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I want you back



Sentado frente al televisor de su sala de estar, Harry lloraba mientras veía como los créditos de la película que acababa de terminar se mostraban en pantalla y pasaban rápidamente. Atrapó otro trozo de pizza entre sus dientes y lo masticó, pero no sintió el placer del sabor que antes si disfrutaba. Tomó una servilleta y escupió ahi lo que ahora le era desagradable.

-Agh, odio la pizza- murmuró con frustración. Alzó su mano para alcanzar su teléfono celular y observó la pantalla sin ninguna notificaci6n de llamada o mensaje nuevo-. Maldito Louis, ¿qué se cree para dejarme así?

Hacía una semana que -él y su novio, Louis- habían peleado por una tontería y desde entonces ninguno de los dos había intentado arreglar las cosas. Y no estaba seguro si se debia a que ambos eran realmente orgullosos o a que la relación se había ido al carajo por completo. Lo que sí era cierto es que Harry extrañaba a Louis demasiado, que sentía como si estuviese conteniendo la respiración durante todo este tiempo, que cada segundo que pasaba era más doloroso que el anterior. Y si, Harry podía llegar a ser un dramático y exagerado, pero lo que sentía por Louis iba más allá de lo que alguna vez sintió por alguien más.

Pero Harry se negaba a perder la poca dignidad que le quedaba. Se negaba a escribirle primero, aunque se estuviera muriendo de ganas por hacerlo.

Estaba cansado de siempre ser el primero en hacerlo, en intentar arreglar las cosas cuando discutían. Él parecía ser el único interesado en la relación y aquello le lastimaba más de lo que cualquiera podría creer.

Sin embargo, Louis le había dado tantos motivos para querer llamarlo, para querer que él regresara a su lado y lo abrazara fuertemente, porque en ese momento era lo que más necesitaba. Louis era, y por mucho, el novio más dulce y tierno del planeta, aunque a primera vista demostrara lo contrario y se escondiera tras esa máscara de frialdad. Cuando estaba con Harry, actuaba como un pequeño de cinco años que necesita del cariño de su madre.

Cualquier persona que los veía por la calle o en cualquier otro sitio, juraría que eran almas gemelas, que estaban destinados a estar juntos desde incluso. antes de nacer. Pero aquella última pelea lo había arruinado todo. Harry ni siquiera podía recordar por qué habían peleado, estaba tan borracho como para recordarlo. Pero, podía asegurar casi con certeza, que se debia a los típicos celos del menor, a su inseguridad y desconfianza. Y es que Harry aún no terminaba de creerse que alguien tan perfecto como Louis, podía estar con alguien como él.

El castaño se dejo caer en el sillón y observó la caja de pizza a medio comer sobre la mesa. Entonces recordó a Louis, porque era la comida favorita de ambos, y comenzó a llorar por milésima vez en la semana. Momentos de él y su novio compartiendo los pequeños triangulares trozos de masa pasaron por su mente y todas aquellas palabras lindas que Louis le decía mientras masticaba. Le dolía. Todo comenzaba a perder sentido, los dias comenzaban a tornarse fríos y grises.

Una semana sin Louis se sentfa como una eternidad sin comer pizza.

Tomó su teléfono y, sin pensarlo mucho, marc6 el
número de su único y mejor amigo Niall. Al tercer pitido, éste contestó.

-¿Harry?- su acento irlandés sonó a través de la bocinita de su celular. Harry no pudo evitar sonreír al escucharlo.

-¡Niall!- el menor utilizó aquel tono de bebé que siempre ponia para pedirle algo a su mejor amigo-.Te extraño, Niall, ¿puedes venir a verme?

-Hmm... estoy un poco ocupado ahora, Harry- la voz de Niall se escuchaba un poco nerviosa. Del otro lado, se escuchaban muchas voces y, entre esas, pudo reconocer una en especffico; la de su ex novio, Louis.

"Cuelga ese maldito teléfono, Niall, y ven a ayudarme con 'esto'."

Todos los sentidos de Harry se alteraron en ese momento. Su corazón latió a mil por segundo al escuchar su voz. Tenia tanto tiempo de no hacerlo y ahora que lo hacía, no se sentía del todo bien.

-¿Es ese Louis?- intentó no sonar alterado, pero su tonito agudo lo delató-. Niall, ¿estás con Louis?

Su mejor amigo tardó en responder. Hacía pequeños sonidos con su garganta, vacilando entre hablar o no hacerlo. Y, para sorpresa de Harry, eligió la segunda.

-Me tengo que ir, Hazz- sonaba apenado, avergonzado-. Te llamaré mañana, ¿si?

-No, Niall Horan, no te atrevas a colg-el pitido que indicaba que la llamada había terminado lo interrumpi6. Ese maldito le había cortado. Aún cuando le había dicho que no lo hiciera.

De todas maneras, ¿qué hacían Louis y Niall juntos?, ellos nunca se habían llevado bien. De hecho, se odiaban tanto que cada dia se inventaban insultos nuevos.

¿Y con qué querría Louis que lo ayudara? si este mismo había recalcado miles de veces que prefería morir antes que pedir la ayuda de Niall.

Harry se sentía tonto por desconfiar de su mejor amigo pero, ¿cómo no hacerlo? Niall era perfecto para Louis. Era guapo, dulce, tenia un cuerpo de ensueño y era muy inteligente. Todo lo que Louis deseaba.

Pero no, no podia imaginar a Louis con alguien que no fuera él. Se había adaptado tanto a estar con él, a sentirlo cerca, a sus palabras dulces, que no podía imaginarlo diciéndoselas a alguien más. Louis le pertenecía, incluso si él no lo deseara así. Ambos lo sabían.

Harry salía de darse una pequeña ducha. Ni siquiera sabia por qué 10 habfa hecho, no tenia la intención de impresionar a nadie. Pero, después de tres dias sin hacerlo, habfa llegado a la conclusión de que apestar no haría que Louis regresase con él.

Aparte, bañarse le había hecho relajarse bastante.

Se colocó otra pijama limpia y comenzó a limpiar un poco el desorden que había. Para matar un poco el rato, tal vez. Jamás se imaginó a sí mismo sin nada que hacer, siempre estaba rodeado de Louis, asi que nunca había tenido tiempo para preocuparse de aburrirse.

Cuando hubo terminado, se tiró en el sofá y encendió la televisión, con la esperanza de encontrar algo nuevo pero, para su muy mala suerte, no habfa nada que llamara su atención. Intentó distraerse leyendo un libro, pero tampoco funcionó. Buscó videos en youtube para entretenerse, pero ya había visto todos los que estaban en su inicio.

Harry estaba entrando en una desesperación increíble, que comenzaba a pensar que invocar a los demonios jugando a la Ouija no sonaba tan mala idea.

Antes de disponerse a seguirse aburriendo, el timbre de su casa sonó. Harry se extrañó bastante.

Nadie, a excepción del repartidor de pizza, tocaba su puerta. Ni siquiera Louis, él tenia sus propias llaves.

Se acercó lentamente hasta la entrada y abrió un poco. Su corazón comenz6 a latir fuertemente cuando su mirada se encontró con la de su ex novio. Él lo miraba con una sonrisa ladeada. Se veía precioso. Su cabello estaba un poco desordenado y parecía que no había logrado dormir bien últimamente, pero aún así, Harry pensaba que era la persona más bonita en el planeta.

-Traje pizza- dijo el ojiazul mientras se encogía de hombros y le alzaba la caja tamaño familiar de su pizza favorita. Harry creyó casi desmayarse cuando lo vio hacerlo.

Abrió más la puerta y, sin pensarlo dos veces, se tiró entre los brazos de Louis, aplastando la caja entre ambos. La pizza era lo de menos en ese momento.

El mayor lo abrazó más fuerte a él y suspiró al sentir su aroma. Había extrañado tanto el menor, que no entiende cómo fue capaz de sobrevivir sin él una semana entera. Dependían tanto el uno del otro y se amaban tanto, que no podían alejarse ni aunque quisieran.

-Te hice una carta- murmuró el mayor. Harry se separó lo miró con los ojos repletos de lågrimas.

-¿De verdad?- preguntó con un puchero que, a ojos de Louis, lo hacía lucir aún más hermoso y más tierno de lo que ya era.

-Bueno, Niall la hizo pero yo le dije todo lo que debía poner- el mayor sonrió nervioso y se rascó la parte trasera de la cabeza. -¿Niall? pero si tú lo odias, Louis.

-Bueno, hay cosas a las que un hombre debe de renunciar por el amor de su vida. O sea, mi dignidad.

Harry comenzó a reír y se limpió las lágrimas que adornaban su rostro. De repente, se quedó callado y observó a Louis por un momento.

-No vuelvas a alejarte de mí nunca, ¿sí? sé que a veces puedo actuar como un idiota y un niño y que mis celos pueden Ilegar a ser estúpidos, pero entiende que te amo y que no quiero perderte nunca. Tengo miedo de que algún dia te des cuenta de que no te merezco y que no soy suficiente para ti y me dejes, aún cuando sé que pasará. No quiero que te alejes. Por favor, nunca lo hagas.

Louis no dijo nada por un minuto entero. Se dedicó a mirar al menor sin saber qué decir o que pensar.

Pero finalmente dijo algo que, para el menor, fue suficiente.

-La pizza apesta sin ti, bonito.

Y lo besó por todos esos dias que no pudo hacerlo.

gracias a Crybabyoongi por dejarme adaptar su historia 🩷

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