTULO

Donghyuck con veinte

Mark con veintiuno

Como si el tiempo se detuviese, su cuerpo dejase de sentir y su mente se transportase a un lugar mejor. Mark ya sabía qué hacer, cada que recibía una paliza. Peleó en su trabajo, se lio en el instituto e hizo revuelo en fiestas. Todas esas eran peleas en las que podía defenderse, pero no podía decir lo mismo de cuando se trataba de sus padres. Es como si siempre escogiese el peor momento, pero no podía hacer nada, su padre siempre estaba ebrio y su madre siempre estaba drogada.

_ ¿Eso es lo que quieres? ¿Vas a irte de esta casa? ¿Abandonar a tu familia? _ Minseok camino de manera amenazante terminando por acorralar a Mark.

_No es algo que quiera, es algo que necesito. _Mark dio un par de pasos hacia atrás hasta chocar con la pared, evadía a toda costa la mirada de Minseok.

La risa de Minseok chirreo en toda la habitación. Tomo los cabellos de la cabeza de su hijo en un puño y termino por estrellar las cienes del chico. _ ¿Qué te hace pensar que te dejaremos ser libre? _Siseo Minseok.

_Padre... _Susurro Mark.

_No hay manera de que salgas de donde te metimos, es gracioso como sigues intentando mirar atrás, naciste para ser lo que eres y aun te niegas en aceptar tu destino. _Minseok limpio las lágrimas de dolor, que corrían por el rostro de Mark.

Mark negó lentamente, tratando de contener su dolor. __Ser un dealer no es mi destino, es el que ustedes me impusieron. _

_Vives como vives gracias a lo que te dedicas. _ Minseok traqueo el cuerpo de Mark contra la pared. El tono de su voz se hacía cada vez más alto, su manera de hablar estaba llena de ira.

Mark miro fijamente a su padre. _Es por eso que vivo como un maldito delincuente juvenil. _

_ Te matare a golpes maldito ingrato. _Minseok utilizo ambas manos para estrangular el cuello de Mark.

Mark no argumento nada, no se molestaría en lo absoluto. Una generación x que formulaba sus propias peleas y generaba sus propios argumentos sobre ti. Su padre lo tiro en contra de un estante, todos los adornos de cerámica resquebrajados, lo recibieron en el piso. Mark solo sintió las punzadas contra su piel cuando caía, se arrastró hacia una esquina y se protegió así mismo con sus extremidades enrolladas alrededor de su cuerpo.

_Minseok... _Wendy grito fuertemente desde la cocina, se escuchó como golpeo su mano contra la mesa.

_ ¿Qué demonios quieres? _Minseok grito de vuelta, desviando su vista de Mark.

_No puedes matarlo. _

Wendy salió de la cocina luciendo totalmente estrafalaria, pijama que apestaba a sudor y el rostro lleno de cocaína. Ella hizo una mueca de asco al ver el reguero de sangre en el piso y como toda su decoración estaba nuevamente arruinada. Apena llevo sus ojos hasta su hijo, simplemente le daba igual, siempre que tuviese cocaína que inhalar.

_Entonces lo golpeare hasta que sienta que ya no queda vida en su cuerpo. _

_Como sea, me da igual. _

Mark vio cómo su madre se alejaba a la cocina, a consumir esas líneas blancas, que la hacían olvidar que era su hijo. Su padre se acercó hacia él, descargando su rabia a puñetazos. Una mano golpeaba su rostro y la otra le quitaba la respiración. Su cuerpo fue cediendo, aflojo su escudo de brazos y piernas. Miro a su padre a los ojos, este nunca correspondía su mirada. Talvez si alguna vez lo llegase a mirar, podía llegar a sentir un poco de lastima.

No había necesidad de acorralarlo como lo hacía, él nunca se defendía, ni un poco. Era su padre, no podía golpearlo. La sonrisa de su padre al golpearlo, como esta se aclamaba a medida que los golpeas pasaban, era una imagen que lo acompañaba en las noches. Mark tosió sangre, su boca ya estaba rota. Escupió la sangre en la camisa de su padre y esto lo enfureció aún más. Se levantó tratando de limpiar la sangre, pero fue empujado, su cabeza golpeo contra la pared y no supo más nada al respecto. Mark había quedado noqueado ante el golpe, su cuerpo padecía ante la golpiza.




Veintiuna llamadas perdidas de parte de su madre, era justo la edad que cumplía su novio ese año. Cuando Donghyuck se decidió en colocarle nombre a lo que tenía con Mark, supo que quedarse en Seul era una decisión definitiva. Donghyuck deslizo las notificaciones de la pantalla de su celular, lo apago por completo. Se volvió a concentrar en contar el dinero, había vaciado todas sus tarjetas de crédito. Esa era la posible razón por la que su madre lo llamaba frenéticamente, o quizás era su ausencia en la habitación de hotel.

Donghyuck se sentó en medio de su nuevo hogar, una humilde casa de alquiler, que había conseguido comprar y amueblar completamente. De cinco tarjetas había vaciado unas tres, así que le quedaban dos para sobrevivir. Para lo que conseguía llevar a su boca, vivía obsesionado con ello, lo de él era la química, pero estaba siempre listo para una prueba de nutrición.

Prendió fuego a las tarjetas, vio como ardían entre las llamas, era su pasado ardiendo en el fuego. Quería empezar de nuevo, vivir el resto de sus días con Mark. Recordó a Mark de inmediato, el chico dijo que hablaría con sus padres y se mudaría con él. Lo llevaba diciendo un buen tiempo, casi un año para ser exactos. Donghyuck no pensaba presionarlo, pero en realidad, quería hacerlo.

Donghyuck no tenía nadie para hablar sobre esas cosas, Yangyang había regresado a Hong Kong, dejando le la advertencia de no hacer nada estúpido, pero ahí estaba él, haciendo una tremenda estupidez. En parte no le importaba, era mayor de edad ahora, era su vida, pero, por otra parte, extrañan a su familia y temía por Mark.

La puerta de la casa fue abierta con dificultad, Donghyuck se quedó mirando la ensangrentada perilla que choco contra la pared, seguida del cuerpo de Mark tirado en el piso. Donghyuck soltó los billetes, cayeron alrededor del piso. Se arrodillo en el piso sosteniendo a Mark entre sus brazos, este estaba completamente aturdido y sin fuerzas.

_Mark... _Doyoung menciono el nombre como si fuese un lamento.

Mark sonrió todo dientes, estos se mostraron de una, completamente llenos de sangre. _Lo he logrado Donghyuck, finalmente he salido de ese infierno, al que solía llamar hogar. _

Donghyuck exhalo cabreado. _Debí haberlo imaginado, esos malditos desgraciados. _

_Silencio. _Mark susurro desorientado, acaricio los labios de Donghyuck.

_Vamos al hospital. _

_No. _Susurro Mark. _He recibido una paliza, nada que no pueda soportar. _

_Joder Mark... _

Mark rodo los ojos en blanco, desplomándose en los brazos de Donghyuck. El moreno reviso su pulso mientras sus manos temblaban y suspiro al notar que el pálido aun respiraba. Donghyuck maldijo una y más de mil veces. Mark había logrado salir de la jurisdicción de sus padres, pero el precio no había sido bajo. Vio alrededor de su casa, piso manchado en sangre, con billetes tirados por doquier. Donghyuck tuvo un mal presentimiento, como si su primer día en ese lugar, hubiese sido maldito.

_Tendré que llamar a Jeno, ese idiota es estudiante de medicina. _




Mark parpadeo pesadamente, su cuerpo dolía como mil demonios. Ocupo sus ojos en la persona que lo curaba, reconoció esa nariz prominente, la manera en como lucia relajado, ante todo. Jeno curaba las heridas de su rostro, el alcohol despertó sus sentidos. Mark no se quería ver al espejo, tampoco quería hacer contacto visual con Donghyuck, así que miro a Jeno a plenitud.

_ ¿Soy tu primer paciente? _Mark intento sonreír, eso no fue posible, solo logro quejarse.

_Ese es Renjun. _Jeno encarno una ceja.

_ ¿Ha estado metiéndose en problemas? _

_Mark... _ Jeno dejo de curar las heridas infectadas. _ ¿Cómo es que te vale mierda como te golpean tus padres? ¿Cuantos años han pasado ya? _Jeno sonaba molesto.

_Son mis padres, sabes a lo que me refiero. _Mark se limitó a decir.

_Yo mande al demonio a los míos, estoy bien con mi madrastra. _

Mark bufo sarcásticamente. _Ella solo los quiere porque generan mucho dinero, no estamos muy lejos de ser iguales. _

_Jaemin y yo estamos más vivos que tú, piensa en ello antes de que los sedantes te hagan efecto. _ Jeno le dio una última mirada a Mark antes de irse.

Donghyuck fue jalado de la habitación por la mano de Jeno. El azabache marco su mandíbula mientras cerró la puerta y camino hasta entrada principal. Miro todo el desastre que había dejado Mark y contemplo la idea de ayudar a Donghyuck a limpiar. Donghyuck estaba mirándolo, mordía sus labios y sus manos seguían temblando. Jeno entendió la conexión que tenían esos dos, era como la que tenía con su hermano, como si fuesen almas gemelas, capaces de sentir el dolor del otro.

_ ¿Cómo es que tienes tanta fuerza para discutir? _ Donghyuck cerró los ojos en frustración.

_Está lleno de estas pastillas, lo demás se cuenta solo. _ Jeno sonó el frasco de pastillas.

_ ¿Estará bien? _Donghyuck miro a Jeno a los ojos.

_La piel de Mark es sensible, es por eso que tiene tantas cortadas y moretones. Se recuperará con el tiempo, no tiene ningún hueso roto o sangrado interno. Se desmayó por el shock de los golpes. Sabes que tiene ataques de pánico con cada paliza que le dan sus padres, desmayarse es casi una autodefensa de su cuerpo. _ Jeno le dio la botella de pastillas a Donghyuck.

_Me sorprende lo bien que soporta los golpes, el cómo no aparenta sus ataques de pánico. _Donghyuck jugo con el bote en sus manos.

_Tu más que nadie sabes por cuantos años lo han golpeado sus padres. Los efectos que han generado en su cerebro. Eres como su salvador ahora, de ti depende que no regrese con ellos o lo terminaran matando. _Jeno miro a Donghyuck una vez más antes de irse, esperando que ahora las cosas mejorasen, porque tenían que mejorar.

_Lo sé... _




Jaemin camino por la sección de trabajo social de la biblioteca de la universidad, estudiaría ahí un rato y luego iría al club a trabajar. Nunca estudiaba en casa, siempre estaba llena de viejas locas y él era su principal entretención. Jaemin no sabía si salir de las calles había sido algo bueno, cuando su dignidad se había ido a la mierda con ello. Ser rescatado por su ahora madrastra, no era para nada maternal, más bien era una cosa de negocios.

Su trabajo no era el más honorable, tampoco el más apto para su edad. Cuando empezó solo era un crio, vendió su virginidad por una buena cantidad de dólares y aun se arrepentía. Ya no había vuelta atrás, de ese trabajo dependían sus estudios y un futuro más brillante. De ninguna manera sobreviviría más años siendo gigolo, su cuerpo no lo soportaría, sin importar sus cuidados.

Una gran pila de libros sonó frente a Jaemin, este miro la persona detrás de estos. Esa característica galluza y esa cara redonda. Tan extranjera como siempre, su cara tal cual muñeca. Ella le sonrió con esa típica mirada de sorpresa, que siempre ponía al verlo. Jaemin se colocó serio al enterarse de que ambos iban a la misma universidad y de que la chica no había vuelto a Tailandia como la gente rumoraba.

Jaemin se acercó a la mesa un poco más, movió los libros que los separaban a ambos y la miro fijamente a los ojos. Tal parece que la tomó por sorpresa, ella hizo un mohín. Jaemin se controló para no reír por sus acciones, le habían parecido tiernas. La inocencia de la chica era tan característica de su personalidad, en la conocía desde hace tanto.

_ ¿Cómo es que estas en cada lugar al que voy? _

_No te estoy persiguiendo, si eso es lo que crees. _Minnie se intentó alejar, pero Jaemin tomo sus manos y de un jalón los termino acercando aún más.

_ ¿A no? _Jaemin llevo sus ojos a lo largo del rostro de Minnie. _Eres muy bonita para estar persiguiéndome, te mereces a alguien mucho mejor y no a un perdedor como yo. _

_No eres solo un perdedor, también eres chico más caballeroso que alguna vez conocí. _Minnie sonrió para Jaemin.

_Creo que te pretenden chicos igual de caballerosos, no hay nada especial en serlo. _

_Tu eres mucho más guapo, fuiste mi primer amor. _Minnie se acercó lentamente a Jaemin.

_Dijiste que me habías superado. _Jaemin se alejó rápidamente de Minnie.

_Yo nunca dije eso. _

_Minnie... _

_ ¿Dime? _Minnie volvió a sonreír.

_Puedo ser tu amigo, no tu novio. _Jaemin hablo por lo bajo.

_Yo no quiero tu lastimera amistar, prefiero ganarme tu amor, tómeme los años que me tome. _Minnie se levantó en una rabieta, estaba a punto de irse cuando Jaemin tomo su mano.

_Lo siento mucho, pero... _

_Odio que te disculpes por todo, es tu único defecto Jaemin. _ Minnie se zafo del agarre y salió caminando rápidamente. 

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