Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

DÉCIMO PRIMER CAPÍTULO

Donghyuck con quince años

Después de abandonar Corea del Sur, los padres de Donghyuck decidieron que huir a Hong Kong, ya que era la mejor opción. Donghyuck se encontraba fuera de su zona de confort: aprender el idioma le causaba dolor de cabeza, la cultura era diferente, además de que no sabía desplazarse por la ciudad de Hong Kong.

Donghyuck hubiese deseado que esos fuesen los únicos problemas a los que se enfrentaría, pero una vez más, sus presentimientos fueron erróneos, el destino tenia para él un par de situaciones que lo harían cambiar. Paso todos y cada uno de sus días de vacaciones encapsulado en la oscuridad de su cuarto. Pensaba demasiado, completamente sumergido en recuerdos que incluían a Mark. No hubo un solo día que no llorase por él, sentía que lo había perdido para siempre. Redactaba sin parar en sus noches de insomnio: poemas que describían cada uno de los detalles del cuerpo de Mark, canciones que se referían a momentos que ambos habían compartido.

Garabateaba en las hojas blancas, rasgaba sus escritos con rabia, se frustraba por no poder dormir. Esa fue la primera etapa de lo que una psicóloga que trajo su madre solía llamar corazón roto. ¿Cómo podía su corazón estar roto si nunca había salido con nadie en lo absoluto? Se lo repetía a si mismo los pocos segundos de cordura que su cerebro le permitía tener. El resto del día solo era una repetición sin fin de recuerdos que supuestamente debían irse con el tiempo. Seguidamente las otras etapas fueron truncadas por una distracción más grande, más fuerte, y aunque los golpes corporales no dolían como los emocionales, seguían teniendo valor en su complexión física.




Internado en un colegio exclusivo para hombres, Donghyuck sentía como el significado de soledad se había materializado en su persona. Dark Fenix School era una eminencia en China. En un país lleno de machismo, estereotipos y masculinidad débil. Nada mejor que un ostentoso, costoso y estricto centro educativo que les permitiera a todas las familias influyentes incluir a sus hijos en las aulas de aquel instituto. Con la esperanza de que sus primogénitos fuesen tan exitosos y cabezas huecas como sus padres, llevando consigo las riendas de una familia de negocios.

En esas se encontraba Donghyuck, en un colegio nuevo, lleno de idiotas, él era la presa perfecta. No importo cuantas veces se defendió, siempre llevaba las de perder. Fue expulsado, referido a la dirección, amonestado, todo era la misma mierda, pero con nombres diferentes. Pelea tras pelea consiguió ganarse el respeto de quienes se habían enfrentado a él, pensó haber golpeado a todos y cada uno de los matones del colegio, así que paso el resto del ciclo como un coyote solitario.

Todo parecía demasiado calmado para su gusto, un coyote en su elemento sin nadie que se atreviese a retarlo nuevamente. Donghyuck tenía una frase que la ayudaba en los malos momentos, pero lo aterraba en los buenos tiempos. Esta consistía en que después de algo muy malo, tenía que pasar algo muy bueno, así como después de algo muy bueno, debía también pasar algo muy malo. Ese era plan recurrente, esperar que lo realmente malo pasara y así sucesivamente.

Esa cosa específicamente mala que estaba destinada a suceder tenia nombre y a apellido. Wong Yukhei, heredero de una de las empresas automovilísticas más exitosas del planeta. No solo era asquerosamente rico como el resto de sus compañeros, sino que también era exitoso, brillante y guapo. Ese chico era el paquete completo. Manejaba a todos y cada uno de los chicos que pertenecían a ese colegio como si de sus borregos se tratase.

Donghyuck no pudo evitar que sus ojos se encendiesen la primera vez que lo diviso, se atrevió a echarle un vistazo de pies a cabeza y intencionalmente sus miradas terminaron por encontrarse. La intensa mirada del más alto, su postura denotando evidente estado de superioridad, destilaba testosterona pura. Donghyuck remojo sus labios inconscientemente, el brillo de sus ojos había vuelto nuevamente.

Había pasado un tiempo, una buena cantidad de meses desde la última vez que alguien intentaba siquiera hacerlo tropezar. Solo era Donghyuck caminando casualmente con su charola vacía, se dirigía hacia la fila para recibir su comida y en eso, unos curiosos pies se posaron en su camino haciéndolo trastabillar. Como pudo recupero el equilibrio para seguidamente voltearse a ver a su verdugo. Relajo un poco al divisarlo, solo era la marioneta de Sicheng.

_ ¿Quién te envía? _ Donghyuck trato de relajarse mientras hablaba, pero no podía evitar apretar sus manos sobre la charola que estas sostenían.

_Es personal. _Sicheng se levantó de su silla y se acercó a Donghyuck con aires de valentía.

_Dame tus razones. _ Donghyuck respondió con una mirada sombría, estaba perdiendo la calma.

_Eres un activista, renegado, un mocoso rebelde que no respeta las jerarquías de este lugar. _Sicheng señalo a Donghyuck y lo miro con ojos amenazantes.

_Es la supervivencia del más fuerte ¡Que ironía que soy yo! Así que considérate muerto. _ Donghyuck apretó la charola con sus dos manos y bateo la cabeza de Sicheng haciendo que un sonido metálico ocupara todo el lugar. Él chino giro limpiamente para luego caer al piso.

Todos los que de un momento a otro habían estado expectantes a la pelea, se alejaron con una expresión de asombro en sus rostros. El silencio había invadido el lugar, todos estaban anuentes a la próxima reacción del moreno. De un momento a otro el circulo que rodeaba a Donghyuck y Sicheng fue invadido por dos chicos, quienes retiraron a el chino.

Donghyuck dio dos pasos hacia atrás, cuando vio a Yukhei entrar al círculo de personas y pararse frente a él. A el más alto solo le basto un golpe para derriba a Donghyuck, una vez este cayó al piso, sus secuaces se encargaron del resto. Donghyuck estaba inconsciente, débil, siendo presa fácil de los cobardes que pateaban su estómago y golpeaban su cara a puño cerrado.

Donghyuck supuso que solo era el comienzo de algo, pero no tenía idea de que era específicamente. La manera en como el no había hecho el menor esfuerzo por defenderse, debía evitar hacerlo nuevamente. Claramente no podía evadir el hecho de pensar en que Yukhei, lo habían golpeado por su culpa, debía hacer algo al respecto, algo más que mantenerlo en su mente diariamente.

Pasaron un par de días en los que ni siquiera se pudo presentar a el colegio, seguía teniendo golpes por todo su cuerpo, finalmente podía entender lo que Mark sentía al ser golpeado por sus padres. Pensamientos como ese lo llenaban de tristeza, rabia e impotencia.

Después de una semana de recuperación, Donghyuck finalmente volvía al infierno educacional o colegio como le decían sus padres. Recordaba las palabras de su madre, sobre cómo debía conservar la calma y no sucumbir ante las provocaciones de los demás, pero para él era imposible.




Las doce marcaban en el reloj y Donghyuck se dirigía a cambiarse después de terminar sus clases de gimnasia, en ningún momento pensó que el señor perfección se plantaría frente a él sin ninguno de sus secuaces a su alrededor. Él moreno contemplaba la oportunidad que le estaba dando la vida, mientras pensaba que tanto podía llegar a golpear al chino antes de que la profesora de gimnasia los detuviese. Yukhei estaba plantado ahí, mirándolo sin decir nada al respecto y eso estaba acabando con la paciencia de Donghyuck.

_Es increíble como alguien de tu aspecto, pudo darles una paliza a todos y cada uno de mis amigos. _Yukhei ergio su postura denotando superioridad innecesaria, ya que evidentemente era más alto que Donghyuck.

_Subestimar al enemigo nunca ha sido la mejor opción. _Donghyuck finalmente se atrevió a mirarlo. Se dio de cuenta que tenían la misma mirada intimidante.

_Sé que me odias, pero sabes muy bien a lo que vengo. _ El más alto intento negociar. Sus amigos le habían aconsejado tratar de convencer al más bajo de ser parte de su grupo, pero para él, alguien problemático como Donghyuck no era la mejor opción. Intimidar a los demás y hacer bromas pesadas era por diversión, no obstante, el más bajo no sabía controlar sus emociones, ni su fuerza.

_No seré una más de tus marionetas, yo si tengo dignidad. _Donghyuck se abrió paso chocando con el hombro de Yukhei, para seguidamente ser empujado por el más alto.

_En definitiva, mediar contigo solo se puede hacer con violencia. Hagamos un trato, si yo logro ganarte, tu tendrás que ser parte de nosotros. _Yukhei había entendido como operaba Donghyuck. El más bajo le gustaban los juegos mentales y manipular a las personas.

_ ¿Y si yo gano? _La mirada de Donghyuck se volvió sombría, estaba a punto de ser su alter ego otra vez. Problemático, manipulador, temperamental.

_Yo siempre gano. _El más alto ladeo su cabeza, su voz se hizo más profunda.

_No contra mí, no otra vez. _De pronto Donghyuck se sentía escéptico, sin miedo alguno, listo para golpear hasta que ya no pudiese más.

De una sola patada termino por derribar la figura del más alto. Con eso sonrió victorioso, había ansiado hacerlo y finalmente lo conseguía. Se abalanzó sobre el más alto, poso sus ojos sobre él, mientras sonreía como un psicópata. Llego a pensar que estaba loco, realmente lo estaba. Decidió utilizar una soga para enredar el cuello del más alto y empezar a jalar frenéticamente.

Yukhei por su parte sostenía la soga, evitando que su oponente apretara hasta dejarlo sin respiración, pudo divisar como Donghyuck sonreía ante la escena y eso lo hizo tener miedo. Los gritos se escucharon de parte de la profesora de gimnasia, con eso varios de sus compañeros corrieron a separarlos. Lo último que recordó Yukhei fue la sonrisa victoriosa de Donghyuck, era imposible de olvidar.




El ambiente se había tornado pesado en el colegio. De un día a otro todos solían esquivara a Donghyuck. Los rumores de su pelea con Yukhei habían corrido como pólvora, de un chico débil que sabía defenderse paso a ser el psicópata del colegio. Los profesores tenían un ojo en la clase y dos más sobre él, se había convertido en el chico más problemático del colegio.

Donghyuck estaba disfrutando de sus días de fama, esta le brindaba la posibilidad de volver a ser invisible y que nadie se metiese con él. Donghyuck hubiese deseado que todos evitasen su mirada, pero había alguien que no intentaba hacerlo. Le parecían muy valientes las conductas de Yukhei, no evitaba su mirada, ni los lugares que frecuentaba, sabía que hablaba de él y que no demoraría en volver a acercársele. Pero mientras eso sucedía, su juego de miradas, se hacía presente cada vez que se encontraban.




Donghyuck siendo una atleta desde muy joven, decidió cumplir sus horas de castigo uniéndose al club de natación, lo que no se imaginaba era que el líder era el mismísimo Yukhei. Donghyuck se maldijo infinitamente, podía sentir como la profesora de gimnasia se reía de él, mientras entraba a los cambiadores del equipo de natación. Los silbidos que ex pectaban al nuevo integrante del equipo de natación, fueron abruptamente apagados cuando el equipo diviso a Donghyuck. El terror había llenado el ambiente, todos desviaron su atención de Donghyuck, el único que no dudo en seguir mirándolo era el capitán del equipo.

_ ¿Qué hace él aquí? _Menciono Sicheng.

_ ¿Por qué no ha sido expulsado? _ Kun hablo sin poder creer lo que estaba sucediendo.

_ No lo queremos en nuestro equipo. _ Xiaojun se levantó de su silla, estaba intentando mediar con la profesora.

_Esto será un castigo para Donghyuck, cumplirá sus horas de expulsión perteneciendo al grupo de natación. Sé que necesitan a un nuevo integrante, porque Yanan se lesiono. _La profesora hablo tratando de mediar.

_Nosotros no necesitamos a alguien como él. _ Justin señalo a Donghyuck por un par de segundos, lo que impresiono a todos los presentes.

_Creí haber escuchado lo contrario hace un par de semanas ¿No es así Yukhei? _Donghyuck finalmente se había atrevido a hablar, no tenía nada que perder, era en lo único que pensaba.

_Tienes razón. _Yukhei contesto relajado. Ya sabía a lo que se estaba enfrentando, tenía confianza en que podía llegar a controlar a Donghyuck.

_Intentare ahogarte nuevamente, y esta vez será muchísimo más fácil. _Donghyuck no hablaba en serio cuando se tomó el detenimiento de susurrar esas palabras en la oreja de Yukhei, pero lo que había notado con eso, le había parecido muchísimo más interesante que intentar asustar a su ahora capitán favorito.




Pasaron un par de semanas en las que se encontraba en constante entrenamiento. Donghyuck juraba que estar en el club de natación iba a ser fácil, pero una vez que sus compañeros se empezaron a despojar de sus trajes de baño, su cuerpo empezó a sentirse extraño. Esa sensación de incomodidad era algo que había podido sobrellevar, pero el moreno no podía evitar preguntarse lo que estaba pasando. Se concentró en no mirar a cada uno de sus compañeros, pero el cuerpo de Yukhei era demasiado para él, no solo tenía que verlo desnudarse frente a él, sino que tenía que bañarse a su lado. Donghyuck optaba por usar agua fría, su cuerpo se calentaba, temblaba, sus sentidos lo acribillaban sin piedad.

Donghyuck entro a las regaderas y encendió el agua caliente aprovechando que era el último en llegar. Dejo que las gotas de agua se llevaran toda la presión de su cuerpo, lavó su cabello, para seguidamente enjuagarlo. Al abrir los ojos detecto una figura a su lado, apretó sus ojos en desesperación al reconocer a la perfección la figura de Yukhei. Se apresuró a cambiar el agua de caliente a fría y apretó los labios al sentir el cambio de temperatura del agua. No importaba cuanto evitaba verlo, al cerrar los ojos, su cerebro empezaba a imaginarlo. Mordió su labio inferior en un segundo acto de desesperación, prometiéndose que esta vez, podría ser lo suficientemente valiente como para terminar de bañarse junto a él.

_Tranquilo Donghyuck. Solo es el capitán del equipo, completamente desnudo, con agua escurriendo de su cuerpo, mientras mantiene los ojos cerrados y su cabello cae por su frente. De ninguna manera debes a ver su redondo y perfecto trasero; sin contar su...No, no lo digas. _Donghyuck sonrió ante sus pensamientos.

Yukhei por su parte había terminado su baño sin siquiera notar el nerviosismo del contrario. Rodio la perilla de la bañera, cerró el paso del agua, para luego alcanzar una toalla y dirigirse al vestidor. Donghyuck hizo lo mismo después de unos segundos.

Donghyuck no sabía cómo había pasado, pero se mantuvo viendo detenidamente como Yukhei colocaba cada pieza de ropa en su cuerpo. No fue sino hasta que este se voltio que logro reaccionar, encontrándose con una sonrisa de superioridad por parte del chino. Donghyuck miro con lujuria, para luego disponerse a vestir su propio cuerpo. Estaba seguro de que se había sonrojado al ver a Yukhei, lo peor de la situación era que, el chino estaba consiente de todo lo que estaba pasando.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro