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Caminaste con alegría junto a Hitoshi quien parecía querer morir en ese preciso momento. Lo invitaste a comer y le faltaron patitas pa' correr a la cafetería y zamparse todo lo que podía comer.

—Voy a engordar contigo como amiga —dijo mientras veía el montón de hamburguesas y dulces que tenía entre los brazos, que tú compraste para él.

—Rico po', igual te doy y no consejos.

—OE VO' MARACA CULIA.

—¿ME DIJISTE MARACA CULIA A MI, MARACA CULIA?

—SÍ WEONA, A TI TE ESTABA BUSCANDO.

—Puta la wea. —Fue lo único que escuchaste de Shinsou antes de ir a pelear con la mina que había aparecido como fantasma culiao.

—A ver conchetumare, ¿qué chucha me veni' a quitar el protagonismo, weona?

—No sé weon, aparecí como referencia en el libro de Kaminari y ahora estoy aquí, tiene que ser porque al weon del Jason se le ocurrió republicarme o alguna wea.

—Pero weon, tu libro ni esta en borrador po' quedaste borra' y la wea, ¿qué veni' a wear pa' acá?

—Ya weon es que---

—No weon, yo iba a contar mi desgracia, es que weona quedé Withney porque cachai que estaba terrible indecente en mi casa, no me había bañado como en 3 o 4 días y mi vieja me mandó a comprar pan porque le dio paja hacer pan, weon que vergüenza, me sentí terrible puerca.

—Pero weona cochina, no te creo.

—Es verdad, estuve ahí aguantando el olor a pantano. —Shinsou interrumpió la conversación.

—Mi amor, ¿vayámonos? perdimos mucho tiempo con esta weona.

—¿Son pololos? Es que weon, no sé porqué este libro no es para Shinsou, son como la pareja que nunca será real pero todos quieren que lo sea, incluyéndome.

—Cállate weona que hasta a mí me duele, ya chao, besos en el siempre sucio —dijiste arrastrando a Shinsou—. Oye, mi vida. ¿Vamos a comer? Tanta wea rara me dio hambre.

—Ahí esta tu peor es nada, ve a perder la dignidad que no tienes y vamos a comer lo que compraste.

—KATSUKI, WASHITO RICO. —Él te miró y antes de que gritara, hablaste—: Te vengo a recitar un poema, relaja la raja. Las rosas son rojas y el viento las mueve, tú eres el seis y yo soy el nueve.

—¿¡AH!? ¿Cuál es el sentido de tratar de coquetearme hablando con tu dialecto raro, perra? —cuestionó irritado por no entender ni vergas.

—A ver, conchetumare. No sé a quién le dije pero weon, si eres muy inteligente deberías saber que tratar de traducir la jerga chilena es como tratar de descubrir porqué tienes más pechuga que la pechuga de pollo.

—¿Me comparaste con un pollo?

—No es hora de pensar, es hora de correr.

—Pero íbamos a comer... —murmuró Shinsou viéndote apretar cachete para correr del rubio que te perseguía para reventarte todo menos el poto.

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