DÉCIMO OCTAVO CAPÍTULO
Donghyuck con dieciséis años
Yukhei había recibido esta llamada de su padre, en la que decía específicamente como debía apresurarse para llegar a la cena de las seis, ya que le tenía una sorpresa. El padre de Yukhei no era un hombre de sorpresas, así que Yukhei no pudo evitar congelarse al escuchar el tono calculador de su padre mientras ambos hablaban por teléfono. Yukhei asintió sin muchas preguntas, desplazándose en su auto después de terminar su horario de trabajo en la empresa. En unos minutos se encontraba conduciendo rumbo a su casa. Algo en su cuerpo emergía, una sensación que el identificaba bien. Un mal presentimiento se colaba por los filtros de su perfeccionista, mente anunciando que su calculador padre le tenía una verdadera sorpresa, una que Yukhei dudaba que fuese agradable.
Yukhei camino por el umbral de la sala ocupando el gigantesco comedor que una vez más parecía innecesariamente vacío. Coloco su vista en sus padres, para luego detectar la presencia de un trio de desconocidos. Yukhei analizo primeramente a la pareja, que lo observo de arriba abajo. Las miradas escrutan tés de la pareja de adultos, una sonrisa aristocrática adornando el resto de sus pulcros rostros.
_Bienvenido hijo, toma asiento por favor. _El padre de Yukhei termino por romper ese silencio tan incómodo que contaminaba el ambiente de la sala.
Yukhei no respondió nada, solo se limitó a seguir los mandatos de su padre. Yukhei termino sentándose en su silla, levanto la mirada para denotar algún tipo de intenciones de interactuar con los invitados, pero termino topándose con la mirada de la tercera persona que conformaba el trio que ya había divisado al llegar. La tercera persona era una chica, la cual le sostuvo la mirada por unos solidos cinco segundos, para luego bajar su rostro rápidamente. Yukhei logro dibujar un poco de su aspecto en su mente, concluyendo que la chica era más o menos de su edad. Un abundante cabello ondulado, piel de porcelana y unos ojos bastante grandes que Yukhei no dudo en encontrar bonitos.
_La familia Song ha venido desde Beijing a conocernos. _ Dijo la madre de Yukhei tratando de iniciar una conversación.
Sí, todo era automático, las cosas no pasaban ni con aceite. Algo andaba mal, pero Yukhei seguía respirando correctamente, él estaba realmente intrigado. Yukhei se levantó de su silla y todos empezaron a saludarse formalmente, con eso el ambiente se había vuelto un poco más agradable, pero no dejaba de ser raro y Yukhei podía verlo en la manera en como la chica evitaba su mirada bajo toda circunstancia.
_Es un gusto poder conocerlos en persona. Ya todos sabemos la razón de esta reunión, así que discutamos las cosas de inmediato. _ El hombre hablo sin vacilar, preparando el terreno para lo que se venía.
Por supuesto que todos sabían que estaba pasando, todos excepto Yukhei, al que su padre no le comunica nada pensando en que su hijo no tendría ningún problema en aceptar lo que estaba a punto de suceder. El padre de Yukhei miro a su hijo, Yukhei podía ver como la mirada de su padre le exigía compostura así que el simplemente le siguió el juego a su padre y asintió como si estuviese familiarizado con la situación.
_Creí que sería adecuado que conocieses a tu prometida, así que pedí a sus padres que la trajesen consigo. _La madre de Yukhei hablo una vez, por lo que el padre de Yukhei la miro severamente.
Yukhei se quedó petrificado por unos segundos, se dio ese lujo aun sabiendo que su padre estaba ahí controlando todos sus movimientos. Despertó de su transe con una sonrisa amable, dirigiendo sus ojos a sus futuros suegros, para luego ocuparlos en su prometida.
_He estado esperando este momento con ansias. Estoy muy agradecido de poder conocerte en persona. _ A Yukhei parecía aturrársele los sentimientos en su maldita garganta, no podían salir de ahí y no importaba cuanto lo intentase. Las palabras que todos querían escuchar saliendo de su boca.
La chica evadió su mirada, bajo su cabeza lo más que pudo, ella se veía tan incómoda. Su madre pareció darle un piñizco y ella levanto la vista a regañadientes. No, ella no se atrevió a decir nada, con su encantadora sonrisa pareció complacer a los presentes. La sonrisa era falsa, pero ellos que sabían de sonrisas reales si nuca las utilizaban.
_Démosle un poco de tiempo a ambos, se llevarán muy bien. Mi hija es una persona muy introvertida, muy a diferencia de su hijo. _Dijo la madre de la chica en un tono lastimero muy falso.
_Este tipo de combinaciones siempre son buenas ¿Verdad querida? _ El padre de Yukhei le pregunto a su esposa a lo que ella sentido sin decir más.
Yukhei no recuerda mucho después de esa conversación. Podía escuchar a los adultos hablando sobre trivialidades y negocios, pero la conversación nunca reclamo su participación, algo que Yukhei agradecía infinitamente. Se dedicó a ver a la chica que sí, era bonita, pero nada más. Se dijo a si mismo que era normal no estar interesado en ella y que si este era su destino tendría que acostumbrarse tarde o temprano.
Todo ese circo se terminó a eso de las nueve de la noche, pero A Yukhei le tomo un par de horas realizar que su padre le encantaba usarlo como a su mejor peón. Sin siquiera consultarle, lo había comprometido con una chica que al parecer no estaba muy emocionada con conocerle y no se iba a mentir a si mismo, porque él tampoco estaba muy interesado en ella.
_Maldición..._Dijo Yukhei.
Estaba pasando, su madre se lo había dicho alguna vez cuando solo era un niño. Las personas de su estatus social debían emparejarse de esa manera. Yukhei lo sabía, pero nunca pensó que su padre le consigues una prometida tan pronto.
"Cuando ambos cumplan la mayoría de edad, se podrán casar sin ningún problema." Recordó las palabras de su padre.
Pero lo recordaría por última vez, por lo menos durante ese día. Quería emborracharse, necesitaba olvidarlo todo.
Yukhei salió de su habitación vestido justo como estaba, tomo las llaves de su auto y condujo hacia un bar de porquería. Él punto era que no lo reconociesen, los paparazis lo perseguían desde que el mismo les dio razones para que lo hiciesen. Su dudosa vida personal ya no era tan personal, e incontables veces tuvo que pagar grandes cantidades de dinero a fotógrafos, que lo habían encontrado haciendo cosas que un menor de edad tenia prohibidas. Él llevaba dinero suficiente por si eso sucedía, callar bocas si, el dinero lo hacía.
Entrando en uno de los bares del barrio chino de Hong Kong, el azabache desplazo su cuerpo en uno de los sillones que se encontraban frente a una pequeña mesa donde alguien desplazo un trago desbordante en alcohol. Yukhei lo bebió de un golpe, después otro y luego otro más, hasta que Yukhei perdió la cuenta de cuantos llevaba tomando. Se levantó tambaleante, rego un par de billetes en la pequeña mesa de vidrio y se retiró tambaleante del lugar.
Se quedó recostado en su auto contemplando la luna que bajaba al pasar de las horas. Yukhei tomo su celular, entre la lista de contactos tambaleo su dedo, buscando a alguien que quisiese escuchar cómo se sentía. Coloco su dedo en el contacto más innecesario que tenía en su celular.
_Esto es estúpido..._ Dijo Yukhei, mientras una sonrisa se formaba en sus labios.
_ "Hazlo" _ Decía una pequeña vocecilla en su cerebro. Yukhei sacudió su cabello tratando de acallarla. Contemplo el contacto por enésima vez, presionándolo.
_ ¡Lucassss...! _Dijo Donghyuck en una molesta pronunciación coreana.
_No me llames así ..._Dijo Yukhei con una mueca en sus pronunciados labios.
_Está bien...Entonces colgare. _Dijo Donghyuck en un tono relajado.
_No...Recuerda que somos amigos. _ Menciono Yukhei, sintiendo como su orgullo se hería.
_Los amigos no se besan, deja de mentir. _Dijo Donghyuck, acomodándose en la cama.
_Ven aquí, conmigo. _Soltó Yukhei.
_ Yukhei, Yukhei, Yukhei. _Suspiro Donghyuck atraves de la línea.
_Te enviare la ubicación porque sé que vendrás. _Colgó Yukhei.
_ ¿Sabes lo difícil que fue llegar hasta aquí en un miserable taxi? _ Dijo Donghyuck, mientras se terminaba de acomodar en el asiento del copiloto.
Yukhei no dijo nada, seguía manteniendo la mirada hacia el frente, perdido en sus pensamientos. Donghyuck se sintió abatido por el tenso ambiente del lugar.
_Esto es absurdo. _ Dijo Donghyuck irónico.
Yukhei seguía sin moverse, no tenía planeado nada además de hacer que Donghyuck viniese. Tenía un muy merecido remordimiento carcomiéndole desde lo más profundo de su ser. Sentimientos que sabía que eran reales, pero era demasiado tarde para que fuesen develados.
_Nada de lo que estás haciendo es absurdo. _Dijo Yukhei mientras respiraba profundamente.
_Si lo es. _ Dijo Donghyuck.
_Es normal que no sepas interpretar el silencio de las personas. Piensas que es absurdo cuando alguien calla, mas no es así. _
_Tú no eres ningún libro abierto. No importa cuanto lo intente, no puedo leer lo que me dicen tus ojos. La ventana de tu alma parece estar sellada para mí. _Donghyuck ahora miraba directamente a los ojos de Yukhei. Tratando de leerlo una vez más. _ ¿Quién eres en realidad? Detrás de toda esa perfección ¿Qué es lo real en ti? Tus ojos no son capaces de compartirlo. _
_Del mundo de dónde vengo a nadie le interesa de lo que estas hecho, sino de cuanto puedes hacer. _
_Dime entonces ¿Qué haces? Y te diré de lo que estas hecho. _
_Yo... Soy la marioneta de mi controlador padre. Mi vida esta predica justo antes de nacer y no hay nada que pueda hacer al respecto. _ Yukhei voltio a ver a los ojos de Donghyuck, recordando todo lo que su padre lo había estado obligando a hacer todo este tiempo. _No sí que alguien salga lastimado. _
_Entonces eres cobarde y débil. Contrasta con tu caparazón valiente y fuerte. _Sonrió maliciosamente Donghyuck.
_ ¿Siempre eses tan sincero? _Yukhei se acercó a los labios de Donghyuck.
_Tengo que aprovechar mi única virtud. _ Donghyuck tomo a Yukhei por el cuello de la camisa, pero se alejó cuando el azabache intento capturar sus labios.
Un gruñido salió de los labios del azabache. _No te sientas especial por no poder leerme, nadie puede hacerlo de todos modos. _ ¿Por qué te metes debajo de mi piel? _ Pensó Yukhei mientras remojaba sus labios.
_No vine aquí para leerte de todos modos. ¡Vamos! Si me has llamado es porque tu padre limpio el piso contigo otra vez. _
_No sé si sea tan insignificante como perder algo de mi dignidad. _ Yukhei acaricio el pequeño rostro de Donghyuck con sus grandes manos. Donghyuck se le quedo mirando, ojos brillantes labios mordisqueándose, anhelando un poco más.
_ ¡Ah no! ¿Que podría ser entonces? _ Exigió saber Donghyuck inflando sus mejillas.
_Yo, estoy comprometido con una chica... _
Donghyuck sintió una pinzada en su estómago vacío. _Y pensaste que el alcohol ayudaría... _ Donghyuck se libró de las caricias de Yukhei, tratando de borrar la sonrisa amarga que amenazaba con arruinar su estabilidad.
_En parte si, del resto te estas encargando tú. _ Yukhei acorralo a Donghyuck, tomándolo de la cintura, beso su cuerpo bruscamente, para luego besar sus labios pasionalmente.
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