16 || La fiesta. Parte 1
Seren inició directo temprano para conversar con su comunidad. Quería tener una charla tranquila antes de iniciar. Como de costumbre, tenía a Vad y Asher en su chat. Vad tenía un par de semanas como moderador, y Asher... Bueno, él siempre estaba ahí cuando no estaba en directo.
—¿Estás emocionada por el estreno? Bueno, sí. No podría no estarlo. Tanto Lana, la administración y yo hemos trabajado mucho para que todo salga perfecto, entonces espero que así sea. A ver, ¿qué más dicen por aquí? ¿Quién es parte de la administración? —Seren se echó a reír y negó—. Ustedes y yo nos conocemos y sabemos cómo son algunos. Diré quién es parte del equipo cuando todo termine. No quiero que nadie diga que cierto streamer hace algo o tiene una ganancia solo por ser parte de la administración. Cuando todo terminé, con todo el amor del mundo les voy a presentar al equipo. Un par de preguntas más y empezamos con el rol, ¿sí? Creo que llevamos chismeando media hora ya. Ay, no. Ya llegó —dijo, justo cuando una alerta de donación llegó.
—Hola, Seren. Esta es mi primera donación. Quisiera que me mandes un saludo porque hoy no es mi cumpleaños. ¿Qué tal la diadema de los sims que llevas en la cabeza? ¿De qué color está hoy? Saludos desde Altagracia. Mi nombre es Asher.
—Vad, ¿puedes banear a tu amigo, por favor? No lo necesitamos en el chat.
La muchacha echó un vistazo al chat y leyó cómo todos se reían y lo saludaban como de costumbre.
Pocos segundos después, le llegó una alerta en la que le habían llegado cincuenta suscripciones regaladas, seguido de otra alerta de otra donación.
—Hola, Seren. Esta es mi segunda donación. Quisiera que me mandes un saludo. Saludos desde Altagracia. Mi nombre es Asher. Saludos a los pixelones.
—Hola, Asher. Te mando un saludo. Ya eres parte de los píxeles. Y me los respetas. ¿No tienes un directo que iniciar? Vas a llegar tarde al evento.
Otra alerta sonó y Seren miró al techo mientras aguantaba la risa.
—Hola, Seren. Esta es mi tercera donación. Solo quería avisarle a los pixelones que estoy a punto de iniciar stream, así que si alguno quiere pasarse por ahí, ya saben cuál es mi nombre de usuario. Un besito.
—Sí, bueno. Como yo no soy tóxica como cierta persona, ustedes tienen toda la libertad de ir si quieren, pero recuerden que tendremos a la bella Aurora en unos minutos. Vader, banea a Asher, por favor. —Todos se reían y comentaban que no irían con alguien que los llamaba pixelones. Después de esto, Vad vetó a Asher por diez minutos del chat de Seren, por lo tanto no pudo contestarle y entre risas, empezó su directo.
Con una escena que indicaba que iniciaría en unos segundos, Asher puso algo de música y bebió un poco de agua antes de hacer su gran obra teatral.
—Buenas tardes, buenas tardes. ¿Cómo están, chat? Sí, chat. Nada de mi amor. Hoy estoy muy molesto contigo. Deja tú. Molesto no. Estoy decepcionado —dijo el chico mientras cambiaba de escena a la pantalla completa. —Estoy triste, desolado. Hace unos minutos estuve paseando por esta red social y me detuve en la de una amiga mía. Sí, sí. Como sabrás, me refiero a Seren. Estaba muy feliz donándole algunos bits para conversar con ella, y mi propio mejor amigo me vetó de ahí por diez minutos. ¿Y sabes qué es lo peor de todo? —cuestionó acercándose más a la cámara, estaba viendo directo, así que sus espectadores sentían que los estaba mirando a los ojos. —Que la gente que estaba ahí, gente que probablemente eras tú, me dijo que me vaya. Yo solo los llamé como los llamo siempre, pixelones, con mucho amor, ¿sabes? Y salí de ahí humillado. —Asher se tapó la boca y luego todo el rostro, fingiendo que estaba llorando.
—No llores, mi amor —dijo el lector de voz de las donaciones.
—¡¡No me digas así!! Tú no me quieres, siempre me eres infiel con ella.
—Problema tuyo, papi. Empieza directo más temprano —dijo de nuevo el lector.
—¡¿Quién dijo eso?! —gritó Asher fijándose en el chat. Luego asintió. Era Felipe, su propio moderador. —Felipe. ¡¡Felipe!! Felipe, estás despedido. Solo para que sepas. Yo no necesito traidores en esta familia. Olvidate de tu sueldo.
—¿A ustedes les pagan? —dijo el lector, esta vez el mensaje era de Paz, su otra moderadora.
—¡Paz! ¡¡Paz!! ¡Tú también estás despedida!
—Hola, mis amores. Soy Seren, me contaron los pixelitos que este señor los está tratando mal. Si necesitan soporte emocional, o simplemente otra casa, pueden pasarse por mi canal. Empiezo a rolear en unos minutos —dijo el lector de voz. Seren había donado al igual que Asher, devolviéndole el juego de antes. —Felipe y Paz, ustedes también están invitados. Un besito.
—¡Tú no les puedes decir mi amor a mi amor! —chilló Asher acercando la cara a la cámara. —¡Y Felipe y Paz son míos, ladrona! —dijo señalándose. Luego se alejó y aclaró la garganta, reincorporándose en la silla. —Bueno, mi amor. Ignoremos a la roba niños que estuvo hace un momento. Nos vamos a olvidar de lo que pasó hace un momento, ¿sí? Te voy a perdonar por esta vez, pero que no vuelva a suceder. Voy a entrar al juego y tevoy a presentar a Finn.
Tanto Seren como Asher pusieron la pantalla en negro mientras preparaban todo.
Seren tenía un video listo en donde hacían una pequeña introducción de la vida de Aurora. Algunas imágenes de ella de niña cuando perdió a sus padres y sus tíos la adoptaron. Luego algunos más en donde mostraban que la educaron para defenderse ante el mundo con armas y aprendiendo a pelear. Luego otra en donde unos hombres mataron a sus tíos, los mismos que acabaron con la vida de sus padres, y que empezaron a buscarla luego de ello.
Aurora borra evidencia de que vivió en algún momento y llega a Altagracia, lugar en donde jura buscar venganza por quienes asesinaron a su familia. En especial, porque saben que el hijo del jefe de esa organización, se mudó a Altagracia hace poco.
Entonces empieza a sonar Venom de Eminem cuando la pantalla se pone en negro de nuevo.
Asher por otro lado, muestra un video en donde un niño era obligado desde muy pequeño a matar a quien se cruzara en su camino. Los Nightingale eran conocidos como una familia asesina a sueldo. En este caso, él huyó de ese núcleo para intentar deslindarse de ese apellido, pero vovió a caer en las manos del crimen cuando conoció a Reginald Blackwood, su mejor amigo. Este le ofreció ayuda cuando no tenía nada y juntos trabajaron para hacer justicia, pero a su modo.
Después de mucho, Asher y Seren en medio de una conversación de medianoche, decidieron cruzar sus historias para ayudarse. Así fue como esa idea surgió.
Seren bajó el volumen de la canción hasta que no se oyó más y cambió de escena cuando su personaje se encontraba en un almacén oscuro, probablemente esperando algo.
De pronto un ruido extraño se oyó y Aurora alzó el arma, apuntando al lugar de donde venía ese sonido.
Pero era solo Lilith, el personaje de Lana saltando desde el barandal de la escalera que daba a la puerta principal del almacén.
—¿Dónde está la luz que ilumina mi oriente, justo cuando el sol está por salir? —preguntó acercándose a ella.
—Aurora. Y jefa para ti.
Lana llevó su personaje al de Seren y envió un comando para darle un abrazo, pero Aurora solo le dio una palmadita en la espalda.
Aurora no era una persona que demostraba su amor por nadie. Ya había perdido a mucha gente, y lo menos que quería era encariñarse con alguien. O al menos mostrarlo, porque ya lo había hecho con Lili.
—Sí, jefa —respondió Lili, con la voz risueña de siempre.
—Y llegas tarde, tenemos un cargamento que entregar en cinco minutos. ¿Dónde está mi auto? —Aurora cruzó los brazos.
—Limpio, encerado y sin marcas de balas justo afuera desde mugroso almacén horrible. ¿Nos vamos?
—Manejas tú.
—Sí, jefa —dijo, con el mismo tono de antes, incluso con una risilla escondida.
Ambas se colocaron sus máscaras y caminaron hacia el auto. Lili manejó directo a la dirección que Aurora indicó en el mapa del vehículo, luego puso una canción de Britney Spears mientras cantaba y Aurora intentaba bajarle el volumen. Luego suspiró rendida, porque sabía que no podría contra Lilith. Jamás había podido. Era demasiado terca, y por eso le tenía cariño. Era la única que la desafiaba.
Al llegar al lugar, se encontraron con Alessandra Santoro, el personaje de Megara. Santoro era la encargada de vender las armas de Pandora, organización a la que las tres pertenecían, y Aurora lideraba.
—Está llegando un lote de estupefacientes nuevo a la ciudad, por si les interesa —comentó Santoro acercándose al maletero del auto de Aurora.
—Se llama droga, y no estoy interesada en esas mierdas. —dijo Aurora seria. Santoro pasó saliva y solo asintió.
—Solo decía, jefa. Pensé que sería una buena oportunidad para...
—Nuestro negocio son las armas, lo sabes. Llévale el cargamento a esa gente. No podemos perder más tiempo. ¿Quiénes son?
—Son nuevos en la ciudad. Vivien nos recomendó con ellos, así que son de confianza. Además están interesados en seguir comprándonos, podrían ser buenos aliados.
Vivien era el personaje de Cindy. Una streamer que estaba en el mismo equipo de Ace of Cups con Asher y Seren. Llamaba a su comunidad su «cindycato».
—Bueno, conócelos y dime si es así. No me sirve una propuesta condicional. Vuelve cuando todo esté más claro. Nunca está de más tener algún aliado más —respondió Aurora. Santoro asintió y cerró su maletero.
—Sí, jefa.
Las tres se despidieron y separaron sus caminos.
Aurora y Lilith estuvieron todo el capítulo haciendo algunos trabajos, entre ventas de armas y conociendo a futuros compradores.
Por el lado de Alejandro, su personaje se llamaba Eduardo Herrera, el jefe de la policía que más padecía con sus cadetes. Básicamente porque eran todos unos inútiles (sus palabras, no mías). De todos modos, Alex se divirtió mucho enseñando cosas que se había aprendido el mismo día a las dos de la mañana.
Finn Nightingale, Asher, por su lado, se encontraba con «Reggie», personaje de Vad. Ambos a la espera del cargamento que le habían pedido a la conocida de una amiga suya. Santoro llegó justo a tiempo y conversó con ellos un poco.
Reginald Blackwood no confiaba en nadie, y mucho menos porque no hablaba español. Lo entendía, pero prefería utilizar su idioma natal. Por lo tanto, a menos que alguien hablara inglés, era Finn quien hablaba con todos. Hablaron sobre esa posible alianza y quedaron en que, mientras ninguno se metiera en el negocio del otro, podrían llegar a un acuerdo.
Además, también se mostraron interesados en el cargamento de drogas que Santoro había mencionado, pero también necesitaban a un vendedor. Luego de despedirse de Santoro e intercambiar teléfonos, salieron a la calle a buscar ellos mismos a alguien.
Ahí fue donde conocieron a Jeremy y a Ariel. O Remy y el sireno, como eran llamados. Los streamers eran Jimmy y Ariel. Ambos estaban peleando en una tienda por quien se llevaría las últimas papitas que tenían ahí.
—¿Tienen trabajo, amigos? —cuestionó Finn.
—Me permito responder por los dos, ¿crees que si tuviéramos trabajo, estaríamos peleando por la última bolsa de papitas de esta tienda? —preguntó Ariel cruzando los brazos.
—Lo que dice mi nuevo amigo es verdad, somos dos desempleados, jefe. ¿Tienes algo para nosotros? —preguntó Remy.
—Primero quiero saber a qué estarían dispuestos por un puesto de trabajo.
—Mientras no tenga que bajarme los calzones, sí a todo —dijo Ariel. Eso provocó que Asher se alejara del micrófono para reírse. Había quitado la cámara para rolear con más libertad, así que nadie lo estaba mirando.
—Sí, a todo. Dispuesto a todo —añadió Jimmy.
—Ok, entonces tenemos trabajo que hacer —comentó el menor de los Nightingale.
—Are you sure? They look like dumb and dumber —susurró Reggie, acercándose a Finn. Pero él solo asintió, y aquel gesto le hizo rodar los ojos.
Le dijo, ¿estás seguro? Ellos se ven como el tonto y el más tonto.
—Sometimes you have to take a risk to make it work.
A veces tienes que tomar riesgos para que funcione.
—Boy, you never learn, do you?
Chico, tú nunca aprendes, ¿no?
Conrad, tu traductor de confianza a la orden.
—Chicos, no sé inglés —comentó Ariel.
—Tranquilo, solo nos están insultando —dijo Remy.
—He calls himself Remy like that rat from Ratatouille, mate! Come on, for God's sake!
Se hace llamar Remy como la rata de Ratatouille, amigo! ¡Venga, por el amor de Dios!
—Ahora solo me está insultando a mí y creo que no entiende que yo sí entiendo lo que dice —añadió Jeremy, fingiendo sonar dolido. —Me dijo rata.
—No le hagan caso, se despertó de mal humor. De todos modos, su jefe seré yo. ¿Qué tan buenos son vendiendo? —cuestionó Finn, justo después de que Asher se había estado partiendo de la risa con el micrófono apagado.
Cuando el stream de Seren terminó, justo después de que Santoro llegara diciendo que Finn Nightingale era el líder de Luna Rossa, cambió la escena a donde se despedía del stream con la misma canción de Venom con la que inició.
—Nos vemos mañana, gracias por acompañarme siempre. Los quiero mucho. —La rizada susurró y se acercó al micrófono para enviar algunos besitos. —Bye!
Ahí fue cuando Lana entró chillando y se lanzó sobre su mejor amiga para abrazarla, pero el abrazo fue tan fuerte que la tacleo y terminaron recostadas en el suelo mientras se reían. Seren por fin sintió que podía respirar.
—¡Salió perfecto, Lana!
Totoro entró al estudio porque la rubia dejó la puerta abierta, luego procedió a recostarse sobre el pecho de Seren.
—¡Te dije que así sería, hermana! Ahora a celebrar. ¿Qué te vas a poner en la fiesta?
Seren alzó una ceja y alzó la cabeza para ver a su amiga.
—Dije que no voy a ir.
—¡Mentirosa! ¡Te mueres por ir! Además, es la fiesta de bienvenida a Alex. Jamás faltarías a algo así.
La rizada apoyó la cabeza en el suelo otra vez y su gato le empujó la cara con su cabeza mientras ronroneaba, luego colocó su pata sobre su boca.
—¿Podrías darme un poco de espacio personal, por favor? Estoy intentando pensar, Totoro.
El gato por supuesto, la ignoró y le lamió la cara.
—Totoro también quiere que vayas.
Seren suspiró cansada.
—Es que sí quiero ir, pero no quiero ver a Asher. ¡Me está arruinando la vida! —se quejó.
Lana sonrió poniéndose de pie y alzó los dos brazos.
—¡¡Que viva el amor!!
—Te odio.
—Sí, sí, lo que digas. ¿Qué te vas a poner para la fiesta?
—¡No voy a ir a esa fiesta! Lo juro. No. Voy. A. Ir.
Seren se encontraba frente al espejo observando el atuendo que había elegido para ir a la fiesta. Un vestido negro con un escote redondo que resaltaba partes que no quería que resaltaran.
Se dio la vuelta y observó sus piernas, era algo corto, pero tampoco sabía qué ponerse.
Su cabeza era un tormento, porque no solo pensaba en su apariencia, sino que su prima Cecilia fue la primera persona que recordó al ver su reflejo en el espejo.
«Uy, estás más rellenita que la vez pasada que nos vimos, ¿no?» dijo su voz.
Observó sus brazos gruesos y la piel que sobresalía de su estómago y negó con la cabeza.
Seren no solía pensar en su físico hasta que alguna persona se lo recordaba. Creyó haber superado los comentarios que su familia tanto le recordó por años, pero era difícil cuando todavía tenía que frecuentarlos.
Luchó muchos años con su peso y cómo la veía la gente a través de sus ojos.
No fue fácil para ella aceptar que una persona la podría querer sin importar su aspecto.
Mucho menos si solo pensaba que era la amiga graciosa.
Además de los problemas familiares y económicos, debía preocuparse por su físico.
La vida no había sido amable con Seren, y a pesar de eso, ella seguía viendo lo bueno en la gente.
De algunas, claro está. Cecilia no entraba en la ecuación.
—Ya sé qué usar —comentó Lana, apareciendo en la habitación de su mejor amiga. Tenía una gran sonrisa, que, aunque no parecía posible, se vio mucho más grande cuando la vio. —Dios, ¿cómo puedes verte más hermosa cada día? Tú tienes un superpoder, Serena Altamirano. De grande quiero ser como tú.
Seren sonrió de lado y rodó los ojos.
—¿Qué pasa? ¿Por qué esa cara? —La rizada no dijo nada, no tenía fuerzas para tener esa conversación. Pero la rubia lo entendió de inmediato. Conocía los pensamientos de su amiga. —No tienes que usar ese vestido si no te sientes cómoda hoy, Seren. Un día queremos usar vestiditos, otro día unos shorts con esa camiseta de Jiji de Studio Ghibli rodeado de panqueques que amas, ¿por qué no esa? Te ves preciosa de cualquier modo. Además, por si lo olvidas, nosotros te queremos por ser tú, no por cómo te veas. Y solo por añadir, de nuevo, no te ves mal. —Lana saltó a abrazarla y Seren cerró los ojos, correspondiendo el abrazo de su mejor amiga.
—¿Cómo sabes qué es lo que pienso si nunca digo nada? —cuestionó Seren con un pequeño nudo en la garganta.
—Porque compartimos la misma neurona, hermana. —Seren sintió los ojos acuosos, pero se rio del comentario, porque sabía que ella siempre estaba ahí, incluso cuando pensaba que no era necesario.
Eran Lana y Seren contra el mundo.
—Estoy llorando —anunció la rizada.
—Lo sé, me estás mojando la blusa que voy a usar hoy, pero no pasa nada, tengo otra opción en la cartera por si tengo algún accidente —comentó entre risas, y eso hizo reír a Seren a carcajadas también.
—Entonces... —Se separó mirando a la de ojos verdes y tomó un poco de aire, quitándose las lágrimas. —Shorts y una camiseta extra grande de Studio Ghibli.
—Outfit perfecto para hoy, ¿con unas botas? Uf, increíble. —Lana besó las puntas de sus dedos, imitando un «beso de chef».
Seren observó a Lana de nuevo y una sonrisa grande se vio en su rostro. Sabía exactamente en qué momento supo que iban a ser mejores amigas, porque conocerla fue como cuando escuchas una canción por primera vez y sabes que será tu favorita por mucho tiempo.
Lana era su alma gemela, y estaban destinadas a estar juntas por siempre.
—Te quiero mucho, ¿sabes?
—Y yo a ti, hermana, estás literalmente obligada a pasar el resto de tu vida conmigo. No hay otra opción —dijo la rubia encogiendo los hombros, como si fuese la cosa más obvia del mundo.
Lo era.
Seren tomó su mano y la presionó un poco mientras sonreía, luego asintió y la soltó para caminar hasta la puerta de su vestidor. Dio un par de vueltas hasta que encontró una de sus camisetas favoritas de Studio Ghibli, una de sus camisetas de confort cuando no sabía qué usar. Además de la de Star Wars. Luego fue por unos biker shorts y recogió sus botas de plataforma negras.
Una vez lista, se hizo un maquillaje suave y se pintó los labios de rojo mientras su lista de reproducción «playlist para sentirse poderosa», automáticamente 7 rings de Ariana Grande empezó a sonar.
A Seren se le olvidó cómo se sentía en menos de diez minutos y cuando volvió a mirarse en el reflejo sonrió.
Tomó su celular y se tomó una foto frente al espejo para subirla a sus historias de mejores amigos en Instagram con un «me voy de fiesta, supongo» de descripción.
Seren tenía una reducida lista de amigos cercanos en sus historias de Instagram, básicamente las personas que le habían visto la cara, y su hermano.
Santiago de inmediato le contestó la historia.
Santi: ¿Mi hermana? Poderosa 😎😎 #Swag
Seren leyó el comentario con los ojos abiertos y una sonrisa entreabierta.
Seren: ¿Swag en este siglo, hermano? ¿En serio?
Santi: No sé qué usan los jóvenes hoy en día. Perdón.
Seren: Santiago, tienes 30 años.
Santi: Por eso...
Seren: Dios santo.
Seren se echó a reír y dejó el teléfono sobre la mesa de nuevo.
—Acabo de ver una historia en Instagram que me hizo gritar desde mi habitación, ¡adivina de quién es! —chilló Lana desde algún lado de la casa. —¡Me voy a desmayar! ¡Me están quitando el oxígeno! ¡Qué mejor amiga tengo! —añadió acercándose cada vez más.
De pronto una cabeza rubia se asomó por la puerta y empezó a aplaudir.
Seren hizo un par de reverencias y saludó a su público imaginario.
—Gracias, gracias, muchas gracias. ¿Hola? ¿Y tú? —cuestionó Seren mirándola, luego aplaudió también.
Yo voy de Zion & Lennox y Daddy Yankee empezó a sonar y a Lana no le quedó de otra que empezar a mover las caderas, luego apoyó las manos sobre las rodillas y se deslizó hasta abajo.
La rubia usaba unos shorts azules, un top blanco y una camiseta de color crema extra grande que le llegaba hasta la mitad del muslo, además de unas zapatillas blancas y aretes en forma de aro dorados.
—¿Yo? Yo voy —contestó mientras bailaba. Seren se echó a reír y asintió.
—Por supuesto que vas, y guapísima, por cierto.
—Obvio —dijo enderezándose. —¿Nos vamos?
Seren asintió antes de echar otro vistazo al espejo. Salieron de su habitación luego de tomar su bolso, guardó su teléfono y tomó las llaves del auto. Ambas le dieron un beso en la cabeza a Totoro y salieron de la casa listas para reunirse con sus amigos.
Seren como de costumbre, era la amiga elegida para manejar. Así se aseguraba de no tomar una gota de alcohol y volver a hacer el ridículo como aquella fatídica noche.
Toxic de Britney Spears empezó a sonar gracias a Lana, y Seren se echó a reír al notar lo que había hecho. Era la misma canción que Lilith había puesto en el auto con Aurora.
—Estoy muy comprometida con mi rol —comentó Lana.
—Sí, eso veo.
Seren manejó alrededor de media hora para llegar hasta la casa de Alex. Supuso que serían las primeras en llegar, pero por primera vez se equivocó. Solo faltaban ellas.
—Llegamos —anunció Seren en la llamada con su amigo.
—¡Ya voy! —gritó desde el otro lado de la línea. Seren apagó el auto cuando se estacionó y ambas salieron, caminando hasta el elevador que los llevaría al apartamento de Alex. Subieron en cortos segundos, y cuando el rizado abrió, se encontró con sus dos amigas modelando. Se les ocurrió que la primera impresión que darían, sería Lana de cuclillas en el suelo con ambos brazos cruzados y Seren con una mano en la cadera y la otra en la frente. Ambas llevaban lentes de sol, la rubia puestos y la rizada sobre su cabeza.
—Aquí estamos —dijo Lana, justo cuando Alex se echó a reír al verlas así. También aprovechó para tomarles una foto y la subió a sus historias en mejores amigos con la descripción: «modelos de elevador» tapando lo posible de Seren.
Las amigas entraron y le dieron un beso sonoro en cada mejilla a Alex.
—Los demás están por ahí, algunos en la sala, otros en el balcón y creo que en la cocina. Son mujeres libres, hagan lo que deseen —dijo Alejandro abriendo los brazos.
—¡Ey, son Seren y Lana! —dijo Gus señalándolas con voz de doblaje.
—¡Ey, es Gus! —respondió la rubia señalándolo en el mismo tono. —¿Dónde puedo conseguir una bebida helada que me quite este calor tan horrible que siento?
—En la cocina, la nevera está llena de bebidas. Creo que Vad está por ahí. Hola, amigas —comentó Reno acercándose a ellas, las tres se dieron un abrazo e inmediatamente se separaron. Hacía mucho calor.
—¡Alejandro súbele al aire, por Dios! —gritó Lana, dirigiéndose a la cocina.
Alex corrió por el control justo después del grito.
—Yo creo que voy a tomar un poco de aire —dijo Seren. Gus alzó el dedo pulgar en forma de aprobación mientras bebía de su cerveza.
Seren caminó por el apartamento, mirando a todos lados para evitar a cierta persona. Al llegar al balcón donde no había nadie, se sintió más tranquila. Se sentó en el puf en donde había estado sentada el día anterior y sacó su móvil para contestar algunos correos. Ella sabía que no debía trabajar en medio de una fiesta, pero así se sentía feliz.
Luego revisó un poco Instagram, y cuando estaba mirando las historias de sus amigos, le apareció la de Asher. Una de él junto a Vad en el elevador en donde había estado algunos minutos atrás. Seren notó que la había agregado a mejores amigos y sonrió. Pasó a la siguiente historia en donde se veía el cielo, justo desde el balcón en donde ella estaba y Ocean eyes como música de fondo. Ella se sonrojó un poco y sonrió de lado, pasando a la siguiente historia. Era él junto a Vad, Gus y Alex en el suelo riéndose. Esa la había subido para historias de forma pública.
—Qué casualidad, yo también sigo a ese creador de contenido —comentó alguien atrás de ella, Seren pegó un saltito y bloqueó el teléfono cuando reconoció su voz.
—Sí, es malísimo en Valorant, ¿sabías?
Seren giró a verlo, estaba recostado en la puerta con dos latas de Coca-Cola en las manos.
—No puede ser tan malo —contestó Asher sonriendo, luego le pasó una bebida y Seren la tomó.
—Gracias, y sí, lo es. Te lo juro.
—Pero es guapo —aseguró aún en el lugar en donde estaba.
—No tanto, pero bueno —dijo Seren encogiendo los hombros.
—Menos que mal que no se encuentra en este lugar, no queremos a gente no guapa en este balcón, ¿puedo sentarme? —preguntó señalando el puf que estaba a su costado. La rizada se rio en silencio y asintió.
Según ella, intentó evitarlo, pero no podía mantener lejos a una persona con quien la pasaba tan bien solo conversando.
Era una especie de magnetismo que nos los podía separar.
Seren abrió su lata de Coca-Cola y bebió un poco, dejando que el líquido helado hiciera su trabajo: quitarle el calor.
—Qué cosa tan poco sana es esta cosa —comentó Seren, disfrutando de su sabor.
—No me digas, eres más de tomar agua.
—Por supuesto, prefiero mil veces tomar agua, pero ahora mismo estoy muy feliz con esta lata en mis manos —respondió Seren cerrando los ojos, dejando que la poca brisa tocara su rostro.
—Lo supuse, te la traje porque la otra opción era cerveza, e imagino que eres la amiga elegida otra vez, ¿no?
—Sí, y lo voy a ser siempre. Lana no sabe, ni quiere saber manejar.
—¡Eh! Ella es como yo, tampoco sé —respondió Asher entre risas—. Soy, como quien dice, una passenger princess.
No te preocupes, yo te ayudo: Passenger princess es un término utilizado en internet donde una chica que no sabe manejar, es llevada a todos lados sin intención de aprender a manejar con el solo propósito de lucir linda.
—Bueno, en ese caso, yo soy el chofer —contestó Seren riéndose.
Asher recorrió la vista por su rostro y sonrió, pero sonrió un poco más cuando vio la camiseta de Seren.
—¡Es Jiji! —chilló emocionado señalando su atuendo.
—¿Qué? Sí, de...
—Es de Kiki: Entregas a domicilio —interrumpió—. Pero mucho más importante, ¡mi gata se llama Jiji!
Seren pasó de abrir la boca en forma de «o» a sonreír.
—¡¡Es cierto!!
—¿No es hermosa? —preguntó Asher mostrando su pantalla de bloqueo del celular. Era Jiji abriendo el hocico, como si le hubiera tomado una foto mientras maullaba.
—Es adorable —dijo Seren sacando el labio inferior mientras tomaba el móvil de Asher para mirarla mejor. —La amo, quiero llevármela a mi casa.
—Eso jamás, pero puedo invitarte a casa para que la conozcas —dijo el peligris señalándola. Seren lo miró y notó cómo el color se estaba yendo y poco a poco volvió a tener el cabello blanco de nuevo.
De cualquier modo se veía guapo. Era increíble.
Seren no respondió a la invitación, pero sonrió.
—¡Seren! —se escuchó el susurró de alguien, y de pronto Ren apareció como si estuviera escondiéndose.
—¿Qué? —preguntó susurrando igual que ella. Asher se rio al verlas.
—Seren, uhm, ¿cómo te digo esto? Alex y Lana estaban besuqueándose fuertemente en la cocina.
Tanto Seren como Asher abrieron la boca y pestañearon un poco.
—¡Que fiesta! —gritó Lana, aparecieron feliz en el balcón con una cerveza en la mano.
No estaba ebria, solo estaba sonriendo. Su botella no se veía vacía ni de lejos.
—¿Lana? —dijo Seren mirando a su mejor amiga.
La rubia pasó de felicidad extrema a fruncir el ceño, sospechando.
—¿Quién te fue con el chisme?
Reno miró a todos los presentes y salió corriendo.
La rizada cruzó las piernas y alzó ambas cejas, observando a la rubia beber un poco.
—La vida es verdaderamente divertida —comentó, sin decir mucho más.
Seren quería saber más, pero Asher estaba entre las dos aún con la boca abierta.
Él secretamente deseaba que Lana y Vader terminaría juntos, y aquello había arruinado sus sueños.
quién de ustedes pidió un beso 🫡🫡
AJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJA
HOOOOOOLIIIIIIIII
AMIGAS WAR IS OVER
SE ACABÓ EL BLOQUEO
Espero que les haya gustado el capítulo 😘
¿qué les pareció el inicio de la historia de píxelesrp? se vienen más cositas uwu
nos vemos pronto con la segunda parte de la fiesta 💋
comenta qué crees que va a pasar o qué quieres que pase:
nos leemoooooossss
un saludo para paz, la nueva mod de asher y hermana de mi nat favorita 🤠 sorpresa, le dije a tu hermana que no te diga nada JAJAJAJAJJAJAJAJA
tkm ok?
baaaaaai <3
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