Pensamiento negro: Representa la tristeza por el amor sin esperanza.

Acónito o delfinium: Son signos de venganza y poseen una fuerte toxicidad.

18 de octubre de 1512

Sabía que algo así podría pasar y no hice nada por detenerlo. Ayer murió Wooyoung en brazos de Yunho, su amigo más cercano. Después de la muerte de San, Wooyoung no dejaba de llorar y de encontrarse cada vez más enfermo. No entendía por qué su propia diosa lo había maldecido de aquella manera hasta que fue el propio Wooyoung quien me confesó que había cometido un error. Él amaba a San y su subconsciente lo torturaba diciéndole que no debería haberlo matado. Que la venganza no es la única solución. Yo ahora también lo pienso, no hice lo correcto, ninguno de nosotros lo hizo.

Wooyoung no murió por la enfermedad de Hanahaki, claro que no, él mismo se envenenó con acónito, antes de fallecer me dijo que por fin podría amar a San sin sentirse mal, que lo encontraría en el más allá y sería feliz con él y con su hermano. Respeté su decisión, parecía contento con lo que iba a hacer.

Hoy tan solo quedan unos veinte piratas de toda la tripulación que había llegado a la isla. Hicimos una pequeña balsa con los troncos de algunos árboles de la isla y en ella colocamos el cuerpo de San y Wooyoung juntos. Parecían descansar. Los enviamos mar adentro dejando que este los llevara donde quisiera.

Ahora me estoy tomando un descanso ya que estamos sacando del barco todo lo que los piratas cogieron de la isla. Jongho, sin embargo, me ha dado un pequeño diamante pulido. Actualmente soy yo el capitán del barco, ninguno de los piratas se atrevió a tomar el puesto de su adorado San. Se ven tristes y desolados por tanta pérdida, por tanto amigo caído. Algunos de ellos sobrevivieron a la enfermedad puesto que aquella persona a la cual amaban les correspondía, esos han decidido quedarse en la isla.

Yo estoy feliz a pesar de todo, San me enseñó a ser valiente aunque me vaya la vida en ello, de Wooyoung aprendí que no tengo que tomar decisiones precipitadas porque después puedo arrepentirme, de ambos comprendí que debo cuidar aquello que amo.

Ya estoy en camino, amor mío, no he dejado de pensar en ti desde que nos separamos. Espero que tú no me hayas olvidado.

Vuelvo a buscarte, hijo, y tengo muchas cosas que explicarte, muchas tierras y mar que enseñarte. Espero que hayas cuidado bien de tu madre.

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Ahora sí, este es el final de la historia. Espero que os haya gustado leerlo tanto como a mí me ha gustado escribirlo. No olvidéis votar y comentar. Si algo no ha quedado claro, tan solo tenéis que preguntarlo. Hasta pronto.😜