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𝓜𝓮 𝓶𝓪𝓽𝓪𝓼 𝓬𝓸𝓻𝓪𝔃ó𝓷





















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Que haces que me quemas

Cuando miran tus ojos

Que haces que aceleras mi respiración.








Lo oculté. Oculte la presencia de Edward a Tomás, Diego y de quien lo conociera. La presencia del gringo solo es conocimiento mío. Como el mejor de los secretos, o como el mejor de los tesoros.

Lo amo, y él lo sabe. Pero lo odio. Y él lo sabe.

El llega a renovar la relación que había abandonado. Debería estar enojada, debería rechazarlo, mandarlo al infierno, pero algo en mi cuerpo impide que realice una acción. No quiero que se quede, pero no quiero que se vaya, ¿Qué sentido tiene aquello? Ninguno.

—¿En que piensas? —me pregunta Tomás en medio de la noche mientras estamos acostados viendo una película. 

—¿Qué? —pregunte al no escuchar su pregunta. Observe que coloca pausa a la película.

—Es una película graciosa y no te estas riendo —comenta el padre de mi hijo levantando mi barbilla que está recostada en su pecho—. No estás tomando atención, ¿Qué sucede?  

—Nada, simplemente estoy cansada —le aclaré para tranquilizarlo—. Me ha dado mucho sueño últimamente.  

—¿Segura? ¿No quieres decirme nada? —fruncí mi ceño al instante—. De que a lo mejor hay dos bebés en tu vientre. —Aquello logra que ría—. Así está mucho mejor, amo tu risa—. Los labios de Tomás buscan los míos para besarme con suavidad. Moví mis labios con lentitud, quería besarlo, pero a la vez no. Mi cuerpo le tiene fidelidad al gringo y lo logré sentir al momento que Tomás abre su boca para buscar mi lengua. Me separé de los labios del padre de mi hijo nonato.

—No hay otro bebe —le aclaré con diversión tratando de distraer sus pensamientos de mi actuar—. Solo tendremos uno.

Espero que no valga por dos —musita con diversión volviéndome a besar, pero nuevamente me aleje con la excusa de ir al baño—. ¿Segura que estas bien? —me pregunta alzando su voz al instante que cerré la puerta del baño.   

!Si! —grité en respuesta para abrir la llave del grifo y mojar mi rostro. Solo estoy un poco confundida al tener al padre de mi hijo en la cama, y al hombre que amo fuera de ella. ¿En qué momento mi vida se tornó tan dramática? Ah, lo olvide. Desde el momento que crucé mi mirada con la del gringo.











Qué haces tú por mí

Que haces con mi cuerpo

Que extraña tus caricias

Que haces que hipnotizas mi forma de amar.








Es algo adictivo. Debería ir a una clínica de rehabilitación para superar esta adicción al gringo. ¿Cómo pude vivir estos meses sin sus besos? ¿Qué tiene él que doblega mis palabras? Arrastrándome a la cama para ser tocada por sus frías manos. Dios, no puedo pensar. No tengo respuesta.

—Shhhh —me calla el gringo besando dulcemente mis labios—. No pienses, no busques respuesta a esto —indica sacando su camiseta para dejar su torso descubierto. 

—Esto está mal gringo —puntualice abriendo las piernas para que se acomodara en el medio.

—Nada de lo que hacemos está mal —añade posicionándose para volver atacar mi boca con dulzura—, Nuestro amor no es algo malo...—susurra metiendo su mano dentro de mi jeans. Un suspiro de anhelo sale de mi boca a la proximidad de sus dedos con mi intimidad—. Te deseo tanto...  

Desperté en el mejor momento de mi sueño.

—¿Estás bien? Tenías un sueño inquieto —musito Tomás saliendo del baño con una toalla amarrada en su cintura. 

—Si —conteste para alejar mi mirada de su cuerpo semidesnudo. Culpable de mis deseos. Culpable que mi deseo se dirige al gringo, y no a él.   

—¿Qué soñabas? —me pregunto el padre de mi hijo colocándose nuevamente en mi campo de visión.  

—No lo recuerdo —conteste al momento que me siento en la cama—. Creo que fue una pesadilla.

—Nunca tienes pesadillas —apunto Tomas con tono de preocupación en su voz.   

—Tengo miedo —le confesé llevando mis manos a mi vientre—. Miedo de todo—. Miedo de mis pensamientos, de mis deseos, de hacerte daño a ti, y a este bebe.  Y hacerme daño a mi con este amor enfermizo que siento por el hombre que está a unas pocas cuadras que escucha mis pensamientos.

Saldrá todo bien mi amor. —Tomás se sienta en la cama para agarrar mi mano con suavidad—. Cuidare de ti y de este bebe. No tienes que preocuparte nada.

—Gracias —le agradecí por sus palabras tranquilizadoras. Tomás agarró mi mano a sus labios para besar mi dorso con suavidad.

—¿Quieres un mañanero? —Su pregunta logra sacarme una risa nerviosa, pero negué con la cabeza a su petición. ¿Cómo podría hacer el amor con Tomás si en mi mente existe otro hombre? —Volveré en la tarde, el nuevo trabajador necesita orientación.

—Y qué mejor que el dueño del campo.

—Exacto —musita Tomás acercando su rostro al mío para besarme dulcemente. Disfruté de aquel tacto tratando de no sentirme culpable—. Buenos días mi amor.        

—Buenos días al padre de mi hijo.











No ves que tengo miedo

Me matas corazón y juegas a perder

Me matas y me obligas a caer a tus pies.





—¿Estás aquí? —pregunte mientras estoy en la ducha. Aunque era una pregunta estúpida. Por supuesto que estaba aquí.

—Estoy aquí —musita Edward afuera de mi ducha con voz pausada—. No te sientas culpable.

—Es fácil para ti decirlo. No estás en una relación...

—¿Cuándo empezaste con él?   —pregunta el gringo moviendo la cortina de mi ducha para observar mi rostro.

—Sabes la respuesta —conteste tratando de tapar mi cuerpo desnudo con la cortina.

—No tienes que taparte, te he visto desnuda —recalco el gringo frunciendo su ceño.

—Ahora es distinto —le aclaré con nerviosismo—. Vamos Edward, ¿Qué quieres? Sabes todas las respuestas de tus preguntas.           

—Dos meses te bastaron para llevarte a la cama de otro...

—Oh gringo, no creo que quieras irte por ese camino —brame soltando la cortina que tapa mi cuerpo quedando expuesta a la mirada del gringo—. No tienes ningún derecho de entrometerte de la forma que decidí reparar lo que tú rompiste.

—Debiste esperarme...

—!ESPERARTE! —grité lanzándome al cuerpo del gringo con la intención de golpearlo—. Como te atreves vampiro estúpido, masoquista y egoísta —brame al momento que el gringo sostiene mis manos para impedir que lo golpee. Mi cuerpo desnudo choca con el suyo sin importarme el pudor. El gringo toma mis manos entre las suyas para detener el golpe—. Idiota, estúpido, imbécil —grite tratando de zafarme del agarre del gringo—. Suéltame —dije molesta por su tacto.  

—No debiste entrometerte con él, si aún me amabas —añadio soltando mis manos.  

—Hice lo correcto —indique buscando una toalla para tapar mi cuerpo. Salí del baño con la presencia del gringo detrás de mí—. Y sabes que no me arrepiento. Estar con él, me ha dado este hermoso regalo —brame molesta—. Algo que jamás me podrás dar.

—Pero te puedo dar esto —contraataco mis palabras tomando mi brazo para girar mi cuerpo y besarme con agresividad. Tan solo por un segundo o quizás dos disfrute de su beso. De sus labios buscando con desesperación con los míos, pero después la imagen de Tomás interrumpe en mi mente tomando conciencia de mi acción. Suéltame, suéltame, suéltame... —No quieres que te suelte.

Idiota sabelotodo —brame a centímetros de sus labios—. Maldito hijo de pu...—Y el gringo vuelve a besarme con agresividad, pero intuyo que esta vez para silenciar mi insulto. Esta vez después de diez segundos de que mis labios respondieran su beso para buscar su lengua con urgencia, decidí alejarme para pensar y respirar.

—Esto está mal gringo —repetí las palabras de mi sueño alejándome de su cuerpo para chocar con la pared de mi habitación—. No puedo hacerle esto a Tomás. No puedo...por favor...aléjate.

—No puedo —preciso el gringo dando los pasos para llegar a mi—. Créeme que no quiero hacerte mal, y no quiero causar daño alguno. Pero no puedo alejarme de ti, no después de besarte de nuevo. No después de tocar tu piel —revelo al momento que levanto su mano para acariciar mi cuello con las yemas de sus dedos para luego bajar con lentitud al inicio del nudo de la toalla, soltó el amarre y dejo mi cuerpo desnudo a su merced—. No después de ver tu cuerpo....

—Gringo...no —hable con la poca fuerza de voluntad que tenía para detener al gringo.

—Debiste esperarme —susurro nuevamente aquellas palabras—. Quise venir por ti desde el primer día, pero todo se fue al carajo con Victoria —Mi cuerpo y mi mente están confundidos. No solo el nombre de una mujer que no conozco, y tampoco por la mala palabra que dicta el gringo, sino por su cercanía ante mi desnudez—. Debía mantener a salvo a Bella, y a cambio te perdí a ti.

—No me has perdido —señale conectando mi mirada con sus ojos. Un poco más oscuro—. Te amo profundamente, mi cuerpo, mi mente y mi corazón te aman—. Su rostro sonríe a mis palabras con la intención de acercar sus labios a los míos—. Pero no quiere decir que está bien—. Su movimiento se detiene.

—Katherine...—Cerré mis ojos al instante que su boca dicta mi nombre—. Prometí amarte en silencio, pero no puedo. Lucharé por ti contra Tomás o cualquier otro hombre.

—No tienes que luchar contra nadie —le indiqué abriendo mis ojos—. Ya has ganado.

—Entonces, ¿por qué no puedo besarte nuevamente? —me pregunta llevando sus manos a mi espalda para acariciarla lentamente logrando que mi cuerpo se estremezca por completo.

—Te convertirías en mi amante, no creo que quieras eso.

—Quiero todo contigo, incluso "eso" —apunta sacando una mano de mi espalda para acariciar mi pezón duro por la excitación del momento—. Dame una segunda oportunidad —me pide el gringo apretando mi pezón con sus dedos. Cerré la boca con fuerza para evitar que saliera un gemido de mi boca—, por favor...

—Es injusto...

—¿El que? —pregunto el gringo como si no supiera el sentido de mis palabras. Su otra mano busca a mi otro seno para acunarlo con suavidad—. ¿El que? —repitió nuevamente su pregunta apretando mi seno.     

—No se que haces o qué clase de poder tienes sobre mi, pero...

—Es el mismo poder que tienes sobre mí —admitió el gringo pasando su lengua por sus labios.   

—¿Qué haremos?  —le pregunté en un susurro sintiendo como sus palabras hacían efecto en mi cuerpo. No podría rechazar otro beso.

—¿Qué quieres hacer? 

—Hacer el amor contigo. —Y su mirada se oscureció por el deseo.

























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Ay, próximo capitulo se viene la cochinada 🔥, así que les recomiendo leer como dice mi amiga @man_of_warn con la biblia en la otra mano. 🙈

Muchas, pero muchas gracias por sus votos y comentarios❤️🧡. Cada vez se ha unido mas gente a leer la historia de estos dos personajes irresistibles.

Síganme comentado sus opiniones buenas o malas(pero con respeto) o como les gastaría que continuará la historia. Toda idea es bienvenida.❤️

Y antes que me olvide !Escuchen la canción! Es perfecta para ellos dos.


Nos leemos pronto ❤️🧡❤️🧡









Canción: Daniel Guerrero - Me matas corazón

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