𖣊 Parte IV 𖣊
Querida Kocho:
No estoy muy seguro de contartelo para que no te preocupes, pero hoy tuve un ataque de ansiedad en la universidad.
Había llegado como siempre al salón, todos los murmullos que mis compañeros abundaban en el lugar, al principio no le di importancia, pero con forme pasó el día aquellos susurros comenzaron a frustarme, me sentí con mucho dolor de cabeza, el mareo apareció algunos minutos despues, crei que la aula se hacia muy chica, pense verdaderamente que me faltó la respiracion, que me ardian los pulmones, el pánico y miedo invadió mi pensamientos, solo quería huir de ahí.
Pero fui un poco más fuerte esta vez, trate de quedarme a todas las clases posibles, pero solo dure hasta la hora de la comida.
Estuve en aquella zona del campo que esta apartada del campus, quería un lugar tranquilo antes
Realmente empiezo a creer que las terapias no me ayudarán del todo, ya que no he visto mejoría alguna, se que llevo un corto tiempo ahí, pero realmente quiero que eso deje de pasarme.
No se a quien contarle sobre estos ataques, tú eres la unica que sabe sobre ellos y eras la única que podía ayudarme a calmarlos.
Tambien se que debería contarle a Urokodaki, pero ya tiene muchos problemas por mi culpa, no quiero que él se siga preocupando sobre mis conflictos.
A veces me gustaría dejar de ser una carga para mi padre adoptivo, ya tiene muchas cosas en que debería requerir toda su atención, se que él me quiere y me lo demuestra a su manera, pero de verdad a veces me siento como un parásito, viviendo de la generosidad y del esfuerzo dedicado de él.
Sinceramente a veces me gustaría reunirme con mi hermana, dejar de darle dolores de cabeza a ustedes, porque se que en el fondo solo soy un maldito vividor que se aprovecha de ustedes, una maldita sanguijuela que les quita y les roba felicidad.
Desearía dejar de pensar así, pero cada día que pasa, al despertar, realmente me siento como una carga.
Espero que mis palabras no te hagan sentir triste, no es mi intención hacerte sentir mal Kanae.
Ten un buen día querida amiga.
Te quiere Tomioka Giyu.
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Al dejar de escribir, aquel chico no dejó de sentirse insignificante, sin embargo, algo dentro de él lo lleno de satisfacción, aquella mujer tenía razón, quizás escribir por lapsos pequeños lo ayudaría a dejar de cargar con todas aquellas penurias de todos los días
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