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Capítulo 28




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★彡[ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ.



—Oh, bueno, es bueno... —Le dije a Yomaris, sin dejar de ver su libreta de dibujo, había buenos en ella.

Era una chica muy pequeña y delgada, a simple vista, parecía ser alguien sumamente seria y fría, aburrida, pero cuando te acercabas e indagabas un poco en ella, te dabas cuenta que realmente no era así, en realidad era alguien muy introvertida, tímida, pero también amable y hasta cálida. Era el tipo de persona que te hacía sentir a gusto en poco tiempo, el tipo de persona que te generaba la suficiente confianza como para poder contarle todo, yo no lo había hecho, claro, pero eso generaba ella.

Estaba sentada a mi costado, jugando con el lápiz entre sus manos, me parece que esa es una manía, así como morderse los costados de los dedos. También le había ofrecido ver mi libreta, la estaba observando, en silencio, podía ver, con ciertos de mis dibujos, como se detenía a observar con un brillo de sorpresa.

Yomaris generó más confianza en mí porque cuando me vio por primera vez, no reaccionó a mi cicatriz, sé que la vio, pero no le prestó atención. Fue como si no le sorprendiera, como si no fuera algo extraño, eso me agradó...


¿Te gusta clase art? —Expresé, torpemente, mirando uno de sus últimos dibujos, en una esquina había algo escrito, no pude entenderlo porque estaba en español.

—Sí.

—Hola... —Saludó Anderson, mientras se sentaba a mi otro costado. La miré, con el ceño fruncido.

—¿Dónde mierdas estabas? Irresponsable, llegas a mitad de la clase... —Bufé.

—Es que le di un recorrido al chico nuevo, ese que me contaste el otra vez, sí se llama Levi... —Contó, sacando sus cosas y poniéndolas en la mesa. Al momento, saludó a Yomaris.

Desde aquella primera vez que habían hablado con la mexicana, Anderson se la pasaba hablando con ella, a veces por el traductor, otras sencillamente ellas solas, claro que a Yomaris le costaba más. Era curioso como dos personas forman una amistad sin necesidad de hablar el mismo idioma. Yo me mantenía al margen, aunque también había tenido mis momentos, compartíamos cosas en común, una de esas cosas era el gusto por el dibujo, me había contado, por el traductor, que había empezado a dibujar cuando tenía diez años, pero que sentía que aún tenía demasiado por aprender.

No era sencillo hablar porque no era fácil hacerla decir algo.


—Adiós —Nos despedimos de ella cuando la clase terminó. La mexicana se fue pasillo abajo, su autobús era uno de los primeros.

—Creo que la hostigamos, ¿crees que la estamos hostigando? —La escuché preguntar, la volteé a ver.

—Probablemente, aunque puede que sea normal, se ve que es tímida —La miré de reojo —Y más que tú no dejas ni que respire.

—¿En verdad hago eso? —Parecía angustiada. Se lo estaba creyendo.

—Eres ingenua —Negué con la cabeza y comencé a caminar.

Las últimas semanas no había tenido citas con Sara, por lo que dijo en un mensaje, había tenido que hacer un viaje de último minuto, así que no podría estar trabajando, no estaría por una semana más. Se sentía raro no contarle todo lo que pudiera, me había acostumbrado a tener ese lugar seguro en donde dejar mis mayores preocupaciones y temores.

Pero también me había enviado un correo en donde me decía que, si quería, podía escribir una lista de cosas importantes de las cuales le quisiera hablar cuando ella volviera.


Cosas que contarle a Sara:

Tenemos una amiga nueva, es mexicana.

Ya no me parece tan malo salir con los amigos de Anderson.







—¿Cuándo vendrá a visitarnos Alyn? —Mamá seguía de necia con eso.

—Ma... Anderson tiene una vida más allá de venir a verte —Le reprendí —Debe estar pasando tiempo con su papá, son muy unidos.

—Mírate, ya hasta sabes cosas sobre ella y su papá —Insinuó.

Por piedad a...

La miré.

—¿Qué dices?

—Solo digo que te has vuelto cercano a ella.

—B-bueno, supongo, un poco... —Me levanté a lavar mi plato —Lo sé porque es algo que se ve a simple vista.

—Y lo notaste porque pasas el suficiente tiempo con ellos —Agregó de nuevo, dejé el plato y volví a mirarla.

—¿A qué quieres llegar, omma?

Ella se puso de pie.

—Solo me causa curiosidad el cómo te sientes con ella —Fruncí mi ceño, esperando a que terminara de hablar —Puede que ella te de ese impulso para amar de n...

Amor, de eso se trataba todo esto, ese jodido sentimiento. Ese maldito sentimiento que vuelve loca a la gente.

—Omma. Quítate eso de la cabeza, por favor, estoy abierto a amarte a ti y a appa, a ese tipo de amor, pero no del tipo romántico —Tajé, mordiendo con ansias mi labio inferior —No quiero hacerlo, no quiero volver a amar. No es bueno.

Mamá se acercó a mí para tocar una de mis mejillas, mirándome directo a los ojos.

—Tienes que soltarla, tienes que permitirte ser tú o siempre estarás ahí, estancado.







Todos estaban emocionados, harían una fiesta para los del grado doce, era algo así para ir despidiendo a los de último año, a los seniors, y por lo que sé, los del grado once también podían asistir. Esta vez, por lo que había oído, el baile sería ambientado en no sé qué época. Habría comida, música y no sé cuanta porquería más.

No era obligatorio asistir, al menos para los alumnos. Yo estaba encantado con eso porque no tenía deseos ni planes de venir.

—¿Vendrás a la fiesta? —Un susurro a mi costado me hizo dejar de pensar en el convivio, Anderson me miraba.

—No.

—¿Por qué no? —Sus labios se fruncieron.

—Porque no.

—Será precioso, este año es de temática de los años 90s —Explicó, emocionada.

Evité sonreír.

—Todavía peor —Me quejé, provocando que ella me eche una mala mirada —Es una pésima idea.

—¡Tienes que venir! —Me señaló. Observé su dedo índice, antes de tomarlo entre mi mano y apretarlo.

—No, no tengo... —La solté y devolví mi atención a la clase, ignorando sus quejas.

Por lo que sabía, era esta noche, así que muchos se iban temprano a casa para poder comenzar a arreglarse. Así de importante era el evento. Me sorprendió ver a Anderson ponerse de pie.

—¿A dónde vas?

—Me voy, papá me dio permiso de irme con Celestine —Habló, colocándose su mochila en la espalda.

—¿En verdad vendrás a esa mierda? Vamos, Anderson... —Me quejé.

—Aquí es importante, todos quieren venir.

—Yo no —Agregué.

—No todos son como tú —Me sacó la lengua —Nos vemos mañana entonces.

Y sin esperar a que me siguiera quejando, se fue.

Observé a mi alrededor, varias chicas también se habían ido temprano, era algo común. Yomaris ni se había inmutado. Bufé, provocando que ella levantara su mirada y la enfocara en mi persona, pero eso no demoró mucho porque pronto había vuelto su atención a la pantalla de su Chromebook.

En verdad no entendía esto.

La clase estuvo aburrida, miss Lindsey no nos puso a hacer nada nuevo, así que solo estuvimos existiendo, era común que pasara eso.

—¿Estas enojado? —La baja y tranquila voz de Yomaris a mi lado, me hizo despegar la mirada de mi celular.

—No, solo me parece estúpido ese evento. No entiendo por qué les interesa tanto... —Dije, lento para que pudiera entenderlo.

Era curioso cómo podía comprenderme con pocas palabras, no necesitaba mucha explicación para comprender las cosas, claro que dependía del tema. A veces sentía que era capaz de entenderme con solo mirarme, y es que, en ocasiones, la manera en la que miraba, era como si estuviera sabiendo todo de ti con observarte. Era raro sentir que alguien más podía comprenderme incluso sin poder saber lo que decías.

"Alyn se ve emocionada" —Escribió en el traductor de la Chromebook.

—Es tonta —Susurré, de pronto me pregunté si Yomaris no iría a esa mierda —¿Tú vendrás?

—No.

No tuve que preguntarme el por qué, no era complicado de adivinar, en parte, en eso éramos similares ella y yo, ambos buscábamos desaparecer de la vista de todos, preferíamos quedarnos al margen de todo, quedarnos atrás y observar todo desde ahí, como si hubiéramos hecho algo malo. Yo tenía mis razones, pero no sabía cuáles eran los suyos.

Ambos nos escondíamos. Por eso no dije nada más, la vi volver a escribir en su computadora.

"Pensé que irías con Alyn, ella me contó sobre eso y se veía emocionada, mencionó algo sobre su grupo de amigos. Ella quería que yo fuera, pero esas cosas no me gustan. Pensé que como eras su mejor amigo, vendrías..."

¿Mejor amigo? A los ojos de los demás ¿yo lucía como el mejor amigo de Anderson? A mis ojos era algo menor, éramos más cercanos que antes, pero no sentía que hasta ese punto. A veces éramos cercanos y otras veces nos dábamos espacio. Sin embargo, al mismo tiempo, algo comenzaba a disolverse en mi cabeza, algo comenzaba a volverse poco claro, confuso dentro de mis pensamientos.

Ahora sentía como si se hubiera plantado una semilla en mí, el brote empujaba a algo desde el interior, como un impulso, un querer que no lograba comprender, al inicio trataba de negarme a él, pero había estado comenzando a ser difícil de controlar e ignorar.

Debido a eso, horas después de que las clases terminaran, yo me preparaba para ese jodido evento, porque esa semilla, ese brote en mi interior me había exigido complacer el deseo absurdo de Anderson de tener a todos sus amigos allí.

No tenía muchas ganas de pensar en lo que llevaría puesto, así que solo usé un traje que usé cuando fuimos a una boda, hace un tiempo atrás. Tomé prestado un sombrero de papá, puse perfume y evité mirarme al espejo, no quería ver esa cicatriz y echarme para atrás.




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Los pasillos de la escuela estaban adornados. Algunas personas iban vestidas como en épocas pasadas, algunas chicas llevaban ropas extremadamente coloridas, otras vestidos esponjados y anticuados. Escuchaba el eco de la música retumbar en el gimnasio grande, cuando entré, tuve que admitir que se habían esmerado mucho en decorar. No conocía la canción que sonaba, busqué con la mirada a alguien conocido, pero solo me topé con gente que no deseaba ver.

Me senté en las gradas, sintiéndome como Dustin de Stranger Things. Joder...

Maldije a Yomaris por hacer que la maldita semilla en mi interior aumentara, eso era lo que ahora me tenía rodeado de gentuza estúpida e hipócrita, de música que no conocía. La persona que estaba buscando, no estaba por ningún jodido lugar.

A mi costado había una chica mirándome, me sonrió cuando volteé a mirarla. Me apresuré a desviar la mirada, pero fue cuando la vi...

Usaba un esponjoso vestido azul cielo, le llegaba un poco por encima de las rodillas, usaba medias blancas y zapatos de un negro brillante, estaba seguro que era un homenaje a Alicia en el País de las Maravillas, creo. Su cabello caía como cascada sobre su espalda, me pareció que se veía adorable. Me llamó la atención verla salir con aquel chico nuevo, ese que se llamaba Levi, quien usaba pantalones ridículos, se estaban riendo y no sé de qué diablos re reían tanto.

¿Quién mierda se ríe tan fuerte? Juro que podía escuchar sus carcajadas desde donde yo estaba.


—Jeon, ¿qué haces aquí? —Lo que me faltaba. Celestine usaba un pantalón acampanado, muy estampado, la blusa que tenía era casi similar, a sus espaldas me miraba, con las cejas fruncidas, su novio que iba igual o más ridículo que ella.

—¿Cómo que qué hago aquí? Yo que sepa todos pueden venir —Escupí, deseando lanzar y bañar a alguien con mi veneno, el cual no sabía de donde mierda había nacido.

—Alyn dijo que no venías.

—Cambié de opinión.

—Parece que vas a explotar, ¿no soportas estar aquí? —Comentó su novio, no tenía ganas de escucharlo. Ese hijo de puta pensaba que yo estaba dispuesto a perder mi tiempo con él.

—¡Cele, tienen una fuente de choco...! —Apareció la Alicia frente a nosotros, sin embargo, su discurso se vio interrumpido cuando se percató de mi presencia. Sus labios, más rosados de lo normal, se abrieron con sorpresa —Jungkook...

Alcé ambas cejas, con sarcasmo.

—Dijiste que no venías —Dijo, a sus espaldas estaba aquel chico.

—Sorpresa... —Contesté, con ironía.




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★彡[ᴀʟʏɴ.



Sabía que estaba de mal humor, podía verlo por la manera en la que hablaba, incluso por la forma en la que se movía.

Todos estábamos sentados en una mesa, Cele y Troy juntos, Levi a mi costado y Jungkook a mi izquierda. Bebíamos soda, disfrutando de la música, yo más que nadie. Gracias a papá, yo crecí escuchando canciones de su época, y las amaba.

La Bamba sonaba.


Yo no soy marinero, soy capitán... —Observé a Levi cantar. Él me sonrió mientras movía su cabeza de un lado al otro, al ritmo de la canción.

Algunas personas, las más extrovertidas, bailaban torpemente en la pista.

Había comenzado a hablar con Levi, era un chico bastante amable y divertido, era muy inteligente y no se dejaba guiar por lo que decían de mí en los pasillos de la high school.

—Sigo sin comprender... —Susurró Jungkook, cerca de mí.

—¿Qué cosa?

—Por qué la emoción de venir.

Me encogí de hombros.

—Puede que un día lo descubras —Aseguré. No era solo venir a la fiesta, era esperar y desear una posibilidad de algo que anhelabas como tonto.

Lo noté mirarme de más, me sentí nerviosa.

—¿Qué?

—Me recuerdas a Alicia en el País de las Maravillas.

Rodeé los ojos.

—¡Ey, Jk! —Un chico lo llamó desde unos metros, no lo conocía de nada, pero le hacía señas desde lejos.

—Nos vemos en un rato... —Me murmura, poniéndose de pie y desapareciendo con el chico.

—Debo de admitir que en verdad es guapo, lástima que sea como una patada en el culo... —Esta vez habló Levi —Es la verdad.

—Un poco, sí.

—¿No quieren ir a bailar? —Mi amiga se acercó, para ese momento sonaba Time After Time de Cyndi Lauper.

—No creo, tengo como mil pies izquierdos —Le dijo mi nuevo amigo.

Yo también negué, haciendo que mi amiga rodara los ojos, se levantó junto a su novio y ambos fueron a la pista de baile. Celestine se veía preciosa.

Todo estaba bastante tranquilo, las chicas movían las caderas, todo se volvió a un más divertido cuando comenzó Girls Just Want To Fun, me fue imposible no mover mis pies al ritmo de la canción.


—Si quieres bailar, puedo convertir uno de mis pies en derecho —Le sonreí a Levi cuando me dijo eso.

—¿En verdad? —Había estado sentada desde que había llegado, esperando y soñando que llegara cierto chico a sacarme a bailar.

"¿Te gustaría bailar?", diría, con esa sonrisa brillante bailándole en los labios rosados y delgados.

"Me encantaría", contestaría yo, con las mejillas a temperaturas inimaginables.

Pero a veces soñar significaba eso, soñar algo que no está destinado a ser, así que, me quedé sentada esperando un anhelo que nunca pasaría.


—Vamos... —Se levantó y me tendió su mano, jamás había bailado con otra persona que no fuera mi papá, sería raro, pero divertido, por eso tomé su mano y ambos nos dirigimos a donde estaban mis dos mejores amigos.

Había una canción que no reconocí, era alegre. Levi comenzó a moverse y al instante pude entender por qué decía tener dos pies izquierdos.

¿Jungkook tendrá también dos pies izquierdos?

Nos reímos mucho debido a sus ocurrencias y sus movimientos torpes y sin ritmo. Celestine se reía, señalando a Levi. A nuestro alrededor había personas que nos juzgaban, pero que más daba, las personas seguirían juzgando, por eso ninguno de nosotros nos detuvimos a mirarlos.

Él y yo compartíamos cosas en común, escondíamos por miedo, miedo a perder lo que teníamos, por miedo a ser rechazados y señalados por la sociedad, incluso por personas que amábamos. Ambos teníamos un secreto que nos mataba lentamente, por dentro, puede que por eso nos entendíamos tan bien, por eso entendíamos el pesar del otro y habíamos decidido, en silencio, que nos acompañaríamos.

Nos detuvimos después de cuatro canciones, respirábamos como asmáticos.


—Necesito agua —Dije, intentando agarrar aire.

—Está bien, iré con la pareja de tortolitos, se les ve muy solitos —Se fue, moviendo las caderas de manera exagerada y al ritmo de Holding Our for a Hero de Bonnie Tyler. Me reí cuando Lev lanzó lejos a Cele de los brazos de Troy para poder él ocupar su lugar.

Nuestra mesa no estaba tan lejos, estaba rogando por un vaso de soda, pero antes de poder siquiera acercarme a la mesa, alguien tomó mi brazo.

—¿Qué...?

—Alyn Anderson, ¿verdad? —Era un chico de cabellos rubios, no lo recordaba de ningún lugar. Yo asentí a su pregunta, con inseguridad.

Me comenzó a jalar a quien sabe dónde, traté de negarme, pero era demasiado fuerte. Nos alejamos del gimnasio grande, dejando cada vez más atrás a todos los demás, pasamos por la mesa de comida e ingresamos al gimnasio más pequeño, estaba un poco más oscuro, había menos decoraciones y la música se escuchaba menos, como un eco.

El joven liberó mi brazo y volteé a verlo, me sonrió, apenado y se fue por donde entramos.


—Hay que ver, eh... —Dijeron a mis espaldas, di media vuelta, encontrándome a Jungkook con su traje negro y ese sombrero sobre su cabeza, lucía mucho más maduro y alto. Tenía sus manos dentro de los bolsillos de su reluciente pantalón de vestir —Has estado pegada al chico nuevo, ¿en qué momento se volvieron tan amigos? Lleva como un día aquí.

—Es que es divertido —Murmuré, aun confundida —¿Tú me traji...?

—Es asfixiante estar ahí —Me interrumpió, mirando a mis espaldas y devolviendo la mirada a mí —No entiendo cómo demonios permanecen tanto tiempo estando así.

—No es tan malo —Di un paso cerca de él —¿Por eso ya no volviste?

—Puede ser...

Y de pronto, esa canción tan conocida para mí, comenzó a sonar en el gimnasio principal. El eco de ella se escuchaba fuerte desde donde estábamos, mi cuerpo vibró y mis manos sudaron. Mi mirada fue a mi acompañante, quien me miraba con tranquilidad.

—Tengo que irme —Habló, mi corazón se estrujó un poco ante sus palabras. Lo vi caminar a mí —Pero, jodidamente vine aquí para nada, es un baile, y no bailé ni una vez... —Murmuró, cuando estuvo cerca de mí.

¿Qué había dicho, que había... qué acababa de...?

—¿A-ah?

Lo vi chasquear la lengua y, lo siguiente que hizo, provocó fuegos artificiales dentro de mi cuerpo, en mi corazón, sus manos, esas enormes y preciosas manos tomaron mis brazos y terminó por acercarme a él, hasta que pude oler su perfume, sus manos se deslizaron hasta mi cintura, pero antes había llevado las mías a sus antebrazos, y entonces, justo como en mis mayores sueños y fantasías, él comenzó a balancearnos, guiando el mío en una danza tranquila y lenta.

Yo no podía apartar mis ojos de su rostro, mi corazón golpeteaba mi pecho tan fuerte que temía que él pudiera escucharlo, mis manos sudaban sobre su traje negro y, aun así, no fui capaz de volver en sí. Jungkook miraba a un costado mío, apretando sus labios entre sí. Y allí, en donde sus manos estaban tocando mi cuerpo, sentí que quemaba, era como un cosquilleo que se extendía por toda mi anatomía, terminando en mi pecho, justo como una reanimación que me provocaba una descarga eléctrica.

¿Era posible sentir su tacto incluso por encima de la tela de mi vestido azulado?

La canción seguía, sentía que estaba durando más de lo usual, y yo sentía que iba a morir en cualquier momento. Sentí que uno de sus brazos se movió, pero no fui capaz de dejar de verlo a él, solo supe que su mano había tomado una de las mías, alzándolas justo por debajo de nuestros hombros.


—Estas temblando —Me dijo. Por el amor de dios que temblaba, estaba sucediendo uno de mis mayores sueños y él me decía eso.

Y juro por Dios que todo se detuvo cuando sus ojos se encontraron con los míos, por amor a lo sagrado que eran tan negros, tan oscuros que lo único que te quedaba por hacer era dejarte tragar por ellos, pero a pesar de ser tan intimidantes y oscuros, eran capaces de sostener sobre su iris un asombroso brillo en ellos que te dejaba cegada e impotente. Eran las lumbreras más relucientes que había visto en toda mi vida y estaba segura de que serían las únicas.

Noté que sus pupilas se movieron por todo mi rostro, probablemente percatándose de mi sonrojo.


—Es solo... solo hace frío y no me esperaba esto —Aclaré mi garganta cuando presentí que iba a tartamudear, su mano apretó con suavidad la mía. Sus ojos seguían sobre los míos, siguiéndolos incluso cuando me hizo dar una vuelta sobre mi eje, haciéndolo a él sonreír, sonrisa que me hizo a mí desfallecer.

—Pensé que era por lo guapo que me veo —Tuvo el descaro de burlarse.

Seguimos moviéndonos lento, bailando de un lado al otro, hasta que la canción terminó... "No puedo evitar enamorarme de ti".

Nos quedamos en silencio, ninguno sabiendo decir algo por varios minutos, minutos en donde solo éramos dos jóvenes mirándose a los ojos, yo no era capaz de despegar mi mirada de la suya, estaba enamorada. Estaba completamente enamorada de él...

Saltamos en nuestros lugares cuando una nueva canción empezó. Sus manos se deslizaron lejos de mi cuerpo, dando un paso atrás.


—Tengo que irme —Repitió. Yo, aun perdida en el momento, asentí con la cabeza, tomando mis manos entre sí para contener las emociones. Mordió su labio inferior, sin dejar de verme, asintió con la cabeza ante algo que debió pensar y comenzó su caminar, pasando por un costado mío, me di la vuelta cuando dijo algo —Ah, una cala Anderson. Una cala...

Fruncí mi ceño, iba a preguntarle a qué se refería, pero no me dio tiempo porque pronto salió del lugar.

¿Una cala, qué era eso?

Volví al gimnasio principal, esperando verlo por algún lado, pero Cele me dijo que lo vio saliendo de la escuela. No me quedó otra que sentarme en la mesa y durante todo el tiempo que pasé ahí, me pregunté qué fue lo que quiso decirme.



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—¿Te la pasaste bien? —Preguntó papá, cuando volvíamos a casa después de que haya venido por mí.

—Sí, todo estuvo muy bonito —Sonreí ante el recuerdo de Jungkook y yo bailando.

—Me alegra escuchar eso.

—Pa.

—Dime.

—¿Qué es una cala?

—¿Una cala? —Me miró un segundo.

—Sí, ¿qué es?

—Ah, es una flor, me parece —Comentó, sin dejar de ver la carretera.

—¿En verdad? ¿Y tiene algún significado o...? —Jugué con mis manos.

—Pues, me supongo que debe tener uno.

—¿Sabes cuál es?

—La verdad no tengo idea —Se encogió de hombros.

Hice un puchero.

—¿Dónde lo escuchaste?

—En ningún lado, solo escuché ese nombre y no supe que era... —Murmuré.

¿Qué había querido decirme, al menos estaba buscando decirme algo o... solo era otra de sus burlas? Tendría que buscar algo referente a esa flor.

Definitivamente esta noche no podría dormir... 







Una vez mas me encuentro por acá. 

En este capítulo vemos que Jungkook podría estar forjando una nueva amistad, parece ser una buena, ¿Qué dicen, será que vaya a ser una buena amistad para él? ¿Qué piensan?

Y, en otras cosas, por dios... no saben lo mucho que esperé para poder subir este capítulo, escribí la escena del baile escuchando Cant Help Falling In Love de Elvis Presley, que es la canción que ambos bailan y me emocionaba como enferma mental. Pasé varios años deseando compartir esta escena con alguien y finalmente puedo hacerlo. 

¿Qué piensan de ella, de las cosas que dijo Jungkook? como que la canción llegó justo en el momento justo, ¿no? vaya suerte. También, ¿qué será eso que le quiso decir Jungkook antes de irse, alguna idea?

Dejen sus opiniones aquí.

Como siempre, gracias por leer, comentar y votar, lo agradezco mucho. 

Nos leemos pronto.


(Nota actual)

Soy yo, hoy es un día sumamente especial y es por eso que actualizo en este día en especifico, y debido a que es el cumpleaños de una de las personas mas importantes para mi...

01/02 Mini maratón


¡PUM, MINI MARATÓN!

JAJJA

También quiero decir que planeo subir un video de piwkenyeyu a la cuenta de insta del perfil, digo por si quieren ir a verlo, es importante jsjsjjs y probablemente diga mucho de muchas cosas... dejare el link en el tablero de mi perfil de wattpad.

Gracias por leer.

Feliz cumpleaños a Jk, te amo.

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