Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

22 || Confiesa tu secreto

Los nudillos de Seren no podían estar más blancos por la fuerza que ejercía sobre el volante. Dio una última vuelta en el estacionamiento para parquear su auto en su sitio de siempre y suspiró cuando no tuvo a dónde más manejar.

Podía o no ser su último día de vida.

No realmente, pero así lo sentía. Porque estaba ansiosa, y nerviosa y también un poco estresada.

Ni siquiera sabía con exactitud por qué se sentía así, si solo debía estar en una misma sala con su agente, su hermano y su novio.

Ok, tal vez esa era la razón por la cual se sentía así.

Seren pausó As if it's your last de Blackpink justo cuando iba a empezar la parte rápida, no porque no le gustara, de hecho, le encantaba. Pero necesitaba un segundo de silencio antes de salir del auto, y entrar a la oficina donde seguro la estaban esperando.

Tomó un poco de aire, sintiendo la calidez entrar a sus fosas nasales, todo patrocinado por la calefacción, ya que allá afuera empezaba a hacer más frío.

A mitad de octubre, la ciudad de Altagracia se empezaba a enfriar por la mañana, e incluso un poco más por la tarde.

—¿Y si no salgo? —dijo cruzando los brazos. Estaba cómoda, no necesitaba salir de ahí. ¿O sí? ¡Claro que sí! ¿Cómo no? —No te puedes estar escondiendo, Serena. Vas a salir de aquí y vas a enfrentar esto como una campeona.

Negó con la cabeza mirándose en el retrovisor, pero se percató de la situación y de cómo estaba hablando sola cuando un golpecito en la ventana del auto sonó. Agradeció que fueran polarizadas, y que su hermano no vio el espectáculo que estaba dando.

—¿Nene? —Otro golpecito sonó, así que bajó la ventana con una sonrisa algo extraña. Santiago alzó una ceja al verla y se rio. —¿Estás bien?

—Hermanitoo —alargó la palabra, apoyando el brazo sobre el borde de la ventana, todavía con esa sonrisa.

—Tu cara me asusta.

—Así nací, tú heredaste la misma, vas a tener que soportarlo.

—Había olvidado lo rara que eres —mencionó, negando la cabeza. Luego se agachó para terminar de encadenar su bicicleta. —Estabas hablando sola, ¿verdad?

—Soy streamer, le hablo a una cámara todo el tiempo. Acostúmbrate.

—Hablando de ser streamer... ¿Cómo estás? Me gustaría hablar contigo luego de la reunión —comentó señalándola y alzando un poco la ceja. Sabía que su hermana solía guardarse las cosas para ella, y aunque no sabía exactamente si seguía haciéndolo, sentía que, en ese sentido, era la misma de antes.

Siempre tratando de no preocupar a los demás.

Seren solo asintió bajando del auto, y se dio la vuelta para tomar sus cosas y bloquear las puertas del auto.

—Mírate, manejando por la ciudad y todo —dijo el mayor, orgulloso. Eso hizo reír a Seren. —¿Subaru? —preguntó admirando el vehículo.

Forester —respondió, asintiendo. —Rojo, obviamente.

—Obviamente —repitió su hermano, como si no fuese obvio que iba a elegir ese color. Eso le sacó otra risa.

Aquello le estaba funcionando para no pensar en lo que pasaría después.

—¿La oficina te queda cerca?

Los hermanos Altamirano caminaron juntos hacia la entrada mientras conversaban. Santiago le contó que no estaba tan cerca, pero le servía ir en bicicleta, así compensaba todas las horas que estaba sentado frente a su computador.

Algo que tenían en común.

Al subir, ambos se encontraron con Leonardo, quien estaba peleando con el proyector. A Seren le tomó solo un segundo reiniciar el aparato, y funcionó como siempre.

—Si no funciona, reinicia —dijo Seren alzando un dedo. Santiago se dio cuenta de la situación y se echó a reír.

—Regla de los Altamirano —añadió, alzando el dedo también.

—Ey, ¡son los Altamirano!

Una voz externa a la de ellos habló, y de pronto el corazón de Seren empezó a latir de dos maneras.

De felicidad y nervios.

—Ey, es Asher —dijo Santiago, con la misma voz de emoción que su novio. —¿Cómo estás, hombre? Tenía ganas de conocerte en persona. —Se acercó para darle la mano, y el peliblanco la tomó de inmediato con una gran sonrisa.

—Igualmente, Santiago. Seren nos ha hablado mucho de tu juego y tenía muchas ganas de probarlo. Ya lo hice, de hecho. Es muy bueno. ¡Seren! Hola —se acercó a ella para saludarla y le dio un pequeño beso en la mejilla, luego giró a ver a su agente y le sonrió. —Leo, buenos días.

Ambos se dieron la mano, pero Santiago lo distrajo de nuevo.

—¿Sí? ¿No encontraste errores?

—Encontré un par de errores, pero son de los que lo hacen chistoso, ¿sabes? Soy de los que busca los errores y los aprovecho para jugar un poco con ellos.

—Con el rol, ¿verdad? Te he visto, aprovechas bien los bugs. —Santiago asintió con una sonrisa divertida.

—Claro, y ya estoy deseando saber qué quieres proponernos.

—Entonces pasemos a la sala de reuniones —ofreció Leonardo, haciendo un gesto con la mano para que todos caminaran hacia allá.

A Seren le iba a dar una taquicardia.

Leonardo ofreció algo de tomar, y al recibir los pedidos, desapareció de la sala, dejando a los tres en completo silencio.

A Seren definitivamente le iba a dar una taquicardia si no hacía algo al respecto, y miró a los presentes mientras hacía un pequeño ejercicio de respiración.

Decidió tomar el control de la situación al notar que, en realidad, era una situación ridícula. Ella podía con eso.

—Entonces, Asher —comenzó diciendo mientras colocaba las manos sobre la mesa—. Supongo que Santiago nos propondrá alguna colaboración, ¿vas a jugar bien, o será como en Valorant?

Su hermano miró a ambos con una pequeña sonrisa.

—¿Le hablas así a tus compañeros de trabajo frente a los empresarios que quieren colaborar contigo? —cuestionó el muchacho, negando con la cabeza.

—No, pero el empresario resulta ser mi hermano, así que te insultaré las veces que sen necesarias, y él estará de acuerdo conmigo.

—Hombre, no le puedo decir que no a Seren la streamer, ni a Seren mi hermanita, perdóname —acotó Santiago, negando también. Pero luego se echó a reír. —Es broma, soy profesional.

—Yo también. Así que, si no te pones de mi lado, hablaré mal de tu juego en internet —comentó ella, cruzando las piernas.

Santiago se echó a reír y su risa contagió a los dos presentes.

—Café, agua y una bebida energizante —interrumpió Leonardo, entrando a la sala de reuniones. —Es hora de empezar la reunión.

Salvados por el agente, ambos pensaron que lo estaban haciendo mejor de lo que esperaban, así que los nervios se fueron poco a poco, hasta sentirse cómodos en el lugar en el que estaban. Y aunque Santiago, de vez en cuando les echaba una mirada, ambos sintieron que lo estaban logrando.

La propuesta en sí, fue algo sencilla, pero que a la vez sabían que les beneficiaría. Una colaboración entre ambos streamers. Porque además de ser dos de las personas más influyentes de la comunidad, tanto Santiago como su socio, estudiaron la situación antes. Tenían entendido que un directo en donde los dos jugaban juntos, era un éxito asegurado. No solo eran divertidos, sino que jugaban muy bien. Seren por su estrategia, y Asher por la suerte que parecía tener. Podía ser malo en algunas cosas, pero eso no quería decir que no ganara. Porque lo intentaba, y lo volvía a intentar hasta alcanzar el objetivo.

De ahí nacieron aquellos directos de seis horas en donde intentaba pasarse alguna meta que él mismo había propuesto.

—Además de todo esto, no sé cómo hacen, pero sus peleas son muy entretenidas para su gente, así que lo que queremos, es proponerles dos tipos de juego. Vamos a lanzar un multijugador en el que tendrán que jugar juntos, y también una opción de enfrentamiento. En este, se eligen dos capitanes y los equipos compiten por puntos. Se miden las kills, puntería, rapidez, etc. Este es libre para ustedes, podrán invitar a streamers o a gente de su propia comunidad. Teniendo en cuenta que se acerca Ace of Cups, es una forma de ensayar para ese evento. Tienen libertad para decidir cómo quieren hacerlo. Así que serían dos directos juntos. Estamos proponiendo esto con seis streamers para empezar. Además de esto, tendrán algunos códigos para opciones gratis dentro del juego, cosas como armas personalizadas, vestimenta, y un emblema dentro del juego. Ahora les voy a presentar todo esto en unas diapositivas.

—Sí, yo arreglé el proyector, está funcionando perfecto —comentó Leonardo, poniéndose de pie. Seren lo siguió con la mirada mientras su hermano se reía.

Luego de algunos minutos, Santiago terminó con su presentación. Tanto Seren como Asher se veía contentos con lo que les había mostrado. Leonardo se veía igual de feliz como el día en que vio las diapositivas por primera vez. Él estaba seguro que a los seis streamers les encantaría la propuesta, y no se equivocó.

Fue un sí inmediato de parte de ambos. Eso consolidó la primera colaboración entre Endlessboost y Dungeon, indicando que todas serían un éxito absoluto.

—¿Podemos hablar? —preguntó Santiago, deteniendo a su hermana en la puerta de la sala de reuniones.

En efecto, la reunión había terminado luego de aclarar cuál sería el pago y las condiciones de parte de ambos.

—Sí, ¿nos dan unos minutos? —dijo Seren, mirando a Asher y a su agente, ambos aceptaron y salieron de ahí, dejando a los hermanos Altamirano en completo silencio.

—Algo sé... Lo vi en internet.

Seren suspiró y asintió.

—Sí, la gente se enteró que vivo con Lana y todo se desvirtuó —contó cansada. —Se hizo una bola de nieve gigante por algo que ni siquiera les importaba tanto. Luego empezaron a inventar cosas, fue terrible.

Su hermano, sin pensarlo tanto, la tomó entre sus brazos y la presionó contra su pecho, justo como lo hacía cuando eran más pequeños.

Seren sonrió y correspondió el abrazo de inmediato. Su hermano siempre había sido su refugio, y agradeció que aquello no hubiese cambiado.

—Esa gente no te conoce. Yo no te crié así.

Ella se rio bajito.

—Ya estoy mejor. Me sirvió estar fuera de redes. Al fin y al cabo, como dices tú, no me conocen. No necesito caerle bien a gente que piensa algo así de alguien que solo han visto tras una pantalla. Es tonto. No está bien idealizar a nadie, y menos a alguien que nunca vieron en persona.

—Esa es mi niña —dijo. —Estoy orgulloso de ti.

Ambos se separaron, viéndose con una sonrisa.

—Gracias, Tutu.

—¿Segura que estás bien? ¿Está todo bien?

—Ahora sí —dijo más convencida, y una sonrisa se le escapó de los labios cuando pensó en su reciente razón de estar feliz.

Él asintió. Ambos sintieron que la conversación había terminado. Entonces ella se dio la vuelta para caminar hacia la salida, pero su hermano la siguió hasta el pasillo y justo antes de pasar por la puerta que los dirigía al pasillo que conectaba con la oficina de Leonardo, se oyó una voz.

—Sé tu secreto, sé lo que ocultas —susurró Santiago, de forma grave. Como si fuera un monstruo. Era la voz que utilizaba cuando era niña para molestarla, o cuando descubría que estaba mintiéndole.

Ella giró a mirarlo.

—¿De qué hablas?

—¿De qué hablas? —la imitó—. Confiesa tu secreto. Lo sé. Vi sus miradas. Lo miras como mirabas la Game Boy Color que Polo me regaló en Navidad. Lo miras como el juego de los Sims que me compré para la misma consola.

—Mentira, miraba así al juego de Pokémon —intentó defenderse.

—También mirabas así a los Sims, mentirosa.

Seren rodó los ojos.

—Ok, está bien. Asher y yo estamos juntos. No tenías que enterarte así.

Su hermano, una persona madura y seria, socio de una empresa de videojuegos que estaba abriéndose camino en la comunidad, se puso a bailar en medio del pasillo, mientras su hermana menor lo miraba en completo silencio.

Luego la abrazó y la sacudió mientras celebraba.

El ruido atrajo a los otros dos, que lo veían confundidos por su acción. Santiago realmente se veía como una persona seria. No como alguien que estuviera bailando un vals con su hermana en medio de la oficina, y peor aún, sin contexto alguno.

Leo aclaró la garganta, y eso hizo que se detuvieran.

—¿Están detrás de mí?

—¿Tú qué crees, Santiago? —cuestionó Seren, entre risas.

El rizado giró sobre sus talones y sonrió de lado.

—En mi defensa, la reunión de trabajo ya terminó. Ahora mismo soy solo el hermano de Seren.

—Sí, y el hermano de Seren ya se va, despídanse de él —anunció ella, empujándolo un poco.

Sin decir una palabra de lo que había sucedido, su hermano se despidió de todos y se retiró del lugar.

No sin antes guiñarle a su hermana y presionar más fuerte la mano de Asher.

—¿Podemos hablar? —preguntó su agente. Seren se despedía de su hermano por la ventana.

Al escuchar esa misma pregunta, giró lento a mirarlo y pestañeó.

—¿Qué tienen todos con esa pregunta hoy? Sí, hablemos, Leonardo.

Asher solo se rio en silencio y caminó detrás de ellos hasta la oficina.

Sin embargo, Leonardo no era tan astuto como su hermano, solo quería hablar con ella del tema que aún rondaba por internet.

—Dime que tienes buenas noticias, por favor —pidió la muchacha.

Su agente, orgulloso, asintió mientras hacía algo en su computadora.

—Dame un segundo, falta alguien aquí, solo... ¡Aquí está! Hola, Lana. Dile hola a tus amigos.

La rubia apareció en la pantalla, acercando mucho su rostro como si fuera Edna Moda y luego se alejó para saludar con la mano.

—Espero que sea importante, Leonardo, acabo de retrasar el inicio de mi directo por ti.

—Lo es. A ver. Les hago un resumen general de todo lo que hemos hecho hasta el momento. Ya encontré a esta gente. Uno de ellos ni siquiera te conoció en persona, el equipo ya encontró a los responsables y se enviaron mensajes para hacer control de daños. Si ellos siguen, procederemos de forma legal, pero dudo que sea así. Ya borraron sus comentarios. También quería contarles que todo ha sido como empresa y en ningún momento mencionamos que fue algo pedido por ustedes, porque es claro que no fue así. Con mis niñas nadie se mete, carajo.

Eso último tomó por sorpresa a Seren y la hizo reír, porque Leonardo jamás utilizaba palabras malsonantes. Aquello tenía que ser un momento especial para que soltara algo así.

—Dijo carajo —susurró Lana emocionada. Aquello hizo reír más a Asher y Seren.

—Gracias, Leonardo. Perdón por reaccionar así, ahora veo que no era tan grave como tal, pero es que odio esto. ¡No me gusta la atención pública! A mí me gusta jugar a jueguitos en internet y ya está, ¿por qué tiene que ser así? ¿Por qué la gente cree que tienen la libertad de comentar de la vida del otro solo por ser una «figura pública»? ¿Qué tontería es esa?

Su agente tomó aire antes de decir algo.

—Seren, tu problema, por más pequeño que creas que sea, sigue siendo un problema. Y tienes todo el derecho de molestarte y manifestarte si algo no te gusta —respondió, firme. —Todos merecemos respeto, y es verdad, no porque seas una figura pública, significa que ellos pueden opinar de ti como si fueras un juguete. No es mi cuerpo, ni mi vida, no opino. Así de simple.

—Lo que dice el anciano es verdad —añadió Lana. —Todos debemos respetar a los demás.

—Exacto, así como lo acaba de hacer Lana llamándome anciano. ¡¡Tengo cincuenta!! —gritó, ofendido.

Todos en la sala estallaron en risas.

—Los quiero, ¿saben? —Seren miró a la pantalla en donde se encontraba Lana, luego a Leonardo y por último a Asher. Asher presionó suave su pierna. —Ustedes son la familia que yo elegí. Mi hermana, Asher y mi abuelo.

—Ok, voy a terminar con esta llamada, y a ustedes los voy a expulsar de mi oficina porque me están incomodando. Adiós —advirtió Leonardo, fingiendo que estaba ofendido. Pero Seren detuvo su mano antes de que pudiera presionar el botón rojo.

—En unos días, todo esto será solo un recuerdo. Lo bueno de internet, es que siempre habrá otro momento que les haga olvidar lo anterior —dijo Asher.

Y era cierto.

Seren mordió su labio inferior y negó un poco con la cabeza con eso último.

—¿Sabes qué es lo peor de todo? Que llevaba un tiempo considerando que tal vez era momento de mostrar la cara en internet. ¿Sabes quién va a hacer eso? Mi abuela. Mentira, mi abuela no. Perdóname, yaya Matilda, tú no tienes nada que ver aquí —dijo la rizada, besando su mano y señalando al cielo.

Lana alzó una ceja y se echó a reír.

—Todo a tu tiempo, hermana. Y el día que lo hagas, aquí estaremos todos para pelear con quien sea. Descansaré feliz solo aquel día en que entre a internet, y no haya una sola persona comentando sobre el físico del otro.

—Buena suerte con no volver a dormir —dijo Seren, rodando los ojos.

—Es mi pequeño sueño imaginario —contestó, luego suspiró de forma sonora.

Seren sonrió y negó con la cabeza. Porque sabía que aquello no cesaría, y por supuesto que los comentarios seguirían. Era ella quien no debía darle el poder a los demás de hacerla sentir tan pequeña como lo habían hecho antes.

—Les puedo sugerir que hagan un directo juntas para terminar con esto, sé que no le deben explicaciones a nadie, eso lo tenemos claro todos. Pero, no sé, me parece que podrías volver cerrando el caso. Haciendo público lo obvio, un pequeño control de daños —comentó Leonardo, cruzando los brazos.

—Sí, en realidad, tienes razón. Podríamos cerrar el asunto de ese modo. Diciéndoles que paren con el tema —habló Seren, asintiendo.

—Me parece bien. Vamos a decirles que somos novias y nos vamos a casar.

Asher se rio.

—Perfecto, entonces haremos el anuncio en un par de días.

—Me parece bien, chicas. Pero Seren, necesitas algo urgente... —dijo Leo—. Necesitas otro moderador. Tienes dos y no dan abasto.

La rizada suspiró.

—Sí... Tengo una persona en la mira, de hecho, le dije que quería hablar con ella, pero se me pasó, y luego sucedió esto. Hablaré con ella.

—¿Ella? —habló Asher alzando las cejas. —¿Ella, Seren? Me vas a quitar a Mara, ¿verdad? —chilló, fingiendo que estaba llorando.

—Mara solo es VIP en tu canal, Asher. Yo le voy a pedir que sea mi moderadora. Supéralo. ¡Debiste buscarla antes!

—Mara traidora —bufó el peliblanco.

Y ahí estaban, peleando como siempre.

Lana se despidió poco después de ellos, y casi al mismo tiempo, ambos se pusieron de pie para despedirse también. Su agente tenía otra reunión pronto.

—¿Viene Vad por ti? —cuestionó Seren, esperando que la respuesta fuera negativa.

—No, supo que estarías tú y me dejó abandonado a mi suerte sin decirme a dónde iría después.

—Deberías aprender a manejar, hijo —comentó su agente, palmeando su hombro por detrás.

—Lo sé, ya conseguí una maestra —respondió Asher, saliendo de la oficina junto a su novia. —Adiós, amigo. Nos vemos pronto, gracias por considerarme en esta colaboración.

—Siempre, ustedes lo merecen todo. Gracias por venir.

Ambos se despidieron y caminaron directo hasta el estacionamiento.

Una vez en el auto, Seren suspiró más relajada. Subió las ventanas y lo miró, dándose unos pequeños segundo de tensión.

—¿Me estás mirando porque me vas a besar?

—Mi hermano lo sabe.

Asher alzó las cejas y sonrió de lado.

—Pues ya sabemos que ninguno de los dos va a ganar el premio por roleplayer de este año.

Seren soltó una risa sin sonido y volvió a apoyarse en el respaldar.

—¿Entonces no me vas a besar?

La rizada giró a mirarlo, frunciendo un poco los labios e intentando no reírse, pero no era algo que podía evitar si Asher estaba cerca.

Después de aquella reunión, Seren se tomó un descanso de un día, y al día siguiente inició directo avisando cinco minutos antes por redes sociales.

Empezó sin pantalla inicial, sin saludar, con el punto de vista de Aurora en el rol de PíxelesRp y con las donaciones desactivadas. Estuvo 3 horas con veintidós minutos con la historia de su personaje. Su excusa fue seguir la historia que Lilith —Lana— había contado. Que tenía una misión lejos de la ciudad, y que volvería pronto.

Aurora asesinó a cuatro personas, tres culpables y un inocente.

Secuestró a una banda completa. Diez, para ser más exactos. Entre ellos, Finn Nightingale. Todos estaban emocionados porque nunca habían hablado tanto tiempo en el rol. Las Wolfeys estaban definitivamente enloquecidas.

Aurora y Finn solo se estaban amenazando, la gente comentaba que estaban coqueteando.

—Toca a mi gente y lo vas a lamentar —le dijo.

Ella se rio y su personaje dio un par de vueltas alrededor del que estaba sentado y maniatado.

—¿Sí? ¿Cómo sabes que vas a salir de aquí hoy? —cuestionó caminando más lento, se detuvo justo frente a él y acarició su cuello con el cuchillo. —¿Cómo sabes que siguen vivos? —susurró.

—No mientas, Aurora.

Seren activó el modificador de voz a uno que sonaba con algo de eco, para representar los pensamientos de Aurora.

«¿Cómo sabe mi nombre?»

Luego desactivó la herramienta y volvió a su voz. Aurora se rio un poco más.

—¿Qué dijiste?

—Me escuchaste la primera vez. Sé quién eres, sé qué haces aquí y sé que tu problema es conmigo. Así que déjalos y hablemos los dos.

—No sabes nada.

—Sé mucho más de lo que te imaginas, y estoy aquí por lo mismo. ¿Quieres acabar con los Nightingale? Trabajemos juntos.

Seren sonrió de lado al echarle un ojo a lo que su chat estaba comentando. Todos en mayúsculas.

—No te creo nada. No sabes de lo que hablas. Cállate.

—Aurora. Sin más. Sin apellido, sin padres. Los mató la familia Nightingale. Caíste en manos de tus tíos, otra banda criminal que te enseñó todo lo que sabes. Los mataron los Nightingale también. Huíste y te escondiste por años. Llegaste aquí poco después que yo. Yo también huí de ese lugar, Aurora. Yo también quiero terminar con ellos. Están amenazando a mi gente porque los elegí antes que a ellos. Permití que nos lleven para llegar hasta a ti.

Aurora soltó una risa sin sonido y se acercó a él.

—¿Qué te hace pensar que «permitiste este secuestro»? Estás aquí porque yo lo ordené.

Y mientras ella hablaba, Finn se soltó las manos y se liberó. Aurora se quedó en silencio.

—No estoy aquí para demostrar quién es mejor. Vengo aquí por una tregua, porque quieres lo mismo que yo.—Finn se acercó, y miró el rostro de Aurora, de arriba a abajo, mismo gesto que Asher hacía con Seren.

Aurora miró alrededor, las Pandora rodeaban el lugar, algunas escondidas, otras visibles.

—Tienes un minuto para convencerme.

Tres horas y veintitrés minutos después, el directo terminó.

Sin un adiós, sin nada más que una pantalla en negro.

Al tercer día, Seren volvió. Avisó —con más tiempo de anticipación—, encendió la pantalla de espera con música de fondo.

Lana empezó directo casi al mismo tiempo, y algunos segundos después, activaron la opción multistream. En donde se podían ver ambos directos al mismo tiempo.

Seren, con el clásico fondo para conversar con su chat, Lana sentada en su estudio como siempre.

Finalmente decidieron hacerlo juntas para terminar con el tema. Comenzaron saludando y Seren explicó que necesitaba unos días fuera antes de volver con fuerza. También aceptaron que llevaban años viviendo juntas, pero que, lamentablemente para ellos, en realidad solo eran mejores amigas.

La respuesta de la comunidad de Seren, para sorpresa de nadie, fue muy buena. Algunos, incluso comentaron fingiendo que no sabían de qué estaba hablando, y que aquello nunca había sucedido. Como si la mitad del directo del anuncio de Ace of Cups se hubiera borrado de su mente.

Los de Lana, al igual que la rubia, se tomaron todo a chiste. Hicieron un poco de drama al saber que Seren no era «legalmente» su madre, pero que seguirían diciéndolo de chiste como siempre.

Por otro lado, en todo internet, era distinto. Algunos, que todavía creían en los hilos ya desmentidos por sus propios autores, enviaban mensajes a Seren, sin embargo, los moderadores hicieron su trabajo y los banearon al primer mal comentario que veían.

Mara, la nueva moderadora que Seren había contratado, pasó su primer día de trabajo eliminando a toda esa gente que hacía comentarios malintencionados solo por seguir al rebaño. Vad por otro lado, se puso los «lentes de señor» bautizados por Asher, y se puso a trabajar.

Y así pasaron los días. La historia de Aurora avanzaba cada vez más. Pandora ya estaba establecida, y poco a poco se ganaba el respeto de la población. Eran la única organización que vendía armas en la ciudad. Luna Rossa, por otro lado, se había hecho con la parte de los estupefacientes, y progresivamente se estaban volviendo los más ricos en el servidor. La sociedad de Aurora y Finn, secreta para todos, se afianzaba más y más.

Sus reuniones a escondidas, de las que solo Lilith y Reggie estaban enterados, se sentían prohibidas. No querían que nadie se enterara hasta que todo estuviera planificado perfectamente.

A Asher y Seren les pareció gracioso, porque era lo mismo que ellos estaban viviendo.

Fue una semana intensa para todos los que la rodeaban, en donde lento pero seguro, se empezó a hablar solo del evento y el servidor, y aquello relajó a Seren, porque por fin le estaban «soltando el brazo», como decía Asher.

Y como lo predijo también, el accidente automovilístico de un streamer por manejar ebrio, logró que todos olvidaran el incidente de la rizada.

Un martes por la tarde, Seren se encontraba en el estudio de Asher, ambos leían los comentarios del directo anterior. Aurora y Finn estaban investigando algo sobre los Nightingale en una casa, y de pronto alguien entró, dejando el capítulo ahí, justo cuando la puerta estaba por abrirse.

—¡Mira este! —Seren se echó a reír y le mostró su tableta. Era Aurora en el aire, porque hubo un error en el juego, y mientras Finn manejaba, ambos salieron volando del auto en medio de una persecución. Asher le echó un vistazo y se rio también. —Bueno, es hora de que empieces directo, yo me voy a mi casita —comentó poniéndose de pie, y mientras arreglaba sus cosas, sintió la mirada de alguien. Giró a mirarlo, y estaba sentado en su silla, mirándola con tristeza y sacando un poco el labio inferior sin intención de hacerlo realmente. —¿Qué pasó? —preguntó ella, acariciando su cabello.

—No te vayas. Quédate. ¿No quieres quedarte mientras hago directo? Si te compré una silla igual a la de tu estudio para que estés cómoda. Además, ¿qué vas a hacer en tu casa?

Ella sonrió y suspiró.

—Ver tu directo.

—¡Entonces míralo desde aquí! —chilló tomando sus manos.

—Qué difícil soy de convencer —contestó Seren, acercándose para darle un besito. Asher le dedicó su sonrisa más feliz y se acomodó para empezar el directo y poner la pantalla inicial, asegurándose que el micrófono estaba apagado. «Por si acaso», dijo verificando el color de la luz. Ella se echó a reír y lo empujó un poco, logrando que la silla se fuera hacia atrás, pero él tomó su mano a tiempo y volvió a donde estaba para darle otro beso.

Seren volvió a su silla poco después de ello, asegurándose de estar fuera de cámaras en todo momento. Pero en realidad no tenía que preocuparse, porque la silla no se encontraba en un lugar en donde la podía enfocar.

Asher jamás dijo que alguien más estaba con ella, pero luego de ese directo, la gente empezó a comentar que algo raro estaba pasando. Asher veía un punto en específico y sonreía mucho hacia ese lado.

Sin embargo, pasó desapercibido, hasta que volvió a suceder otro día de la misma semana. Ese sábado, antes de una reunión con el «Team Altagracia», como llamaba la comunidad, al grupo de amigos que conformaban a Ren, Gus, Asher, Vad, Seren, Alex y Lana, Seren llegó temprano y se quedó con él para ver su directo mientras sus amigos llegaban.

—¡Llegaron! —vocalizó Seren, haciéndole señas a Asher para que apagara el micrófono. Asher le sonrió y lo apagó. Luego se tapó la boca del lado de la cámara.

—¿Sales?

—Sí, quiero saludar a los chicos.

—Va, yo termino directo y voy con ustedes.

Seren cerró los ojos una vez y sonrió, luego lanzó un beso al aire.

—Me encantas.

—Ok, Asher.

Él se rio y volvió a mirar su pantalla mientras su novia salía del estudio.

—A ver, chat. ¿En qué estábamos? —preguntó justo después de encender el micrófono. —Ah, sí. Buscar al dragón, ¿dónde dijeron que podía encontrarlo? —El muchacho miró los comentarios y sonrió de lado. —¿Con quién hablo? ¿Y tú por qué me preguntas eso? Eres tóxico, ¿ves lo que te digo? Tienes que aprender a confiar en mí. Vinieron mis amiguitos, como les dijo Alex, se va de viaje unos días a ver a su familia, así que nos reuniremos unas horitas. ¿Me puedes decir dónde encuentro al dragón, o tengo que hacer el trabajo solo? Somos un equipo, mi amor. —El peliblanco esperó que alguien hablara sobre el dragón, pero solo veía emotes llorando. —Ya estás llorando de nuevo... A ver, dice Sofía: Eso explica porqué nadie del Team Altagracia está en directo. Pues sí, Sofía. Están en mi casa, y el único en directo soy yo. Les tendí una trampa para que todos ustedes vengan a verme a mí. Dice Alex: Deja el directo y ven a darme un beso. —El muchacho se rio y miró a la cámara. —¿Por qué no vienes tú?

Segundos después, la puerta se abrió de forma dramática, y Alex corrió hacia Asher mientras el otro gritaba que no lo hiciera. El rizado saltó sobre él, y tanto ellos como la silla, terminaron en el suelo.

Terminando ese directo, hubo un segundo, un muy pequeño segundo en el que, cuando Seren se puso de pie para avisar que iba a saludar a los demás, se vio un pequeño pedazo de brazo, y la gente asumió que Asher tenía novia. Eso, y los dos directos en los que solo giraba a sonreírle a algo —alguien, en realidad— en específico, les hizo crear teorías en donde tal vez, solo tal vez, Asher ya no estaba soltero.

Las Wolfeys, por su lado, compararon ese pequeño pixel de brazo con aquella vez en la que Seren mostró su mano en el directo de Alex.

Pero justo en ese momento, Seren subió una publicidad —que ya tenía grabada—, en su casa, agradeciendo un nuevo teclado de la marca SLR, ahí algunos dudaron, pero otros pensaron que, si el Team Altagracia estaba reunido, Seren debía estar ahí.

—¡Terminé directo! —anunció Asher, bajando las escaleras. Seren lo miró alterada.

—Asher Bancroft —dijo Alex, girando sobre su silla para mirarlo, con Jiji sobre sus piernas. —Confiesa tu secreto, lo sabemos todos.

hello

1/3 :)

bai

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro