CAPÍTULO 7.

Mansión Monserrat

Una casa solitaria siendo testigo del despertar de la única persona que se aloja en ella: la tía Verónica. Una respiración profunda y un bostezo se dieron lugar antes de que abriera los ojos, y su mirada fuera directamente hacia el techo alto y blanco de la habitación.

Sus ojos mirando las imperfecciones de este, pintura descascarada y telarañas desdibujadas. Volteó la cabeza, aún en la almohada para tomar sus lentes y ponérselos "perfectamente". Con sus manos a los lados de sus caderas y los codos en el colchón se sentó de un tirón.

-¡Ah, por Dios! Duele...

Sus manos sostuvieron la cabeza, dándole vueltas. Un dolor intenso se apoderó de ella.

-¡Cristal!

Se frotó la nariz para luego pasarse las manos por la cara.

-¡Cristal, ven aquí!

Al no ver a su sobrina llegar, decidió levantarse sola de la cama, agarrando su cabello.

No aguantó más el intenso dolor de cabeza y bajó las escaleras hasta la cocina, para buscar un vaso de agua y tomarse una píldora.

-Esta niña malcriada, seguro está durmiendo todavía. -Tomó el vaso de agua fría y se llevó la pastilla a la boca. Un trago fue suficiente para aliviar la sed del volcán.

Colocando el vaso en la mesa estaba decidida a buscar a Cristal a su cuarto. Un escalón, luego otro y otro hicieron eco en la casa solitaria, dirigiéndose al pasillo de los cuartos.

Llegando a la segunda puerta de la derecha tocó como dos veces antes de abrir.

-¿Cristal?

Giró el picaporte.

-Oye, Cristal, baja a desayunar. Has dormido demasiado hoy.

Al no oír respuesta alguna avanzó sus pasos hacia la cama de su sobrina, observando el supuesto cuerpo tapado.

-¡Cristal, basta ya! Si estas así por lo de las pinturas déjame decirte que no te va servir de nada. -Y en eso, tomó de un tirón las sábanas y dejó al descubierto el... nada.

Verónica se quedó perpleja, helada mirando las almohadas que habían caído al suelo.

-¿Cristal? -Sus ojos iban a salir de sus cavidades-. ¡Cristal!

***

Cristal estaba soñando de nuevo con ese chico desconocido. Sus manos sobre la cama que anteriormente, en sus otros sueños era de un rojo vino. En eso se escuchan los pasos y las respiraciones agitadas. Alguien desconocido se comienza acercar, con gestos de hombre. Su cara ya estaba a su vista, solo podía ver sus labios... Esos labios sexys, rojos...

Cierra sus ojos para sentir su tacto en su piel.

¿Qué espera?

Abre los ojos y lo que ve le sorprendió totalmente

-¿Tía Verónica?

Estaba vestida con ropa provocativa de color fusha llena de dibujitos de penes. En su cabello llevaba un cintillo con las mismas decoraciones de su ropa.

-¡¿Cristal?!

De sus manos apareció un látigo negro con el que empezó a golpearle.

-¡Cristal! ¿Qué carajos haces? -Dio su primer latigazo, y luego los otros-. Te dije -latigazo- que -latigazo- estabas -latigazo- castigada -latigazo- y que no podías -latigazo- ir a -latigazo- la fiesta.

-Espera... ¿Cómo sabías que yo iba a ir a la fiesta?

-Esto es un sueño, ¡despierta! -latigazo-. Despierta. Despierta.
Despierta...

Abre sus ojos.

¿Dónde - carajos - estoy?

Su respiración agitada, las gotas de sudor en su frente.

No recuerda nada de la noche anterior, ni cómo llegó ahí. Solo sabe que se asustó grandemente cuando unos hombres se acercaron a ella, después de eso lo vio todo negro.

<<¿Me desmayé?>> pensó.

<<¿Qué hago en una cama? ¿Me llevaron al hospital?>>

Intenta levantarse pero no puede, sus manos están amarradas con una soga al igual que sus pies. Se estaba asustando, mira hacia su izquierda y ve a varias mujeres en su misma situación.

<<¿Qué es esto? ¿Dónde estoy?>>

Se empieza a mover descontroladamente, tratando de librarse de esa cosa o lo que quiera en que esté metida.

¿Qué carajos hice ayer?

-¿Hola? -Llama la atención de todas las mujeres pero ninguna le responde-. ¿Qué es esto? ¿Qué hago aquí? -Todas se mantienen en silencio-. ¿Qué pasa? ¿Les cortaron la lengua? ¡Díganme, qué es esto!

De repente escuchó pasos, hombres vestidos de negro que no dejaban ver sus rostros se dirigieron hacia ella. Sus pasos eran grandes, tenían músculos que de seguro no lo utilizaban para nada bueno.

-¡Hola! Por el amor de Dios, sáquenme de a... -Su cara se viró, uno de ellos le abofeteó tan fuerte que esa parte de su rostro quedó adormecida.

-¿Qué crees que haces? ¡No podemos dañar la mercancía!

<<¿Mercancía? ¿Qué es esto, por Dios?>>

-Esto lo queremos para otros fines, pero ya creo saber para qué la usará el jefe...

***

Casa de Karen.

Todo era un desastre. Ropas y tacones tirados en el suelo, la piscina llena de basura como latas de cervezas.

¿Qué pasó después de que Cristal salió de esta casa?

-No quieras saberlo -responde Karen sujetando su dolorida cabeza entre sus manos.

Oh, parece que alguien ya despertó...

De repente, el teléfono de la casa comienza a sonar y Karen se levanta de golpe abriendo los ojos como platos. Gira su cabeza y mira el número que está llamando:

«Papito lindo está llamando»

Al ver el número que llamaba su corazón comenzó a latir desenfrenadamente y su dedo temblaba encima de la pantalla.

-¿Qué mierda?

<<¿Contesto?>>

<<Mejor no.>>

<<No, mejor sí.>>

Karen descolgó el teléfono con una voz de niña buena.

-Dime, papito lindo.

-Karen, estaremos en 15 minutos en casa. Nos retrasamos un poco por el tráfico, pero ya vamos en camino.

Parece que hay alguien en problemas...

-Sí papito, aquí te espero.

Colgó el teléfono.

De un impulso se levantó del sofá en donde estaba y comenzó a dar palmadas.

-¡Cuartel!

-¡Sí, mi capitán! -dicen todos levantándose de un tirón.

-¡A recoger! -Los mira a todos-. ¡Vamos carajo, ¿A qué esperan?! Tenemos 15 minutos... -Mira el reloj de la pared-. Qué diga 15, tenemos 13. ¡Anden, carajo!

De un brinco todos se levantaron, aunque muchos se quejaban del dolor de cabeza. Algunos fueron a la cocina a recoger los dulces no comidos del día anterior para el bote de basura, que estaban ya con hormigas; otros a fregar los trastes, limpiar el suelo ya que estaba vomitado. En la sala tenían confetis, zapatos, rollos de papel de baño, latas de cerveza, condones...

-Espera, ¿condones? Yo no voy a recoger eso.

Niña, ¡corre! Que no te queda tiempo

-Oh, sí, ya voy.

Entonces, como seguía. Tuvieron que limpiar hasta las escaleras, el pasillo de arriba, ¡el cuarto de los padres!

Todos bajaban a cada segundo con bolsas de desechos, tirándolas en el contenedor de basura.

Una chica se le acercó a Karen tímidamente. -Karen...

-Dime. ¿Qué pasó?

-Tenemos un ligero problema allá arriba en el baño.

-¿Qué pasó ahora?

-Alguien fue al baño y... -Hizo una señal junto con una mueca de asco pasando su mano por su trasero refiriéndose a algo posiblemente... asqueroso.

-¿Quién carajos se le ocurre limpiarse el ano con las cortinas?

Al instante todos miraron hacia atrás de ella.

-¿El culpable está detrás de mí, no? -Señaló con su dedo pulgar a sus espaldas.

Todos asintieron y Karen se volteó lentamente...

-¡James Albert Barbosa! -Una oleada de risas se escuchó en toda la sala hacia el centro de atención.

-¿Qué podía hacer yo? -Levantó sus manos a los lados-. No había papel.

-¡Todo el mundo siga recogiendo, voy a ver qué hago con las cortinas!

En busca del teléfono va a hacia una esquina apartada, marcando los dígitos de las tiendas online.

-Buenos días, está llamando a tusproblemas.com. ¿Cuál es su pedido? -le respondió la operadora en el altavoz.

-Cortinas, necesito cortinas, de seda fina y puntitos verdes.

-Enseguida, dígame su dirección y nombre.

Esta le da los datos necesarios.

-Todo bien, su pedido llegará en 10 minutos.

Al colgar mira la hora en su teléfono. -¿Diez minutos? Pero si apenas me quedan cuatro.

Lenacolorado: ¡Hola, mis bellos! Por favor no me maten por dejarlos aquí. Este capítulo ha sido pura comedia, les confieso que hasta carcajadas daba cuando escribí la escena de la tía Verónica y la de James Albert Barbosa -buajajaja- Todavía me río, no lo supero. Y ahora díganme.

¿Les está gustando la novela?

Recuerden que se la pueden recomendar a quien quieras, tenemos muchísimas cosas buenas que poner... Bueno, me despido con un súper besazo.

aylenitaRR:

Hola queridos soñadores. Todo a la verga, ¿qué pasará con Cristal? Yo sé pero no se los diré.

Buajajaja, sí lo sé soy mala, muy mala.

¡¡¡Hagamos un trato, si nos ayudan a llegar a los 1K antes del próximo jueves, actualizamos doble!!!

Todo esto porque tenemos unos lectores chéveres a los que amamos con el corazón y el alma, quiero que sepan que mi hermanita y yo leemos sus comentarios y la verdad nos sube el ánimo para seguir escribiendo.

No juego. La novela promete, pásale el link a un amigo o familiar de usted y dígale que le de una oportunidad al libro, tal vez le guste, se enganche y forme parte de esta hermosa familia de soñadores y perfectamente imperfectos.

Sin más que decir, les mando un abrazo psicólogo, los quiero mucho. Bye bye 😝