Sin duda, el enigmatismo del joven atrayeron profundamente la atención de Meg, y el hecho de que tuvieran tantos factores en común no hacía menos.

-¿Cómo no lo vi antes?-Se preguntaba a sí misma mientras cenaba con su mamá y hermanos. ¿Qué pasaría si deja de hablarme? Interrogantes como estas invadían la mente de nuestra joven protagonista. Cuando de pronto:

-Hija, ¿Escuchaste todo lo que te dije?- Dijo su madre levemente severa.

-¿Eh? Em, sí sí, claro, ¿Puedo retirarme?-Atropellada y confusamente respondió Meg.

-¿Tienes prisa Meg?- observó cómicamente su hermano mayor, Daniel.

-Bastante, tengo tareas Dani- replicó en una mezcla de odio de hermanos y timidez. Luego de eso se dirigió a las escaleras y subió a su habitación.

Se tiró en la cama y tomó el celular en sus manos, desbloqueó la pantalla y leyó:

1 notificación de WhatsApp

Raudamente dirigió su índice a la aplicación, y grande fue su desilución al notar que el mensaje era proveniente de un grupo de libros. Cambió de contacto y encontró allí el visto que su particular amigo había dejado.

No quería sentirse una acosadora ni mucho menos, pero quedóse en el chat, esperando a ver si su amigo aparecía en línea o no.
El sueño comenzó a invadir la habitación hasta que finalmente y justo cuando Andrie aparecía conectado, Meg cayó en un profundo y dulce sueño.

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-Aún no está lista para saber quién soy, aunque si le dijera tampoco me reconocería.
Pero si quiero ser su amigo, a parte de darle la pizza debo inspirarle confianza siempre y cuando obtenga la manera que no me descubra.-

Dijo a la par que revolvía su cabello castaño, como siempre hacía cuando se frustraba.

Sintió la curiosidad de ver que había respondido su amiga, luego de que había apagado la pantalla del celular.

"De todas maneras te descubriré"

En lo profundo de su ser sintió como las ganas de hablarle despertaban sus emociones.
Vaya que le gustaría que las cosas fueran tan sencillas como decir, ¡Hey! ¡Quieres un pizza aunque no sepas quien soy?
Pero no era tan sencillo, y menos tratándose de él.
Más tarde y saliéndose de la aplicación para no dejar más vistos, bajó a cenar con su madre.

-Hola hijito, ven aquí, cambia la cara y dame un abrazo ¿Quieres?- Siempre su madre sabía como subirle el ánimo.

Aproximadamente una hora después de cenar y charlar con su madre, decidió encender al fin su celular y tomar una decisión.
Eran las 9 de la noche y Meg estaba conectada.

-¿Le respondo o no?-Se preguntaba así mismo. El hecho de tenerla, tan sólo tenerla, relativamente cerca, le complicaba mucho, casi como si estuviera frente de ella. Comenzó a escribir, no sin borrar la mayoría de sus intentos.

Andrie:
Haha, eso lo veremos ;)

Visto 21:05

Andrie:
Descansa, Margaret

Visto 21:06

Andrie se ha desconectado