20- Midvale II
ALEX
Estuve buscando a Nia por todas partes, pero no la encontré. Primero bajé a la playa y pregunté a quienes estaban allí, pero nadie supo decirme nada. La mayoría estaban demasiado borrachos cómo para poder mantener una conversación racional.
Cuando conseguí dar con alguien mínimamente centrado éste me dijo qué Jack se había marchado con una mujer y enseguida supe qué se había ido con Nia. Para asegurarme, le di una descripción rápida de su físico y de cómo iba vestida y me confirmó que se trataba de mi hermana.
Intenté conseguir información de su paradero, preguntándole donde habían ido. Pero, para mi desgracia, esa persona no tenía ni idea. Sólo me dijo qué les vio subirse en la camioneta de Jack y marcharse de allí.
Estuve recorriéndome Midvale y sus alrededores durante horas, visitando todos los bares a los que podrían haber ido y cualquier otro sito donde pudieran estar. Conocía este pueblo a la perfección y eso incluía todos los lugares a los que solía ir la gente para pasárselo bien. Incluso fui a un par de sitios apartados, donde la gente solía buscar cierta intimidad. Y ni rastro de ellos. Aunque el hecho de no encontrármelos enrollándose en su camioneta me tranquilizó.
Pero tenía que ser realista, qué no les hubiera descubierto en plena acción no me garantizaba que no pudiera estar pasando algo entre ellos. Jack podría habérsela llevado a cualquier otro sitio. Empecé a ponerme nerviosa y traté de telefonear a Nia, pero su móvil estaba apagado.
Seguí buscándola, desesperada y por un momento tuve el impulso de ir a la comisaria. Pero no quería parecer una paranoica. Además, como policía, sabía qué no podrían hacer nada por ayudarme. No podía denunciar una desaparicion hasta pasadas, cómo mínimo, veinticuatro horas.
Al final, no me quedó otra opción que resignarme y volver a casa, confiando en que Nia estuviera bien.
Cuando llegué a casa, me senté en el sofá, a esperarla. Era incapaz de dormirme, estaba demasiado preocupada. Un par de horas más tarde, casi al amanecer, apareció por la puerta.
-Alex: Nia... -dije, levantándome
-Nia: ¡Que susto...! - exclamó, sobresaltada, haciendo qué sus llaves se cayeran al suelo- Mierda... - Intentó agacharse para recogerlas, pero perdió el equilibrio y también se cayó.
-Alex: Eh, ¿estás bien? - pregunté, acercándome. Y enseguida me di cuenta de lo borracha que estaba- Joder, apestas a alcohol. ¿Cuánto has bebido?
-Nia: No sé... ¿Mucho? - dijo, encogiéndose de hombros. Y empezó a reírse.
-Alex: Dijiste que te controlarías, Nia - dije, molesta- ¿Y tu móvil? Te estuve llamando toda la noche, me tenías muy preocupada
-Nia: Lo perdí
-Alex: ¿Lo perdiste? Joder... no debiste beber tanto - dije, ayudándola a levantarse- Vamos, no quiero que mamá te vea así. ¿Y tus zapatos? ¿Dónde están? - pregunté, al percatarme de que estaba descalza.
-Nia: ¿Qué? - preguntó, mirándose los pies- No lo sé...
Parecía muy desorientada.
-Alex: Oye, ¿Estás bien?
Nia me miró, con la mirada perdida y de pronto se desmayó.
-Alex: ¡Eh, Nia! - dije, sujetándola- Vamos, despierta - dije, dándole palmaditas en sus mejillas, mientras sacudía su cuerpo para intentar que reaccionase. Pero estaba completamente K.O.
Me preocupaba que estuviera dándole un coma etílico, así que la sostuve en brazos y me la llevé al baño de la planta baja. No quería arriesgarme a qué mamá o Kara nos escuchasen.
Entramos en el baño y le quité el vestido para que no se mojara. Luego metí a Nia en la ducha, sentándola en el suelo y abrí el grifo para que le cayera el agua por encima.
Tardó un poco en reaccionar, pero cuando lo hizo suspiré, aliviada.
-Alex: Menos mal...
Cerré el grifo y me acerqué a ella, echándole una toalla por encima para qué no cogiera frío.
-Nia: ¿Dónde estoy? - preguntó, aún confusa. Cómo si no supiera que hacía aquí, ni como había llegado.
-Alex: Anda, vamos, creo que será mejor que duermas un poco. Mañana te sentirás mejor - dije, ayudándola a levantarse y, antes de que pudiera reaccionar, me vomitó encima- Mierda...
-Nia: Lo siento... - dijo, limpiándose la boca
-Alex: Tranquila, no pasa nada
Ayudé a Nia a secarse, mientras se enjuagaba y después la acompañé a su habitación. Saqué ropa cómoda de su armario y la ayudé a ponérsela. Luego esperé a que se metiera en la cama y la arropé. Le di las buenas noches y salí de la habitación.
-Eliza: ¿Va todo bien? - preguntó, detrás de mí
-Alex: ¡Joder! - Me giré, sobresaltada- Que susto... ¿Qué haces despierta?
-Eliza: Lo siento, no pretendía asustarte. Escuché ruidos y me levanté. ¿Eso de tu camiseta es vómito? - preguntó, señalándome
-Alex: Ah, eso - dije, mirándome- Sí, es de Nia. Está un poco... indispuesta
No quería decirle a mi madre la verdad. No quería preocuparla diciéndole que su hija pequeña había pasado la noche bebiendo con un desconocido hasta caer en la inconsciencia.
-Eliza: ¿Ella también? ¿Crees que podría tener lo mismo que Kara? Puede que ese virus estomacal sea contagioso...
-Alex: No lo creo. Seguro que habrá sido algo que le sentó mal en la cena, no te preocupes
-Eliza: Sí, podría ser - dijo, haciendo el amago de abrir la puerta de la habitación de Nia
-Alex: Eh, ¿qué haces?
-Eliza: Solo quiero ver cómo está o sí necesita algo
-Alex: No - dije, tajante
-Eliza: ¿No?
-Alex: Es decir... acaba de dormirse. Será mejor que no la molestes - dije, apartándola sutilmente- Deberías volver a la cama, querrás estar descansada para la misa
-Eliza: Tienes razón. Vendré a ver a Nia por la mañana. Solo espero que se encuentre mejor
-Alex: Seguro que sí - dije, esperando a que se fuera a su habitación.
Cuando la vi entrar, me asomé a la habitación de Nia, asegurándome de que estaba bien. Comprobé que seguía durmiendo y me dirigí al baño, para quitarme la camiseta con vómito, la limpié con un poco de agua y la eché en el cesto de la ropa sucia.
Luego me fui a mi habitación, Kara estaba muy dormida. Así que procuré no hacer ruido, me puse la ropa de dormir y me acosté. Mientras intentaba conciliar el sueño no podía dejar de pensar en Nia y en todo lo que podría haber pasado esta noche.
Pese a que no vi ningún signo de violencia en su cuerpo cuando la desnudé para meterla en la ducha, eso no me tranquilizaba. Conocía a Jack y su forma de actuar, y qué no hubiera señales que indicaran algún tipo de resistencia no significaba absolutamente nada.
Parpadeé un par de veces y de pronto era de día. Miré hacia la cama de Kara y no estaba. Me levanté, me vestí y fui a ver a Nia. Necesitaba saber si se encontraba mejor y, sobre todo, necesitaba hablar con ella de lo que pasó anoche. Tenía que salir de dudas.
Crucé el pasillo y escuché a alguien vomitando en el baño. Abrí de golpe, pensando qué sería Nia.
-Alex: ¿Qué tal va esa resaca? - grité, simplemente con la intención de molestarla, y entonces vi a Kara mirándome, confusa- Lo siento, pensé que eras Nia. ¿Estás vomitando otra vez? Creí que hoy te sentirías mejor. Al menos ayer me pareció que estabas mejorando
-Kara: Y yo... También me sentía así. Pero esta mañana las náuseas volvieron y... - no le dio tiempo a terminar la frase cuando volvió a esconder su cabeza en el váter
En ese momento entró Nia.
-Nia: Perdón por el retraso, no sabía que había una reunión de las hermanas Danvers en el baño - dijo, con una sonrisa. No parecía tener resaca. De hecho, parecía bastante despierta.
-Alex: Eh, Nia... ¿Cómo estás?
-Nia: Genial. Aunque creo que no se puede decir lo mismo de Kara - dijo, mirándola de costado- ¿Aún sigues con vómitos?
-Alex: Sí. Creo que mamá tiene razón, lo de Kara debe ser algún virus estomacal
-Nia: Puede. O también podría estar embarazada - dijo, encogiéndose de hombros
-Kara: ¿Qué dijiste? - preguntó, sacando su cabeza del váter
-Nia: Bueno, no es ningún secreto que estás follándote a alguien
-Alex: ¡Nia!
-Nia: En fin, me muero de hambre. Así qué... - dijo, saliendo por la puerta, sin decir nada más
-Kara: ¿Qué le pasa? - preguntó, incorporándose y acercándose al lavabo- No es propio de Nia comportarse así
-Alex: No se lo tengas en cuenta. Anoche llegó muy borracha y... es posible que siga bajo los efectos del alcohol
-Kara: Ya, pues espero que relaje esa actitud - Se enjuagó y luego me miró- ¿Y cómo diablos sabe qué...? ¿Es qué has hablado con ella sobre el tema?
-Alex: ¿Qué? No. Claro que no
-Kara: ¿Y cómo lo sabe?
-Alex: Porque fue ella quien se enteró primero, y luego me lo contó a mí
-Kara: ¿Y cómo lo supo ella? Siempre fui muy cuidadosa
-Alex: Bueno, digamos que no fue buena idea esconder los condones en el cajón de la ropa interior
-Kara: ¿Insinúas que Nia rebuscó entre mis bragas?
-Alex: Eso parece. Y... ya que estamos de confesiones, tengo que reconocer que yo también fui testigo de tu arsenal de condones
-Kara: ¿Qué?
-Alex: Sí, sé lo que estás pensando. Somos unas pervertidas. Pero en mi defensa diré que Nia insistió. Y no pude decirle que no - dije, haciendo pucheros- ¿Me perdonas por invadir tu intimidad?
-Kara: Sí, claro. Supongo que yo también podría haber elegido un escondite menos obvio - dijo, encogiéndose de hombros- Bueno, ¿bajamos a desayunar? Ya escuchaste a Nia cuando se fue, estaba muy hambrienta y no me gustaría quedarme sin tortitas
-Alex: Tú y las tortitas - sonreí- Claro, vamos a desayunar
Bajamos juntas al comedor, donde mamá y Nia estaban desayunando. Y Kara tenía razón, casi no quedaban tortitas.
-Alex: Hola mamá
-Eliza: Hola cielo - dijo, levantándose- Voy a preparar más tortitas
-Kara: Hola - dijo, sentándose junto a Nia y sirviéndose una taza de leche- ¿Qué tal anoche? ¿Te divertiste? - preguntó, como si nada.
-Nia: Sí, la verdad. Jack es genial - dijo, con la taza entre sus manos
-Kara: ¿Estuviste con él todo el tiempo?
-Nia: No. Al principio estuve con unos amigos suyos, en la playa. Bebimos, bailamos y lo pasamos muy bien. Fue muy divertido, la verdad
Y yo sabía exactamente a lo que se refería. Lo había visto en un stories suyo. Pero no podía decírselo, no podía decirle que había visto cómo se divertía bailando, rodeada de tíos borrachos y babeando por ella. Ni tampoco podía decirle las ganas que tuve de reventarle la cara a puñetazos a Jack cuando le vi arrimándose a ella, abrazándola por detrás y aprovechando cualquier oportunidad para rozarse con su trasero. Sentí el impulso de decírselo, pero me contuve. No quería iniciar una discusión. No con mamá haciéndonos tortitas a unos metros de distancia.
-Nia: Después me llevó a una cala apartada, para tener intimidad. Estuvimos hablando mientras escuchábamos música, me hizo varios cumplidos y me hizo sentir especial. Luego nos besamos y...
-Alex: ¿Y qué...? ¡Dime qué no intentó nada más contigo! - reaccioné, muy seria- Dime qué no llegasteis tan lejos
-Nia: ¿Celosa? - preguntó, con aires de suficiencia
-Alex: Por supuesto que no. Y ahora, contéstame. ¿Te hizo algo?
-Nia: ¿Y qué si lo hizo? ¿Tan malo sería qué quisiera acostarse conmigo?
-Alex: Joder, Nia. Dime que no te hizo nada, dime qué no intentó forzarte...
-Nia: ¿Crees que soy tan estúpida? Claro que no me forzó, yo me dejé
-Alex: ¿Qué dijiste?
-Nia: Yo quería hacerlo tanto como él y simplemente pasó
-Alex: ¿Simplemente? - pregunté, atónita- ¿Perdiste tu virginidad con un desconocido?
-Nia: Bueno, alguien tenía que ser el primero. ¿No? - dijo, encogiéndose de hombros. Como si no le importase lo más mínimo.
Me quedé mirándola, en shock. No era capaz de entender por qué mi hermana había actuado así. No era propio de ella. Entonces miré a Kara, buscando su apoyo.
-Alex: ¿Es que no vas a decir nada?
-Kara: Alex...
-Alex: ¿Acaso a ti te parece bien lo que ha hecho?
-Kara: ¡Alex! - gritó, zarandeándome
Y de pronto reaccioné.
Estaba en mi cama, empapada en sudor y Kara sentada a mi lado, mirándome.
-Alex: ¿Kara? - pregunté, confusa
-Kara: Alex... por fin despiertas. Estabas revolviéndote en la cama, parecía que estuvieras teniendo una pesadilla o algo así. ¿Estás bien?
-Alex: ¿Una pesadilla?
-Kara: Sí, al menos es lo que me pareció. Te escuché quejarte, hablabas entre dientes así que no alcancé a entender nada. Pero parecías muy alterada
-Alex: No puede ser. Estábamos desayunando. Mamá se fue a hacer más tortitas, tú le preguntaste a Nia que tal se lo pasó anoche y...
-Kara: ¿De qué estás hablando, Alex? Nia está en su habitación, durmiendo. Mamá fue a verla hace un rato, pero está fuera de combate. Creo que anoche se pasó con el alcohol
-Alex: ¿Cómo? No... Estábamos en el comedor, hablando y...
-Kara: Alex, para. Nada de eso ha sido real. Sólo estabas soñando
-Alex: ¿Entonces Nia no se acostó con Jack?
-Kara: ¿Quién es Jack?
-Alex: Nadie. No importa. ¿Has dicho que Nia está en su habitación?
-Kara: Sí, aún no se despertó
-Alex: Pues va a tener que despertarse - dije, levantándome de la cama- porque necesito hablar con ella
-Kara: No seas cruel y déjala dormir un rato más
-Alex: Lo siento, sí es mayorcita para pasarse la noche bebiendo también lo es para madrugar y aguantar la resaca - dije, dirigiéndome a la puerta- Por cierto, ¿cómo te encuentras hoy?
-Kara: Regular - dijo, acariciando su vientre- Vomité un poco esta mañana
Y entonces recordé el momento en mi sueño en el que Nia apareció por el baño diciendo qué Kara podría estar embarazada. ¿Y sí lo estaba? ¿Y si mi subconsciente intentaba decirme algo en lo que no quería pensar?
Kara estaba manteniendo relaciones sexuales. Así que un embarazo era una posibilidad muy real. Y las náuseas y los vómitos eran claros síntomas de ello.
Me quedé mirándola, con la tentación de preguntárselo. Pero no lo hice. Simplemente me limité a decirle lo obvio, lo que probablemente pensábamos todas en esta familia.
-Alex: Deberías ir al médico
-Kara: No es necesario, Alex. Mamá cree que podría ser un virus estomacal. Y, si es así, seguro que estaré bien en unos días
-Alex: ¿Y sí mamá se equivoca? - pregunté. Estaba convencida de que mamá no pensaría lo mismo si supiera que su hija lleva algún tiempo acostándose con alguien.
-Kara: Alex...
-Alex: Solo te estoy pidiendo que vayas a ver a un médico. Y, sí resulta que mamá tiene razón, al menos me quedaré más tranquila sí un profesional confirma su diagnóstico - dije, mirándola fijamente. Kara se quedó en silencio, pensativa- Por favor... Hazlo por mí
-Kara: Está bien, si es tan importante para ti... Iré. Llamaré a la consulta del médico cuando regresemos a National City
-Alex: Gracias - dije, con cierto alivio- Y ahora, si me disculpas, tengo una conversación pendiente con Nia - dije, saliendo de la habitación
-Kara: ¿En serio la vas a despertar? - dijo. Pero para entonces yo ya estaba en el pasillo, frente a la habitación de Nia, apunto de abrir la puerta.
Domingo, 29 de noviembre de 2020
KARA
Cuando Alex se marchó, me quedé pensando en lo que me dijo sobre ir al médico. Parecía preocupada y eso me dio que pensar. Llevaba tres días encontrándome mal, con dolor abdominal y vómitos. Y, aunque intenté quitarle importancia para no estropear el viaje familiar, lo cierto es que no sentía que estuviera mejorando. Al contrario, diría que me sentía peor. Pero hoy no podía permitirme estar mal. Hoy era el día más importante de todos, una fecha señalada en el calendario de la familia Danvers.
Como cada año, hoy se celebraba una misa especial por el aniversario de la muerte de nuestro padre, en el cementerio. Y ojalá pudiera escaquearme, sería todo mucho más fácil para mí. Pero no podía hacerle eso a mamá y a mis hermanas.
De pronto empecé a escuchar voces procedentes de la habitación de Nia. Parecía que Alex y ella estaban discutiendo. Así qué me dirigí hacia allí y me quedé tras la puerta, esperando el momento para intervenir.
-Nia: ¿Qué?
-Alex: ¿Lo hiciste o no?
-Nia: ¿Por qué haría algo así?
-Alex: No lo sé. Dímelo tú. Alguien tiene que ser el primero. ¿No? Tú misma lo dijiste
-Nia: ¿Qué? Ni siquiera recuerdo cómo llegué a la cama
-Alex: Te traje yo, en brazos. Estabas demasiado borracha para mantenerte en pie
-Nia: Y entonces, ¿cuándo se supone que te dije eso?
-Alex: Me lo dijiste anoche. En un sueño
-Nia: ¿En un sueño? - preguntó, incrédula- ¿Me estás acusando de haber hecho algo que te confesé haber hecho en un sueño?
-Alex: Sí
¿En serio, Alex? - pensé, mientras seguía escuchando tras la puerta.
-Nia: ¿Pero tú te estás escuchando? ¿Sabes lo ridículo que suena eso?
-Alex: Sí, bueno. Supongo que... sí - dijo, dubitativa- Pero qué lo hayas hecho en un sueño no significa qué no hayas podido hacerlo en la vida real. Así que contéstame. Necesito saberlo - Nia se quedó callada por unos segundos- ¡Vamos, Nia! ¿Piensas contestarme o no?
-Nia: No
-Alex: ¿No? ¿Acaso te da vergüenza reconocer que fuiste tan estúpida de caer en su juego?
No me gustaba como sonaba eso. Alex parecía estar fuera de control.
-Nia: ¿Qué...?
-Alex: Entiendo qué estuvieras desesperada por perder la virginidad, pero no me puedo creer que hayas sido capaz de hacértelo con cualquiera. Y mucho menos con Jack
Y no necesité escuchar más para intervenir en la discusión.
-Kara: ¡Alex! - dije, entrando en la habitación- ¿Pero qué te pasa? ¡Retira eso, ahora mismo!
-Alex: ¿Por qué? ¿Es lo que pasó, no? - preguntó, mirando a Nia.
-Nia: No. No... lo sé - dijo, confusa- No lo recuerdo
-Kara: ¿Cómo que no lo recuerdas? - pregunté, acercándome a ella
-Alex: Bebió mucho anoche, es posible que tenga amnesia alcohólica. Nia, mírame - dijo, acercándose- Estuviste con Jack y sus amigos en la playa. ¿Recuerdas eso? Lo publicaste en tus redes sociales
-Nia: Sí... recuerdo que publiqué un stories mientras bailábamos
-Alex: Bien. ¿Y recuerdas que pasó después? Trata de recordar. Tu móvil, me dijiste qué lo perdiste. ¿Sabes dónde pudiste perderlo? ¿En la playa, quizás?
-Nia: No. Aún lo tenía cuando iba en la camioneta de Jack. Pero empecé a sentirme muy cansada y mareada y... creo que se me resbaló de la mano. Puede que aun siga ahí
-Alex: ¿Y no recuerdas nada más? ¿Dónde fuiste o...?
-Nia: No. Sólo recuerdo despertarme en mi cama, y a ti entrando en la habitación cómo una loca acusándome de... ¡Oh, joder! - dijo, llevándose la mano a la cabeza, quejándose.
-Kara: ¿Estás bien?
-Nia: Sí, solo es... la cabeza. Me duele mucho
-Alex: Mierda...
-Kara: ¿Qué pasa? - pregunté, mirándola. Parecía preocupada.
-Alex: Nada. Creo que deberíamos dejarla descansar. Está claro que tiene una buena resaca. Le vendrá bien dormir un rato más
-Kara: Sí, claro - dije, mirando a Nia. Debía tener una buena resaca para no recordar prácticamente nada de lo que pasó anoche - Te traeré un vaso de agua y un analgésico - dije, acercándome a Alex- ¿Necesitas algo más?
-Nia: Sólo dormir hasta mañana - dijo, cubriéndose con el edredón
-Kara: Lo siento, eso no va a poder ser. Recuerda que tenemos la misa de papá. Pero, la buena noticia es que aún es temprano, así que podrás dormir un rato más - sonreí, cariñosamente- Vendré a despertarte más tarde
-Nia: Vale
Salí de la habitación y Alex vino detrás.
-Alex: Kara, tengo que hablar contigo de...
-Kara: ¿Me puedes explicar a qué ha venido eso, Alex? Creí que lo de lanzar acusaciones a la ligera se había acabado
-Alex: ¿Qué?
-Kara: Ayer te estabas disculpando conmigo por haber acusado a la persona con la que me acuesto de estar maltratándome. Y hoy increpas a Nia ¿diciéndole qué por perder la virginidad es capaz de acostarse con cualquiera? ¿En qué estabas pensando, Alex?- dije, cruzándome de brazos, muy molesta.
-Alex: Bueno, ya la escuchaste. No recuerda nada, así que... ¿cómo puedes estar tan segura de que no ocurrió nada entre ellos?
-Kara: Porque conozco a Nia y sé que ella sería incapaz de hacer algo así. Por muy desesperada que esté, cómo tú dices. Y, sí realmente la conocieras, tú también lo sabrías
-Alex: Pero...
-Kara: ¡Basta ya, Alex! Has tenido un mal sueño, nada más. Y creo que deberías relajarte porque salta a la vista que estás muy alterada
-Alex: Kara, escúchame
-Kara: No, Alex. Primero te relajas, y luego hablamos. Y ahora, voy a buscar ese analgésico para Nia. Y espero que cuando ella despierte, te disculpes por tu comportamiento - dije, alejándome
Entendía la preocupación de Alex. Ella es nuestra hermana mayor y, como tal, supongo que tiene esa necesidad biológica de velar por nosotras y protegernos. Pero últimamente estaba demasiado sobreprotectora con nosotras y, la mayoría de las veces, la situación se le acababa yendo de las manos.
Cuando bajé, mamá estaba en la cocina preparando tortitas.
-Eliza: Hola, cielo. ¿Va todo bien?
-Kara: Sí... - dije, buscando en un cajón
-Eliza: ¿Segura? Porque estos días he notado cierta tensión entre vosotras y hace un momento me pareció escuchar que discutíais.
-Kara: Sí, bueno. Es culpa de Alex. Últimamente está muy paranoica. Supongo que la ruptura con Maggie la ha desestabilizado porque si no, no encuentro una explicación lógica a su comportamiento. Ayer discutió conmigo por una tontería y hoy acaba de tomarla con Nia. No sé qué le pasa, pero no está bien
-Eliza: Ahora que lo dices... Ayer cuando Nia y ella volvieron de la playa, Alex parecía molesta. Pensé que habían discutido, pero cuando le pregunté a Nia, ella me dijo que no pasaba nada. En fin, creo que hablaré con Alex más tarde, a ver si puedo averiguar qué le está ocurriendo
-Kara: Me parece bien. Espero que consigas descubrir por qué se está comportando así. Voy a subirle este analgésico y el vaso de agua a Nia. Enseguida bajo
-Eliza: Bien. Avísale a Alex de que ya está el desayuno
Cuando subí a la habitación de Nia ya estaba dormida, así que le dejé la pastilla y el vaso de agua en la mesita de noche y salí, sin hacer ruido. Fui a buscar a Alex y la escuché en el baño, duchándose. Así que volví al comedor con mamá.
-Kara: ¿Podemos desayunar nosotras? - dije, sentándome- Alex está en la ducha y yo me muero de hambre
-Eliza: Claro - dijo, sirviéndome una taza de leche y un plato con tortitas que devoré rápidamente
Cuando terminé, Alex bajó a desayunar y yo aproveché para ducharme. Pensé que, si se quedaban a solas, mamá podría hablar con ella.
Me tomé mi tiempo en la ducha y cuando acabé, me fui a despertar a Nia para qué también se fuera preparando para irnos.
Cuarenta minutos después estábamos las cuatro en el coche, de camino al cementerio. Mamá estaba sentada delante y llevaba las flores en su regazo. Alex conducía muy concentrada. Y Nia estaba sentada a mi lado, en la parte trasera, mirando por la ventanilla, en silencio.
Aproveché ese silencio para pensar y recordé las palabras de mi psicólogo, cuando me dijo que con el paso de los años la pérdida de mi padre me dolería menos. Pero lo cierto es que cada año que pasaba me dolía más. Para mí, este día era uno de los peores días del año.
Cuando llegamos, Alex aparcó y nos bajamos del coche. Caminamos atravesando la pradera hasta la tumba de nuestro padre y mamá dejó las flores junto a su lápida. Todas nos quedamos en silencio, esperando a que mamá dijera las primeras palabras, entre lágrimas. Cada vez que la veía llorar de ese modo me quemaba las extrañas, y la culpabilidad me consumía.
Cuando terminó, Alex y Nia entraron con mamá en la pequeña capilla del cementerio, donde se celebraba la misa. Cada vez que el pastor mencionaba a Jeremiah en sus oraciones solía ser un momento muy emotivo, en el que los vecinos se volcaban con nosotras, compartiendo nuestro dolor y nos daban todo su apoyo y cariño. Y, aunque debería ser reconfortante, para mí era muy doloroso y abrumador recibir todas esas muestras de afecto.
Mi sentimiento de culpa me impedía recibir unas palabras de aliento y un consuelo que sentía que no me merecía. Por eso, las últimas veces que hemos venido he optado por esperar fuera, hasta que termina la misa.
Me alejé de la entrada de la capilla, buscando un poco de aire fresco y me quedé mirando como las hileras de lápidas se extendían hasta donde alcanzaba mi vista, perdiéndose en el horizonte.
De pronto, sentí la mano de alguien sobre mi hombro y me di la vuelta.
-Hombre: Hola Kara. No estaba seguro de sí eras tú... Me alegro de verte - sonrió, tímido
-Kara: ¿Barry? - pregunté, y asintió- Vaya, has cambiado mucho. Estás guapo - sonreí, feliz de volver a verle
-Barry: ¿Tú crees? Tú también estás muy guapa, Kara
-Kara: ¿Qué haces aquí? ¿Sigues viviendo en Midvale?
-Barry: No. Vivo en National City. He venido a casa de mis padres por Acción de Gracias. Estábamos en misa y vi a tu madre y tus hermanas. Así que me acerqué y les pregunté por ti y Nia me dijo que estabas esperando fuera así que salí a buscarte. ¿Cómo estás? ¿Qué tal te va todo? No he sabido nada de ti en años...
-Kara: Estoy bien. Yo también vivo en National City y trabajo en Kandor, la prisión psiquiátrica
-Barry: ¡Vaya! ¿Con delincuentes de verdad?
-Kara: Sí. Pero no son peligrosos. La mayoría tienen trastornos inofensivos y yo, como psiquiatra, trato de darles soluciones para que se recuperen o para que, al menos, puedan llevar una vida más o menos normal
-Barry: Dra. Danvers... Me gusta, suena muy bien
-Kara: ¿Sí, verdad? - sonreí- ¿Y tú? ¿Qué haces con tu vida? ¿A qué te dedicas?
-Barry: Soy agente inmobiliario. Sí, lo sé. No es tan emocionante cómo lo que haces tú, pero el sueldo está bastante bien y suelo ganar mucho dinero en comisiones - sonrió- En fin, no puedo quejarme. Gracias a mi trabajo estoy viviendo en un ático con vistas a la bahía. Por supuesto, estás invitada a venir cuando quieras
-Kara: Gracias. Y, bueno, ya que te va tan bien en lo laboral... ¿Qué me dices del amor? ¿Hay alguna señora Allen por ahí? - sonreí
-Barry: Pues sí, lo cierto es que sí - sonrió- Me casé hace dos años con una mujer preciosa, Iris - dijo, jugando con su anillo- Y estamos esperando un bebé - dijo, con una gran sonrisa. Parecía muy feliz. Y me alegraba que le fueran tan bien las cosas.
-Kara: ¡Eso es genial, Barry! Me alegro mucho por ti. Te lo mereces
-Barry: ¿Y qué me dices de ti? ¿Tú estás con alguien?
-Kara: ¿Yo? Pues... no - mentí. Pero no podía contarle lo de Lena. Me jugaba demasiado - Después del incendio no quise conocer a nadie más. Tuve algunas citas, pero nunca llegué a tener nada serio. Siempre me avergoncé de... ya sabes. Tenía mucho miedo al rechazo y me resultaba más fácil no implicarme emocionalmente con nadie
-Barry: No deberías sentirte así... - dijo, acercándose- Sigues siendo preciosa. De hecho, sí tú no me hubieras alejado de ti probablemente seguiríamos juntos. Y, quién sabe, quizás ahora serías tú la que estuviera embarazada y disfrutando unas vistas increíbles - dijo, sonriendo- Ahora en serio, para mí siempre fuiste la chica perfecta. Antes, y después del incendio. Te quería muchísimo y me dolió qué me apartases así de tu lado
-Kara: Ya... Lo siento. Debiste odiarme mucho
-Barry: Un poco, lo confieso. Fuiste mi primer amor, Kara Danvers y me destrozaste el corazón - suspiró- Supongo que por eso me afectó tanto la ruptura. Pero, aunque tardé bastante en superarte, al final lo hice. Y ahora estoy a punto de formar una familia con la mujer que amo. Así qué... gracias - dijo, acercándose a mí con la intención de abrazarme. Pero Nia apareció, interrumpiéndonos.
-Nia: ¡Kara, estás aquí!
-Kara: ¿Ya terminó la misa?
-Nia: Sí. Hola Barry - dijo, mirándole- Tus padres te están buscando
-Barry: Oh, gracias por avisarme. Bueno, Kara, me gustaría seguir hablando contigo en otro momento. ¿Sí te pido tu número me lo darás? - preguntó, tímido
-Kara: Claro. Apunta
Barry sacó el móvil y anotó el número.
-Barry: Te llamaré la próxima semana para invitarte a tomar un café. Así podremos ponernos al día y recordar viejos tiempos - sonrió
-Kara: Genial, espero tu llamada
Le devolví la sonrisa y se alejó.
-Nia: Vamos, mamá y Alex nos esperan en el coche
-Kara: Vale - dije, empezando a caminar- Por cierto, ¿va todo bien con Alex? - pregunté, mientras caminábamos hacia el aparcamiento- ¿Por qué se puso así contigo esta mañana?
-Nia: No lo sé. Esta muy rara conmigo desde ayer. Cuando fuimos a la playa nos encontramos con un viejo amigo suyo, Jack, y cuando éste se acercó a saludarnos Alex salió huyendo. Literalmente. Intenté preguntarle quién era, pero no quiso decírmelo. Y luego me pidió que me alejase de él
-Kara: ¿Y no te dijo por qué?
-Nia: No. Y no volvimos a hablar en todo el día. Después, por la tarde, cuando acompañé a mamá a comprar las flores, me lo encontré y se acercó a mí. Al principio quise entrar en la floristería para evitarle, pero me pareció que sería una falta de educación así que me quedé. Y fue muy amable conmigo. Me contó que conocía a Alex de la universidad, y por cómo hablaba de ella parecía que se llevaban muy bien. Incluso sabía de papá y de ti, me dijo qué Alex siempre hablaba mucho de ti y que estabais muy unidas
-Kara: ¿Y por qué no quería que hablases con él? Por lo que me cuentas, parece que eran muy amigos
-Nia: No lo sé. Es lo que no entiendo. De pronto pensé que quizás podrían haber discutido en el pasado o que habría pasado algo entre ellos que los hubiera distanciado y por eso Alex estaba tan a la defensiva con él. Así que cuando me invitó a la fiesta en la playa decidí ir. Primero, porque pensé que así podría preguntarle a él directamente que pasó y segundo, porque era sábado noche y me apetecía divertirme
-Kara: ¿Y averiguaste algo?
-Nia: Pues no lo sé. Sigo sin recordar nada de lo que pasó anoche -dijo, llevándose la mano a la cabeza de nuevo- Esta maldita resaca...
-Kara: Bueno, seguro que acabarás recordándolo. En cuanto a las acusaciones de Alex... no se lo tengas en cuenta. Está claro que no sabía ni lo que decía. Ayer, sin ir más lejos, también discutió conmigo. No sé lo que le pasa, pero no está bien
-Nia: Sigo sin entender cómo ha podido pensar que yo haría algo así. Reconozco que Jack me parece mono, pero nunca me acostaría con alguien que apenas conozco. Y mucho menos, como dijo Alex, por perder mi virginidad. Aunque ella lo haya puesto en duda, aún conservo mi amor propio y no necesito recordar lo que pasó anoche para saber qué precisamente 'eso' no ocurrió. ¿Es que no se da cuenta de que no tiene ningún sentido?
-Kara: Ya... bueno, ya te digo que no está bien. Pero mamá me ha dicho que hablará con ella. Solo espero que Alex empiece a relajarse y vuelva a ser la de siempre
-Nia: Y yo. Y también espero que se disculpe por tratarme así esta mañana. De todos modos, intentaré hablar con ella más tarde, a ver si está más calmada
Cuando llegamos al aparcamiento, nos subimos en el coche y fuimos a un restaurante del centro. Mamá insistió en qué comiéramos fuera, ya que era nuestro último día en Midvale. Cuando terminamos de comer, Alex y Nia se fueron. Alex se excusó diciendo que estaba cansada y Nia aprovechó para irse con ella para poder hablar a solas de lo ocurrido.
NIA
Me marché con Alex en el coche, y fuimos en silencio hasta casa.
-Nia: ¿Podemos hablar? - pregunté, cuando llegamos
-Alex: Depende. ¿Sigues con amnesia?
-Nia: Sí
-Alex: Entonces no creo que puedas ayudarme a saber qué pasó anoche entre Jack y tú
-Nia: Nada. Nos la pasamos bien, nada más. Mira, Alex, no sé qué te hace pensar qué nos acostamos, pero olvídalo porque es una idea absurda. Sabes que yo nunca haría algo así
-Alex: Puede que tú no. Pero ¿qué me dices de él? ¿puedes confiar en qué te respetó?
-Nia: No sé a qué viene eso, pero sí estás insinuando que...
-Alex: Respóndeme a esto- dijo, interrumpiendo- ¿No te parece extraño que sigas sin recordar nada? Es decir, puede que esta mañana la resaca no te dejase pensar con claridad, pero han pasado varias horas desde entonces y sigues sin recordar nada de anoche. ¿No crees que es sospechoso?
-Nia: ¿Sospechoso? Tú dijiste que bebí mucho, así que supongo que...
-Alex: Sí, lo dije. Pero ¿sabes? nunca antes te había visto tan borracha. Anoche cuando llegaste estabas muy torpe en tus movimientos y bastante desorientada. Más bien parecía que ibas drogada...
-Nia: ¿Drogada? Eso es imposible. Sabes qué yo no...
En ese momento alguien llamó a la puerta y me acerqué a abrir.
-Nia: Jack... Hola. ¿Qué haces aquí?
-Jack: Lo siento, espero no venir en un mal momento
-Nia: No, tranquilo
-Jack: Vine a devolverte tu móvil - dijo, dándomelo- Lo encontré esta mañana en mi camioneta. Supongo que se te debió de caer anoche cuando íbamos hacia mi casa
-Nia: Gracias - dije, sosteniéndolo
-Alex: ¿Qué dijiste? - dijo, acercándose- ¿Te la llevaste a tu casa? - preguntó, nerviosa. Y, antes de que Jack pudiera contestar, Alex le sujetó por el cuello de la camiseta y lo metió en casa a la fuerza, empujándole bruscamente contra la pared- ¿Qué le hiciste? - gritó, muy alterada
-Jack: ¿Qué? ¡Nada! - dijo, intentando soltarse de su agarre. Pero Alex estaba sujetándole con fuerza.
-Alex: ¿Drogaste a mi hermana?
-Jack: ¿Cómo?
-Alex: ¡Contesta, maldito cabrón! - gritó- ¿Lo hiciste? - dijo, golpeando su espalda contra la pared- Porque cómo le hayas hecho algo a mi hermana pequeña te juro que...
Alex levantó el puño, amenazándole.
-Jack: ¡No! ¡Claro que no! - dijo, intentando cubrirse la cara- ¡Es tu hermana, joder! ¿Por qué haría algo así? - dijo, nervioso. Parecía asustado.
-Alex: No te creo
Y acto seguido Alex le dio un fuerte puñetazo a Jack.
-Nia: ¡Alex! ¿Qué haces?
Intenté apartarla, pero me empujó.
-Jack: ¡Joder! ¿Te has vuelto loca?
-Alex: Corrían rumores por el campus. Pero nunca imaginé que tú serías capaz de hacer algo así
-Jack: No sé de qué me hablas
-Alex: Drogadas son más dóciles. ¿No es lo que dijisteis?
-Jack: Mierda... ¡No es lo que crees! - dijo, nervioso- Yo nunca...
-Alex: ¡Te escuché, joder! Jactándote con tus colegas. Te creías muy machito, pero no eras más que un miserable, ¡un cobarde!
-Jack: Alex, escúchame. Te estás equivocando. Déjame explicarte...
-Alex: ¡Vamos, confiésalo! ¡Y dame una razón para reventarte esa cara a puñetazos, maldito desgraciado! - gritó, con furia en los ojos
Pero antes de que Jack pudiera decir nada, Alex comenzó a golpearle con rabia, hasta destrozarse los nudillos. Estaba fuera de sí.
-Nia: ¡Alex, para! - dije, intentando apartarla de Jack, con más empeño- No te haces ningún favor alterándote, así. ¡Joder, estás embarazada!
Y entonces paró. Soltó a Jack y éste se escurrió hasta caer al suelo.
-Jack: ¿Qué cojones te pasa? - dijo, sujetándose la nariz, para intentar parar la hemorragia- ¿Por qué me golpeaste así?
-Alex: Es lo mínimo que te mereces
-Jack: No me lo merezco, Alex. Yo no hice nada de lo que estás pensando y me duele que dudes de mí
-Alex: ¡Encontré la droga en tu mochila, joder! - dijo, seria
-Jack: ¿Qué?
-Alex: Aquella mañana, te escuché hablando con tus colegas en los vestuarios, de vuestros planes. Y luego encontré las pruebas que me confirmaron lo miserable que eres
-Jack: ¿Por eso dejaste de hablarme, y te distanciaste de mí? ¡Joder, Alex! Creí que teníamos confianza. ¿Por qué no me preguntaste? La droga no era mía, y me deshice de ella tan pronto cómo acabaron las clases ese día. ¿De verdad creías que sería capaz de hacer algo así? ¿De drogar a una pobre chica para acostarme con ella? - dijo, dolido
Alex se quedó mirándole en silencio, con la mandíbula tensa y apretando los puños.
-Alex: Vete de aquí. No quiero volver a verte
-Nia: Alex...
-Jack: Tranquila, Nia - dijo, levantándose a duras penas- Creo que será mejor que me vaya - Se paró frente a la puerta y miró a Alex- Me duele saber qué pensaras eso de mí. Pero espero que algún día creas en mi versión. Yo nunca le haría algo así a una mujer. Y, para tu tranquilidad, nunca sería capaz de tocar a tu hermana pequeña. Aunque tú no lo creas, siempre fuiste muy importante para mí, y nunca haría nada qué pudiera dañarte - dijo, acercándose a la puerta- Adiós Alex, y siento qué las cosas entre nosotros hayan terminado así. Por un malentendido
Cuando Jack se fue, miré a Alex, limpiándose una lágrima que le resbalaba por la mejilla.
-Nia: ¿Quieres hablar de lo que ha pasado?
-Alex: No - dijo, acercándose a las escaleras
-Nia: Alex, quédate. Sé qué no estás bien
-Alex: Necesito estar sola
No quería agobiarla, así que decidí dejarla.
-Nia: Vale, como quieras. Pero si necesitas algo estoy aquí
-Alex: Gracias
Un rato después de que Alex se fuera a su habitación, Kara y mamá aparecieron por la puerta.
-Eliza: Hola cielo
-Nia: Hola mamá. ¿Lo habéis pasado bien?
-Eliza: Sí. Tu hermana me invitó a gofres con helado y luego estuvimos dando un paseo por la playa
-Kara: Había que aprovechar el buen tiempo. ¿Y Alex?
-Nia: En su habitación. Quería echarse un rato
-Eliza: Voy a darme una ducha
-Kara: ¿Pudiste hablar con ella? - preguntó, cuando mamá se alejó
-Nia: No mucho, en realidad. Pero hay algo que tengo que contarte. Ven, siéntate
Cuando Kara se sentó, empecé a contarle todo lo que había pasado. Le conté que Jack había estado aquí, que Alex le acusó de haberme drogado y que se puso muy violenta con él. Eso le sorprendió. Después le expliqué qué Alex pensaba qué Jack podría haberme hecho algo, valiéndose de las drogas para anular mi voluntad, como hacía en la universidad. Kara se alertó, mostrándose preocupada por mí, pero yo enseguida la tranquilicé diciéndole que estaba bien.
No llegué a conocer a Jack en aquella época y no puedo saber qué es lo que pasó realmente. Pero le observé mientras se explicaba y me pareció sincero. Realmente creí en su versión, y que todo había sido un malentendido. Y, aunque Alex se mantuvo firme hasta el final, creo que ella también creyó en sus palabras.
-Kara: Joder... No sé qué decir. ¿Y hablaste con ella después de eso?
-Nia: No. Alex me dijo que quería estar sola. Pensé que después del momento de tensión le vendría bien. Ya sabes, para reflexionar y encontrar la calma por sí misma
-Kara: Hiciste bien. Cuando Alex necesita estar sola es mejor dejarla. De todos modos, intentaré hablar con ella después de la cena. Espero que para entonces esté más calmada. Por cierto, ¿te importaría prestarme tu cama? Me gustaría tumbarme un poco y no quiero molestar a Alex
-Nia: Claro, ve. Yo me quedaré aquí viendo la televisión un rato y más tarde ayudaré a mamá con la cena
-Kara: Gracias, Nia - dijo, subiendo las escaleras
Encendí la televisión y me puse a ver un programa de crímenes sin resolver. Hasta que mamá me avisó para que la ayudara con la cena.
KARA
Estaba mirando al techo, pensativa. Aunque Nia fue muy amable dejándome su cama para descansar, no pude dormir mucho. No podía dejar de pensar en cómo se sentiría Alex. Tenía ganas de abrazarla, para consolarla. Pero ella, al igual que yo, no soportaba que la vieran vulnerable. Eso le hacía parecer débil y lo odiaba. Supongo que como hermana mayor tenía esa necesidad de mostrarse siempre entera. De ser alguien en quién poder apoyarnos.
Aunque eso no significaba qué no cediera de vez en cuando. Alex también tenía sus momentos. Pero las cosas entre nosotras estaban raras desde qué anoche acusara a Lena de lastimarme a propósito. No sé como pudo pensar algo así. Pero, pese a que le dije que la perdonaba, seguía dolida por ello, así que prefería mantener cierta distancia con ella. Ambas necesitábamos un tiempo a solas para poner nuestros sentimentos en orden.
Lo bueno es que mañana por fin estaremos de vuelta en National City y yo no podía dejar de pensar en mi reencuentro con Lena. Después de cuatro días sin verla, no podía esperar ni un día más para encontrarme con esos ojos verdes que me hacían enloquecer.
-Nia: ¿Estás despierta? - preguntó, asomándose
-Kara: Sí. ¿Ya está la cena?
-Nia: Sí
-Kara: Bien - dije, levantándome de la cama- ¿Cómo está Alex?
-Nia: Está en el comedor, con mamá
-Kara: ¿Está mejor?
-Nia: No lo sé. No está muy habladora
-Kara: Bueno, luego hablare con ella
Salí con Nia de la habitación y bajamos al comedor, sentándonos. Mamá había preparado el plato preferido de Alex. Supongo que quería tener un detalle con ella.
Esta tarde, mientras nos tomábamos el helado, le pregunté a mamá sí había podido hablar con Alex durante el desayuno y me dijo que intentó iniciar una conversación pero que Alex no parecía muy receptiva, que no hacía más que contestar con evasivas. Así que al final decidió no entrometerse y darle su espacio.
Miré a Alex, que comía en silencio, mientras mamá y Nia hablaban. Parecía sentirse realmente mal.
Cuando terminamos de cenar, Alex se fue a su habitación y yo aproveché para irme con ella. Estaba cansada y mañana teníamos que madrugar para volver a casa. Mamá y Nia se quedaron en el salón un rato más, disfrutando de una serie.
Entré en la habitación y Alex se estaba cambiando para dormir.
Me quede mirándola, con una taza de leche caliente entre mis manos, esperando el momento más oportuno para iniciar una conversación. No parecía que tuviera muchas ganas de hablar, y me preocupaba que reaccionase mal. Pero no podía verla así por más tiempo.
-Kara: ¿Podemos hablar? Nia me ha contado lo que pasó antes, cuando Jack estuvo aquí. ¿Estás bien?
-Alex: Sí. Y no quiero hablar de ello - dijo, metiéndose en la cama
-Kara: Vamos, Alex, sabes que puedes hablar conmigo. Cuéntame que ha pasado
-Alex: Ya te lo ha contado Nia, ¿No?
La noté un poco a la defensiva.
-Kara: Sí, pero me gustaría escuchar tu versión. Esta mañana cuando reaccionaste así con Nia pensé que te habías vuelto loca, pero después de hablar con ella sobre lo que pasó esta tarde entiendo por qué lo hiciste. Estabas preocupada por ella, temías que Jack le hubiera hecho algo
Se quedó mirándome, en silencio.
-Alex: Sí. Pero está claro que me equivoqué, como me equivoqué contigo cuando te acusé de... ya sabes- susurró- Joder, me siento tan avergonzada... No debería haber sacado conclusiones precipitadas con Jack. Al igual que yo no debí acusarte a la ligera...
-Kara: Pero Nia me ha dicho que tu creías que Jack le había hecho algo, porque también lo hizo en el pasado. Cuando ibais a la universidad. Me dijo qué le escuchaste hablar con sus amigos y qué encontraste droga en su mochila
-Alex: Ya no sé qué creer...
-Kara: ¿Puedo preguntarte algo?
-Alex: Sí
-Kara: Sí en aquel momento creías eso de Jack. ¿Por qué nunca hiciste nada? ¿Por qué no le denunciaste?
-Alex: No lo sé. Jack era mi mejor amigo y... me decepcionó. Confiaba en él y descubrir qué no era como pensaba que era me dolió muchísimo. Me sentí traicionada y eso me nubló el juicio. En ese momento solo quería alejarme de él, y dejar de sentirme así
-Kara: Parece que Jack te importaba mucho
-Alex: Más que eso. Él lo significaba todo para mí. Fue el primer chico con el que me sentí lo suficientemente cómoda para ser yo misma, para contarle todo sobre mí. A su lado era todo mucho más fácil. Jack era mi confidente y mi apoyo. Hasta qué esa conversación inesperada me destrozó, obligándome a separarme de él y acabar con nuestra amistad
-Kara: Lo siento mucho, Alex. Debió de ser difícil para ti
-Alex: Mucho, sobre todo al principio. Tenía sentimientos encontrados. Por un lado, sabía qué lo correcto era denunciarle, pero fui incapaz de hacerlo. Pese a todo me seguía importando
-Kara: Dime qué, al menos, denunciaste a los demás
-Alex: Por supuesto que lo hice. Aunque me sentí bastante hipócrita por seguir protegiendo a Jack
-Kara: ¿Y qué pasó? ¿Sirvió de algo?
-Alex: No lo sé. Fue poco después de la muerte de papá. Yo dejé la universidad para matricularme en la academia de policía. Así que nunca supe que pasó, pero quiero pensar qué mi confesión sirvió para algo
-Kara: Seguro que sí. En cuanto a Jack, Nia me ha dicho que intentó explicarte qué fue un malentendido y que él nunca hizo nada de eso. ¿Crees que decía la verdad?
-Alex: Eso ya no importa. Después de haberle acusado, golpeado y echarle de casa, no creo que volvamos a vernos. Así que no importa lo que yo crea.
-Kara: Alex...
-Alex: Está bien. Sí, le creo. Y es un alivio saber qué no le denuncié, porque nunca me lo habría perdonado
-Kara: Ya...
-Alex: ¿Podemos irnos a dormir ya? En unas horas tenemos que levantarnos para volver a casa, y me gustaría estar descansada
-Kara: Claro, que descanses - dije, abrazándola- Pero sí necesitas algo ya sabes, despiértame - sonreí
Me metí en la cama y cerré los ojos.
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Lunes, 30 de noviembre de 2020
Abrí los ojos al escuchar unos ruidos y vi a Alex, recogiendo toda su ropa y guardándola en la maleta.
-Kara: Buenos días... - dije, bostezando
-Alex: Hola. ¿Te desperté? Lo siento, ayer olvidé preparar la maleta
-Kara: No te preocupes. ¿Qué hora es?
-Alex: Las cinco
-Kara: ¿Nia esta despierta?
-Alex: No lo sé. Sigue en su habitación. Pero no he sido capaz de entrar para comprobarlo. Después de lo que pasó ayer y de cómo la traté me siento un poco incómoda con ella
-Kara: Está bien, iré yo - dije, levantándome
Golpeé la puerta y me asomé. Nia estaba preparando su maleta.
-Nia: Hola Kara
-Kara: Hola, parece que soy la única que se preocupó de dejar la maleta hecha ayer - sonreí- Solo venía a avisarte de qué saldremos en un rato. Así que no tardes
-Nia: Tranquila, ya casi he terminado
Salí de la habitación, pasé por el baño y luego bajé a la cocina, donde mamá estaba preparándonos unos sándwiches para el camino. Alex le había dicho que quería irse cuanto antes y no teníamos tiempo de quedarnos a desayunar. Me pareció un poco exagerado, pues saliendo a esta hora llegaríamos a National City a primera hora de la mañana. Así que no importaba si nos demorábamos quince o veinte minutos más para llenar nuestros estómagos antes de viajar. Aun así, me pareció bien. Me había vuelto a levantar con molestias y probablemente no habría podido comer nada sin qué acabase vomitándolo poco después.
Cuando todas estuvimos listas y las maletas en el maletero, nos despedimos de mamá. Ella se quedaría allí hasta el mediodía, para poder recoger y limpiar toda la casa y devolverle las llaves al dueño.
Nos subimos al coche. Nia se tumbó detrás y yo me senté junto a Alex, que conducía. Durante el camino fuimos en silencio. Era demasiado temprano para mantener una conversación, así qué mientras Nia aprovechaba para seguir durmiendo yo me permití relajarme mirando cómo las luces del coche iluminaban la carretera a medida que avanzábamos.
Aún faltaba algo más de una hora para que amaneciera, así que no podía disfrutar del paisaje. Observar la línea dibujada sobre la calzada era hipnótico y bastante soporífero, así que poco después empecé a parpadear sin remedio.
-Alex: Puedes dormirte, si quieres
-Kara: ¿Qué?
-Alex: Pareces cansada, y a mí no me importa
-Kara: ¿De verdad?
-Alex: Sí, no te preocupes
Aunque no me parecía justo qué Alex tuviera que mantenerse despierta, mientras Nia y yo dormíamos, al final el sueño acabó venciéndome.
Cuando abrí los ojos ya había amanecido y estábamos a pocas millas de National City. Me giré para mirar a Nia, que estaba comiéndose uno de los sándwiches y sostenía un zumo en la otra mano.
-Nia: Por fin despiertas. ¿Te apetece desayunar?
No tenía mucha hambre, pero debía intentar comer algo.
-Kara: Claro - sonreí
Nia sacó un sándwich y un zumo de la bolsa que llevaba y me los ofreció. Empecé a comerme el sándwich, pero apenas le di un par de bocados empecé a sentir de nuevo ese dolor en mi vientre. Un dolor que conocía bien, pues llevaba unos días padeciéndolo. Seguí comiendo, pero más despacio, mientras me bebía el zumo. Unos minutos después de acabármelo, sentí muchas náuseas y tuve que pedirle a Alex que parase el coche en una área de servicio.
Corrí hacia los aseos y acabé vomitándolo todo. Empecé a sentirme realmente mal, peor que los últimos días atrás. El dolor abdominal empezó a volverse insoportable.
-Alex: ¿Estás bien? - preguntó, entrando al aseo- Estabas tardando mucho y me preocupé
-Kara: Me duele... - dije, inclinada sobre el váter, con la mano presionando mi vientre
-Alex: ¿Otra vez? - preguntó, y asentí- Vamos... ¿Puedes levantarte?
-Kara: Sí... - Alex me ayudó a levantarme y me encorvé del dolor- Me duele mucho, Alex... - sollocé
-Alex: Tranquila, estamos llegando a la ciudad. Te llevaré al hospital - dijo, pasando mi brazo por detrás de su cuello, acompañándome hasta el coche- Nia, ayúdame a tumbar a Kara detrás, tú irás delante, conmigo
-Nia: ¿Qué le pasa? - preguntó, preocupada
-Alex: Le duele mucho
-Kara: Alex... - susurré
-Alex: Lo sé, aguanta. Llegaremos al hospital enseguida
Me acurruqué detrás, tratando de aguantar el dolor, mientras Alex conducía a toda velocidad. Y, de pronto, todo se desvaneció.
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