Capítulo 11
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★彡[ᴀʟʏɴ.
—Cause she doesn't get your humor like I do...I'm in the room, it's a typical Tuesday night. I'm listening to the kind of music she doesn't like. And she'll never know your story like I do... —Canturreaba mientras caminaba por el pasillo en donde muy raramente iban los demás, escuchaba You Belong With Me de Taylor Swift con mis audífonos puestos. Era un poco temprano así que no había mucha gente y podía cantar con total libertad sin miedo a que alguien escuchara mi terrible voz —But she wears short skirts, I wear T-shirts. She's Cheer Captain, and I'm on the bleachers...
Caminé a las escaleras para poder descolgar mi bolso de mis hombros y poder meter una libreta que llevaba en las manos.
El autobús por alguna razón había pasado más temprano y yo no estaba en la parada, así que me había dejado, lo bueno es que papá aún seguía en casa y pudo venir a traerme a la escuela, lo malo de todo es que debía traerme más temprano de lo normal. Por esa razón prácticamente no había estudiantes...
—Dreaming about the day when you wake up and find that what you're looking for has been here the whole time...If you could see that I'm the one. Who understands you, been here all along...So, why can't you see? —Suspiré, mientras miraba qué más podía faltarme antes de poder irme a mi salón de clases —You belong with me...You belo... —A mis espaldas sentí una presencia ajena así que cerré la boca al instante y volteé con rapidez y temor, fue aún peor cuando vi de quien se trataba —¡Santo Dios...!
Y claro que tuvo que reírse, lanzándome esa mirada chulesca.
—No sabía que cantabas tan bien... —Por supuesto, se burló. Una vez más.
—Oh cállate, te recuerdo que existen personas que no nacieron para cantar —Comencé a colocarme de nuevo la mochila bajo su atenta mirada.
—Yo nunca dije que cantaras mal —Se hizo el inocente.
—Como sea... —Contesté con sarcasmo mientras me encaminaba a subir las escaleras, con él, pisándome los talones —¿Qué haces aquí tan temprano? ¿No deberías estar durmiendo aún?
—Eso mismo debería preguntar yo... ¿Qué demonios haces a esta hora? ¿Si sabes que la primera clase comienza a las ocho con treinta? —Lo escuchaba justo a mis espaldas.
—Sí bueno, el autobús me dejó, papá tuvo que traerme más temprano. Si lo pienso bien, es mejor... —Me detuve un segundo en medio de las escaleras para darme la vuelta. Él me miró confundido —No hay tanta gente en la entrada, no habrá mucha gente que pueda mirarte...
—¿Y por qué eso es mejor? —Yo continúe subiendo las escaleras, no le contesté hasta que llegamos a la puerta de la clase.
—Porque no tengo que ver las miraditas groseras —Formulé, mientras me sentaba en mi sitio y él detrás de mí.
Lo ignoré y me puse a hacer cualquier cosa para matar el tiempo antes de que empezaran las clases.
Mientras esperaba que todos los demás llegaran, no pude quitarme de la cabeza lo lindo que lucía cuando no comprendía algo...
No tenía mucho que habíamos salido a nuestro lunch, había venido al baño a lavarme las manos, me sentía de buen humor.
Sequé mis manos y tiré el papel húmedo al tacho de basura...
—¡Alyn! ¡Alyn! —Gritó Celestine cuando entró al baño, parecía como si afuera estuvieran matando gente. La miré sin interés y regresé a mirarme al espejo.
—¿Qué pasa? Si me vienes a decir que Troy...
—Jungkook... —Expresó tratando de recobrar el aire, yo me di la vuelta para mirarla directamente.
—¿Qué pasa con él?
—¡Jungkook está a punto de pelear con Leroy en la cafetería! —Finalmente gritó cuando se recuperó.
Cuando logró decir eso, no dudé ni un segundo en salir corriendo hacia la cafetería... ¿Qué rayos hacía él peleando? Nunca se había puesto a pelear con alguien en la escuela y mucho menos con Leroy, siempre se llevaron bien.
Al llegar a la cafetería pude darme cuenta de que casi en el centro del lugar había gente amontonada, fui hasta allá, abriéndome paso entre los adolescentes de ahí. Al llegar al frente pude ser testigo del momento exacto en donde Jungkook le lanzaba un puñetazo a Leroy, dándole en el pómulo. Lo dejó en el suelo...
—¡¡Deténganse!! —Una chica a mi lado gritó mientras empujaba a algunos chicos para que los detuvieran, ninguno quería, todos deseaban ver a esos dos golpearse, aun sabiendo que podían ser expulsados por días de la escuela.
Leroy, quién aún seguía en el suelo, se levantó rápidamente y se abalanzó hacia Jeon para golpearlo. El asiático calló de espaldas, cuando levantó la cabeza todos contuvimos el aire al ver que de la nariz de Jungkook salía sangre.
Jeon miró con furia a Leroy.
Nunca lo había visto de esa manera, sus ojos estaban mucho más oscuros de lo normal y su cuerpo estaba tenso. Como si tocarlo con un dedo lo haría explotar.
—¿¡Qué está pasando aquí!? —Justo llegó un profesor junto al policía de la escuela. Se acercaron al chico que estaba en el suelo para ayudarlo a ponerse de pie, el policía fue a tomar de un brazo a Leroy.
Cuando Jeon miró a las personas a su alrededor, sus ojos se estancaron en mi persona, me observó a los ojos y después desvió los suyos.
Tenía su camisa manchada de la sangre que seguía escurriéndole de la nariz.
Leroy soltó una gran carcajada mientras el policía lo mantenía quieto, todos lo miramos sin entender por qué reía.
—¡Aunque me golpees o me destroces el rostro, no podrás cambiar lo que dije! ¡Porque es verdad, tan cierto que te duele! —Miró a Jungkook con una sonrisa —No puedes echarme la culpa a mí, por ser un cuernudo.
—Quizás no pueda cambiarlo, pero se sentirá muy bien sacar la sangre que sobra de tu nariz... —Estaba a punto de volver a abalanzarse a él, pero el maestro que lo mantenía del brazo lo detuvo y, quizás, cuando me vio dar un paso hacia él.
Cuando me di cuenta de lo que había hecho, quise darme contra la pared. Todos me miraron, fue una presión social superior.
—J-jungkook, no lo hagas, t-tu nariz... —Él me volteo a ver, incrédulo y sonrió de la misma forma que sonreía cuando hacía que las personas vinieran a molestarme, esa sonrisa cínica y sin gracia. Esa sonrisa era distinta a la que me dedicaba cuando se acercaba a molestar, esta sonrisa era distinta, era una que siempre ponía cuando veía como los demás me molestaban, una sonrisa tan apática que me provocaba miedo.
Pude escuchar como las personas comenzaron a murmurar.
—¿Qué demonios te importa a ti?, aquí no tienes voto... —Esas palabras fueron duras y secas, provocó un pinchazo en mi corazón. Traté de mantener mi expresión serena y que no se notara que eso me había dolido, me escudriñó unos segundos más y desapareció con el profesor, Leroy y el policía.
Me sentí tan idiota de nuevo, tan estúpida, a él no le interesaba nada sobre mí. Decía que éramos amigos, pero la realidad es que no lo éramos, nunca íbamos a poder serlo, no como una amistad normal.
No había notado que Celestine estaba a mi lado hasta que me di la vuelta dispuesta a irme de allí.
—¿Estas bien? —Consultó, mientras me tomaba del codo impidiéndome irme, la miré.
—Sí... —Me solté de su agarre y caminé a las escaleras.
No quería volver a ser esa Alyn que todo le dolía, no quería que todos vieran lo mucho que seguía hiriéndome cada cosa que hacía Jeon Jungkook.
La manera en la que me había mirado... se me quedó grabada por mucho rato, haciéndome sentir tan asquerosa por haberme siquiera preocupado un segundo por él. Quería huir, alejarme de él, no volver a verlo, pero después recordaba que podía escapar lejos de él, pero siempre lo llevaría en mis pensamientos.
Y lo detestaba...
¿Por qué aún no se ha dado cuenta que yo siempre he estado aquí para él? Siempre he estado aquí a pesar de que yo siempre he estado entre las penumbras de sus recuerdos.
Pero tenía que ser fuerte. Si era necesario, si tenía que ser como él, lo sería.
Iba a serlo...
★彡[ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ.
—¡No puede ser, Jungkook! ¿¡Qué demonios te pasa por la cabeza!? ¿¡Sabes que te pueden expulsar por pelearte en la escuela!? Van a llamar a tus papás, idiota —Rechistó Namjoon a la par que me seguía y a sus espaldas lo seguía Andrew.
—Jungkook, creo que esto se te está yendo de las manos, bro... —Agregó Andrew con incomodidad.
Me detuve en medio del camino y volteé a mirarlos, ya harto de escuchar sus reproches.
—¿A ustedes que les interesa? Son unos entrometidos de mierda —Les reproché, aún seguía con ese sentimiento de querer pelearme con alguien, esa adrenalina, la furia corriéndome por todo el cuerpo.
Sabía que había cometido otro error cuando Namjoon me miró incrédulo, se acercó a mí y me dio un zape en la nuca, tan fuerte que la cabeza me zumbó, pensé que volvería a salirme sangre de la nariz.
—¡Mocoso estúpido lleno de hormonas alborotadas! ¡¡Soy mayor que tú y aunque seas mi amigo no tienes derecho a hablarme de esa asquerosa manera!! ¡Tampoco me interesa qué diablos te haya dicho ese idiota! ¡¡No tienes derecho a hablarme de esa manera cuando te he soportado por varios años!! ¿¡Crees que tengo que soportar esa clase de tratos de parte tuya!? ¿¡Crees que merezco que me trates de esa manera cuando he estado allí para ti, cuando te he defendido, cuando te he apoyado incluso en las cosas que no debía apoyarte, más lo hice para que fueras feliz!? ¡¡No tengo que soportarte a ti ni a tu humor de mierda, lo he hecho porque eres mi amigo!! ¿¡Crees que las personas soportarán siempre tus tratos!? ¿¡Crees que todos se quedarán contigo si sigues siendo de esa manera!? ¡¡No!! ¡No, porque las personas no tienen por qué soportarte a menos que te quieran lo suficiente como para hacerlo! ¡Así que...! ¡¡¡Para la siguiente vez piensa mejor lo que me dirás!!! —Encolerizó mientras que, con su dedo índice, empujaba mi hombro, yo no podía estar más sorprendido y avergonzado.
Nam estaba hasta rojo de lo enojado que estaba, casi nunca lo veía de esa forma, al menos nunca conmigo.
Rasqué mi nuca, sintiéndome como un pequeño niño regañado por su padre.
—Lo siento Nam —Balbuceé, no siendo capaz de mirarlo a la cara.
—¡Púdrete! —Se dio la vuelta, pero antes se devolvió de nuevo a mí para lanzarme un trapo en la cara —Y espero que estés pensando en cómo jodidos vas a disculparte con Alyn porque fuiste una mierda allá con ella. En verdad espero que sea más firme contigo y no vuelva a hablarte nunca —Y se fue, dando zancadas bruscas.
Miré a Andrew, preguntando en silencio.
—Sí, mi amigo... No es por hacerte sentir mal, pero ojalá que ella no te hable de nuevo. Se supone que son amigos, pero la tratas terrible, no merece eso —Y después de soltarme aquello, también se fue.
Me quedé quieto, mirando por donde se habían ido esos dos...
—¡Maldita sea! —Tiré el trapo al piso.
A lo lejos divisé como un cuerpo corría a toda velocidad hacia a mí. Cuando quise reaccionar, ya me encontraba en el piso con un cuerpo que me golpeaba aún peor que Leroy.
—¡Jeon Jungkook! ¡Eres un bastardo de mierda! —Bramó, jalaba mi cabello y golpeaba mi cabeza contra el suelo.
Traté de empujarla lejos de mí, pero era imposible. Tenía miedo de que algún maestro se diera cuenta de la escena y esta vez sí me expulsaran definitivamente de la escuela.
—¿¡Estas loca!? ¡Suéltame! —Alegué, ella se levantó y pateó mi pierna haciéndome jadear del dolor mientras tomaba la parte afectada.
La escudriñé, estando aun en el piso.
—¿¡Que mierda te pasa!?
—Estoy harta de ver a Alyn sufrir por tu maldita culpa, estoy harta de tener que verla llorar en los baños por años. Estoy cansada de que tenga que aguantar las burlas que tú provocaste y que por tu culpa ella tuvo que soportar durante años, ¡¡Eso me pasa, imbécil!! —Increíble, el día de hoy todos están en mi contra. La vi, tratando de mantenerme a raya, me levanté como pude y la miré desde lo alto.
No había nada que yo pudiera decir, porque yo sabía que, en efecto, era mi culpa que su amiga haya soportado cosas incómodas y dolorosas los últimos años, por mi culpa, por mi error...
—¿Ves? Tú mismo sabes que es cierto, sabes muy bien que es tu culpa...
—Maldita seas, Celestine ¿Quieres dejar de recordarme las cosas que he hecho? No tienes que decirme que soy una mierda, ya lo sé —Ella frunció su ceño y me miró confundida, me arrepentí al instante de lo que dije, pero ya daba igual.
—¿Ah?
—Olvídalo... ¿Dónde está?
—¿Qué? ¿Quieres burlarte más de ella o algo? —Contestó con brusquedad, cerré los ojos tratando de no ahorcarla en ese instante.
—¿Dónde está ahora? —Repetí. Suspiró cansada y dejó de mirarme.
—No lo sé, la he buscado por todos lados, pero no la he encontrado.
—Bien.
Y me fui antes de que a ella se le ocurriera decirme más cosas. Era claro que debía disculparme con la chica extraviada.
Mientras la buscaba, trataba de encontrar una buena excusa, pero nada se me ocurría, quizás porque no tenía ninguna.
Pensaba encontrarla debajo de un puente, ideando un plan para hacerme la vida mierda, en cambio, estaba sentada en una mesa de la cafetería mientras se tomaba una lechita de chocolate, tenía la vista sobre su celular y se reía.
Exhalé y me encaminé a pasos acelerados hasta que estuve delante de ella.
—¿Deseas algo? —Me descoloco el tono tan seco de su voz. Ni siquiera dejaba de ver su celular para mirarme.
—Te estaba buscando —Le dije.
—¿A mí? ¿Para qué? —Me irritó el tono que usó. Me senté frente a ella esperando a que me mirara, pero no lo hizo así que seguí hablando.
—Quería disculparme... —Sentí casi ardor al tener que pronunciar esas palabras.
—¡Ah! Era eso —Contestó, con indiferencia, mucha para mi gusto.
Fruncí mi ceño.
No sabía si era bueno el hecho de que pareciera no importarle ni darle importancia a lo de hace media hora atrás.
—No tienes que disculparte, al fin y al cabo, es tu naturaleza ser un imbécil, ¿no? —Y finalmente, me miró, quedé casi pasmado al ver que tenía una expresión casi apacible. Me sentí extraño, no sabía si era bueno eso o no.
Estaba confundido.
—¿Qué te pasa, por qué actúas así? ¿Es porque te hice sentir mal? Yo...
—No te des tanto crédito Jeon. Eres un simple niño que cree que lo que diga puede llegar a ser más importante que todo lo demás —Tuve que aclarar mi garganta.
¿Jeon? ¿Niño?
¿Qué rayos le pasaba? No sabía ni qué decirle.
Parpadee un par de veces, tratando de que mi cerebro volviera a funcionar correctamente.
—Y-yo...
—Si no te importa, estoy un poco apurada, me dejaron comer ahora ya que debido a ti muchos no pudimos terminar de almorzar. Te pido que te levantes y vayas a sentarte a otra mesa. Gracias —Y volvió su vista a la pantalla de su celular, me quedé mirándola, sintiendo vergüenza en el fondo de mí.
Me levanté de la mesa, tratando de llevar conmigo la poca dignidad que me quedaba.
—Lo capto. Hablaremos cuando no estés tan enojada, ¿está bien?
Y como me lo suponía, tampoco me hizo caso. No necesitaba hacerme sentir aún más avergonzado a mí mismo, salí de la cafetería con una jodida extraña sensación en el estómago.
Yo tampoco había terminado de comer.
'*•.¸♡ ♡¸.•*'
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★彡[ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ.
Comenzaba a pensar y a afirmar que, en caso de que tuviéramos algo en común, sería que ambos somos orgullosos. Tal vez yo lo era y ella solo me daba mi merecido.
Incluso después de intentar hablar con ella, incluso durante la clase siguiente al Lunch, Anderson ni me dedicó alguna mirada, joder, cuando estaban repartiendo las notas de la clase y a ella le tocaba pasarme la mía, se la dio al idiota que se sienta a su costado... tuve que levantarme yo mismo hasta el jodido escritorio del maestro para poder tener las notas.
Me parecía exagerado.
Habían pasado cuatro días desde mi pequeño altercado con Leroy. Cuatro días en donde Anderson mantenía esa huelga silenciosa en contra mía.
Acababan de terminar las clases, ella y su amiga la loca iban a unos pasos adelante de mí, hablaban animadamente, no sé de qué porque no lograba escuchar debido a la bulla de los demás adolescentes.
No quería seguir avergonzándome, pero debido a que hay ciertas personas que no me hablarán hasta que solucione esto, me veo en la penosa necesidad de disculparme.
Inhalé antes de acercarme un poco más a ellas.
—¡Anderson! —Alcé la voz y ambas voltearon a verme. Era un contraste gracioso el ver sus expresiones, distintas. Una de ellas exteriorizaba la diversión que le causaba toda esta situación, la más baja, bueno, ella exteriorizaba lo mucho que le molestaba verme de nuevo. Suerte que eso no me hiere... aunque sí que me tenía irritado —¿Ya podemos hablar o seguirás lanzándome esa expresión cada que te hablo?
La de cabello rubio encogió sus hombros y después de darle una palmadita en el hombro a su amiga, se marchó.
—¡Oye, Celestine! —Se quejó cuando notó que su amiga se iba, dejándola sola conmigo; su problema... Antes de que quisiera seguirla, la tomé del codo y la regresé a mi costado.
—¿A dónde crees que vas? —La observé desde mi altura, ella no me miraba a los ojos.
—¿Sabes una cosa? No quiero hablar contigo, mi papá me está esperando —Y quiso que la soltara, pero me mantuve firme, yo y mi agarre.
¿Qué podía responder a eso? ¿qué demonios se hace cuando alguien no quiere hablar contigo, pero tú debes pedir disculpas, aunque tampoco sepas cómo hacerlo sin joderlo más?
—¿Hasta cuándo seguirás con esa actitud? —Pregunté, mientras me rascaba la repentina comezón que me dio en la frente. Traté de recomponerme y la miré con el ceño fruncido —Mira, estoy haciendo mucho solo para que dejes de estar molesta... Siéntete importante.
Y supe de inmediato que había jodido todo de nuevo al ver su expresión, era de enojo, indignación, incredulidad, incluso diría que me miró como si yo fuera una aberración.
—¿Que me sienta importante? ¿Por qué exactamente tendría que sentirme importante, por ti? Yo no te pedí que siguieras molestándome con lo mismo durante cuatro días —Estaba más enojada que antes.
—Está bien. Perdón... —Dije, en medio de un suspiro.
—¿Por qué no simplemente me dejas tranquila, ah? No sé por qué sigues insistiéndole a una persona que no tiene voto aquí... —Usó mis mismas palabras para atacarme. Mordí el interior de mi mejilla y volvió a darme picazón en la frente.
—No quise decir eso, ¿sí? —Finalmente solté su brazo e inhalé fuertemente. La situación comenzaba a sobrepasarme, a sobrepasar mis límites, en realidad, comenzaba a provocarme ansiedad.
—Yo creo que sí querías decir eso. Mira, solo déjalo así... olvídate del tema —Pasó por mi costado, tomé su mochila y la jalé de vuelta para dejarla frente a mí.
—No puedo dejarlo así.
—¿Por qué? Solo tienes que ignorarme como antes y listo. Todo arreglado... —Seguía frunciendo el ceño, junto a su nariz. Yo negué.
—Ya no puedo ignorarte... —Susurré, masticando cada palabra. Casi como decirlo entre dientes. Ella me miró a los ojos, se sintió como si hubiera dicho algo importante, lo bastante importante como para que me sintiera alerta, muy alerta, así que tuve que agregar algo más —Eres mi amiga, ¿lo olvidas?
Ella cortó la conexión de nuestros ojos cuando cerró los suyos.
—Da igual... —Se dio la vuelta de nuevo, lista para irse.
La descarga que sentí me hizo abrir la boca de nuevo.
—¡Mierda, Anderson! No sé de qué otra forma decirte que lo siento. Escucha, ese día Leroy dijo unas cosas que... que no me sentaron bien, no pude contenerme de golpearlo. Estaba hecho mierda, no quería pensar bien, no pude pensar bien. No quería decirte a ti esas cosas... —Vomité las palabras. Ella seguía dándome la espalda. El cabello lo llevaba encima de la mochila, brillaba. Jodidamente casi podía reflejar la desesperación de mis palabras en él.
—Me voy a casa... —Fue todo lo que me dijo antes de irse, sin mirar atrás siquiera.
Gruñí, molesto. Irritado. Cansado. Confundido.
Ni tenía idea del por qué hacía esto. No tenía por qué hacerlo... no tengo que seguir a nadie para pedir disculpas, para rogar por ellas.
Enderecé mi cuerpo, acomodé mi mochila y malditamente caminé por el jodido pasillo, aguantando la sensación de ahogo que me provocaban las miradas de los demás. Era algo que se estaba haciendo costumbre sentir, sabía que muchos hablaban de mí, era distinto a antes, en el pasado hablaban cosas buenas sobre mí. Hace unos días, fue la primera vez que escuché cómo las personas se pueden volver en tu contra solo porque tienes algo que no les gusta de ti.
Dos chicas habían estado hablando de mí, cosas que... a cualquiera le hubieran bajado la autoestima a cero. Para anivelar las cosas, tuve que darles un buen susto.
★彡[ꜰʟᴀꜱʜʙᴀᴄᴋ.
—Sí, ahora tenemos dos sapos en la escuela...
—La verdad que a mí todo esto me causa tristeza. Jeon era tan guapo, no puedo creer que ahora parezca una aberración.... ¡que repulsión! —Escuché a las dos chicas soltar ese veneno sobre nosotros, porque sí, también soltaban mierda sobre Anderson y aunque en parte que lo hicieran fuera mi culpa, no pude evitar que me llevara el diablo escucharlas hablar de otras cuando ellas no eran precisamente ángeles caídos del cielo. Me acerqué a ambas.
—Quien diría que ahora soy un sapo. Me pregunto si hubieras dicho eso cuando no tenía esto que te causa repulsión... ¿No crees que yo también siento asco al escuchar lo que suelta tu linda boquita sobre mí? ¿No crees que la tienes muy sucia? —La observé de arriba a abajo, con una expresión de burla, ambas me miraron aterradas, hasta podría decir que casi pude ver como su color de piel se volvía aún más pálido. Continue hablando con una voz más gruesa —No me hagas arrastrarte por todo el piso para limpiar esa boca, si dices que soy una aberración, una repulsión, un sapo, entonces voy a actuar como tal... no me provoquen porque les juro que les puedo hacer la vida una mierda.
Y después de terminar, ambas se fueron a pasos rápidos.
Que cobardes podían ser las personas. Soltaban mierda sobre los demás, pero cuando te tenían delante, huían como las cobardes que eran...
Pero decir que no se me grabaron en la mente sus palabras, sería mentir.
¿En verdad causaba repulsión, era un sapo, era una aberración? Podía ser cierto, si yo mismo sentía eso al mirarme... ¿por qué sería distinto con las personas a mi alrededor? ya no soy el mismo que era antes, ya no soy quien solía ser.
★彡[ꜰɪɴ ᴅᴇʟ ꜰʟᴀꜱʜʙᴀᴄᴋ.
—¿Cuándo vendrá la dulce Alyn a casa? —Quiso saber mi madre cuando me senté a su lado en el sofá. Suspiré.
¿Cómo decirle que la caprichosa de Anderson no quería hablarme?
—Mamá... No quiere hablarme —Hablé, con simpleza.
—¿Ahora que hiciste? —Me acusó. Me voltee a verla al instante —¿Por qué te peleaste en la escuela, pequeño animal?
Mi cuerpo se tensó al momento de escucharla, era obvio que la escuela iba a llamarlos.
—Omma, yo... —Sentí ardor en la nuca, mamá me había golpeado.
—¿Pensaste que no iba a darme cuenta de esos moretones que intentaste cubrir con mi maquillaje? —Se llevó las manos a la cabeza —¡Ah, hasta para eso eres un inútil!
No traté de defenderme, era muy tarde para eso, lo mejor que podía hacer ahora era permanecer en silencio. Al menos pensaba dejarla regañarme todo lo que quisiera, sin interrumpir, ni quejarme, sin embargo, ella me miró con insistencia. Esperaba que le explicara por qué Anderson no quería hablarme.
—No fui bueno con ella...
—De nuevo... —Agregó ella con ironía, mientras yo intentaba explicarle.
—¡Pero no fue a propósito...! —Agregué de inmediato, al percatarme de su expresión que me daba a entender que estaba harta —Solo quería que me detuviera, pero yo estaba tan enojado que no medí mis palabras. No quiere hablarme... —Omma chasqueó la lengua y negó con la cabeza.
—Debes disculparte...
—Lo hice. Pero no ayudo de mucho.
—Debe ser sincero...
—¡Fui sincero! —Rechisté.
—Estoy segura de que no lo fuiste —Yo levanté ambos brazos, en señal de inconformidad —Te conozco bien. Mira, no es lo mismo decir "lo siento" porque puedes, a decirlo porque en verdad es lo que sientes. Tienes que pedir disculpas en verdad, no solo porque alguien más te lo pida, tienes que pedirlas porque es lo que en verdad sientes y quieres... Alyn es una joven maravillosa, si dices lo correcto, no dudo en que te perdone. No pensé que fuera tan importante para ti como para que te preocupara que no te dirija la palabra —Claro que debía burlarse de mí.
—No se trata de eso. Es que... es la única persona que conozco en la mayoría de mis clases.
—Claro, debe ser eso...—La sonrisa que tenía en la cara no me gustó para nada.
La vi ponerse de pie e irse por la puerta de la cocina.
Mamá comenzaba a delirar... ¿Debo preocuparme?
★彡[ᴀʟʏɴ.
—¡Me compró dos, dos! —Chilló, emocionada, mientras saltaba de aquí a allá.
—Te encontré al mejor novio de la historia —Le guiñé un ojo y ella se sonrojó mientras me abrazaba.
—Tengo que agradecerte por eso. Debido a ti es que conocí al amor de mi vida, a ese tierno hombre... —Expresó, embelesada, nos reímos por eso. Se separó de mí y vi que su vista fue a mis espaldas, sus ojos se llenaron de un brillo malvado —Aunque, no puedo decir lo mismo de ese maldito chico de ojos de rana...
Fruncí mis labios y me di la vuelta, para mirar en la dirección en la que mi amiga observaba con desdén. Jungkook nos miraba desde lejos, estaba recostado a los casilleros que ya no se usaban.
Desvié la mirada de vuelta a mi compañera.
—¿En verdad no volverás a hablarle, nunca? ¿¡Jamás!? ¿¡A tu vitamina!? —Jaloneó mi brazo, tenía una expresión de emoción.
—Si me mantengo alejada de él, quizás lo logre. Pero sabes que, si viene y me sonríe, yo lo habré perdonado incluso antes de que diga algo... odio eso —Susurré, sin dejar de ver al chico que nos escudriñaba de lejos.
—¿Hasta cuándo harás esto de no hablarle?
—No sé, si te soy sincera, ya no estoy enojada. Pero creo que es bueno darle un poco de su propia medicina, que sepa que no aguantaré sus cambios de temperamento todo el tiempo. Aunque espero aguantar —Expresé, con una seguridad que esperaba que siguiera vigente siempre.
—Pues me temo que llegó el momento de, o seguir firme, o perdonarlo —Comentó, a la par que tomaba sus cosas con velocidad, la vi irse.
Me di la vuelta con brusquedad, no esperaba tenerlo justo delante de mí, por eso supe que lo había golpeado cuando comencé a sentir dolor en la frente, cuando levanté mi mirada, lo vi sobarse el pecho, mientras fruncia la nariz.
—¡Lo siento, no te vi! —Me disculpé luciendo preocupada, recordé que debía odiarlo —¿¡Qué rayos hacías allí!?
—¡Pero...! —Enervó. Seguía tallando su pecho, me señaló con su dedo índice —Literalmente acabas de golpearme y eres tú la que se enoja...
Entrecerré los ojos mientras negaba con la cabeza. Era sorprendente que no solo fuera un idiota, si no que, para acabarla, era un tierno idiota. Cerré los ojos, en un intento de controlar a mi desbocado corazón.
—¿Qué quieres? ¿Qué hacías ahí atrás?
—Venía, otra vez, a disculparme, a disculparme enserio.
—Ah, Jungkook... —Jadee, harta de la situación y, quizás, un poco nerviosa por la seguridad en su mirada.
A veces me sorprendía a mí misma al observarme hablando tan bien con él, como si no fuera el chico que me gusta, como si no estuviera provocando mariposas en mi estómago, o como si no tuviera el corazón latiendo a mil por hora, aquí, en mi pecho. Si supiera todo el caos que provocaba en mi interior cada que su perfume se colaba en mi espacio personal. No creo que entendiera cómo es que aun sigo enamorada de una persona que solo continuaba haciéndome mal...
De repente, lo vi ponerse serio, tan serio que me colocó a mi nerviosa y alerta. Aclaró su garganta...
—Anderson yo... —Empezó, casi con un susurro —Yo sé que en el pasado te herí, y también sé toda la mierda por la que te hice pasar los últimos años y no estoy completamente seguro de poder remediar todo lo q-que provoqué. Me conozco y puedo llegar a herir a las personas con mis acciones y palabras... ¡no estoy diciendo que todo lo que yo haga o diga importa más que los demás! —Rascó su frente, tratando de encontrar las palabras correctas —Mira, perdóname, por haberte tratado así delante de todos. No era mi intención hacerlo. No es excusa, pero Leroy habló de temas que aún no puedo comprender, entender o superar. Tú no tenías nada que ver, pero soy idiota, lo sabes.
—Yo... —Intenté decir algo, pero no me dejó.
—Cuando te dije sobre ser amigos, lo decía enserio, y, mierda, comprendo que es complicado serlo porque no se me olvida quién fui para ti antes, si no es sencillo para mí, para ti debe ser imposible —Por momentos suspiraba y sus suspiros salían temblorosos, no sabía si debía interrumpirlo o no —Quiero ser tu amigo, Anderson, te lo juro. Me acostumbré, ¿de acuerdo? Me acostumbré a... a que fueras a casa a verme. Me temo que es muy sencillo malcriarme y es que es extraño tener la atención completa de una persona y después ya no tenerla, es... es jodido eso —Gruñó, casi susurró en un hilo de voz. Mis ojos se movieron por todos lados, y debido a eso fue que me di cuenta de que sus orejas estaban rojas.
¿Qué estaba tratando de decir?
Debió de darse cuenta de que me había quedado pasmada.
—Solo... Perdóname, ¿sí? Te prometo que no es divertido llegar a clases y que tu compañera de enfrente te mire como si fueras la peste. O que te ignore. Te juro que aprenderé la lección. Te juro que intentaré comportarme —Abultó los labios.
Con ese último gesto yo ya estaba tirada en el suelo, frente a sus pies. Casi pude ver arcoíris a sus espaldas, como un halo de luz a su alrededor mientras que esos ojos de bambi me observaban con súplica, iluminaba todo.
—¿Me perdonas? —Consultó, con inseguridad. Aclaré mi garganta y traté de no prestarle atención a los fuertes latidos de mi corazón.
—Ok...
—¿Ok? ¿Podrías ser más específica? porque si luego vas a vol...
—Ya, está bien Jungkook, se ve que vendiste alguno de tus riñones para poder hacer todo ese guion... Así que te perdono.
Pareció indignarse mucho, demasiado.
—Estuve pensando minuciosamente que decir, Anderson... ¡tenme un poco más de compasión! —Se quejó.
—Bueno. Ahora me iré a buscar a Celestine —Él asintió despacio. Me quedé mirándolo unos segundos más antes de darme la vuelta e irme.
Me fue imposible no pensar en lo lindo que se veía.
Supongo que en algo estábamos avanzando, porque Jeon Jungkook jamás había pedido disculpas. Nunca me había pedido disculpas a mí, a la chica que un día mató y después borró de su mundo...
En algo avanzamos, ¿no?
Sé que el mes de Piwkenyeyu ha terminado, pero decidí anular por ahora esa regla aprovechando que estoy de vacaciones, en fin. No se preocupen, intentaré actualizar las otras dos, pero me temo que me concentraré mucho más en Piwkenyeyu y en Inexorable ya que esta última esta mas cercana a culminar.
En otras cosas, ¿Qué les pareció este capítulo? ¿Qué piensan de la primera pelea de los niños, de la manera en la que actuo Jk?
Todos estamos de acuerdo con que a Jungkook le importa un poco mas de lo que dice Alyn, ¿Por qué creen que será eso, será verdad eso que dice que es porque es la que mas conoce en sus clases?
¿Fue suficiente para ustedes esa disculpa, qué piensan de ello?
Jajajaj, perdón por tanto cuestionario, solo quiero hablar con alguien sobre todo esto, que no se note que toy solita.
Como siempre, gracias por leer, votar y todo lo demás. Espero regresar pronto...
Y también agradecer mucho, mucho mas porque... YA HAY 200 PERSONAS QUE ME SIGUEN, JAMÁS PENSÉ LLEGAR A ESA CANTIDAD Y ESTOY EMOCIONADA Y FELIZ. Claro que la mayoría de esas personas no me leen, al menos no tengo registro sobre ello, pero igual, muchas gracias.
Se les quiere mucho.
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