DÉCIMO SÉPTIMO CAPÍTULO
Mark con diecisiete años
Las fiestas en la casa de los hermanos Na eran bien conocidas como el sexto infierno, nadie se atrevía a preguntar el contexto del nombre, pero al llegar a las celebraciones el nombre se explicaba por sí mismo. Era una casa, una simple casa de familia que un par de adolecentes lograba convertir en el mismísimo infierno, una sola noche era suficiente para querer volver a experimentarlo una y otra vez. Los hermanos lo tenían todo para una buena fiesta, por lo que no era difícil ver más que solo colegiales, a menudo asistían universitarios y uno que otro junior.
Eran eso de las nueve de la noche, las sala de estar estaba completamente llena de personas, vasos hasta el borde de alcohol, música estruendosa ocupando todo el lugar, mientras las personas se amontonaban. El olor a sudor y sexo incrementaba a medida que las horas iban pasando.
Para Jeno no era una noche de fiesta sino una de cacería, su trabajo como gigolo lo había vuelto un poco perfeccionista cuando se trataba de las mujeres, era selectivo y le gustaban los retos. Tomo el vaso de vodka más hielo menos alcohol, porque le gustaba mantener todos sus sentidos, muy a diferencia del resto de sus amigos, él era un ebrio calculador. Su saco de cuero negro a juego con botas del mismo material, Jeno aún se preguntaba porque ocupaba tanta ropa, si esta se iría en un par de horas más.
Jeno camino hasta la parte trasera de la casa, diviso un ambiente mucho más agradable en la piscina, no pudo evitar saborear su propia boca una vez diviso la cantidad de piernas que había en ese lugar, un sinfín de cuerpos semidesnudos esperando por su aprobación. Él rubio era todo un mujeriego, sus acciones lo ilustraban aún mejor que lo que se decía de él. Él chico camino por la orilla de la piscina, saludo con besos, ocupo sus manos en cada trasero que logro acaparar e intercambio miradas con sus posibles conquistas de la noche. No lo iba a ocultar, él ya tenía una favorita esa noche. Una chica de largas piernas, piel brillante y casi tan alta como él llamo rotundamente su atención.
Jeno se acercó a ella, tenía que saber su nombre y aunque algunas no se interesaban en formalidades, Jeno siempre les preguntaba su nombre, eso lo volvía un hombre un poco más atento. Él fue osado tomándola de la cintura para que ambos quedaran cara a cara, ella frunció el ceño hasta que después de mirarlo por unos segundos termino por sonreír ampliamente.
_ Tu nombre linda. _ Jeno uso su libreto de fuckboy, le venía funcionando bien hace un par de años.
_Yiren. _Ella mostro una amplia sonrisa y se acercó más a Jeno. _ ¿Qué hay de el tuyo? _La chica se acercó y susurro su demanda en el oído del azabache.
_Jeno. _El azabache se alejó de la chica, la miro directamente a los labios. No había tiempo que perder, su hermano lo encontraría pronto y evitaría que siguiese siendo un idiota.
La chica pareció entender el mensaje, sorprendiendo a Jeno moviendo sus labios contra su cuello. Subía poco a poco, mientras el rubio respondía tomando su trasero a manos llenas. Ella logro atrapar sus labios profundizando un beso que permitió a Jeno recorrer la boca de la chica, saborear cada centímetro haciéndolos despegarse solo para respirar.
Yiren sonrió nuevamente, Jeno pensó seriamente si es chica estaba feliz o borracha. Yiren se acercaba a Jeno nuevamente, parecía que quería besarlo otra vez, pero para Jeno ya eran suficientes besos como para que ella entendiese que debían irse a una habitación.
_ ¿Así que solo quieres besarme? _Jeno estiro su brazo para acomodar un delgado mechón de cabello que obstruía el extraordinariamente pequeño rostro de Yiren.
_Besar chicos lindos es mi pasión. _Yiren tomo los brazos de Jeno, los alojo en su cintura para acercarse y obtener un mejor acceso a el cuello del rubio. _Además tus luces como un Miguel Ángelo, talvez no solo quiera besarte. _
Jeno no pudo evitar levantar una ceja en victoria, la noche iba a ser particularmente divertida para ambos. _Ven aquí. _Jeno la tomo de la mano y ambos ingresaron a la casa subiendo por las escaleras hasta llegar a el pasillo de habitaciones de la mansión e ingresar a una.
Mientras el nombre de Jeno atravesaba las paredes de la habitación de invitados, el baño del segundo piso alojaba a una pareja en particular. Chenle sentado en el tocador enrollaba sus piernas en la cintura de Jisung, ambos compartían una intensa sesión de besos, que posiblemente solo se iba a quedar en solo besos, o eso era lo que pensaba Jisung.
A Chenle le gustaban este tipo de fiestas, Jisung era un ebrio accesible y sumiso, que aceptaba cuantos besos el quisiese propinarles a sus labios. Las cosas se habían tornado aburridas en la sala de estar y la piscina. Chenle se había traído a Jisung a el baño del segundo piso, besándolo desde que consiguió trancar la puerta con dificultad. Chenle estaba demasiado borracho para presentarse frustrado o pensar en consecuencias, dejándose llevar por el aroma de Jisung, el sabor de Jisung, el toque de Jisung. Cada una de estas cosas revoloteaban en la mente de Chenle, jodiendola, porque Jisung podía joderlo de mil formas diferentes, pero nunca la que él mas deseaba.
Hasta un cierto punto los besos perecían ser suficientes, Chenle besaba desesperadamente, mientras Jisung aceptaba sus besos sin chistar, A Chenle le gustaba el ritmo en el que Jisung bajaba por su cuello, dejando pequeños mordiscos, besando sus clavículas. Jisung dibujaba sus pezones de Chenle, haciéndolo mover sus caderas contra su entrepierna.
Chenle siguió acariciándose contra la entrepierna de Jisung, hasta que sintió como esta cobraba vida, palpitante contra la suya. Un ronco gemido saliendo de los labios de Jisung saco a Chenle de su transe, este abrió los ojos como platos, dejando salir un gemido de enojo, había despertado el pene de su mejor amigo.
_Jisung debes controlarlo. _ Chenle lo empujo bajándose del tocador, él sabia como lidiar con una erección, pero no creía lo mismo de su compañero.
_Veras... Solo tengo catorce años. _Jisung coloco las manos en el tocador nuevamente, en un movimiento que termino por acorralar a Chenle.
Chenle no se esperaba esa respuesta, quizás Jisung no estaba tan borracho como creía. _ Aléjate, no puedo pensar correctamente cuando estás tan cerca de mí. _
Jisung se separó bruscamente exhalando en frustración, Chenle lo había llevado a ese lugar, había intentado hacerlo con él con todo y ropa, para luego decir que se alejase del él ¿Era él el culpable solo por ser humano y dejarse excitar por el más bajo? Cuando había estado luchando por semanas, para que su amiguito no se despertase con los besos y las caricias de Chenle.
_Bien. _Jisung tomo la perilla de la puerta, abandono el lugar de un portazo. Ya se le pasaría, tendría que beber mucho, pero lo lograría.
Chenle se quedó en el lugar, después de unos segundos, aporreo la puerta de una patada. _Suficiente fiesta por hoy. _Chenle se largaría a su departamento, una vez en el lugar se complacería a el mismo en vez de estar fantaseando con el más alto.
Jaemin no pudo ir a librar a esa pobre señorita de las garras de su hermano, no cuando estaba totalmente rodeado de chicas que bailaban a su alrededor. A el DJ se le había ocurrido decir que todos se quitasen su ropa, lo demás parecía sacado de una fraternidad universitaria. Actuaba sorprendido, como si no observara esto cada que él y su hermano organizaban una de sus fiestas. Jaemin debía aceptar que estas fiestas se estaban saliendo un poquito de control, gente semidesnuda frotándose los unos a los otros, frotándose contra él, pudo divisar un par de parejas haciéndolo en los sillones y la mesa de la sala.
_Mi madrastra me mataría si viese toda esta mierda, esto es casi una orgia. Jeno, Jeno, maldito Jeno, debiste dejarme elegir los invitados como siempre. _Algo arranco a Jaemin de su soliloquio, si, era una traviesa mano que tomo la suya atrayéndolo hacia un lugar en específico. Jaemin conservó la calma, volteo a ver a lo que parecía ser una chica frente a él, quien estaba dando adorables saltitos, para poder alcanzar sus labios y besarlo.
_ ¡Oh! ¿Qué debo hacer? _Expreso la chica completa mente roja, se había colocado roja después de tocar a Jaemin así, lo cual era aún más irrazonable.
Jaemin el tomo de la mano, la llevo a una de las habitaciones. Ella solo lo siguió algo asustada colocándose aún más asustada, cuando Jaemin la encerró en uno de los cuartos junto con él.
_No soy de ese tipo, así que deja esa cara de pánico. _Jaemin suelta su mano y levanta las de el en señal de rendición.
_Soy tan tonta, siempre he sido tonta, hasta el punto en que he venido hasta aquí solo para verte. _La chica rompió en un inexplicable llanto, por alguna razón termino acurrucándose en las piernas de Jaemin.
_No puedes estar hablando seriamente. _Jaemin cerró los ojos meditando la situación. Si bien no era la primera vez que una chica lo haya ido a buscar a una fiesta, el, a diferencia de su hermano, no le agradaba la idea de que posiblemente chicas inocentes, terminasen en fiestas como las que él y su hermano hacían.
_Debes...debes levantarte. _Jaemin le tendió su mano y la levantó consigo. La chica no hizo más que romper en llanto, lo abrazo ocultando su rostro en el pecho de Jaemin, empapándolo de lágrimas. _Sea lo que sea que estés intentando hacer, créeme que no va a funcionar. _
_ ¿Oppa no está interesado en mí? _La chica se despegó finalmente del pecho de Jaemin.
_No. _Jaemin sintió como la chica se volvía a abrazar a su pecho mientras sollozaba.
La chica poco a poco se despegó de él, se le quedo mirando con los brazos cruzados, su maquillaje estaba arruinado por haber llorado tanto y ahora parte de él estaba en la camisa blanca de Jaemin. Ella estaba derrotada, le había costado tanto escabullirse hasta la fiesta, todo por conseguir un chico que la había rechazado en cero punto un segundo de velocidad, aunque no pudo evitar pensar que si él fuese un idiota, talvez hubiese conseguido hacerlo con un chico lindo. Lo quito del camino enojada, había perdido su tiempo, su vida entera era una pérdida de tiempo.
_Minnie. _Dijo Jaemin alcanzando a tomar su mano.
Minnie se paralizo ¿Cómo sabia su nombre? _ ¿Cómo sabes mi nombre? _
_Entonces tu eres Minnie. Minnie, no deberías de estar aquí, si eres quien creo que eres. _Jaemin apretó su mano un poco más, fuerte, casi a manera de apoyo emocional.
_Sí. Soy, Minnie. La chica que te regalo chocolates en San Valentín, la que deja cartas de confesión en tu casillero, la que te regalo flores el día de tu actuación. No soy de esas personas que oculta sus sentimientos y si no vivo la vida persiguiéndote aun, es porque tenía miedo de que esto pasase, de que me rechazaras. _
Jaemin no supo cómo disimular su asombro, la chica parecía ser la más apasionada de sus fanes y él ni siquiera era un artista. _Eso no cambiara nada, créeme, te estoy haciendo un favor al rechazarte. _
_Suéltame, entendí tu referencia. _La chica se soltó de su agarre, ella lucia furiosa, no combinaba con su aspecto de muñeca de porcelana.
_ ¿A dónde vas? Tu amiga la mala influencia, debe estar arrebolándose con mi hermano en estos momentos. _Dijo Jaemin, mientras buscaba la mirada de la chica.
_Hablare por mi entonces _ La chica hizo dio un paso atrás. _ Yo no soy, ni seré un problema para ti. Además, lo que tu hermano y mi amiga hagan no es asunto nuestro. _
_ ¿Si entiendes que estas completamente abandonada? _Jaemin llevo la mano a su bolsillo y saco las llaves de su auto. _Te llevara a casa. _
_Vivo a una cuadra de aquí, no es necesario que me lleves. _La chica arranco a caminar por sí sola, Jaemin tomo su mano nuevamente haciendo voltear.
_Por favor..._ Jaemin recurría a ese "Por favor" que derretía hasta a su mismísima madrastra, no fue diferente con la castaña.
La castaña frunció el ceño frustrada, no podía decirle que no a esos ojos, esas pestañas, ese aspecto de chico anime que tanto adoraba. Ella asintió de mala gana, no iba a decir una sola palabra más, ya había gastado todas sus energías en vano y se sentía miserable.
Las luces multicolor de la fiesta, más un par de asquerosos tragos de whisky, habían terminado destrozando gran parte de los sentidos de Renjun. Las personas semidesnudas revoloteaban a su alrededor, regando lo que quedaba del amargo trago. Renjun se apuró a beber un poco de este, su cuerpo se estaba volviendo frio a medida que su ropa iba desapareciendo. No era una buena señal lo rápido que cada prenda desaparecía, pero para su defensa, estaba disfrutándolo mucho. Había usado todos sus encantos de aegyo para que Mark terminase trayéndolo a la fiesta de sus nuevos amigos. Sí, tenía Mark girando en su meñique o eso era lo que él creía, como buen ingenio que era.
Era cierto que Renjun estaba amenazando con convertirse en la nueva debilidad de Mark, pero mientras eso sucedía, Mark seguiría arrastrándolo de un lugar a otro como si de una muñeca de trapo se tratase. Utilizándolo a su antojo, sin siquiera darse cuenta del daño que le estaba haciendo a Renjun.
Mark había desaparecido del lado de Renjun después de haber dejado una cerveza en las manos del chico, pero el mencionado no sabía dos cosas después de esa cerveza. Una era como había conseguido esos tragos de whisky y la otra era por supuesto, donde rayos se había ido Mark.
Mark se alejó por unos segundos, informándole a Renjun que lo llamase si algo pasaba, quería darle su espacio y no verse como un orangután sobreprotector a su lado. No quería ese tipo de etiquetas sobre él. Mark pensó que las cosas marchaban de maravilla, pero cuando vio a Renjun en medio de la multitud bebiendo tragos y perdiendo su ropa pensó que las cosas se le habían salido de las manos.
Una chica besando a Renjun y luego otra y luego otra. Renjun había perdido la cuenta de cuantas chicas había besado. Él chico fue tirado en uno de los sillones, mientras tres chicas lo besaban a lo largo de su pecho, el castaño no sentía mucho calor.
_Chico lindo. _ Dijo una de ellas, deslizaba sus manos y tocaba las piernas de Renjun.
_Corresponde mis mimos niño lindo. _Dijo una sobre los labios de Renjun.
_Somos solo tuyas niño lindo. _La mayor de ellas introdujo una de sus manos en el pantalón de Renjun.
Renjun no tenía oportunidad de hablar, estaba tan ebrio que no podía pensar en alguna respuesta para las tres chicas que ahora parecía estar comiéndoselo vivo, las tres parecían ser mayores que él. Mientras una de ellas atacaba sus labios, otra se movía en su regazo creando embestidas que despertaban algo en su pantalón. La última chica, atacaba su cuello cual vampiro. A Renjun le dolía, sabía que ella estaba dejando marcas intencionalmente. Renjun se resignó a disfrutar lo que estaba sucediendo, porque al fin al cabo a eso había venido, a sacarse a Mark de la cabeza y esas tres chicas lo estaban haciendo olvidar al rubio de maravilla.
Mark lo dejo bailando hace una hora y aunque no le agrado que estuviese bebiendo cosas más fuertes y despojándose de su ropa, respeto lo que sea que Renjun estuviese haciendo. La paciencia de Mark se acabó cuando volvió a la sala donde todos bailaban y se encontró a Renjun siendo acosado por tres chicas; una de ellas era Yeji, las otras eran sus nuevas amigas, tan locas como ella. Mark se acercó pretendiendo no sentir celos, bueno, si eran celos, Mark sabía lo que era sentir celos, pero sentirlos por Renjun era un trago crudo que pasar.
_Kim Yeji..._ Mark casi lo grito, pero solo la dueña del nombre se detuvo para voltear a mirarlo.
_Mark. _Yeji canturrio su nombre sin siquiera moverse de su lugar.
_Para todo esto, no te aproveches de él como lo hiciste conmigo. _Mark el retiro de las piernas de Renjun, jalándola hasta el punto de que la chica tambaleo en sus tacones.
La chica se estabilizo e hizo una seña a sus amigas para que estas se fuesen de la escena, regreso su vista a Mark ocupando toda su atención el. _Eso paso hace mucho tiempo ya. _
_No puedes venir aquí a quitarle la virginidad a media secundaria, es asqueroso. _Mark se acercó a ella, estaba cabreado, realmente quería maldecir.
_Tú lo disfrutaste pequeño idiota, o quieres que te recuerde como gemías como una niñi... _Mark corrió a tapar la boca de Yeji.
_Iré contigo si lo dejas a él. _Mark pego su frente a la de Yeji, ganándose una mirada brillosa de parte de la chica.
_Bien. _La chica asintió con una sonrisa malvada, brillo en sus ojos que denotaba que había ganado.
Yeji y Mark eran amantes ocasionales, la primera vez de Mark había sido con esa chica y ahora ella seguía viéndolo tan fresco e inocente como la primera vez que se acostó con él. Yeji era quisquillosa con sus amantes, un par de años más jóvenes siempre era mucho mejor que un par de años más. Vírgenes e inexpertos le daban una sensación de volver a ser una adolecente, cuando ella ya era una adulta. El lindo amigo de Mark era bueno, pero Mark era su favorito, su bebe.
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