SEGUNDO CAPÍTULO
Mark con siete años.
Donghyuck con seis años.
Pisadas inseguras aún seguían siendo parte de su caminar a medida que hacia sus entregas. Siendo solo un niño de siete años, Mark tenía ya un par de años de experiencia en el rubro, pero eso no lo hacía menos propenso a ser atrapado. Memorizaba las entregas, el nombre de los clientes y la ubicación con una perfección bastante admirable para alguien de su edad, pero seguía sintiéndose un total novato solo por su edad.
Llego al parque de la localidad y se sentó en uno de los columpios en espera de su ultimo cliente. Se remeció en el aparato como cualquier niño normal de su edad y disfruto por unos segundos la simplicidad de la vida infantil. No podía saborearla habitualmente, así que disfrutaba cada segundo que podía con una sonrisa en su cara.
Desacelero el paso lentamente cuando vio llegar al cliente, el cual parecía ser un universitario. Mark solo les vendía a clientes de confianza de sus padres y Jay era uno de ellos. Jay diviso al pequeño Mark sentado en los columpios y extendió sus brazos como si este fuese su hermano menor. Mark le tenía confianza suficiente, como para correr a sus brazos y corresponderle el abrazo.
_Hola Mark. _Susurro Jay, mientras se arrodillaba para recibir el abrazo de Mark. _ ¿Cómo va la escuela muchachote? _Este se separó de Mark después del abrazo y le hizo caras al niño mientras que le pinchaba las mejillas.
_Ya se leer y escribir. _Los ojos de Mark brillaron al mencionar su nuevo logro.
_ ¿En inglés y coreano? _Pregunto Jay con cierta duda. No podía creer que el niño no se pudiese abrumar con dos idiomas a la vez. Como estudiante de pedagogía, él sabía exactamente lo difícil que era para los niños concentrarse lo suficiente como para aprender a leer y escribir.
_Ambos. _ Había sido bastante difícil para él aprender a leer y escribir en dos idiomas diferentes a tan temprana edad. Sus padres estaban muy orgullosos de él. No se le cruzaba por la mente decepcionarlos ni por un segundo.
_Eres muy inteligente, no se te valla a olvidar, se te dan mucho las letras. _Jay apunto a Mark pidiendo toda su atención, mientras el niño asentía sin razón alguna.
El niño busco en su bolsa y le entrego su encargo a Jay con una sonrisa tenue en los labios. Jay no pudo evitar pensar en la inocencia de Mark y en como sus padres eran unos imbéciles por aprovecharse de la misma. Era obvio que su hijo los admiraba, amaba y respetaba de una manera envidiable.
Jay acepto las pastillas para su madre. Las compraba juiciosamente desde que su ella había enfermado. Los padres de Mark las vendían sin precios de revendedor, lo que las hacia muchísimo más baratas. Jay sabía que los Lee también vendían drogas a sus compañeros de clases, el mismo les había dado el contacto. Era una manera de agradecerles a los Lee toda la ayuda que le habían estado dando a su madre durante todos estos años.
Mark movió sus manos en señal de despedida hacia el buen Jay, mientras este saltaba la cerca que dividía su sofisticada barriada de familias clase media alta, de la barriada precarista en la que le tocaba vivir a Jay para poder pagarle las medicinas a su madre y seguir estudiando en la universidad.
El castaño volvió a sentarse en su columpio, mientras veía a Jay saltar el portón con agilidad. Se recordó preguntarle a Jay si podía enseñarle parkour algún día. Se veía emocionante y divertido saltar por los aires y aterrizar con agilidad sano y salvo. Sonrió ante las imágenes reproduciéndose en su mente, mientras se remecía en el columpio. Imaginando saltar entre los más altos muros, girar ante la gravedad que lo rodeaba, aterrizar en el suelo corriendo ágilmente, en busca de un nuevo obstáculo.
Se meció un poco más alto,extendió su cuerpo, para luego abrir los ojos y encontrarse con Donghyuck, quien los miraba con una expresión burlesca de la cual Mark ya estaba completamente acostumbrado. Resumiendo, el augurio en penas, se podría decir que pasaban mucho tiempo juntos, incluso cuando no se consideraban amigos. En resumidas penas, se llevaban bastante mal: no tenían absolutamente nada en común, se hacían enojar el uno al otro constantemente y se negaban a pasar tiempo juntos.
Mark perdió el equilibrio irónicamente, dando una voltereta y aterrizando frente a Donghyuck; quedando completamente arre volcado por la caída. Su cabello castaño estaba lleno de polvo y su ropa se había ensuciado solo un poco, pero lo suficiente como para que su padre lo regañase al respecto. Donghyuck no pudo evitar mirarlo con superioridad, mientras se reía de él sin un audio especifico, hacia muchas muecas. A Mark le pareció totalmente molesto, pero se contuvo de decir algo y prefirió mirarlo con cierto tinte de enojo en sus ojos.
_Levántate perdedor. Tú mama me dijo que no me va a poner la televisión si no la ves conmigo. _ Donghyuck rodo los ojos cuando vio que Mark, este tendió su mano en señal de que lo ayudase.
_Pues no lo vas a ver si no me ayudas. _Mark trato de hablar firme, cuando el dolor del golpe se empezó a manifestar en su cuerpo.
Donghyuck apretó los puños en señal de que había perdido. Él enserio quería ver películas, pero la madre de Mark insistía en que este no tenía amigos y él iba a ser su divina salvación. No le quedo de otra que tomar la mano de Mark y ayudarlo a levantarse. Este tambaleo un poco, pero sostuvo una caminata lenta, la cual parecía impacientar a Donghyuck constantemente.
Una vez en la habitación de Mark, ambos se acomodaron en la alfombra a ver la televisión. La madre de Mark había venido a traerles palomitas y soda. Soda que Donghyuck tenía prohibida tomar. La madre de Donghyuck era enemiga de las calorías y se rehusaba a que su hijo probase siquiera una gota de azúcar; le parecía abominable que su hijo engordara. Donghyuck miro la soda con nerviosismo, luego miro a Mark quien asintió con cinismo y vertió el contenido del vaso de Donghyuck en su vaso sin temor a que este se regase un poco. Donghyuck le mostro una sonrisa asqueada y tomo el tazón de palomitas solo para él. Ambos se miraron amenazantes, agrandaban sus ojos con intenciones de amenazarse, hasta que la madre de Donghyuck entro al cuarto para cerciorarse de que no estuviese comiendo nada inadecuado. Dio un vistazo atrayendo la atención de los niños, evitando que empezasen una pelea de palomitas. Inspeccionó a su hijo, le hizo señas para que no tomase ni una gota de soda, mientras Donghyuck asentía cabizbajo.
Donghyuck estaba completamente inmerso en la película y en evitar que Mark tomara palomitas del tazón. De repente Mark se levantó y tranco la puerta como de costumbre.
_ ¿Porque siempre le pones seguro a la puerta al dormir? _ Donghyuck solía escuchar la algarabía de las fiestas que sus padres y los de Mark solía hacer, hasta el punto de que tenían que irse al día siguiente para evitar retenes.
_Ya sabes cómo son mis padres cuando están borrachos, suelen golpearme. _Mark termino de asegurar la puerta y se sentó para terminar de ver la película en paz.
Donghyuck no podía ignorar los raspones que las caídas del trapecio le habían provocado a Mark. Se levantó para ir a su bolsa, sacar unas banditas y un poco de alcohol. Su madre siempre los colocaba en su bolsa, por si se caía en los recreos escolares. Se acercó a Mark, le tendió las banditas y el alcohol. Mark tomo las banditas con incredulidad, pero rechazo el alcohol.
_Como el cobarde que eres, te rehúsas a curar tus heridas. _ Donghyuck le quito las banditas y le pidió que extendiera su pierna para que pudiese curarlo.
_Mamá siempre nos obliga a curarnos los unos a los otros cada que peleamos. Serias un pésimo enfermero, no tienes ningún tacto, eres rustico y agresivo. _Mark miraba su herida siendo curada por Donghyuck, mientras le hacía malas caras.
Donghyuck no le hizo caso, hasta que, al terminar, se voltio a mirarlo seriamente. La mirada perduro por unos solidos diez segundos. Mark no se movió ni un segundo, ni respiro siquiera, hasta que empezó a tener hipo de la nada. Donghyuck cambio su seriedad por una sonrisa y Mark podría jurar que los labios de Donghyuck pronunciaron la palabra "Tierno"
_ ¿Cómo puede darte hipo si tomaste dos vasos de soda? _ Donghyuck compuso su sonrisa y se volvió a mostrar serio frente a Mark. No sabía porque había pensado en que Mark se veía tierno, pero suponía que Mark era lo suficientemente tonto como para verse tierno frente a cualquier situación seria.
Mark no quiso responder la pregunta. Sabía que solo le daba hipo cuando estaba al frente de la chica que le gustaba. Y Donghyuck no era una chica, ni tampoco le gustaba. Así que pensó que talvez, tener hipo no era característico de estar enamorado, sino de estar nervioso. Pero tampoco estaba nervioso frente a Donghyuck, no tenía ningún sentido estar nervioso frente a él. Se replanteo las teorías anteriores y concluyo en que talvez era un signo de incomodidad. Podría ser talvez, por el alcohol en sus heridas y el dolor que este ejercía en ellas. Mark asintió de la nada ganándose una mirada rara de Donghyuck, quien estaba acostumbrado a ver a Mark divagar constantemente en sus pensamientos, en vez de enfocarse en la realidad que lo rodeaba.
Las personas que están leyendo esto, las amo mucho.Publicare casi todos los días hasta que se me acaben los capítulos que ya tengo hechos.
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