Capítulo 5
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꧁༒☬2021☬༒꧂
★彡[ᴀʟʏɴ.
Errática.
Así es como describiría la respiración de Jungkook. Aunque era normal después del maratón que había hecho solo por ganar, sabía que le gustaba mucho la clase de educación física y, por supuesto, ganar también.
Es un alma competitiva por naturaleza.
Alguien muy lejos de ser parecido a mí...
—Alyn, tu mandíbula esta casi llegando al suelo, aunque creo que esa sería tu saliva —Cerré la boca al instante cuando mi mejor amiga dijo eso. Ella rodó los ojos y llevó la mirada a la cabellera negra que saltaba a unos metros de nosotros —Sí, es muy lindo, pero Alyn, esa mierda de allá es la maldad pura.
Probablemente lo era.
—No es malvado, solo es alguien que se divierte de diferente forma.
—Sí, molestándote constantemente —Agregó Troy. Celestine le dio la razón.
—Cállate, Troy... —Lo miré mal.
Se encogió de hombros. —Yo solo decía.
La clase no duró mucho más tiempo. Lo vi caminar a su grupo de amigos, todos ellos lo felicitaron y su sonrisa blanca de conejo no tardó en aparecer, me contagió al instante mientras mis ojos se aferraban a él. Cele me miró con negación en su expresión.
Y así como nació mi sonrisa, murió al recordar que él estaba con alguien más, el pequeño malestar comenzaba a aparecer.
—Vámonos, no quiero llegar tarde a la siguiente clase —Hablé mientras me ponía de pie
—Tu amado sigue allá.
Ellos caminaron detrás de mí.
—No es mi amado y la clase ya terminó.
Todo era un asco. Si tan solo su clase no se hubiera quedado hoy sin maestro, no tendría que haberlo visto de cerca.
Los siguientes días fueron aburridos y nada interesante ocurrió durante ellos, fueron rápidos, como si quisieran que este año ya terminara.
Era un lunes y los exámenes ya comenzaban a mencionarse por los pasillos, yo no podía parar de pensar en cómo sería mi último año de preparatoria, me imaginaba usando maquillaje bonito, con el cuerpo más maduro y hasta más alta, lista para empezar mi vida de chica universitaria, sí, seguramente sería más difícil que ahora, pero sería emocionante.
Hoy papá pasaría a buscarme, así que podía ir con más calma por los pasillos, la puerta trasera de la escuela era mejor, pero cuando abría la puerta, me encontré con dos cuerpos que discutían. Ya no era opción volver adentro, así que traté de pasar por un costado, ignorando su pelea.
—¡Tú qué vas a saber, eres un mocoso! —Ella alzó la voz mientras golpeaba con su dedo índice el pecho de él, se veía furiosa y a pesar de estarlo, no dejaba de verse bonita.
—No soy idiota, Eun. ¿Qué hacías con él? —Jungkook le contestó luciendo calmado, pero de alguna manera sus ojos me decían que estaba furioso —Dices que es un compañero tuyo y aun así sales todo el tiempo con él. ¿Te gustaría que yo saliera con alguna chica de aquí todo el tiempo sin decirte?
Yo caminaba apurada, justo a unos pasos de ellos, con la mirada pegada en otro lugar que no fuera en su dirección, pero una mano tomo mi brazo con fuerza y me jaló hacia atrás.
—¿Ella podría ser, vas a salir con ella? —Tuve que alzar la cabeza con sorpresa, ella me había tomado del brazo mientras alzaba la voz y lo miraba directamente a ella.
—Ji Eun, no metas a nadie en esto —Él me señaló con molestia, pero parecía que esta vez no era dirigida a mí ese sentimiento, sino a ella. Apretó el puente de su nariz, lucia irritado.
Me solté de un tirón del agarre de la mayor.
—¿Q-qué rayos sucede contigo? —Quise reclamarle a ella, pero deseé hundir mi cabeza en agua hirviendo cuando mi voz tembló.
Cuando la miré y ella me miró a la cara, se sorprendió al ver mi cicatriz a un costado de mi rostro. Se alejó de mí y se escondió detrás de su chico, como si yo fuera a atacarla o como si mi herida fuera contagiosa y se le fuera a pegar a ella. Intentaba protegerse de mí como si yo estuviera intentando dañarla, la vi aferrarse a los antebrazos del chico como si segundos atrás no hubiera estado reclamándole y gritándole en medio de la salida trasera de la escuela.
—¡Amor, vámonos! —Chilló ella.
Jungkook infló su pecho mientras volteaba a verme, regresó a ver a su novia mientras se soltaba de su agarre y se iba.
Volví a ver a la chica y me fui sin decir nada. Caminé un tramo más hasta que sentí como volvían a tomar mi muñeca con fuerza y me jalaban a un espacio apartado.
—¿J-jungkook? —Murmuré con el corazón en la garganta.
Él, luciendo mucho más irritado que antes, me señaló.
—Mantén tu boca cerrada y olvida lo que acaba de pasar allá.
Estaba muy cerca de mí. Podía sentir su mirada fija y escudriñando mi rostro, yo solo trataba con todas mis fuerzas de mirarlo solo de reojo, evitaba toparme con sus oscuros ojos redondos.
—N-no pensaba decir nada... —Susurré, apretando con mis manos las correas de mi bolso.
—Mejor así —Murmuró gravemente. Lo vi mirarme una última vez antes de que se alejara por completo mientras soltaba mi muñeca como si le quemara.
Y se fue con pasos rápidos y pesados.
Tuve que llevar mi mano a mi pecho, tratando de controlar los latidos acelerados de mi corazón. Me quedé en el mismo lugar un par de segundos más porque sentía que mis piernas fallarían cuando diera un paso.
Cuando finalmente logré recomponerme, seguí mi camino para poder irme a casa.
Durante todo ese día, en lo único en lo que podía pensar era en la forma en la que la miraba y la forma en la que ella lo miraba a él. Jungkook tenía ese brillo asombroso en sus ojos cada que estaba cerca, la piel parecía brillarle, todo en él parecía iluminarse cada que estaba ahí y siendo sincera, adoraba verlo así, pero cada que pensaba en eso era pensarla a ella y para mí es un dolor interminable.
Él me miraba y, de alguna manera, seguía invisible a sus ojos, a sus sentidos.
Puede que nunca lograra rendirme con todo esto porque seguía manteniendo unas esperanzas falsas a flote, deseando una oportunidad para salir a la luz, algo que yo sabía que jamás pasaría. Siempre había querido a Jungkook, pero yo había decidido que lo mejor para mí era que él jamás se diera cuenta de lo que sentía por él.
Esperaba que este sentimiento se fuera con el tiempo y desapareciera por fin. Como si en absoluto hubiera existido.
Lo curioso es que él perdió fuerza por su relación y yo gané resistencia por ella.
Perdí mucho por él, cosas que jamás debí perder... mucho menos por Jungkook.
꧁༒☬2023☬༒꧂
★彡[ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ.
Por más que la miraba, no podía ver a esa niña que tartamudeaba cuando hablaba.
Observé las cosas que sacaba de su mochila, mis ojos se desviaron a los suyos, ahora que podía verlos mejor, me daba cuenta de que era más... menos comunes de lo que solía imaginar. Antes era imposible que mis ojos se toparan con los suyos, nunca pasaba, nunca me miraba a la cara. En realidad, hoy en día tampoco lo hacía mucho, pero cuando pasaba, era intimidante.
Y una vez más, mi mirada se detuvo en su cicatriz, si la mirabas bien, solo era una línea medio curveada que iba desde su oreja, hasta la comisura derecha de sus labios, sencillamente se podía cubrir con maquillaje, pero ella no lo hacía.
Volteó a verme y yo fingí estar atento a las cosas que había sacado de su mochila, pretendiendo que no había estado guardando en mis recuerdos los detalles de aquella marca en ella.
—Ten, no sabía cuales te gustaban, con eso de que no quisiste decirme... —Me lanzó unas bolsas de frituras a la cara —Así que te traje esas, saben buenas. Me gustan.
Doritos de queso.
Eran mis favoritas. Una de ellas.
—Son mis favoritas —Dije sin pensar.
—Genial —Se sentó en la orilla de mi cama sin mencionar nada —¿Qué? —Me preguntó cuando no dije nada. Llevó una fritura a sus labios y mis ojos fueron hasta ahí, recordando el desgraciado sueño que había tenido el otra vez.
Aclaré mi garganta. —Ya usé tu tonto diario.
—Que bien. ¿Ayudó en algo?
—No sé. Léelo...
—Es un diario. No se supone que otras personas a parte de ti, lo lean —Masticó despreocupadamente.
—Sí, bueno, pero me parece absurdo escribir y que nadie lo lea, solo hazlo —Me quejé.
Tomé el cuaderno entre mis manos y se lo pasé, ella, aun insegura de leerlo, lo abrió y comenzó a leer detenidamente, por el movimiento de sus labios, sabía que volvía a leer algunas partes o frases que yo había escrito. Fue la primera vez que veía a alguien leer de esa forma, estaba tan sumergida en su lectura que ni se dio cuenta cuando le robé de sus papas.
Con una sonrisa de suficiencia por haberle robado sin ser atrapado, volví a mirarla, esperando a que terminara. Jodidamente me sentí importante al ver como alguien leía de esa manera algo que yo había escrito. Realmente no era nada del otro mundo, solo había escrito sobre mi casa, sobre personas a quienes recordaba y quienes me agradaban, mi música preferida y la comida que odiaba.
Finalmente terminó de leer y me miró sonriente.
—¿No te gusta el chocolate? —Fue lo primero que dijo.
Sonreí. —No es que no me guste, solo prefiero la vainilla.
—Prefiero el chocolate.
—Es por eso que eres rara —Me acosté en mi cama.
—No es verdad. La mayoría de las personas prefieren chocolate —Sonaba indignada, y a mí me causaba placer molestarla.
—¿Quién dice eso? —Solté mientras reía.
—Una encuesta lo afirma.
Solté una carcajada y la miré incrédulo. —¡Seguro!
—¿Lo ves? Es mejor que te rías a que estes triste —Mencionó.
Dejé de reír y simplemente pasé a tener una sonrisa, me encogí de hombros y recosté mi cabeza a la almohada.
—En la tarde iremos al doctor para que me quiten el yeso del brazo y de la pierna, podré salir más... —Mencioné después de minutos en silencio.
—¿Pedirás a la escuela que te dejen hacer los exámenes finales?
Yo iba a pasar al último año de High School, pero cuando tuve el accidente, no pude seguir yendo a clases.
Lo pensé. — No lo sé, perdí el año.
—¿Qué?
—No hice exámenes ni tampoco mandé trabajos. En realidad, no perdí un año, solo volví al que debía ir... —La miré sonriente —Puede que nos toquen las mismas clases, tendrás que soportarme un poco más...
Ella abrió sus ojos.
—Ay no... —Su expresión fue de horror.
—Oh vamos, no es como si fuera a matarte...
—No dudo en que lo pienses... —Bufé.
Esa mañana fue agradable. Y las siguientes extrañamente también lo fueron y cuando menos me di cuenta, el mes ya había pasado y ella seguía viniendo a mi casa aun cuando yo ya podía salir. Ya no era tan molesto el verla llegar, quizás ya no me parecía tan irritante como antes. Varias veces mamá me obligaba a acompañar a Anderson a casa, claro que sabía las intenciones de mi madre cuando hacia eso.
—Extraño el frío...
Miré hacía el frente mientras caminábamos tranquilamente.
—¿Vas a volver a clases cuando entremos? —Preguntó.
—Aun lo estoy pensando —Murmuré, perdido en mis pensamientos.
—No puedes huir por siempre. Lo mejor es que desde ahora vayas saliendo y acostumbrándote a hacerlo.
Asentí en silencio.
No consideraba a Anderson mi amiga, era como si tuviéramos un trato silencioso en donde ella se queda cerca mientras yo traspaso esta etapa de... reingreso a la sociedad, o algo así.
Llamarla por su apellido había sido mi idea. No quería forjar alguna clase de vinculo fuerte si no éramos amigos, era mejor de esa forma. Claro que era ridículo porque el no llamarla por su nombre no evitaba eso, supongo que era más por gusto propio, me parecía un apellido tosco.
—Gracias —Siempre decía lo mismo cada que llegábamos a su casa.
La vi caminar a la puerta de su domicilio, pero decidí llamarla antes de que se fuera.
—¿Anderson...?
—¿Sí? —Me miró.
—No vayas mañana a mi casa.
Ella me miró confundida.
—Llamaré a mis amigos y saldré...
Ella sonrió y asintió. —De acuerdo, suerte.
Me sonrió ampliamente y yo terminé por contagiarme a pesar de querer evitarlo, se dio la vuelta y entró a su casa.
Eché mi cabeza hacía atrás mientras soltaba un suspiro y pensaba en cómo sería volver a ver a mis amigos después de todo este tiempo.
Camino a casa, me mantuve pensando en los acontecimientos de los últimos meses, muchos de esos días pensaba en Ji Eun y me preguntaba cómo era que ni siquiera se había tomado la molestia de llamar y preguntar si siquiera seguía vivo. Admito que esperé verla, pero ella jamás apareció, ni un mensaje, ni una maldita llamada. Nada.
Eran las siete con treinta de la noche cuando volvía reunirme con mis amigos, siendo aparentemente la misma persona de antes, solo que luciendo un poco distinto. Sentía ansiedad de volver a verlos, de que me vieran, pensaba lo peor, incluso estuve a punto de volver a casa y no salir de ahí nunca, pero al final me armé de valor y me encontré con ellos, sí, se sorprendieron, pero siguieron siendo los mismos, de hecho, hasta bromearon diciendo que lucía más rudo que antes.
Lo llamaron "marcas de una guerra."
—Me imagino que debiste estar aburrido en casa sin nada que hacer.
—Algo así, en realidad, yo... —Recordé a Anderson y tuve que bufar con diversión, miré mi comida mientras jugueteaba con ella.
—¿Qué fue esa expresión? —Andrew golpeó mi hombro.
—Nada. En realidad, estuve con...
—¿Quién? —Ni siquiera me dejaban terminar de decir. A ambos les di un golpe en la nuca para que dejaran de interrumpirme.
Iba a continuar, pero me quedé en silencio cuando me di cuenta de que Anderson ingresaba al lugar junto a un chico.
—¿Quién fue la persona desafortunada que tuvo que pasar sus días de vacaciones contigo, ah? —Esta vez Nam tuvo que seguir bromeando.
Se me hacía raro verla ahí y más a esta hora. Ambos fueron directo a ordenar sus pedidos, el chico estaba a sus espaldas y se reía con ella a carcajadas. Yo me había quedado pegado a ellos...
Tanto debí de quedarme ido viéndolos que mis compañeros lo notaron y miraron al mismo lugar que yo.
—Ay no. ¿Volviste a lo mismo? —Ambos se quejaron, de manera muy exagerada. Volví a golpearlos.
—Claro que no.
—¿Entonces? —Quiso saber Nam.
—Ella estuvo yendo a casa —Dije con desinterés, creo.
Ambos se miraron entre sí y se volvieron a reír, incrédulos.
—Seguro que sí. Jungkook, tú apenas y podía... —Volví a golpear su nuca para que se callara.
—Deja de decir tonterías —Le exigí.
—¿Son amigos? —Esta vez fue Namjoon.
—No lo llamaría así, pero...
—Ella es agradable. Es una chica amable, no se negó a llevar tu computadora —Namjoon miró a la menor quien se sentó en una mesa con aquel chico que no conocía, nunca lo había visto en la escuela —¿Serán amigos o algo así?
Me encogí de hombros.
—Ahora sabemos porque nunca le in... —Le lancé una mirada. Ellos soltaron carcajadas llamando la atención de todos, incluyendo a Anderson, quien me miró a los ojos y se sorprendió de verme ahí. Sonreí con los labios apretados, ella solo me saludó con la barbilla y siguió hablando con su acompañante.
Ok...
—Tranquilo, amigo, tu secreto está a salvo con nosotros... —Ni siquiera sabía de qué secreto hablaban, pero por experiencia sabía que era mejor no preguntar.
—Da igual.
Mis padres me habían dado permiso de estar fuera de casa durante dos horas, y era la primera vez que salía después del accidente, me sentía abrumado y quería volver a casa. Los chicos entendieron que necesitaba tiempo para poder volver a sentirme cómodo como antes, por eso aceptaron con facilidad el irnos.
Andrew se encargó de ir a pagar mientras Namjoon y yo recogíamos toda la basura de nuestra mesa. Antes de irnos, le eché una mirada a Anderson, pero la chiquilla siquiera me miró.
¿Qué rayos sucedía con ella?
Los días siguientes a mi primera salida con mis amigos después de meses, no vi a Anderson pasearse por casa, de hecho, durante una semana no se presentó, mamá preguntaba por ella cada que la recordaba y eso era casi siempre, era molesto. Mucho. El escucharla preguntar tanto por esa niña.
—¿No la has visto cuando sales? —Le pregunté un día, cansado de escucharla a ella.
—No. Deberías ir a su casa y mirar si se encuentra bien...
—No quiero ir a su casa, solo te pregunto porque tú parece que te obsesionaste con ella —Me lanzó una mala mirada —Lo que digo es que, tú deberías ser la que vaya a su casa.
—Tu pierna ya está mejor, puedes levantar ese trasero de mi sofá e ir a verla, solo la usas para que te traiga papas, no es tu esclava.
—¡Ella se ofreció! —Me reí, señalando a la nada —Pero viendo que no ha venido con ellas, no tiene palabra.
Era un sábado de junio, algo caluroso, pero no lo suficiente como para ahogarse en el calor. Como de costumbre, estaba en la sala de casa, papá trabajaba y mi madre había tenido el día libre.
—¡Ay, es tan lindo volver a verte! —Chilló mi madre cuando abrió la puerta de la entrada, la veo entrar, lleva unos pantalones algo sueltos de color oscuro y una blusa de tono claro igual de suelta, los cabellos oscuros están atados en una cola —Hemos estado preguntándonos cuándo sería el día en que vinieras.
Ese "hemos" me sonó a mucha gente.
Por otra parte, sonreí con orgullo al escuchar el inglés de mi madre. A los tres, más a mi madre y a mí, nos había costado tanto aprender el idioma, aun recordaba la angustia en el rostro de mi mamá cuando llegaba de trabajar y lloraba en el hombro de mi papá porque no lograba comprender lo que le decían. A mí me pasó en la escuela, era más joven en ese tiempo, mucho más tímido así que todo era más difícil, el inglés en corea siempre fue una materia que me costó horrores, aquí no fue la excepción, solo con la diferencia que aquí tenía que aprenderlo sí o sí si deseaba saber cualquier cosa que dijeran, actualmente sigo aprendiendo, pero todo es más sencillo ahora.
Cuando ellas dejan de hablar y la menor me mira desde su sitio, yo cruzo los brazos sobre mi pecho y la miro en silencio.
—Hola —Es la primera en hablar.
—Hola, desaparecida.
—Na ganeun ge joh-eul geos gat-a, namja chingu ssaum-i iss-eul geoya (será mejor que me vaya, habrá una pelea de novios) —Omma se retiró de la sala, yo achiné los ojos mientras negaba con la cabeza, viéndola como se iba con esa sonrisa burlona en la cara. No tenía caso que peleara con ella sobre lo que había dicho.
—Sí, no debería mencionarlo, solo me la pasé con mi familia —Dijo con simpleza, sin intenciones de mencionar detalles, tampoco los pedía.
—Ah... —Recordé el día de mi salida —Estabas ese día en McDonald's.
—Aja, Aryan es mi primo, salimos a comer algo, tenía mucho que no lo veía... —Sonrió.
Fruncí mis cejas.
—Realmente no quiero saber...
—¿Te divertiste? —Ignoró mi comentario.
—Me ignoraste... —También ignoré su pregunta. Blanqueó sus ojos.
—Supuse que no querrías hablarme delante de tus amigos
Rodé los ojos.
—No interesa, ellos saben que vienes a mi casa.
—¿Les dijiste? —Parecía que eso le había tomado por sorpresa.
—Son mis amigos más cercanos, está bien. Al parecer le agradas a Namjoon... —Me encogí de hombros.
Nos miramos en silencio.
Dejé de observarla para llevar mi atención al anillo que estaba en uno de mis dedos. No era idiota. Sabía las cosas que había hecho en el pasado, las cosas que había dicho, yo lo recordaba a pesar de que todos pensaran que no lo hacía. Entendía que la chica delante de mí la había pasado mal y yo era la razón directa de eso y debido a eso, me era confuso verla venir cada día, no parecía odiarme, pero parecía tener resentimiento hacía mí y no sabía si eso era peor, no sabía que pasaba exactamente por su cabeza.
Pero sabía que ella no era como yo.
Tenía claro que tener una amistad con ella era complicado, no habíamos empezado bien cuando nos conocimos, a pesar de eso, aquí estábamos... Anderson nunca me calló mal, solo había generado irritación en mí por temas que prefería no mencionar, pero desde que vino esa primera vez, parecía que solo éramos dos adolescentes conociéndose para volverse amigos.
No solía juntarme con chicas, tener amistad con ellas no era algo propio de mí. Prefería juntarme solo con mis amigos más cercanos. Con Anderson se sentía más llevadero, mi personalidad chocaba con la suya casi siempre, la molestaba y buscaba sacar lo peor de ella cada que podía, pero nunca lo lograba, es como si tuviera un repelente contra mí y mis provocaciones, y a pesar de todo eso, parecía que podía entenderme, al menos podía tratar de hacerlo. La clase de atención que no encuentras por cualquier lado...
Algo que hace algún tiempo busqué y nunca me dio.
—Digamos que somos una clase de amigos muy poco comunes —Le dije.
—¿Amigos, tú y yo? —Llevó una de sus manos a su pecho, incrédula.
No tenía que saber que me sentía extrañamente cómodo con su presencia.
—Sí, suena a que dejaremos de hablarnos una vez que acaben las vacaciones, veremos.
Ella hizo una sonrisa extraña y se sentó frente a mí.
—Esa es su extraña forma de hacer amigos, la verdad es que siempre le costó relacionarse con los demás —Mi madre se asomó por la puerta.
—¡Omma, se supone que te ibas!
—No vas a conocer a alguien más envidioso y celoso con sus amigos, que él. Así que, escapa ahora que puedes, es irritante —Siguió diciendo cosas de mí, ni siquiera eran ciertas.
Mi compañera soltó una risa incómoda, yo solo sentí vergüenza de las cosas que dijo mi madre. Volvió a dejarnos solos, me crucé de brazos y me quedé viendo a la nada.
Veamos, podía ser cierto. Quizás si sentía una pequeña molestia cuando veía a mis amigos más cercanos hablando y haciendo más grande su círculo social, incluso podía ponerme de mal humor cuando mi madre le ponía más atención a alguien más delante de mí, y taaal vez me enojaba un poco cuando me ignoraban, pero eso solo ocurría con personas que eran importantes para mí.
Anderson apenas y era alguien que podía llegar a ser una amiga.
—Tus amigos deben sufrir mucho contigo —Mencionó ella.
—Cállate. Solo con las personas importantes.
—Es bueno saberlo —Murmuró.
Quizás sería una buena amiga.
Ahora me pregunto, si mi accidente no hubiera pasado nunca, quizás jamás hubiéramos hablado como dos personas normales, por muchas cuestiones, una de ellas era que ella jamás se me acercaba, nunca quería dirigirme la palabra o mirarme, lo entendía, yo era mierda, lo sigo siendo. Era como si yo fuera un depredador y ella la presa, siendo cazada constantemente.
Pero habíamos cambiado. Ella había cambiado, como muchos de nosotros. Y yo había descubierto de la peor forma que era horriblemente fácil de persuadir y engañar, era débil en maneras penosas.
Anderson quizá había aprendido a ser fuerte.
Era molesto.
Era molesto ver como muchos habían cambiado a lo largo del tiempo, para bien o para mal, pero seguían avanzando, yo sentía que me quedaba atrás, que lo que pasó hace unos meses me dejó atascado y perdido.
Pero tenía la sensación de que algo estaba empezando y otra cosa estaba terminando, el problema era que no tenía idea de lo que era.
¿Qué terminaba, qué era lo que empezaba?
Buenas, buenas. ¿Cómo va todo? vuelvo a actualizar porque estoy emocionada con todo esto.
¿Qué piensan? ¿Creen que haya una razón en especifico para que Jungkook haya comenzado a molestar a Alyn, creen que sus amigos lo saben?
¿Piensan que estos dos seguirán siendo "amigos" cuando vuelvan a la escuela?
Dejen sus pensamientos y respuestas a esas preguntas en los comentarios, los leo siempre.
Como cada vez, gracias por leer, votar y comentar. También quiero agradecer a aquellos que me comenzaron a seguir, muchas gracias.
Post: La imagen del inicio es un intento de representación mía de las cicatrices de Jeon (yo la "edite" pido perdón, no soy buena en ello)
Aprendí a hacer dedicaciones con la ayuda de una personita. A esa lectora que siempre lee y comenta, muchas gracias.
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