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VIGÉSIMO QUINTO CAPÍTULO

Donghyuck con dieciocho

Mark con diecinueve

Donghyuck regresaba de su último día de clases junto con el resto de los chicos, habían tomado el tranvía y ahora acompañaban al moreno de camino al hotel. Entre platicas y pasos perezosos. Donghyuck diviso la altísima torre de habitaciones, finalmente habían llegado. Donghyuck llevo sus ojos a Renjun, quien se limitó a soltar su mano y le dio un abrazo de despedida. Ambos se habían vuelto cercanos, pero solo cuando no estaba Mark.

_Recuerda que la fiesta de graduación es a las siete en punto. _ Renjun sonrió inocentemente.

_Si. _ Donghyuck no pudo evitar sonreír de vuelta.

_ ¿Vendrán tus familiares? _ Renjun fue cuidadoso en preguntar.

Donghyuck bufo. _Ni siquiera saben que me gradué. _

_ ¿Por qué? _ Renjun sonó ofendido.

_Me llevarían de vuelta a Hong Kong, ya sabes el porqué. _ Donghyuck metió sus manos en sus bolsillos y se encogió de hombros.

_Eso tiene sentido, pero también sé que, en el fondo, extrañas a tu mamá. _ Renjun miro a Donghyuck. _ ¿No es así? _

Donghyuck hizo una mueca. _Siempre tengo que elegir entre ambos. _ Donghyuck se detuvo en su habla y exhalo pesadamente. _ Hace un tiempo elegí a mi familia, ahora elijo a Mark. _

_Deberías hablar con ella, dile lo que sientes por Mark. _ Renjun susurro, el empatizaba con Donghyuck. Ellos estaban enamorados de la misma persona, eso era una lástima, los unía demasiado y también los alejaba cada día mas.

_Ella no sabe nada sobre el amor, ella solo sabe sobre dinero. _ Donghyuck sintió un malestar en la boca de su estómago.

Renjun busco la mirada de Donghyuck. _Piénsalo. _

_Lo intentare. _ Silbo Donghyuck.

Renjun se giró a ver a los hermanos Na, ya era hora de despedirse y esos dos no hacían sino estar en su propio mundo. Unió sus cejas en un refunfuño y se fue acercando a ellos. Iba de la mano de Donghyuck, se alegró de que los menores estuviesen cerca, quería regresar a su casa a tiempo. Sacar a sus padres de la guarida de sus habitaciones, siempre le había sido una gran prueba.

_ ¡Ya! Hermanos Na. _ Renjun alzo la voz, llamando la atención de los hermanos. Ellos sonrieron, pareciéndoles totalmente adorable.

Jaemin sonrió con todos sus resplandecientes dientes, un jodido príncipe. _ ¡Oh! adiós Haechanie. _

_Si llegas tarde a la graduación, invadiremos tu casa. Así como hace Jisung y su banda. _ Jeno se acercó a Donghyuck y le dio un par de palmaditas en su totalmente serio rostro. Donghyuck intento morder la mano de Jeno.

_Jeno. _Chenle chillo mientras le tapaba las orejas a Jisung.

_No le hagas caso, Jeno tiene un sentido del humor pesado. _ Jaemin piñizcó el brazo de su hermano y este se retorció del dolor. Jeno no era el más dramático, pero sabía simularlo muy bien.

_Da igual. _ Jisung se quitó las manos de Chenle de las orejas, las apretó un poco haciendo que el chino se alejase de inmediato.

Donghyuck sonrió sínicamente para Jeno. _Estaré ahí, aun no me lo puedo creer, eres el primer puesto del instituto. _

_Soy un ganador. _ Jeno se encogió de hombros.




Cuando ingreso al hotel en el que seguía residiendo, tomo el ascensor para llegar a su habitación. A penas abrió la puerta, cayo rendido en la cama y se miró a sí mismo en el espejo que estaba colgado en el techo su habitación. Cabello anaranjado, junto con su bronceada piel, su perfecto maquillaje, de la mano con su delicada cara, su ajustado uniforme, en ese tonificado cuerpo.

Esa extraña dieta había servido, finalmente era tan perfecto como siempre lo deseo. Ocultaba la existencia de esa dieta, aunque algunos de sus amigos e incluso Mark, habían empezado a sospechar. La dieta consistía en solo comer una vez al día y luego hacer mucho ejercicio. Dieta que complementaba con pastillas que le limitaban el apetito y si tenía un atracón podía usar laxantes. Trataba de actuar meticulosamente al mantener su peso ideal, pero estaba seguro de que era una especie de penitencia, por no haber nacido lo suficientemente perfecto.

El teléfono sonó, era esa hora en el día, en el que su madre siempre lo llamaba. Su madre seguía teniendo comunicación diaria con él, de su padre solo sabía con ayuda de su madre. Tanteo a lo largo de la cama hasta que consiguió el aparato y se dispuso a contestarlo. Demoro un poco, era una llamada a larga distancia, bastante cara, para ser exactos.

_Donghyuck..._ La melodiosa voz de su madre, en esos momentos se escuchó tan molesta.

_Si. _ Donghyuck arrastro la respuesta, rodo sus ojos.

La mujer exhalo, hasta su respiración sonaba enojada. _ ¿Podrías explicarme por qué hay otro artículo? _

_ ¿Y tú podrías explicarme por qué los sigues creyendo? _ Donghyuck silbo.

_ ¿Sera porque talvez dicen la verdad? _

_Admite que no te agrada que este cerca de Mark. _

Soonyoung se quedó en silencio unos segundos. _Sé que Mark es un buen chico, los Lee eran muy buenos amigos, pero... _

_Continua. _ Donghyuck sonó cabreado.

_Entiende que nosotros ya no somos como ellos, que te tienes que alejar de él. _ Soonyoung rogo.

Donghyuck bufo. _Me queda claro que eres una mujer muy malagradecida. _

Sooyoung exhalo una vez más, ya estaba harta de su hijo. _Se sinceró conmigo Donghyuck...Dime... ¿Con que ojos ves a Mark? _

_Con los mismos de siempre... _ Donghyuck canturrio.

_ ¿Cuáles son ese tipo de ojos? _Soonyoung indago, un silencio se escuchó, pero no fue perpetuo.

_Talvez si me conocieses lo supieras. _ Donghyuck soltó.

Donghyuck colgó la llamada, apago el dispositivo y lo tiro en su cama. Estaba harto de la mentalidad de su madre, ella creía que estaba en la cima de la cadena alimenticia. La verdad es que Donghyuck no quería seguir teniendo la vida que ella quería imponerle. No le interesaba ser modelo, tampoco actor, mucho menos un empresario. Lo único que quería en esos momentos, era vivir su juventud como alguien normal y no podía hacerlo por culpa de la fama de su familia.

Era imposible salir con Mark, tomarlo de la mano o besarlo en público. Las cámaras los perseguían, su familia lo veía todo. La familia de Mark también era un gran problema, eran demasiado homofóbicos, el resto se contaba solo. Donghyuck pensó en cuanto tiempo soportaría todo el asunto, inicialmente lo hacía por el dinero y ahora lo hacía por la seguridad de Mark. Al final del día, Mark seguía siendo golpeado por sus padres, justo como el día uno.

Donghyuck escucho como alguien llamaba a la puerta, se levantó de la cama con una sonrisa. Le encantaba mentirles a todos sobre lo que tenía con Mark, pero una vez estaban solos en una habitación, ya no había nada que se pudiese ocultar. Abrió la puerta y él estaba justo ahí. Donghyuck no perdió su tiempo, enrollo sus brazos en el cuello del chico, sonrió antes de atacar sus labios. Mark lo cargo hasta que se enredó en sus caderas y se acomodó para besarlo con más intensidad. Mark lo guio hasta la cama y cayeron al unísono.

Mark abandono los labios de Donghyuck y se le quedo mirando con una sonrisa en sus labios. _ ¿A qué se debe tu buen humor? _

_Yo solo, estoy feliz de tenerte. _ Donghyuck dejo un casto beso en esos finos labios.

_ ¿Desde cuándo soy tuyo? _ Mark acaricio el cuello de Donghyuck.

_Desde hace mucho tiempo..._ Donghyuck fingió demencia. _ ¿A qué edad nos conocimos? _

_Teníamos cinco años. _ Mark miro a lo largo del rostro de Donghyuck. No tenía ni la menor idea de donde había quedado el Donghyuck del pasado.

_Tú me diste ese estúpido caramelo y me dijiste que querías ser mi amigo. _ Donghyuck susurro, jugaba con el cabello de Mark.

_En realidad, no me agradabas. _Mark hablo sobre los labios de Donghyuck.

_Yo te odie primero, no te sientas tan importante. _ Donghyuck rodo los ojos.

_ ¿Qué hiciste con ese caramelo? _

_Lo comí a escondidas de mis padres, justo como estoy haciendo contigo ahora. _Donghyuck mordió le mandíbula de Mark.

_ Soy tu caramelo. _Mark soltó una ronca risilla, su frase era absurda.

Donghyuck se mordió los labios y termino por sonreír. _Ese caramelo que nunca debí probar, me haces muy mal, pero quiero seguir saboreándote, no importa cuánto intente parar. _

Donghyuck mordió a lo largo del cuello de Mark. Con cuidado de no dejar marcas, pero pensando intensamente en dejarlas. Quería que todo el mundo se enterase, de que Mark era totalmente suyo. La sola idea de que alguien quisiese a Mark, lo colocaba en un modo completamente posesivo. Cuidadoso a la vez, repartió besos en los moretones, cortadas y quemadas de cigarrillo. Como si estuviese dispuestos a curarlos con su amor, dispuesto a que su cariño desvaneciese todo el daño que Mark recibía a diario.

Mark lo miraba con atención, justo como en el pasado, lo hizo ver morboso. En ese tiempo eran muy jóvenes, se le vino a la mente como posiblemente, Mark los imaginaba haciendo ese tipo de cosas. Un gemido salió de sus labios, lo adoraba, adoraba la conexión que tenían, era tan profunda, sus cuerpos se conectaban, como lo hicieron desde el principio.

Se separaron por aire y se miraron por un buen rato. Estaban pidiéndose permiso, decidiendo si era el momento o habían perdido la razón. No lo sabían con exactitud, talvez por eso se separaron. Donghyuck no permitiría que el respeto que le tenía Mark saliese a brote y detuviese toda la diversión. Había estado previendo esta conducta, pero ya sabía exactamente como detenerla. Quería su primera vez con Mark, lo supo desde aquella vez que detuvo a Yukhei. Le dijo que no estaba preparado, que se limitaría a complacer, en vez de ser complacido.

Tan simple como que, solo quería recibir placer de una sola persona. Lo ex pecto por demasiados años, quitarse la ropa frente a la atónita vista de Mark, fue la cosa más natural de mundo. Camino totalmente desnudo hacia él y empezó a ayudarle a retirarse la ropa. La ropa se fue con lentitud, pero suma efectividad. Sus miradas conectadas, casi como si, aceptaran lo que estaba a punto de suceder.

Un leve empujón en el que Mark termino acostado en la cama y Donghyuck yacía sobre su regazo. Donghyuck movió sus caderas en contra de las de Mark. Una y otra vez. Lenta y tortuosamente. A Donghyuck le encanto la vista del castaño respirando profundamente, aferrándose a sus caderas para aumentar el contacto. Solo era un simple e inocente movimiento, pero lo más intenso que había sentido hasta ahora.

La mano de Mark viajando más y más abajo. Tomando su trasero a manos llenas, lo hizo lanzar un pequeño gemido. No tenía ni la menor idea de lo que seguía, toda la porno que veía no hacía sino confundirlo. Era más que obvio que, estaba sintiendo mucho más, que lo que sentían esos actores. Era mucho más lento, como si su cuerpo se quemase.

Se bajó a besarlo, más bien a devorar sus labios. Los mordía y pasaba su lengua sobre estos. Mark abrió su boca a su merced y eso le encantaba. Abrió la boca en medio del beso, el dedo del castaño masajeaba su entrada. Él se meneo sobre estos, los deslizo hacia adentro. Contuvo la respiración cuando estos empezaron a moverse contra su entrada, dilatando cada vez más.

Movía sus caderas contra esos largos dedos, lentamente se ajustó a estos, empezó a olvidar el ardor. Disfrutándolo hasta que se incluyó un segundo dedo, sin previo aviso lo mareo en placer. Donghyuck se acomoda en cuatro y Mark empujo sus dedos con más velocidad. Donghyuck gime en la oreja de Mark, mientras este empuja su espalda hacia abajo y castiga su entrada con un tercer dedo.

_Está hecho. _ A Donghyuck se le fue el aire de los pulmones.

Donghyuck deja de abrazar los hombros de Mark y se vuelve a sentar en el regazo del mayor. Mete su mano debajo de una de las almohadas y saca del cobertor un pequeño tubo. Dispuesto mete sus dedos en este y los lleva a dar constantes masajes al pene del castaño. Sus gemidos y guturales. Como su frente se llena de sudor, su pecho sube y baja. Donghyuck empieza a lamer los pezones de Mark, mientras sigue con el vaivén de su mano.

Mark revela sus más profundos quejidos, gimoteos y ruidos de placer. Donghyuck sabe lo que hace y eso lo impacienta un poco. No iba negarlo, siempre quiso ser el primero, el primero en todo. No había sido así, eso encendía algo en él. Tomo el rostro de Donghyuck para besarlo con rabia, con furia y rencor. Debió dejarlo darle ese regalo en ese cumpleaños, pero no se arrepentía de haber actuado, como un caballero. Deseaba que otras personas hubiesen cuidado de Donghyuck, como él lo hacía.

_ ¿Eres capaz de estar arriba? _ Mark miro a Donghyuck a los ojos.

_Mírame hacértelo. _ La risilla de Donghyuck no hiso sino encender más a Mark.

Donghyuck se guio sobre la extensión de Mark. Lenta y debía aceptarlo dolorosamente. Era su primera vez, se sentía como una y su experiencia en otras cosas se convirtió en nada. La respiración de ambos se cortó por unos segundos. Mark lo miro con esos ojos almendrados, él supo que todo estaba bien, todo estaba bien si era con él.

_No te apresures, yo te esperare. _ Mark masajeó las piernas de Donghyuck para calmarlo.

_Me encantas. _

Donghyuck movió sus caderas en contra de Mark. Este apretó sus caderas y marco el ritmo a su gusto, luego al gusto de ambos. Lo sabía perfectamente, sus gemidos lo decían todo. Mark lo veía montarlo, de manera torpe y un poco desesperada. Sonrió para darle confianza al chico y apretaba sus caderas cada que se aceleraba. No eran las tortuosas embestidas, sino su mirada lasciva. No era que estuviesen teniendo sexo, era el hecho de que estaban amándose a plenitud.

Donghyuck miro a Mark con suplica, entonces fue cuando este soltó sus caderas. Tomando a manos llenas el pene del moreno, masturbándolo para darle más placer. Donghyuck encontró ese lugar por sí mismo, disfruto golpear una y otra vez; aunque sus rodillas estuviesen matándolo. Lo olvidaba todo, absolutamente todo, cuando las manos del castaño acariciaban su miembro con agilidad.

_Mark...Mark...Mark..._

Los gemidos de Donghyuck se redujeron en el nombre de su amado, perdió el control del ritmo, prácticamente rodo sus ojos mientras se mantenía sin moverse, derramándose en el delicioso agarre del castaño. Se remeció lentamente un par de veces, volvió a su ritmo habitual, a pesar de haber acabado y estar completamente exhausto. Sabía que Mark, estaba tan cerca como él lo había estado.

_ ¡Donghyuck ah! _

Mark dio un pequeño apretón al miembro de Donghyuck y termino por venirse después de eso. Deslizo su mano manchada y abrazo el cuerpo del moreno contra su blanquecina piel. Se quedaron ahí abrazados, respiraciones entrecortadas y besos fugaces.




Entre besos se habían dormido, por más de dos horas. Donghyuck estaba especialmente agotado, podía sentir como su cuerpo no lo creía y se adaptaba al paso. Miro a Mark, quien estaba como si nada. Quería golpearlo por ello, pero también quería besarlo ¿Por qué había tomado tanto tiempo amarlo? ¿Por qué las cosas eran tan complicadas? Solo era amar, no podía ser tan complicado. No lo había sido hace unas horas, es más, lo había disfrutado. Quería hacerlo, quería hacerlo mil veces más y de mil formas diferentes. De eso se trataba amar y estaba empezando a acostumbrarse.

Mark dormía desnudo frente a sus ojos, sin una gota de vergüenza y con una calma perpetua. Nunca lo había visto tan relajado, él siempre era un tanto, se dejaba llevar por el pánico. No era su culpa, sus padres lo había dañado demasiado.

_ ¿En qué piensas? _ Mark se acercó para depositar un casto beso en esos abultados labios.

Donghyuck acaricio el rostro de Mark. _En que no importa cuánto digas que tu cuerpo es una basura y que tu alma está completamente rota. _ Donghyuck sonrió. _ A mí me pareces perfecto, a mí me pareces el indicado. _

_Es porque has estado demasiado tiempo enamorado de mí, que ya no ves mis imperfecciones. _

_Yo he conocido lo mejor y lo peor de ti. _ Donghyuck bajo su mano al acariciar ese pálido rostro, descanso su pulgar en esos finos labios, que temblaron para él. _ Si te digo que te quiero, es porque lo hago. _

Mark cerro los ojos y respiro profundamente. _ Yo pienso en ti Donghyuck, nunca he dejado de hacerlo. Ya sabes lo que dicen, no puedes tapar el sol con un dedo. _ Mark mira fijamente a Donghyuck. _ Eres tu Donghyuck, ese sol que intento ocultar y que es tan vibrante. Lo he tocado con las yemas de mis dedos, te he tocado más de lo que alguna vez ex pecte hacerlo. Me has quemado las manos y..._ Mark hace una pausa, como si se tragase sus emociones, porque son demasiadas. _ ¿Sabes qué? No me arrepiento, no me arrepiento de estar consumado en ti, mi amor. _ Una lagrima recorre ese pálido rostro, recibe el cálido abrazo de Donghyuck y un par de besos que lo van calmando.

Mark nunca se sintió así antes, todos siempre lo habían utilizado, habían abusado de su confianza o lo habían golpeado como su familia. En nunca pensó sentirse así, ahora que sabía lo que se sentía ser realmente feliz, lo que se sentía ser amado ¿Podría vivir sin ello si algún día le faltaba? 

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