Capítulo 29
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★彡[ʏᴏᴍᴀʀɪꜱ.
—Stop playing... —Se quejó Jungkook con Alyn.
Ella prácticamente correteaba por el parque al que habíamos venido, bueno, al que me habían arrastrado con ellos. No tenía idea de cómo había acabado allí, en vez de estar en la comodidad de mi casa, no había podido negarme, por vergüenza.
—You are boring... —Le contestó ella.
La otra pareja estaba en los columpios, en su propio mundo de rosas y corazones. Desde donde estaba, debajo de la sombra de un árbol, sentada a lado de Jungkook y a un costado de Alyn, observaba ese amor desde lejos. Era curioso pensar en tener a alguien así contigo, yo jamás había tenido a alguien y en ocasiones sentía que jamás llegaría ahí, por lo menos no durante un largo tiempo, no lo necesitaba, no era algo a lo que aspirara a tener ahora porque mi atención estaba en otro lado, como, por ejemplo, mis estudios, pero, era imposible no preguntarse si yo también un día podría estar así, con alguien más.
El amor era complicado, las relaciones humanas lo eran también, lo había visto a lo largo de mi vida. Había visto como las personas cambiaban a lo largo del tiempo, cada que crecían, cambiaban y a veces se alejaban, lo había visto, había sentido lo que era ser abandonada por personas a las que quise. No tenía miedo de conocer personas, no tenía temor de ser abandonada, no era mi caso, pero era agotador ser siempre la que se quedaba atrás.
No me consideraba alguien normal, más bien me consideraba alguien rota, era un tipo de adolescente que luchaba por sentirse normal, sabiendo que, en el fondo, había una piedrita que impedía que lo fuera. Era el tipo de adolescente que no se sentía perteneciente a ningún lado, ese tipo de joven que mira las parejas y se pregunta cómo se sentiría estar enamorada de alguien que pudiera tener y sentir lo mismo, alguien que fuera posible.
Porque había amado, lo había hecho y era hermoso, casi de la misma forma era horrible. El amor era terrible cuando no era correspondido, cuando querías algo que no eras capaz de obtener, tenías que aprender a vivir con eso, quizás por un periodo corto o puede que uno largo.
En ocasiones el amor era como un buen sueño que tiene fin.
—¿Qué piensas? —Miré al asiático en cuanto me habló.
—Nada —Hablar inglés era incómodo, quizás porque era rara.
Él miró en la misma dirección que yo veía.
—¿Te incomoda? —Negué —Pues a mí sí. Malditos hormonales.
Había notado que Jungkook y yo compartíamos pensamientos similares en cuanto al amor y las parejas, podía ver como se negaba a sentir algo así. Apenas los estaba conociendo, pero era buena observando a las personas.
—Es bonito —Comenté, después de un par de minutos. Sentí su mirada sobre mí.
—No siempre lo es, a veces es horrible —Contestó —Es complicado.
Y ahí estaba lo que yo creía, era una frase sencilla, era algo que normalmente no se tomaría tan enserio, pero yo lo había entendido.
Lo observé cuando dijo eso, ahora era él el que miraba con detenimiento a la pareja, ahora estaba cien por ciento segura de que alguien había herido a Jungkook, estaba segura de ello.
—Amabas a alguien, ¿verdad?
—Lamentablemente, sí —Dijo, después de un par de minutos, volvió a mirarme —¿Tú?
Me encogí de hombros.
—Puede ser, de todas formas... ¿cuándo sabemos cuándo es amor en verdad? No creo que sea solo cuando el sentimiento sea profundo o fuerte, ¿no?
—Comienzo a entender por qué ganaste ese premio, el de escritura —Aclaró cuando lo miré confundida.
—Oh... —Expresé, apenada.
—Eres de esas personas que escriben más que hablar, ¿no?
No dije nada, me sentía casi expuesta, por eso dejé de mirarlo, lo escuché reír nasalmente.
Alyn justo volvió a nosotros.
—¡Ey, ustedes dos! —Nos señaló, con humor —Deberían estar en los juegos.
—No molestes, Anderson... —Volvió a quejarse él —Hace frío.
Alyn lo miró mal y lo ignoró, para mirarme a mí con una sonrisa.
—Ven conmigo —Dijo, me puse de pie y la seguí, bajo la atenta mirada del asiático.
—¡Hola! —Me saludó la rubia, su novio sonrió.
Me senté junto a Alyn, en el otro columpio que estaba libre.
—Le agradas a Jungkook —Dijo —Créeme, de no ser así, ni siquiera te hablara. Es un presumido.
No me miraba, miraba sus pies balancearse.
—No me gusta —Expresé, con dificultad, me observó al instante —Sé que te gusta.
Jamás pensé que decirle eso la haría sonrojar tan fuerte. Fue la primera vez que hice sonrojar a alguien en toda mi vida, se veía muy bonita, aunque no me gustaba hacer sentir a otros apenados.
—¿Q-qué, quién...?
—Me di cuenta sola, por como lo miras —Le sonreí —No voy a decirle.
—Gracias.
—¿Desde hace mucho te gusta? —Quise saber.
—Sí. Desde hace mucho estoy enamorada.
—¿Enamorada? —Repetí, más para mí misma.
Recordé las palabras del coreano, había dicho que lamentablemente había estado enamorado y que el amor era complicado. Se me vino una idea a la mente, una idea del por qué había sufrido por amor, Alyn se notaba triste al decir estar enamorada. No pude evitar pensar que tuvieron algo, pero no funcionó, pero se llevaban muy bien como para que haya sido así.
¿Acaso Alyn amaba a alguien quien había amado a alguien más, Alyn estaba amando a una persona que ya esperaba a otra? De pronto me sentí curiosa por ellos dos.
Alyn estaba enamorada de Jeon... ¿Cuáles era los sentimientos de él?
—¡Bichito! —Bramó el chico, acercándose a nosotras, se plantó frente a ambas y nos observó, irritado —Dijiste que sería interesante, ¿te parece interesante venir a un parque de niños?
—Oye, es interesante. Solo observa a Cele y Troy, se están divi... —Los tres volteamos a ver a los mencionados, quienes estaban a unos metros de nosotros, se estaban besando —Bueno, se divierten a su manera.
—Anderson, se están toqueteando y besando —Expresó él, con la voz agotada —¿Cómo jodidos eso podría ser interesante?
—Para ellos lo es, se quieren —Dije, en mi idioma, atrayendo la atención de los dos que estaban a mi lado.
—Como sea.
★彡[ᴀʟʏɴ.
—Fue bueno verte, chico Jeon —Papá palmeó la espalda de Jungkook —Cuídate.
—Igualmente, señor —Soltó una sonrisilla.
Finalmente salimos de la casa, después de haber dejado a los chicos en sus casas, Jungkook había decidido pasar a saludar a mi papá.
Nos sentamos en las escaleras del deck de mi casa.
—¿Van a invitar a Yomaris a sus viernes de películas? —Me sorprende que de repente me pregunte eso.
—¿Por qué, te agrada mucho? —Sonreí, haciéndolo bufar.
—Es curiosa, me recuerda a alguien de corea —Murmura, observando con atención el pasto seco debido al frío.
Siempre quise saber cómo era su vida allá, la razón del por qué decidieron mudarse, me preguntaba sobre sus amigos allá y si los extrañaba de vez en cuando.
—¿Tenías muchos amigos allá? —Me es imposible no preguntar.
Él guarda silencio por varios minutos, tantos que por un momento pienso que no va a contestar.
—¿Me creerías si te digo que no? —Me mira.
—La verdad no.
—Pues no, no tenía muchos amigos. Era como Yomaris, callado y serio, tímido —Dice, apartando la mirada de mi rostro —Yo no... yo no era el favorito de nadie allá, era como... era como...
—¿Cómo yo? —Agregué.
—Algo así —Sus ojos vuelven a escanear mi rostro, parece perdido en sus pensamientos —Solo que yo era más cobarde.
—No eras cobarde.
—Por favor... —Bufa, volviendo la mirada al pasto —Ambos sabemos que eso es mentira, no trates de hacerme sentir mejor.
—No lo hago, es solo que no siempre podemos ser valientes, Jungkook —Hago una pausa cuando me mira de nuevo —Y yo no siempre soy valiente, quizás es como me veas, pero en realidad no soy tanto así. Tengo que ser fuerte, es un poco distinto.
—No sé por qué siempre termino hablando de esto contigo —Cierra los ojos un segundo.
—¿Qué extrañas más de corea?
—Mhm... no mucho realmente, tal vez a mis amigos.
—¿Cuáles son sus nombres? —Giré mi cuerpo en dirección al suyo, interesada.
—Taehyung y Jimin. Son unos años mayores que yo, éramos vecinos, así que se volvieron mis amigos —Suspiró —Éramos inseparables, estarían decepcionados si me vieran ahora.
—¿Por qué?
—De la persona en la que me convertí...
De nuevo sus ojos se quedan con los míos, a veces se siente como si pudiéramos decirnos mil cosas de esa forma.
—¿Estas enamorada, bichito? —Pregunta, suavemente. Me toma de sorpresa, por eso comencé a toser. Me había atragantado con mi propia saliva.
—¿A-a qué viene eso? —Tartamudeé, intentando recuperarme y evitando verlo a los ojos.
—Una vez Celestine dijo algo sobre eso, me da curiosidad.
—Oh —Maldita seas, Cele.
—¿Entonces? —Tuve que volver a mirarlo —¿Estas enamorada de alguien, bichito?
Que alguien me salvara.
Mi corazón comenzó a bombear sangre a mi cuerpo como si estuviera perdiendo sangre, quizás lo estaba haciendo, de algún modo, sentía que iba a explotar. No era capaz de tranquilizarme porque tenía sus oscuros ojos sobre mi persona, expectantes y curiosos de escuchar mi respuesta.
¿Cómo sería decirle que sí, que sí estaba enamorada de alguien y que ese alguien era él?
—Enamorada es una palabra grande —Murmuré, cohibida.
—Lo sé... —Frunció sus labios —¿Quién es, es de la escuela, lo conozco?
—Ni siquiera dije que sí.
—Eres muy obvia, Anderson...
—N-no es nadie.
—¿Entonces por qué estas avergonzada?
Porque la persona que me gusta me está preguntando si estoy enamorada de alguien.
—Es raro.
—¿Por qué? ¿lo conozco?
—A-algo así... es... es un nuevo amigo.
Él se quedó en silencio, mirando un punto fijo de la calle. Lo noté pensativo, como si intentara recordar a alguien en específico.
—¿Jun...?
—¿Te gustaría venir a mi casa mañana? Hacer el viernes de películas en mi casa —Me interrumpió, poniéndose de pie.
—¿En tu casa? —También me puse de pie, con lentitud, aun sorprendida por su actuar.
—Uhum, mi mamá quiere que la visites, puedes invitar a tu amiga la irritante y a Yomaris —Estiró los labios, observando otro lugar que no fuera yo.
¿Me estaba invitando a ir a ver películas a su casa?
—¿En serio?
—¿Por qué te sorprendes? Que sepas que no eres la única con TV en su casa, eh. No te creas única.
—Le diré a los demás —Ignoré lo que dijo, sin poder esconder mi sonrisa. Esta vez me miró y me devolvió la sonrisa.
—De acuerdo, me voy —Yo asentí con la cabeza y se fue, desapareciendo poco a poco de mi vista.
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★彡[ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ.
Nunca fui el tipo de persona que le gustara invitar a sus amigos a su casa. Prefería ir a las casas de los demás, se sentía más seguro, de alguna manera extraña. Por eso se sentía raro estar en la sala de mi casa, esperando a que llegaran Anderson y las otras dos chicas. ¿Omma? Omma estaba que se ahogaba de la emoción de saber que vendrían a casa, dijo que era un gran avance en mí, yo no sabía si eso era cierto, pero la dejé emocionarse.
—¿Debería de mandar a tu padre a comprar algunas frituras? —Estaba muuy emocionada.
—Omma, tranquila, solo son...
—Son tus amigos —Completó, al segundo le gritó a papá para que viniera a la sala de estar —Cielo, ve al Dollar y compra todo lo que creas que un adolescente ingiere cuando está con sus amigos.
—¿Legales o...? —Mamá le lanzó una almohada del sofá —¡Solo jugaba! Vuelvo en un momento.
—Dime, esta vez vienen más personas aparte de Alyn, ¿cierto? —Preguntó cuando papá ya había salido de casa.
—Solo es su mejor amiga y Yomaris.
—¿Yoma... qué?
—Yomaris —Corregí —Es mexicana, casi no habla inglés, pero es curiosa. Te tengo que advertir que tengas cuidado con ella, es tímida y no quiero que andes hostigándola —La señalé.
—¡Ay dios! ¿tanto te agrada?
—Ella me entiende —Susurré.
En ese instante fue cuando tocaron la puerta de casa, mamá alisó su ropa y caminó rápidamente a la puerta para abrirla. Me puse de pie, tallando las palmas de mis manos sobre mis muslos, por alguna extraña razón las sentí húmedas.
—¡Oh my God, how many teenagers are coming to my home today...! —Exclamó mi madre con emoción. Choqué la palma de mi mano en mi frente y me obligué a retener la vergüenza dentro de mi cuerpo —¡Pasen, pasen!
La primera persona a la que vi fue a Anderson, quien lucía ya bastante acostumbrada a las reacciones exageradas y a la energía de mi madre. Me sonrió suavemente cuando me vio, detrás suyo ingresó la mexicana, Celestine y... jodida mierda, vi a Troy y detrás de él, el jodido de Levi.
No puede ser, de todos los que pudieron venir...
—Hola, soy la madre de Jungkook, pueden decirme señora Yon, Yon o, si prefieren, suegra —Dijo lo último, mirando a Anderson, ella carraspeó.
No puede ser.
—Genial, no sabía que venían ustedes también —Miré a los dos varones, que observaban con detenimiento mi casa.
—Él es Troy, mi novio y él es Levi —Celestine presentó a cada persona.
—Hola —Saludó la más tímida, aparte de Anderson.
—Un gusto conocerlos a todos. Mi esposo fue a comprar cosas para ustedes, mientras, Jungkook puede mostrarles donde verán las películas —Los jóvenes asintieron.
—Tu casa es mejor que la mía, Jeon —Levi habló.
—Eh, gracias... —Fruncí mi ceño —Síganme.
Los guie al patio de atrás, appa me había ayudado a colgar una manta blanca justo sobre la pared de la casa, a unos metros delante habíamos puesto un proyector que yacía tiempo habíamos comprado. En el pasto, pusimos mantas y almohadas para sentarnos ahí.
—¡Qué bonito! —Chilló la rubia, tirándose a las mantas. Todos hicieron el amago de acostarse, me reí cuando Levi obligó a Yomaris a sentarse con ellos.
Vi a Anderson ponerse de pie y acercarse a mí.
—¿Te molestó?
—¿Qué cosa?
—El que haya venido Troy y Levi, Cele le dijo a Troy y pues ambos vinieron.
—Está bien, no te pongas a llorar —La molesté.
—No voy a llorar —Frunció las cejas.
—Yo pensé que sí, tus ojos están brillosos —Alterné mi mirada en ellos.
—Yo no tengo la culpa de tener los ojos así...
—No estoy diciendo que tengas la culpa, solo hice un comentario —Evitó mirarme —Ya, bicho, bichito...
—¿Qué? —Esta vez volvió a mirarme.
Ya se estaba haciendo costumbre. Se estaba haciendo costumbre mirarnos en silencio, no era algo intencional, sencillamente se sentía como si fuera un imán, te daba la sensación de no querer dejar de hacerlo. Como cuando te aferras a las sábanas cuando sabes que tienes que levantarte.
Me causaba estrés esto, pero al mismo tiempo, parecía ser algo natural. Siempre pensé que sus ojos eran comunes, eran oscuros, pestañas largas y del mismo tono que su cabello, le daban profundidad y brillo en su mirada.
—Son interesantes —Dije, después de salir de ese estúpido bucle.
—¿Qué cosa?
—Jeon, ¿cuál vamos a ver? —Troy me gritó desde donde estaba, sobre las mantas.
—¿Te parece bien Barney? —Hablé, acercándome a ellos.
—Joder, no.
—Aquí les traigo comida dañina para disfrutar la tarde —Mi papá entró a la escena, alzó a la vista las bolsas que traía en los brazos, las dejó sobre las mantas, a un lado de los jóvenes —Soy ChungHe, por cierto. Padre de Jungkook.
—Gracias, señor He —Agradecieron todos.
—Así que, ¿cuál verán? Estos meses han salido nuevas películas —Colocó los brazos en forma de jarra y observó la computadora que estaba conectada al proyector.
—Todavía no sabemos.
—¿Y si vemos Avatar? Nunca terminé de verla —Sugirió Levi, yo rodeé los ojos.
—¡Sí! —Anderson exclamó, chocando los cinco con el pigmeo ese.
—Por dios, no. Esa ya tiene tiempo que salió —Me quejé.
—¿Por qué no? —Se quejó la bicho y todos la siguieron, la miré, con una expresión de repulsión, a su lado, Levi hacía el mismo gesto que ella.
Papá palmeó mi hombro.
—Tienes que complacer a tus invitados.
Que se jodan los invitados, yo recordaba solo haber invitado a una persona, pero todos se habían colado.
—Y si pusieras delineador aquí, tus ojos lucirían mucho más fascinantes —Volví a escuchar a Levi susurrar
Volteé a verlos, con molestia, justo el chico pasaba su dedo índice por el parpado de Anderson. No había parado de decir idioteces, no había parado desde que la película había empezado.
¿Fascinantes, es idiota o qué?
—¿Tú crees? —Contestó ella, esperanzada.
—Por supuesto. Tienes ojos muy bonitos, deberías lucirlos más, así podría apreciarlos —Ambos soltaron risitas, risitas de retrasados.
Llevé mi vista a los demás, para ver si era el único al que le molesta que no se callaran. Nadie les estaba prestando atención, estaban inmersos en la trama de la película. Los dos no habían parado y no me habían dejado prestar atención a nada.
Por varios minutos, ambos se mantuvieron en silencio, mirando la película como dos personas normales. Ahora que me daba cuenta, era una película de terror, justo estaba una escena de tensión, y justo volví a escuchar los murmullos del jodido de Levi.
—Abrázame, Alyn, abrázame —Chilló bajito, rodeando a la chica por los hombros.
Ya está bien, era demasiado ya.
—Levi... —Lo llamé, captando su atención al instante —¿Quieres palomitas?
—Sí quiero —Asintió, sin dejar de pegarse a la bicho.
—Entonces ayúdame, así sirve que te libras de toda esta tensión —Iba a negarse, pero antes de que pudiera decir algo, yo ya lo estaba obligando a ponerse de pie, guiándolo a la cocina de mi casa.
Era jodidamente más bajo que yo, prácticamente del mismo tamaño que Anderson, era delgado y sumamente irritante. No sé en qué momento se había vuelto tan amigo de ellas.
Le lancé la bolsa de palomitas a las manos, él, inseguro, la desdobló y la metió al microondas.
Estaba justo a su lado.
—Te llevas bien con Anderson, eh...
—Ah sí, nos entendemos y apoyamos —Comentó, felizmente —Somos como almas gemelas destinadas a conocerse.
Ay no...
Bufé, casi escupiendo un pulmón por lo ridículo que había sonado.
—¿En verdad crees en eso? —Me burlé.
—Claro. Sentimos lo mismo... —Comentó, sacando la bolsa ya llena de palomitas hechas, al parecer ya había sonado, pero no lo había escuchado.
No me había quedado claro lo que había dicho, ¿que sienten lo mismo, a qué se refería con eso?
Me sentí incómodo de la nada. Y recordé lo que había dicho Anderson, ¿Levi era ese chico del que estaba enamorada, ambos sentían lo mismo por el otro?
—Ya están, lleva alguna salsa —Escuché que me habló, saliendo por la puerta.
Tomé la primera salsa que encontré y salí detrás de él, lo alcancé justo antes de que llegara a los demás.
—¿A qué te refieres con que sienten lo mismo? —Susurré.
—Pues... eso mismo. Nos gus...
—¡Ya traigan esas palomitas! —Nos gritó Celestine desde donde estaba. Levi se carcajeó y se fue con ellos.
Me quedé justo ahí, tratando de comprender lo que había dicho el jodido de Levi, pero nada se concretaba en mi mente.
¿En verdad, él, el pigmeo ese? No lograba comprenderlo, tampoco el por qué no había querido decirme que era el nuevo de quien se había enamorado...
—¿Vas a hablar o seguirás perdido en tus pensamientos? —Parpadeé varias veces, volviendo a la realidad.
—¿Qué? Sí, todo está bien.
—¿Sí? Porque pareces perturbado —Escaneó mi rostro —¿Sucedió algo, es Ji Eun de nuevo?
El escuchar su nombre una vez más me provocó mal humor. Ya no estaba tan presente en mi mente como los primeros meses, pero seguía sintiéndome incómodo el hablar de ella.
—No es eso. Yo... —Me quedé callado, la verdad los últimos días había estado bastante desconectado de todo, tratando de comprender un par de cosas que aún no lograba captar del todo.
—Dime.
—No sé, solo me siento como desconectado.
—¿Has hablado de eso con tu psicóloga?
—No, estuvo de viaje, mañana volveré a verla —Comenté —¿Cómo te está yendo en el último año? Escuché que harán un recorrido por una universidad.
—Todo va bien, es algo estresante, pero va bien. Y sí, habrá un recorrido, pero aún no sé si pueda ir.
—Deberías —Sugerí, aun medio ido.
Me miró, como si supiera todo sobre mí.
—Ya, en verdad, dime que es lo que te tiene tan extraño.
Jadeé, frustrado, recostando mi espalda a la silla.
—Y ya no me digas que nada porque es por completo una mentira, no intentes engañarme.
No quería hablar del tema, era raro, no quería exteriorizarlo hasta que todo estuviera en su lugar, pero la verdad era que Namjoon era la única persona en la que podía buscar opiniones reales y seguras, era la única persona que podía darme respuestas y que podía escucharme sin juzgarme, a veces.
Me armé de valor y hablé.
—Es una tontería de hecho —Empiezo, intentando sacarle hierro al asunto —Es sobre... es sobre Anderson.
—¡Oh mi dios! ¡ya empezamos, sabía que terminaría por atraparte por completo! —Gime, emocionado y sorprendido.
De acuerdo. ¿Qué...?
—Nam, que mierda, no es lo que estás pensando —Aclaro, antes de que siga diciendo barbaridades —No es lo que... no es lo que crees. Es solo que estoy... estoy un poco preocupado.
—¿Por qué? —Deja de observar el techo.
—Está enamorada —Decir eso me da asco.
—¿Enamorada, enamorada de quién? —Se recarga a la mesa, para estar más cerca de mí, me mira, con intensidad.
—Levi, Levi Johnson, el chico nuevo. Se llevan bien porque son almas gemelas, o una burrada así dijo el pigmeo —Me burlo, golpeteando la mesa con mis dedos y golpeando mi mejilla interna con mi lengua —Dime, ¿no te parece que eso es una ridiculez?
—¿Levi? —Parece confundido —¿Ella te lo dijo?
—No exactamente. Celestine mencionó algo así de que Anderson estaba enamorada. Le pregunté sobre eso hace unas semanas, me dijo que estaba enamorada de alguien de quien se había hecho amiga hace poco —Bebí de mi batido, antes de seguir hablando —Le pregunté a Levi sobre eso y me dijo que ambos sentían lo mismo por el otro, que eran almas gemelas y más mierda de esa...
Mordí mi labio inferior cuando terminé de hablar, observando la manera en la que mi amigo me miraba.
—¿Qué pasa?
—¿No te das cuenta, en verdad no eres consciente de que estás celoso? —Preguntó, así, sin dilatación.
Yo tuve que reírme, tuve que reírme mucho porque lo que acababa de decir era lo más gracioso que había dicho en todo el rato que llevábamos aquí.
—Joder Nam, ¿y según tú por qué estaría celoso? —Seguí riéndome.
—No sé, quizás porque siempre te has sentido atraído por Alyn, y ahora que está, supuestamente, enamorada de ese Levi, te molesta —Ignoré el tono escéptico en su voz.
—En primera, para aclarar, nunca me he sentido atraído por ella, y segunda, me preocupa que... que ella salga con alguien como Eun —Fue su turno de reír, reír y bufar muy dramáticamente.
—Jungkook, volvamos al pasado, ¿quieres? —Debía ser una pregunta retórica porque cuando estaba por negarme, él me pasó por alto y siguió hablando —Cuando la conociste, aun ni siquiera conocías a Ji Eun, recuerdo que solías seguir con la mirada a Alyn cada que malditamente pasaba cerca, todos nosotros sabíamos que cuando ella estaba cerca, no teníamos que intentar llamar tu atención hasta que ella desapareciera de tu vista...
—Mentira...
—...y era divertido verte intentar hacer que ella te mirara, no sé por qué creíste que la mejor manera de lograr eso era metiéndote con ella cada que podías, no te gustaba hacerlo, lo sé, y no me mires así porque yo lo veía...
Agregó tosco cuando intenté interrumpirlo.
—Por eso, cuando te diste cuenta de la magnitud del asunto, quisiste dejarlo, conociste a Eun, todo empeoró más. Esta loca te gustó un poquito y te aferraste a ese sentimiento porque nunca fuiste lo suficientemente valiente como para tenerlo con Alyn.
—¿Qué clase de novelas creas en tu cabeza, hyung? —Rasqué mi frente —Fue un error todo eso, Anderson me parecía curiosa, pero solo eso, yo no... no estaba...
—¡Deja de mentirte, Jeon! —Rugió a los cielos, volvió a mirarme, casi con angustia —¿En verdad no eres capaz de verlo o solo lo ignoras porque tienes miedo?
—Nam, déjalo, Namjoon. No quiero s...
—Te gusta Alyn —Mi cuerpo se tensó y negué con la cabeza, ya no siendo capaz de mirarlo a la cara. Todo este tema me estaba ahogando de una forma extraña —Te angustia sentir algo así de nuevo y que salga mal, pero no estabas enamorado de Ji Eun, Jungkook, estabas enamorado de la idea de ser parte de esa gente, estabas enamorado de la idea de pertenecer. Estabas enamorado de la idea de alejar lo que te provocaba Alyn.
—Estas jodidamente equivocado —Negué.
—No puedo saber con exactitud tus sentimientos, Jungkook, pero te conozco, estuve ahí todo ese tiempo y lo vi por más tiempo. Déjame decirte que la manera en la que mirabas a Alyn no era nada similar a la manera en la que mirabas a Ji Eun, incluso cuando seguías saliendo con ella nunca la miraste como a Alyn.
Llevé mis manos a mis cabellos, intentando quitarlos de mi rostro, volví a negar con la cabeza. Lo que decía Namjoon era imposible, sencillamente lo era, yo lo sabía, yo lo hubiera sabido, yo lo sabría, lo sabría al instante, ¿no? No podía ser cierto, no debía ser cierto.
Miré a mi amigo cuando una de sus manos tomó la mía con fuerza.
Nam me había dicho muchas cosas a lo largo del tiempo que llevábamos conociéndonos, muchas de esas cosas me habían hecho replantearme cosas sobre mí mismo, muchas veces me abrió los ojos, me había hecho entrar en razón demasiadas veces. Esta vez, lo que dijo, mirándome a los ojos, no me levantó, no me dio razón ni tampoco me hizo abrir los ojos, me hizo sentir terror, me hizo sentir como si de repente mis ojos hubieran vuelto a ser cerrados, pero de alguna manera extraña también los había abierto, pero, por decisión propia, los había cerrado, me obligué a cerrarlos porque el miedo era mayor que cualquier otra cosa.
—Casi podría asegurar que estas enamorado de Alyn desde aquella vez que la viste en el mall de Gastonia.
Y los cerré fuerte, tan fuerte como pude para intentar que la verdad no me entrara por los poros, no quise saber la verdad porque ya había tenido una que me había herido profundo, no quería perderme de nuevo, hacerlo más, sin importar si jamás descubría si ella podía salvarme de todo esto.
*Sin palabras*
Muchas pidieron a alguien que pusiera celoso a Jungkook, pues déjenme que Levi existe para esto, en realidad Levi no llegó para esto, no con exactitud, pero sí que hará que Jungkook se reviente muchas veces, por un tiempo.
Y... bueno, jóvenes, era un poco obvio los sentimientos de Jk, es decir, se veía venir que fuera así, Namjoon parece haberlo confirmado, ¿o creen que se esta equivocando, qué piensan de la reacción de Jungkook al escuchar a su amigo? ¿creen que él también ya lo sabía, pero se negaba a aceptarlo, que se esté negando a aceptarlo?
Pero algo es claro, chicas y chicos. Jeon Jungkook se sintió atraido a Alyn desde la primera vez que la vio y hablamos de aquella vez en el mall, el apodo que él le puso no fue por casualidad, y lo podemos saber con lo último que dijo Nam...
¿Jeon Jungkook en verdad podría estar enamorado de Alyn o sencillamente fue un gusto?
Opiniones aquí.
Gracias por leer, las y los quiero mucho.
(El video será publicado en mi cuenta de instagram)
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