30 || El evento final
Los Altamirano aterrizaron el Altagracia a las ocho de la mañana de un lunes nublado. Porque diciembre había llegado, y con este, la Navidad.
—¡¿Quién cumple años este mes?! —Santiago sacudió los hombros de su hermana mientras caminaban hacia la puerta de salida del aeropuerto.
—No atormentes a tu hermana, está por cumplir un cuarto de siglo. Eso es un montón de años. Quisiera saber qué se siente, para cuando yo llegue a esa edad —dijo Polo, pero antes de poder contestar, Seren se encontró cara a cara con un grupo de personas que la estaban esperando.
Lana fue la primera en correr hacia ella.
—¡¡Mi amor!! —chilló, saltando sobre su mejor amiga para abrazarla. La rubia se aferró a ella en lo que Seren recuperaba el equilibrio. —¡¡Te extrañé!! ¡No vuelvas a abandonarme! ¿Cómo estás? Te quiero mucho, estás muy guapa. —Seguido de un par de besos por toda la cara mientras Seren reía.
También la había extrañado.
Lana la soltó para abrazar a Polo, y Vad aprovechó para darle un abrazo, pero aquello no duró mucho, porque Asher extendió sus brazos para ella, y Seren no dudó en correr para poder abrazarlo.
Por fin.
—Llevo despierto desde ayer. No podía dormir porque sabía que venías hoy y estaba demasiado emocionado como para preocuparme por mi existencia —dijo, presionando a su novia contra él. La risa de Seren resonó sobre su pecho, y aquello lo hizo sonreír.
—Yo llevo esperando este momento desde que nos despedimos.
El peliblanco tomó su rostro entre sus manos y pegó su nariz con la suya.
—Tu abuelo nos está mirando.
—Todo el aeropuerto nos está mirando.
—A la gente le interesa poco lo que dos desconocidos estén haciendo.
—Desconocidos dice —se burló Lana, señalándolos. Luego se puso seria —No, pero en serio. Ustedes desconocidos no son, así que, si no quieren sus fotos en el aeropuerto en todo internet, será mejor que nos dirijamos al auto de inmediato.
Ambos sabían que era verdad, ya un par de personas de forma «disimulada» habían tomado algunas fotos. Asher colocó un beso en la frente de Seren y tomó su mano y su maleta para llevarla al estacionamiento. Al llegar, saludó bien a Polo, que bromeó un poco por lo «invisible» que se había vuelto para él en cuanto vio a su nieta.
La situación había pasado bastante desapercibida, sobre todo por todo lo que había sucedido. Pero ya que estaban en el auto, mucho más tranquilos, Seren decidió decir algo.
—Polo, no había podido hacer esto antes, pero te presento a Asher.
—Ya lo conozco, Serena.
—Te presento a Asher... Mi novio —dijo ella con una sonrisa. Y aprovechó para entrelazar sus dedos con los de él. El abuelo sonrió de lado y asintió.
—Me lo imaginaba. Hola, Asher. Yo soy Polo, el abuelo. Mucho gusto —Polo, al ver al chico que se veía algo asustado, se echó a reír. —Pero no me mires con esa cara, por favor, no pienso hacerte un interrogatorio. No soy esa clase de persona. Ya he vivido esto tantas veces que solo les voy a pedir una cosa: Sean felices, ¿está bien? Serena es mi niña especial. —Alguien adelante aclaró la garganta y eso provocó una risilla en los demás. —Y Santiago definitivamente no es mi niña especial, pero me cae bien.
—Gracias, abuelo. Tengo treinta años.
—Se nota —murmuró Seren, mirando a otro lado.
Pero antes que su hermano pudiera responder, Lana los distrajo preguntando cómo les había ido todo. Seren tomó la palabra y contó de forma resumida todo su viaje.
Luego de dejar al abuelo y Santiago en su casa, los amigos volvieron a casa de Seren, ya que el auto de Vad aún se encontraba estacionado ahí.
—Te tengo una sorpresa —dijo Asher, llamando la atención de la rizada. Ella lo miró y sonrió en grande. Sus ojos brillaban y él solo pudo pensar en que se veía preciosa, y que la había extrañado mucho.
—¿Cuál?
—Si te digo, no va a ser una sorpresa. Espero que no tengas planes, porque tú y yo vamos a salir. Lana y yo hemos acordado tu agenda hoy. Tú y yo estaremos juntos por la mañana y la mitad de la tarde.
—Y luego tendremos una pijamada por la noche —avisó Lana.
—Y yo cuidaré de Lana mientras ustedes no están —anunció Vad, echándole un ojo a sus amigos desde retrovisor.
—Ah, ¿sí? ¿Cuándo acordamos eso? —cuestionó Lana, acomodándose en el asiento de copiloto. Vad la miró, aclaró la garganta y giró la calle para llegar a casa de las chicas. Luego de un breve saludo al vigilante, estacionaron.
—Es que Vad y yo también acordamos tu agenda —avisó Asher con otra sonrisilla. Luego salió para sacar el equipaje de Seren. —Tienes dos horas para descansar, salimos a las once de aquí, ¿qué te parece?
Ella le sonrió, pensando en lo mucho que quería estar con él.
—¿Duermes conmigo?
—Obvio —respondió rápido, siguiéndola.
—Creo que no nos invitaron a su pequeña reunión —comentó Lana, caminando detrás de ellos.
—Podemos dormir juntos si quieres —añadió Vad, él a su lado.
—No, gracias.
Unas risas delante de ellos se oyeron. Seren corrió a abrazar a Totoro, que huyó en cuanto tuvo oportunidad. Luego procedió a ignorar a su dueña el resto del día.
—Buenas noches —dijo Seren, que no durmió nada, pero estuvo resguardada por los brazos de Asher por una hora completa, y ese fue suficiente descanso para ella.
Cuando la alarma sonó, ambos se quejaron.
—Me tengo que cambiar.
—Ok, está bien —dijo él, susurrando cerca de su oído, pero no la soltó.
—Es que no me puedo cambiar si no me puedo poner de pie —Seren se rio y dio la vuelta para mirarlo.
—Ya te estás moviendo, mira. —Asher la sacudió un poco, todavía con los ojos cerrados.
—En otro momento, accedería a quedarme aquí. Pero cometiste el error de decirme que me tenías una sorpresa, y no me quieres decir qué es. Así que suéltame o verás.
Asher sonrió y por fin abrió los ojos. Ella tenía la misma expresión. Se acercó un poco para darle un beso corto, y ella lo alargó un poco más.
—Te extrañé. —Otro beso—. Está bien, ve a cambiarte. Solo porque quiero que veas la sorpresa ya. He esperado días para mostrarte eso. Ve... Sé libre —dramatizó un poco, abriendo los brazos para que Seren pudiera escapar.
Ella se rio, levantándose de la cama y junto a un suspiro y otro vistazo hacia su novio, caminó hacia el vestidor.
Asher le avisó que estaría esperándola con los demás afuera, así que, al cabo de unos minutos, salió lista y recibió un par de alabanzas y silbidos de parte de algunos (Lana y Asher) y aplausos de Vad.
La pareja se despidió de ellos pocos después de eso, ya que Asher dijo que no quería perder el poco tiempo que Lana no había acaparado, y huyó justo antes de ser atacado por un cojín que la rubia le lanzó.
—¿A dónde vas? —preguntó el peliblanco, justo cuando su novia se dirigía a su auto. Ella giró a mirarlo confundida, pero sonrió en grande en cuanto observó las llaves que colgaban sobre sus dedos. Asher estaba apoyaba su espalda sobre un auto negro.
—¿Asher?
—¡Sorpresa! —gritó él, luego procedió a sacar un documento de su bolsillo para presumirlo. —¡Se te acabó tu copiloto princesa, Serena! Ahora soy legalmente un peligro al volante, y lo vamos a celebrar con otra sorpresa. ¿Subes?
—¿Te compraste un auto? —chilló ella, echándole un vistazo al vehículo con una gran sonrisa.
—¿Y qué iba a manejar con mi nueva licencia, mi amor? —preguntó, poniendo sus manos sobre sus caderas.
Ella alzó las cejas y se rio, caminando hacia el asiento de copiloto. Tras abrir la puerta, suspiró junto a un sonido algo exagerado.
—Dios mío, líbranos de todo accidente. Pon tus manos sobre las manos del piloto y maneja tú. Aleja todo peligro de nosotros. Perdónalo por decir tantas groserías, él no quería, lo prometo.
Él, fingiendo estar ofendido, terminó de sentarse en su asiento y la miró con una ceja alzada.
—Te estoy escuchando, ¿sabías?
—No es malo rezar de vez en cuando, ¿sabes? Sobre todo, cuando te subes a un auto con alguien que acaba de conseguir su licencia —respondió Seren, con una sonrisa burlona.
—Para tu información, he estado manejando todos estos días. Yo llevé a Lana y Vad al aeropuerto, y, además; ya manejé hasta donde vamos a ir... a hacer unas cosas.
—¿Te puedes dejar de tanto misterio y decirme qué estás planeando?
—Nop. —Luego de aquella respuesta, Asher guardó silencio los dos primeros minutos. Sin embargo, ser misterioso no era lo suyo. —Entonces... ¿qué tal la conversación con tu madre?
Seren tomó mucho aire y lo soltó como si hubiese sido un gran fastidio respirar. Luego procedió a contarle la historia completa. Y mientras conversaban, ella se dio cuenta a dónde se estaban dirigiendo. Había visitado ese lugar una sola vez en su vida, pero sabía exactamente a dónde iban, porque ese camino, y ese día en general, se había quedado guardado como uno de sus mejores recuerdos.
De todos modos, no hizo ningún comentario y prefirió sorprenderse en el momento que llegaron.
Asher sacó una mochila de la parte de atrás, Seren no preguntó mucho. Ambos caminaron de la mano hasta el gran portón de la casa, y para sorpresa de ella, sacó una llave totalmente distinta a la de la primera vez, y abrió sin ningún problema.
—¿Cambiaron la cerradura?
—Mi mamá me ha dejado hacer un par de cambios.
—¿Sí? ¿Se deshicieron de esa máquina hecha por el demonio? —cuestionó algo esperanzada. Pero la sonrisa de su novio le hizo notar que no era así.
—No, de hecho, vamos a usar esa cuatrimoto de nuevo. Te va a terminar encantando, vas a ver. Acompáñame, por favor.
—¿Y Bernardo? —preguntó Seren confundida, buscando al perro a lo lejos. Asher hizo una pequeña mueca y, con una mano estirada, le pidió que la acompañara.
—Tengo cosas que contarte... Pero antes de que pienses algo malo, está vivo. Solo que ya no vive aquí.
Seren asintió en silencio y tomó la mano de Asher para caminar juntos hasta la cuatrimoto. Tuvo que aceptar su realidad. Ellos iban a subirse a ese vehículo, y él manejaría hasta el mismo lugar en donde gritaron juntos la última vez. Sin embargo; algo cambió esa vez. Porque, aunque Seren aún le tenía un poco de temor, abrazó fuerte a su novio y no tuvo tanto miedo como la primera vez. Se dejó llevar y disfrutó del pequeño recorrido.
Con otro clima, un poco más frío que la última vez. Ambos más preparados, estaban abrigados. Asher usaba una gorra de lana que Seren no había visto antes, pero de algo estaba segura; se veía muy tierno con ella.
—Este lugar solo mejora en cada estación —afirmó Seren, observando un poco como las hojas secas que había dejado el otoño, adornaban el campo.
—Hemos llegado, puede bajar del vehículo infernal, bella dama —comentó Asher, poniendo un pie sobre el suelo. Seren sonrió y tomó su mano para poder bajar sin caerse.
Ambos caminaron juntos hasta el mismo árbol, pero Asher dejó su mochila sobre el suelo y empezó a sacar algunas cosas. Un mantel para picnic, algunos envases llenos de aperitivos y dos pequeños termos con un líquido misterioso (luego Seren descubrió que era chocolate caliente). Se permitieron comer en silencio, entre algún comentario sobre lo bueno que estaba todo. Asher terminó confesando que Vad lo había ayudado a cocinar muchas de las cosas, sin embargo; también le contó que estaba aprendiendo a cocinar, y que, de hecho, le estaba gustando mucho.
Cuando terminaron de comer, guardaron todo de nuevo en la mochila, y en cuanto Asher cerró la mochila, ella sacó su teléfono del bolsillo.
—Espera, necesito una foto tuya ahora mismo.
—¿Guardando las cosas en la mochila? —cuestionó confundido, pero Seren se echó a reír y negó.
—No, necesito que te sientes ahí donde estés, aleja esa mochila de mi plano y solo existe.
Asher sonrió y le hizo caso, al empujarla un poco más allá para que no saliera en la foto especial de Seren, se acomodó en el césped y cruzó las piernas otra vez. —¿Ahora qué?
—A ver, sonríe como si vieras la cosa más hermosa del mundo, necesito una de esas sonrisas.
—La estoy viendo justo ahora, no necesito imaginar nada —respondió de inmediato, viendo a su novia a los ojos. Y aquello le sacó esa sonrisa que Seren le estaba pidiendo.
—Deja de decir esas cosas cuando estoy intentando tomarte una foto y no puedo lanzarme a besarte, ¿ok? Muchas gracias. Ahora un...
—No, ahora lo haces —se quejó tomando a su novia de los brazos, y con un solo impulso, tenía a Seren sobre él. Ella se echó a reír apoyando sus manos sobre su pecho. —Deberías ver la escena que yo estoy viendo, le voy a tomar una foto mental. Sonríe.
Ella le hizo caso, y sonrió en grande, logrando que sus ojos casi no se vieran.
—¿Gran foto?
—Increíble. Espera, salió borrosa. Sonríe otra vez.
Seren se echó a reír y negó con la cabeza. Le dio un beso corto en los labios y rodó para recostarse justo a su lado, apoyando su cabeza sobre el brazo de su novio.
Y tomó su teléfono para tomar otra foto de ellos juntos. Una sonriendo, otra en la que Asher sacó la lengua, y otra en la que Seren cerraba un poco los ojos porque empezó a reírse y él quiso tener una foto justo de aquella escena, y la obtuvo.
—Necesito que me tomes una foto —pidió ella sentándose de pronto. Él, algo confundido, no dudó un segundo en acatar su pedido. Aunque era algo inusual de ella.
—Por supuesto, ¿cómo la quieres?
—No lo sé, pero quiero que, si algún momento muestro mi cara —Seren rio y rodó los ojos—, ya sabes, de forma oficial, sea la primera foto que suba a internet.
Él alzó las cejas de asombro, acompañado con una sonrisa grande.
Le pidió que se sentara, justo como ella se lo había pedido antes y procedió con su tarea. Tomó varias fotos, sonriendo, haciendo un par de muecas, pero la que quedó perfecta, fue aquella en donde tomó una pequeña planta y la colocó sobre su cabeza.
—Es igual a la planta de tus auriculares, Seren, si esta no es la foto perfecta, no sé cuál pueda ser.
—Es perfecta por muchos motivos, mi amor, y la principal no es por la planta, es porque fue tomada por ti.
—Y porque soy un gran fotógrafo. Estoy haciendo chistes para ignorar que me acabas de decir «mi amor» para no gritar como una perra loca. Otra vez.
—Dios mío —Seren volvió a reírse y negó con la cabeza, girando de nuevo por el césped para abrazarlo. —Te amo, ¿sabes?
—Sí, me lo dijiste un par de veces. Creo saberlo bien —dijo él, colocando otro beso sobre sus labios—. Te amo, Serena Altamirano. ¡¡Te amo!! —gritó, haciendo que ella pegara un salto del susto repentino. —Sí, gritar en este lugar todavía es genial. Inténtalo.
—¡¡Odio subirme a esa cuatrimoto!! —gritó ella, haciéndolo reír—. ¡¡Pero amo al que lo maneja!! ¡¡Dios, te pido que te deshagas de él!! ¡¡O sea, de la cuatrimoto, no del piloto!! —gritó con todas sus fuerzas. —Tienes razón, desahogarse así es increíble.
Asher pegó una carcajada, y así, abrazados el uno del otro, se quedaron unos minutos mirando la naturaleza que los rodeaba. Seren se sentó y Asher acomodó su cabeza sobre sus piernas, mientras ella acariciaba su cabello, a ella le surgió una duda, y esta vez no vaciló en hacer la pregunta.
—¿A qué cambios te referías?
El peliblanco, ensimismado en ese agujero de pensamientos y recuerdos que había tenido en su cabeza los últimos días, alzó la vista cuando Seren lo mencionó. Y suspiró, porque se dio cuenta que era momento de hablarlo en voz alta.
—Al día siguiente que viajaste a Galí, me llamó un número desconocido. Era mi padre.
—Tu...
—Mi padre biológico. El que vive aquí.
Ella alzó las cejas, y él solo pudo reírse un poco por lo irrisorio que había sido todo.
—¿Qué quería?
Un ligero suspiró salió de él, y se tomó un segundo para decirlo.
—Plata. Quería dinero. Él siempre supo de qué trabajaba porque se lo contó mi familia, pero siempre le pareció una pérdida de tiempo... Hasta ahora, porque se dio cuenta del dinero que puedo ganar. Asumo que le salió algún video de estos en dónde dicen cuántos ganamos —dijo eso último, alzando un poco las manos haciendo mímicas que denotaban extravagancia. Seren se rio bajito, porque sabía lo exagerados que eran algunos con esas suposiciones.
—Me imagino, sí...
—Bueno... Quería que invirtiera en una empresa que quiere crear. Y esa historia la escuché tantas veces, Seren. Prometió tantas cosas, a mí mamá, a mí, a mi familia, ilusionó tantas veces a mi abuela con una vida mejor... Jamás se preocupó por nosotros. Así que le dije que no. No tenemos relación desde que él y mi madre se divorciaron. Para mí, mi papá vive en Inglaterra, está casado con mi mamá y toca muy mal el piano, pero es el mejor hombre que he conocido. Así que luego de pedirle que no vuelva a comunicarse conmigo para nada, llamé a mi mamá y hablamos. Acordamos que, ni ella ni yo queremos nada con él. No lo necesitamos antes, no lo necesitamos ahora. Que haga su vida, así como lo quiso hace veinte años cuando decidió irse de casa porque no se sentía listo para tener una familia. —Seren, que había estado acariciando su cabello, y recordándole constantemente que estaba ahí con él, sonrió de lado.
—Estoy orgullosa de ti.
—Lo sé, soy increíble.
—Dios, no se te puede decir nada.
Ambos se echaron a reír, y ella le dio un corto beso en los labios.
—Y bueno, aprovechando esa llamada, le pregunté cómo iba todo, y me dijo que quería llamarme estos días para contarme algo... Pilar se fue, le contó a mi madre que unos familiares lejanos se contactaron con ella, y le ofrecieron un trabajo como enfermera privada de una prima suya, así que dejó la casa. —Asher, al ver el rostro de confusión de su novia, supo exactamente qué dudas tenía en su cabeza. —Te preguntarás por qué no vive aquí y trabaja allá...
Ella se rio un poco y asintió.
—Su familia no vive aquí, viven en otra ciudad. Así que se va a mudar cerca de donde viven ellos, quiere reconectarse con esa parte de su familia. Además, parece que la señora tiene dinero, entonces le van a pagar muy bien. Es una buena oportunidad para Pilar.
—Oh, y pidió llevarse a Bernardo, ¿no?
—Sí, mi primera respuesta fue un «de ninguna manera», pero mi mamá me hizo entrar en razón. Claro que voy a extrañar a ese perro, pero a estas alturas, su dueña es Pilar, y yo solo vengo a visitarlo, pero quien lo cuida es ella, incluso cuando mi abuela estaba viva. No sería justo para él.
La rizada estiró un poco los labios y sonrió de lado.
—¿Y tú estás bien?
—Si tú estás aquí, nada puede bloquear mi felicidad. Espero que lo entiendas pronto —dijo como si nada, luego giró un poco y abrazó su pierna, como si fuese la almohada más cómoda. Y ella se quedó en silencio, porque ese era el efecto de Asher en Seren. —Ah, y mi mamá quiere poner esta casa a mi nombre.
—¡¿Eh?!
—Ella no piensa volver a vivir aquí, y sabe que yo no pienso volver a Inglaterra. Entonces hizo lo más inteligente, sus palabras, no mías. Dejarme la casa. Fue su decisión. Estábamos hablando sobre Pilar y mi abuela, y de pronto me soltó la bomba: Te voy a regalar la casa. Esa mujer me va a provocar un infarto algún día. Te lo juro. Le dije que no le creía, me lo prometió por lo más sagrado que tiene, por mí. De nuevo, sus palabras, no mías. Así que le dije que si era verdad, que me dejara hacer cosas en la casa, me dijo que podía hacer lo que quisiera.
—Y le dijiste que ibas a cambiar la cerradura como forma de reivindicación.
—Así es. Y me dijo que sí sin dudarlo. Creo que sí me regaló una casa. ¿Ahora qué hago yo con este lugar?
—Eh, ¿mudarte y dejar de pagar un alquiler?
Entonces un jadeo ofendido salió de su novio.
—¿E irme una hora más lejos de ti?
—¿Qué dices, desubicado? La distancia entre tu casa y la mía es de una hora, de aquí a mi casa es a lo mucho, diez minutos más.
Él pestañeó un poco, pensando en la ruta y lo que le había planteado.
—¿De verdad?
—¿Qué no cuentas los kilómetros?
—¡¿Quién cuenta los kilómetros?!
—¡¡Te salen en la pantalla del mapa, Asher!!
Él fingió que presionaba un botón y emitió un sonido, como si hubiera errado.
—¡Ahí está el tema! Yo no veo el mapa para llegar hasta aquí. Me lo sé de memoria. Venía aquí cada sábado a ver a mi abuela, ¿por qué voy a contar los kilómetros? Yo contaba los minutos para verla.
Ella sonrió enternecida, pero luego presionó el mismo botón ficticio.
—Si contabas los minutos, entonces sabes de memoria cuánto tiempo va de aquí hasta la ciudad.
—Ah, eres una nerd que nunca pierde. Como me gustas.
—Eres un tonto, de verdad —respondió ella, sonrojándose un poco más mientras se reía.
—Hablando de tontos... ¿qué te parece si hablamos del final de Aurora y Nightingale ahora mismo? No hemos definido lo que vamos a hacer y asumo que querrás cerrar la historia antes de la final de Ace of Cups.
—Tengo algunas ideas... Si es que quieres oírlas.
—Oh, esa sonrisa grita que alguien se va a morir, cuéntame más, amor mío. Estoy a tus pies, literalmente —comentó, aún abrazado a sus piernas.
Seren, con una carcajada a medias, negó con la cabeza, y decidió contarle sus ideas para el final de su historia.
Aquella tarde, luego de llegar a un acuerdo con el final, Asher la llevó a conocer la casa por dentro. Y para ella, fue exactamente como la imaginaba. Como la casa de una abuelita, con muchos adornos, fotos de su nieto en distintas edades, cuadros, paredes texturizadas y con tapices, colores distintos que combinaban de la mejor manera, y, sobre todo, muchas cosas cubiertas con tejidos a crochet.
Seren quedó enamorada de la casa, porque le recordaba mucho al hogar de Polo y Mina.
Asher la invitó a sentarse, y como último acto de la cita, tuvieron un momento artístico cuando Asher retomó su papel como Asher Ross, y junto a dos papeles, dos pinceles, dos paletas y un bigote muy mal pintado, propuso que ambos hicieran un retrato del otro, así podrían tener un obsequio de cada uno.
No hace falta aclarar que ambos quedaron espantosos, pero les encantó, porque el amor te vuelve ciego y tonto.
Seren volvió a la realidad al día siguiente, luego de un largo sueño gracias a que Lana la obligó a quedarse hasta tarde para disfrutar de su bastante planeada pijamada; se levantó tarde, pero valió la pena. Asher y Lana se encargaron de recordarle en todo momento, con acciones, que tenía a personas que la amaban con todo el corazón, y que nunca más iba a estar sola.
—¡Buenos días, solecito! ¡Es hora de matar a Aurora! —gritó Lana mientras se acercaba a su habitación, al abrir, se encontró con una Seren que sonreía. —Oh, estabas despierta. ¿Lista para volver? Los pixelitos te extrañan.
—Tengo muchas ganas de volver —respondió, poniéndose de pie. —Ni siquiera me importa lo que la gente decía hace unos días, creo que he tenido problemas más grandes como para que me importe lo que dicen cuatro personas detrás de una pantalla.
Lana aplaudió una vez, luego otra, y luego varias veces.
—Eso es todo. Es lo único que quería escuchar. No vas a matar a Aurora de verdad, ¿no? Solo era una bromita, ¿no?
—Uf, qué ganas de ducharme ahora mismo sin responder ninguna pregunta, ya vengo —dijo, caminando al baño y rodeando a Lana para no contestarle.
Lana se fue gritándole que era una traidora, pero luego le avisó que había hecho panqueques y que la esperaría para desayunar.
Por la tarde, anunció su regreso a redes con un «buenas» seguido del link de la transmisión.
Hizo explotar el internet, pero lejos de lo que todo mundo pensaba, no mostró su rostro y no saludó, era una pantalla negra y un sonido de suspenso donde nadie sabía qué pasaba o qué pasaría. Seguido de eso, Aurora, de espaldas al público, apareció con los brazos cruzados. Luego una secuencia de ella «recordando» todos sus momentos en familia, luego con Finn y el juramento que él le hizo. El personaje dio la vuelta con una carta entre sus manos.
«Los encontré. Búscame, Aurora».
Finn Nightingale le había enviado esa carta, atravesada con un cuchillo que quedó clavado justo en el marco de la puerta de su casa.
Era él, porque nadie la llamaba así, y nadie sabía dónde vivía, más que él y las Pandora.
—Para ustedes —comenzó diciendo Seren—, Aurora se tomó un tiempo y volvió a su lugar natal porque necesitaba solucionar unos temas. Ha vuelto porque lo logró, y porque los extrañaba mucho. —Ella se echó a reír con el micrófono apagado cuando leyó que todos preguntaban «con quién estaba hablando» y que por qué «estaba rompiendo la cuarta pared». Luego encendió el micrófono de nuevo. —Ya no les voy a decir nada bonito, vamos con el final de esta chica.
Se aclaró la garganta y movió a Aurora para leer la carta en voz alta.
Por otro lado, Asher hizo exactamente lo mismo que su novia. Prendió directo sin decir una sola palabra, y cuando la escena de bienvenida cambió, Finn estaba sentado sobre un tejado de su almacén.
En ausencia de Aurora; los Luna Rossa, ahora liderados por Reggie, ya que Nightingale estaba «demasiado blando», tenían el control total de las ventas de estupefacientes de la ciudad. Sin embargo, lo que en realidad sucedía, es que Finn había estado investigando más sobre su familia, y también planificando el último ataque. Pero la necesitaba con él.
Bajó del tejado, suspirando, y caminó hacia su oficina para terminar de revisar unos papeles. Luego se iría a dormir.
—Día largo —susurró ordenando las carpetas, pero un ruido en la ventana se escuchó, y de pronto, Aurora apareció y entró por ahí. Burlando toda la seguridad que lo protegía día y noche.
Aurora está frente a él, con un cuchillo en su cuello.
—Hola, hermosa.
Una sonrisa. Ella estaba seria.
—Vuelve a llamarme así, y te quedas sin cabeza. Dime dónde están —Aurora presionó el cuchillo más sobre él, pero eso solo le provocó otra sonrisa.
—Qué bueno que lo digas, supongo que me has perdonado.
—Deja de jugar conmigo, Nightingale. ¿Dónde están?
—No estoy jugando contigo, te envié un mensaje hace días. Que estés aquí es lo único que quería. Claro que te voy a decir dónde están, pero quiero que trabajemos juntos en esto.
Aurora retiró el cuchillo y lo empujó contra la pared.
—Dime. Dónde. Están. No negocio con traidores.
—No soy un traidor, Aurora. Yo también quiero esto. Ya te dije que todo fue un malentendido. Reggie ordenó la ejecución de Ariel ayer. Será esta noche. Cometió un error, y un error con la muerte se paga.
Fue entonces cuando Aurora sintió algo que no había sentido en mucho tiempo: Culpa.
—¿Cómo que van a ejecutar a Ariel?
—Fue un error tonto, pero perdimos a nuestras socias más importantes por ello. No va a volver a suceder.
Aurora sabía que, si Santoro se enteraba de eso, quemaría todo. Porque Ariel era tonto, pero estaba perdidamente enamorada de él.
Y no podía permitir eso, no si tal vez sí fue un error.
—¿De verdad fue todo un error?
—Dejaría que me apuñales ahora mismo si eso te hace sentir mejor, pero te lo digo, prometiéndotelo bajo mi palabra más sagrada, por Luna Rossa, que todo lo que dije es verdad.
Aurora bajó el cuchillo y suspiró.
—¿Dónde están?
—Están divididos, pero tengo un plan y necesito de ti, de Luna Rossa y de Pandora. —Nightingale miró a Aurora a los ojos, y recorrió su mirada por todo su rostro hasta llegar a sus labios. —Sobre todo de ti.
—¿Sí? ¿Y qué quieres de mí?
—Todo.
—Matemos a tu familia primero, luego hablamos de esto —dijo, señalándose y luego a él.
—Eres tan romántica...
Aurora se rio y dio la vuelta para revisar los papeles.
El plan era arriesgado, pero era la única forma de finalmente acabar con la vida de la gente que había arruinado su vida años atrás.
La operación «caja de Pandora» inició en el momento que los dos jefes hicieron esa tregua. Al día siguiente, ambos bandos fueron requeridos en las instalaciones de las Pandora, Lili y Reggie acompañados de Aurora y Finn, los cuatro enterados del plan, decidieron explicarles a sus grupos que tendrían que trabajar juntos una última vez.
—Ahora todos tienen tareas asignadas. Nos vemos en una hora aquí de nuevo. Cuídense mucho y cuiden las espaldas de sus compañeros. Hoy somos una familia. Todos —habló Finn.
—Y uno muere por su familia —añadió Aurora.
—Nadie va a morir hoy —interrumpió Lili. Seren sonrió. Lana seguía con el mismo tema de la mañana.
—No lo sabemos, Lili.
—Si te mueres, me muero yo —susurró—. Así que no te atrevas.
—Bueno, esperemos que hoy solo muera mi familia, ¿sí? Gracias, ahora a trabajar —dijo Nightingale.
La caja de Pandora se abrió una hora después de esa reunión, justo como ellos lo planearon. Todos los infiltrados que Finn había estado enviándole a los Nightingale empezaron a estallar. No literalmente, pero iniciaron un contador de pequeñas bombas dentro del núcleo. Pusieron a unos contra otros mientras corrían el rumor de que habían infiltrados en la familia. El jefe de todos no tardó en enterarse de ello, pero ya había tenido repercusiones. Todos dudaban de todos, de pronto nadie era confiable en ese lugar.
Cuando los Luna Rossa y las Pandora llegaron al lugar, los enfrentamientos habían empezado. Se infiltraron al inicio, pero al jefe no le costó notar que era una trampa.
Pero nadie le hacía caso. Todos estaban ocupados peleando con los otros.
Finn y Aurora llegaron a donde él estaba, y quitándose las máscaras, le sonrieron.
—Hola, papá.
—¿Qué? Per...
Aurora disparó, llevándose la vida de sus dos elementos de seguridad antes que el jefe pudiera dar una orden.
—Desarmado, tienes un minuto para hacer tu monólogo antes que termine con la vida de esta basura. Empieza.
Finn sonrió y miró su reloj en silencio. Aurora se encargó de disparar a cualquiera que pudiera acercarse a ellos mientras su novia hacía su pequeño show.
Cuarenta segundos.
Los Nightingale iban cayendo poco a poco en medio del enfrentamiento. Era tierra de nadie.
Todos peleaban con todos.
Quince segundos.
—¿Qué haces, hijo?
Finn sonrió, y al ver que faltaban cinco segundos, asintió.
—Lo siento, me tomé casi un minuto para pensar si valía la pena mantenerte vivo... Pero no. Mi novia está muy enojada contigo.
—¿Y quié...
—Se acabó el minuto. Me toca. ¿Sabes qué es una pena, Nightingale? Siempre presumiste que nada se te escapaba, que siempre tuviste un gran poder para desaparecer a la gente que no te agradaba, pero adivina qué, dejaste un cabo suelto —anunció Aurora, con el arma en la frente del padre de Finn.
Y un silenció ensordecedor se oyó detrás de ella antes que pudiera disparar.
Lili estaba en el suelo.
Aurora no miró más, terminó con la vida del jefe, y se aseguró de revisar que realmente estaba muerto, Finn mandó a que lo vigilaran mientras ella corría hacia Lili.
—Tal vez alguien sí debe morir hoy.
—No tenías que ser tú, Lilith. —Ambas se tomaron de las manos.
—Al menos pude presenciar tu más grande venganza, y me voy contenta con ello —susurró mirándola mientras se iba de ese mundo.
Aurora comprobó su pulso.
No tenía.
La pantalla se puso en negro después de eso. Luego un video del entierro de Lili, los Luna Rossa y las Pandora rodeaban el féretro mientras llovía.
Todos sabían que Lana iba a matar a Lili, pero nadie esperaba que Reggie llorara en el suelo por ella.
—Ella se fue feliz —dijo Aurora.
—Sí, porque lo logramos. Ella se sacrificó por Reggie. Lo salvó. No solo se fue feliz, fue una heroína.
Aurora asintió y tomó la mano de Finn.
Y así se terminó.
Otra pantalla negra, Seren pensó una, dos, tres, cuatro veces si realmente quería encender la cámara, y se arrepintió en el último segundo. Así que solo cambió a la escena de siempre en donde conversaba con todos.
—¡Hola, amores! Muchísimas gracias a todos por sus suscripciones, sus mensajes de bienvenida, y también por sus lágrimas. Yo intenté convencer a Lana de no hacerle nada a Lili, pero ella me dijo que era su venganza porque maté a Seren cubito, parece que las hermanas no podemos quedar vivas en ninguna historia, ¿no? —se echó a reír mientras todos ponían emotes llorando. —Perdón, ¿es muy pronto para hacer chistes? Ok, sí, muy pronto. ¡Nos vemos mañana en un nuevo directo! Cuídense mucho, los amo mucho. ¡Besitos!
Al terminar, se apoyó sobre el respaldar y tomó un poco de aire, con una gran sonrisa, se dio cuenta que, en realidad, no todo giraba alrededor de ella (y lo agradeció), aunque mucha gente aún comentaba cosas sobre su rostro, sobre fotos de ella y Asher en el aeropuerto, entre otras cosas, decidió ignorar y seguir con lo suyo.
—¿Quién se murió esta vez? Así es, esta chica —dijo Lana, orgullosa.
—No te emociones, luego le agarras el gusto —bromeó Seren dando la vuelta para mirar mejor a su mejor amiga. —Se me ha ocurrido una idea, y necesito que me ayudes.
La rubia alzó la ceja.
—Acepto.
—No te he dicho qué quiero hacer.
—No me importa. Acepto. ¿Qué vamos a hacer?
Seren sonrió.
Los Serenísimos tuvieron una última reunión por videollamada antes del día final, Seren les recordó lo orgullosa que estaba de ellos.
—No sé cómo vaya a ser todo esto, pero quiero que lo den todo en la final. Hemos tenido altibajos, pero me enorgullece decir en voz alta que oficialmente estamos en el tercio superior. Solo nos supera Ryu por un par de puntos, y no me quiero adelantar, pero tenemos la increíble oportunidad de hacerlo llorar otra vez, y no la quiero desaprovechar —dijo ella, logrando que todos se echaran a reír.
—Lo vamos a lograr, Seren —aseguró Alex.
—Que así sea, amigos. Quiero que vayan a ese lugar y me representen físicamente. Yo estaré con ustedes, ¿sí? Eso sí. Si no es el caso, no pasa nada. Dimos todos de nosotros estos días, y amo mucho el grupo que hemos formado. Espero que se anoten el próximo año, así participamos juntos de nuevo.
Todos, incluso Asher estarían en el evento, y aunque les entristecía no poder tener a Seren en persona, entendían que no era el momento.
Al día siguiente por la mañana, Asher estaba con el equipo en el establecimiento. Cada equipo tenía su propio camerino y esperaban la primera llamada para poder salir y sentarse en sus propias cabinas. Todas equipadas con computadoras listas para que todos pudieran jugar.
—Good game, team —dijo una voz bastante conocida a espaldas de Asher, el peliblanco giró a mirarlo y alzó el mentón en forma de saludo.
—Hey! Thanks, man —respondió.
Era Ryu. Los demás se quedaron en completo silencio hasta que el japonés abandonó la sala y su radio visual.
—Lo odio, lo odio, lo odio —exclamó Sabrina, presionando el puño. —¡Tenemos que ganarles! Nos vamos a enfocar en ganar. Seren nos tiene que ver ganar en alta definición —añadió, con más energía.
La muchacha estaba a una línea de lanzarse sobre Ryu y arrancarle los pocos cabellos que le quedaban.
—Humillar a Ryu en alta definición, querrás decir —añadió Ariel, apareciendo detrás de ellos, cumpliendo con su promesa de estar ahí, incluso cuando estaba descalificado.
—¡¡Sí viniste!! —chilló Jimmy en cuanto vio a su amigo, y procedió a abrazarlo mientras el grupo se unía también.
—No podía fallarles de nuevo. Estoy aquí para verlos ganar en alt...
—Ya hicimos ese chiste —cortó Cindy, alzando la mano.
—¡Es que llegué tarde porque producción me invitó, pero no habían anotado mi nombre en la puerta! —se quejó Ariel cuando los demás empezaron a soltarlo.
—¿Entonces cómo entraste? —preguntó Jimmy, y se quedó en silencio mientras se tapaba la boca. —¿Te metiste sin permiso?
El muchacho rodó los ojos.
—No, la gente me reconoció, empezó a gritar, y seguridad me metió al establecimiento porque se estaban alborotando. Al entrar, Leonardo me reconoció y me dejaron pasar.
Hubo un silencio en el que todos se miraron. ¿Qué hacía el representante de Seren en el lugar?
Asher aclaró la garganta y alzó una ceja.
—¿Qué?
—¿Por qué se miran todos así? —cuestionó Alex, confundido. Pero luego entendió lo que estaba pasando y se echó a reír. —No se hagan ideas locas. Leonardo vino por mí y por Alex. Seren no está escondida en ninguna sala de este lugar, ni nada por el estilo. Me lo hubieran dicho si fuese así.
Asher asintió en silencio y miró a su alrededor mientras los demás bromeaban con Ariel, le decían que se había colado al evento y que lo iban a denunciar.
Mientras eso pasaba, el equipo de Ace of Cups anunciaba por los auriculares a todo el mundo que la transmisión oficial estaba por empezar. Tanto Heather como Olivia se encontraban en sus sitios, esperando una señal para empezar, por otro lado, los traductores le comunicaban a los streamers que debían dirigirse a sus cabinas. Cada una con su nombre y algunos regalos de bienvenida de parte de los patrocinadores.
Audífonos, accesorios para sus estudios, una consola para videojuegos, entre otras cosas.
—Tres, dos, uno... ¡Al aire!
—¡Bienvenidos a todos ustedes al evento final de Ace of Cups, hoy es una mañana, casi tarde, de muchas sorpresas! Mi nombre es Heather, y junto a mi colega, Olivia, estaremos acompañándolos todo el evento. Muchísimas gracias a Karla e Isa por su increíble conducción en la alfombra roja. ¡Están todos muy guapos! ¿Olivia?
—Claro que sí, Heather. Están todos muy guapos, y tú también. Solo quiero decirles a todos, amigos que nos ven tras la pantalla, que Heather es mucho más guapa en persona, espero que estén sintiendo mucha envidia porque la tengo al lado. —Heather sonrió sonrojada y agitó la mano mientras se reía un poco—. Por otro lado, también les doy la bienvenida. Creo que tanto Heather como yo estamos felices de poder narrar la final de este evento tan esperado por todos nosotros. Tengo muchas ganas de saber quién será el equipo ganador.
—Por supuesto, Olivia. Hemos vivido días emocionantes, ahora tenemos las expectativas muy altas. Los equipos están bastante nivelados. ¿Qué esperas de esta final?
—Espero presenciar una final emocionante, Heather. Debo confesarte que estoy muy feliz. Esto no lo ve el público, pero ahora mismo están llegando los streamers y se están acomodando en sus respectivas cabinas. Estoy viviendo un sueño, hace un momento me he cruzado con dos o tres streamers que sigo desde que era una niña, y sinceramente no puedo creer que estoy viviendo esto.
Heather sonrió feliz y asintió.
—Me pasa exactamente lo mismo. Creo que estamos viviendo el sueño de muchas personas. —Alguien les habló por el auricular y les indicó algunas cosas, así que ambas se acomodaron en sus sillas y sonrieron a la cámara. —Bien. Finalizando esta parte inicial, si las cámaras nos ayudan, estamos mostrándoles una toma general de todos los streamers invitados del evento. Tenemos a personas de distintas partes del mundo aquí, y nos emociona poder presenciar este increíble momento. Gracias a todos por estar aquí.
—Así es, Heather. Es momento de agradecer a nuestros patrocinadores...
Las comentaristas se encargaron de presentar de forma simpática a todas las empresas que estaban apoyando el evento. Por otro lado, el equipo de Seren se encontraba acomodado cerca de la primera línea, frente al escenario, por lo tanto, el público tenía un acceso más cercano a ellos, pero no tanto, ya que no la idea no era que pudieran distraerse todo el tiempo.
El evento empezó unos minutos después. Finalmente dividieron el evento en dos juegos: Fortnite y Valorant.
—Bien, nos informan que empezamos las partidas de Valorant, cada equipo se dividirá en dos para la semifinal. Por ejemplo, el grupo A, se dividirá en A1 y A2, ellos se enfrentarán a los equipos B1 y B2, y así con cada grupo. La semifinal serán partidas swiftplay, es decir, ganará quien llegue a las cinco rondas, en un tiempo aproximado de quince minutos. Para la partida final de Valorant, los cuatro grupos con mejor puntaje podrán participar en la final. Cada grupo podrá elegir cinco participantes que se enfrentarán en una partida competitiva con su contrincante.
Las pantallas en el auditorio cambiaron de escena mientras las conductoras explicaban el juego, dejando asignados los grupos que se iban a enfrentar. Seren contra Ryu (Grupos A y B), Drako contra Daewon (Grupos C y D), y Pomme contra Annike (Grupos E y F).
Además de eso, también habían dividido los equipos que enfrentarían en la semifinal.
—Le vamos a dar unos minutos a los equipos para elegir a sus mejores cinco —comentó Olivia.
—No puede ser, nos tocó contra Ryu —dijo Seren de pronto en la llamada. Todos sonrieron al escuchar a su capitana. —Hola, mis niños. ¿Preparados para ganar? —preguntó, animando a los Serenísimos. —A ver, tenemos que pensar bien quiénes serán los cinco que jueguen la primera final.
—Yo opino que Lana debe estar sí o sí. Está desquiciada —mencionó Alex. Nadie supo cómo Seren logró convencer a su mejor amiga, pero la rubia había entrado en reemplazo de Ariel para la final del evento.
—Si el pueblo me aclama, por supuesto que puedo dispararle a quien se me cruce. Yo opino, con toda humildad por ser nueva en este lindo equipo, que tanto Seren, obvio, Asher, Alex y Jimmy deberían estar también.
—¿¿Yo?? —preguntó Jimmy confundido.
—Has mejorado un montón. Todos sabemos que vas a hacerlo bien. —Sabrina estuvo de acuerdo.
—Yo también pienso que deberían ser ustedes —añadió Cindy, asintiendo—. Además, es demasiada presión. Prefiero desquitarme estos nervios en la final de Fortnite.
—Totalmente de acuerdo con Cin —añadió Ren.
Al estar todos conformes con la decisión, esperaron un momento mientras las comentaristas anunciaban el inicio de las partidas.
Seren estaba nerviosa por muchos motivos, pero también se sentía feliz de estar enfrentando la final con su mejor amiga. Dios sabe el esfuerzo que hizo para convencerla de tenerla en la final, pero sonrió al verla a su lado en esa sala.
La rubia sonrió de lado mirando su cámara y alzó el dedo en forma de aprobación al notar que la rizada la estaba mirando.
—¡Muy bien! ¡Comenzamos! Les pedimos a los participantes que vayan uniéndose a las partidas.
Y así empezó todo. Al equipo A1, donde Seren participaba, no le fue tan bien; sin embargo, al equipo A2, que Lana lideraba, y que se enfrentaba al B2 en donde estaba Ryu, ganó sin tanto esfuerzo.
Después de ello, se eliminaron a los grupos C y D, tanto anglosajones como coreanos no podrían seguir en la primera final.
La tabla iba más o menos pareja, siendo el grupo E, el primero de todos. La cámara enfocó a Pomme para hacerle una pequeña entrevista por su reciente triunfo, y preguntaron también por sus expectativas con la gran final.
—Hemos llegado a la final, y esta se dividirá en dos. Otra partida con la modalidad de swiftplay en la que se eliminarán a dos equipos. Luego de esto, se hará otra partida, esta vez competitiva con los dos últimos grupos —anunció Heather.
En esa oportunidad, Lana destrozó al equipo de Ryu y los eliminaron tan rápido que nadie lo vio venir.
Lana gritó tanto que todos sintieron lo mucho que estaba disfrutando la venganza que le había dedicado a su mejor amiga.
—Dedicado a mi hermana del alma, muchas gracias a todos. —La rubia mandó unos besos a la cámara mientras mostraban también su rostro en la pantalla grande, ya que había sido la persona con más disparos acertados en todo el juego.
Gracias a Lana, los Serenísimos pasaron a la partida final junto a Pomme y los demás franceses.
Sin embargo, los franceses ganaron ese último juego, llevándose la victoria de la primera final, llegando al primer puesto por unos puntos, dejando a los Serenísimos en segundo, y a Ryu en el tercero.
—Estamos presenciando una final tan reñida —comentó Olivia con una sonrisa—. La pelota se encuentra en la cancha del equipo A. Si quisieran ganar, tendrían que ganar las dos de cuatro partidas de la final de Fortnite para poder pasar al equipo E.
Seren sonrió porque se dio cuenta que, para ese momento, el equipo de Ryu ya estaba descalificado para ganar la final. Solo podía jugar para no perder su tercer puesto.
—Olivia, déjame decirte algo. Por si no lo han notado aún, la final queda entre dos equipos liderados por dos mujeres. Algo que no había pasado en toda la historia de Ace of Cups. Algo digno de mencionar.
—Claro que sí, Heather. Y es un honor poder presenciar este momento histórico.
—Sin duda algo que queda escrito en la historia de nuestra comunidad. ¡Por cierto! Nos informan que en estos momentos está sucediendo algo tras bambalinas, así que nuestras cámaras se dirigirán hacia allá en este momento.
Era un pequeño comercial de SLR en el anunciaban el sorteo de algunos audífonos mientras el equipo del evento cambiaba la escenografía para la final. Heather y Olivia se encargaron de narrar el sorteo mientras una persona disfrazada del logo de SLR entregaba los productos a los ganadores del sorteo en el público.
Al volver, todos estaban preparados para las últimas partidas.
Sesenta personas en un mismo servidor, la última persona viva, le daría un punto a su equipo. Además de ellos, tenían distintos puntos extras por distintas habilidades. Cantidad de disparos certeros, mayor cantidad de personas de un equipo en pie, entre otras.
La primera partida la ganó Ryu, y esa fue la única que ganó su equipo, la segunda fue ganada por Ren, dándole un punto a los Serenísimos. Todos estaban alrededor de ella en ese momento, dándole los ánimos que necesitaba para ganar.
La tercera partida la ganó Annike, dándole oficialmente el cuarto puesto a su equipo.
La cuarta y última partida fue algo distinta, sobre todo cuando, para sorpresa de todos, hubo un momento de completo silencio después del anuncio de Heather.
—Este es un pequeño favor especial, dos participantes de un equipo han pedido sentarse junto a su equipo.
Nadie entendía nada, en teoría todos estaban completos. Pero nadie contó con que, al lado de la fila de los Serenísimos, había dos cabinas vacías.
Las luces se desvanecieron un poco, dándole un poco de luz a dos personas que caminaban por el escenario. La rubia se hizo notar mucho más rápido que su acompañante, todos conocían su rostro. Pero tener frente a frente a Seren y Lana, no era algo en su carta de bingo de fin de año.
Los gritos y aplausos no se hicieron esperar, ambas, tomadas de la mano sonrieron al público y saludaron, caminando rápido hasta donde estaba su equipo. Seren temblaba mucho, pero la mano de su amiga la mantenía con los pies sobre la tierra.
Todos, incluso Asher las miraban boquiabiertos.
—¡¿Qué?! —chilló Alex, moviendo las manos de un lado a otro.
Seren miró a su equipo y estiró los brazos, pidiendo un gran abrazo grupal con una sonrisa.
—¿Ustedes pensaban que yo no iba a estar aquí para verlos ganar en alta definición?
Sabrina sintió temblar su labio y empezó a llorar, Seren se preocupó un poco y se acercó para abrazarla.
—¿Qué pasa?
—¡¡Siento mucho amor!! ¡Estoy muy feliz! —chilló, abrazando a la rizada también.
Entonces todos volvieron a abrazarse.
—Qué linda es la amistad, ¿verdad, Olivia?
—Claro que sí, Heather. Me encantaría poder estar abrazando a ese grupo ahora mismo. Pero creo que la función debe continuar, así que les pedimos a todos que vuelvan a sus asientos, tenemos una final que presenciar —bromeó un poco, esperando que todos volvieron a sus sitios. El equipo terminó de configurar los directos de Lana y Seren para que pudieran seguir con lo suyo.
Seren miró su pantalla y encendió la cámara del directo, sonriendo en grande cuando pudo leer el chat. Todos estaban escribiendo en mayúsculas, sus moderadores estaban entrando en pánico también, así que les era difícil poder llevar el control de todo.
—Ey —Asher llamó su atención, poniendo su mano sobre su pierna y asomándose un poco, sin llegar a verse en la cámara de Seren.
Ella sonrió acercándose a él y le dio un pequeño beso en los labios.
—Te amo. Aplástalos a todos.
—Tú también —respondió Asher, guiñándole el ojo.
El poco público que presenció esa escena empezó a gritar, llevándose la confusión de los demás que no habían visto nada.
—¡Empieza la partida final! —anunció una de las comentaristas.
Todos empezaron a unirse al juego después de ello.
Y así iniciaron los treinta minutos más largos de la vida.
El equipo de Seren se mantuvo más o menos completo la mitad de la partida, pero empezaron a caer cuando los del equipo de Annike se llevaron la vida de la mitad de ellos, quedando solo Lana, Asher, Seren y Ren.
—Pixelitos, si ganamos esta partida, les prometo que haré algunos streams con cámara. No les prometo hacerlo siempre porque no estoy acostumbrada. Si perdemos, culparemos a Asher, aunque no haya hecho nada malo, ¿les parece bien? —cuestionó, justo en el momento que disparó a Annike y la descalificó de la final. No fue fácil, pero lo logró. —Ok, eso debió verse increíble. Guarden ese clip, yo ganando mientras molesto a Asher.
Se echó a reír mientras escuchaba la tos de su novio al lado.
—¿Sabes qué es lo bueno de estar al lado el uno del otro? ¡Que puedo escucharte! —chilló el peliblanco, poco después de eso, disparó a la persona que se llevó a Jimmy. —¡Eso es! ¡Esta es mi venganza, Jimmy! ¡Esto es por ti!
—¡¡Te amo!! —le gritó Jimmy, desde el otro lado de su cabina.
Ambos se rieron, pero Asher cayó justo después de eso.
—¡¡Nooooo!! —gritó Seren, y evadió a alguien que le estaba disparando desde lejos. —¿Quién fue? ¿Quién se llevó la vida de mi hombre? ¡Venganza! ¡¡Quiero venganza!!
Asher alzó las cejas. Yo alcé las cejas.
Todos alzaron las cejas.
De pronto, Seren pareció entrar en era de villana luego de que alguien matara a su novio. Empezó a disparar a todo el que se le apareciera, esquivando cualquier ataque sin problema. Lana cayó después de ello, y eso le dio más coraje de vengar a sus dos personas favoritas.
De pronto todos gritaban, incluso otros equipos se habían posicionado a favor de Seren. Llevaba la mayor cantidad de muertes en todo el servidor, y además de ella y Alex, solo quedaban dos.
—¡Seren, corre! —gritó Alex, persiguiéndola mientras ambos construían un fuerte para protegerse.
—¡¡Alejandro, espera!! ¡No! —gritó Seren cuando alguien disparó por detrás y lo mató.
Seren agarró más fuerte su ratón cuando notó que la tormenta se cerraba cada vez más, por lo tanto, ella y la otra persona estaban encerradas en un pequeño círculo del que no podían escapar.
Todos gritaban, las comentaristas narraban sin parar cada acción de ellos, y las pantallas mostraban el punto de vista de los dos contrincantes.
Seren y Pomme.
¿Qué probabilidad tenían las dos capitanas de enfrentarse en la final?
Un completo silencio inundó el lugar, todos esperaban expectantes por el siguiente movimiento. Y fue un error de Pomme el moverse un poco sin sentido. Había alzado la vista para revisar en dónde se encontraba Seren, y justo en ese momento, su personaje se movió e hizo un poco de ruido.
Seren corrió hacia donde estaba, dándole un poco de ventaja para saltar y disparar a matar.
La pantalla de victoria se colocó frente a la rizada, y el público no tardó en gritar.
Lana, que ya estaba de pie, saltó a abrazar a su mejor amiga mientras le gritaba lo orgullosa que estaba de ella. Al igual que Asher, que la abrazó también. Seren lloró feliz, abrazada a ambos.
No podía creerlo. Lo había logrado.
—Amigos, nos complace anunciar que los ganadores de Ace of Cups son...
—¡El grupo A!
—Tengo un mensaje de un miembro del equipo que me indica que, y cito el texto: Cuando ganemos, quiero que digas en voz alta lo siguiente. ¡Felicidades, Serenísimos!
Seren se echó a reír y empujó un poco a Asher cuando escuchó eso. Sabía perfectamente que había sido él.
—Invitamos al equipo ganador a subir al escenario, y a su capitana para decir unas palabras —dijo Olivia.
Seren por fin se puso de pie, y antes de hacer lo que le pidieron, se acercó a su equipo y felicitó a cada uno por el reciente logro.
—Estoy muy orgullosa de todos ustedes.
—Y nosotros de ti, capi. —Alex sonrió, sacudiendo un poco su hombro. —Ahora sube y di algo lindo de nosotros —ordenó, señalando el escenario.
Seren se dio la vuelta y tomó un gran respiro antes de caminar hacia allá. Eran muchas emociones en un solo momento.
Asher estiró su mano y ella la estrechó sin dudarlo. Todos gritaron cuando los vieron.
—¡Hola a todo el mundo! —saludó Seren, acercándose al micrófono. Los aplausos y gritos no se hicieron esperar. —Me es difícil poder resumir todo lo que siento en palabras tan cortas, así que me explayaré un poco más el directo de mañana. Pero solo quiero agradecerles por estar aquí, quienes están en persona, y detrás de la pantalla. Esta temporada de Ace of Cups ha sido la más complicada para mí por motivos distintos, pero el equipo que me rodea supo encajar desde el primer momento. Ha sido un honor para mí liderar este grupo de personas tan hábiles como lo son cada uno de ellos. Los quiero mucho, amigos. Estoy muy orgullosa de nosotros. ¡Ganamos, Serenísimos!
—¡¡Lo dijo!! —gritó Asher, feliz.
Seren lo miró y le dio un beso en la mejilla.
Ambos corrieron de la mano fuera del escenario, y corrieron un poco más lejos del público para llegar a la parte de atrás de los camerinos.
—Hola —dijo ella, acercándose un poco más a él.
—Estoy feliz, ¿sabes por qué, Seren? —comenzó diciendo Asher. Tomó el rostro de su novia entre sus manos y tocó su nariz con la suya con una gran sonrisa.
—Uhm, ¿tal vez porque hemos ganado?
Él asintió un poco.
—Pero también porque en inglés solo existe una frase para decirte lo que quiero decir. Pero en español existe te quiero, y te amo. Y me alegra que sea así, porque así puedo decirte lo mucho que te amo, y sé que el sentimiento no se va a perder en la traducción. Te amo, Serena Altamirano.
—Y yo te amo a ti, Asher Bancroft.
—Felicidades, ganadora.
—Yo gané contigo hace meses.
Él ladeó un poco la cabeza y sonrió.
—Sí, pero también ganaste esto.
—Es verdad, ganarle a Ryu es casi tan satisfactorio como esto —bromeó mirándolo a los ojos.
Ambos se rieron y se acercaron una vez más, cerrando todo con un beso.
Porque no había fuerza que los pudiera mantener separados, y tampoco un ser más poderoso que yo para repetir esa historia una y otra vez.
Seren y Asher volvieron a encontrarse en esa vida, y así sería en la siguiente, y en la siguiente después de esa.
Justo como lo habían pedido.
FIN
(Hasta la siguiente vida)
Este capítulo ha sido el suplicio más bonito del mundo. ¿Me gustó escribirlo? Sí. ¿Me demoré la vida en hacerlo? También.
Gracias por acompañarnos a mí, a Seren y a Asher en esta vida <3
El epílogo será algo muy MUUUUY distinto a lo que están acostumbrados de mi parte, y no tiene tanto que ver con los pixelitos. Solo voy a decir que quienes querían saber más sobre Conrad, les va a hacer ilusión leerlo.
Sin embargo, la historia de los lobers se ha terminado.
Gracias a quienes llegaron hasta aquí. Estoy muy emocionada con todo lo que viene. Sé que he estado desaparecida, pero pronto van a entender todo lo que está sucediendo. Va a valer la pena. Lo prometo <3
El 2025 va a ser un año de muchas cosas valiosas, ya van a ver jiji
Te quiero mucho, ok?
RATA
Baaaaaai <3
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