Elizabeth tomó a Jessica de la mano y se la llevó a los camarotes para que se cambiara pues aún estaba empapada.

-¡¿POR QUE SALTASTE ASI AL AGUA? ME PREOCUPE MUCHO POR TI! -Grito Elizabeth buscando ropa, mientras Jessica se sacaba las prendas superiores de ropa, el calzado y sombrero.

-Eran mi familia quienes cantaban, me estaban llamando.  Reconozco las voces de mi tripulación y mis segundos al mando donde sea... -Dijo con voz lastimera.

-Pero no era necesario que saltaras pudimos haber ido en el barco a buscarlos, y de paso no asustabas a medio mundo con tus actos temerarios... Todos se preocuparon por ti. -Dice Elizabeth.

Jessica toma la ropa y va detrás de un panel para terminar de desnudarse y cambiarse por la ropa seca.

-No estába pensando del todo, solo quería verlos a todos de nuevo... En especial a Orion y Dimitri. -Dijo lo último en un susurro que Elizabeth apenas alcanzó a escuchar.

-¿Quienes son Orion y Dimitri? -Pregunto Elizabeth.

-Mi hermano y pareja... -Dijo Jessica saliendo cambiada de detrás del panel con algunas lagrimas recorriendo su rostro.

Elizabeth se acercó a ella y la abrazo consolandola. Detrás del puerta Jack se permitió dejar salir una lágrima recordando a su hijo, limpio la lágrima rápidamente y se fue de allí de nuevo a cubierta, tenían que reanudar el viaje.

Media hora después el "Perla negra" se encontraba en marcha a su destino una vez más. Paso un cuarto de hora antes de que Elizabeth y Jessica salieran a cubierta, esta última no lloraba pero sus ojos rojos e hinchados la delataban, Jack le dio una sonrisa triste desde el timón, y le hizo un gesto para que se acercara.

Jessica se despidió de Elizabeth la cual fue con Will, y se encaminó hacia su padre, una vez a su lado Jack la abrazó por los hombros.

-Todo estará bien pequeña, nada te pasara mientras yo esté aquí, sabes que daría mi vida por ti. -Dijo en un susurro que solo ella escuchaba, y luego procedió a besar su frente.

Jessica solo se abrazó a su padre escondiendo su cabeza en el pecho de este, se sentía horrible, había sido engañada con las voces de sus difuntos hermano, prometido y tripulación.

Jack, saco su brújula y se la entrego.

-Se que lo necesitas, siempre te tranquilizo usarla, aún cuando no apuntaba a nada. -Dijo con una sonrisa torcida.

Jessica la tomo y le dio una sonrisa a su padre. Luego se alejó unos metros hacia la popa del barco. Una vez allí abrió la brújula, la vio por unos momentos, como la aguja daba vueltas y vueltas, no parecía que se fuera a detener jamás, eso la tenía hipnotizada, por eso cuando la aguja se quedó quieta apuntando hacia proa, al principio no entendió que pasaba, pero cuando comprendió que la aguja estaba señalando lo que más deseaba, empezó a hiperventilar, a esto le siguieron las lágrimas, sus piernas se sentían como gelatina, estaba temblando y termino sentada en el suelo con la brújula fuertemente sujeta en sus manos.

-Imposible, imposible, imposible... -Repetia una y otra vez en susurros.

Todos estaban tan ocupados con sus tareas que no notaron el comportamiento de Jessica, pero entonces Hector escuchó los susurros, los cuales no paraban y lo empezaban a molestar así que se giró en busca del origen de estos solo para ver el estado de esta. Rápido corrio hacia ella, al tiempo que la llamo, al llegar a su lado se agachó a su lado.

Jack al escuchar a Héctor llamar a Jessica lo miró para saber que pasaba, vio que este corría hacia ella, al ver el estado de esta última Jack abrió los ojos como platos, eh importandole poco que se salieran de rumbo abandono su puesto para ir junto a Jessica llegando unos segundos después de Hector.

Todos en el Perla miraban con los ojos como platos la escena frente a ellos.

-Jessica hija, mírame, ¿Que paso? -Decia preocupado.

Ella miro a su padre y a su tío, aún hiperventilando, con lágrimas en los ojos, ya no decía nada pero un puchero se formo en sus labios, Jack y Hector intercambiaron una mirada preocupados, no era normal que Jessica tuviera ataques de pánico. Ella levantó una de sus manos mostrando la brújula a los dos adultos, ambos se quedaron de piedra con los ojos bien abiertos. Hacia años que la aguja no se quedaba quieta cuando ella era quien sostenía la brújula.

-¿Quien? -Fue todo lo que pregunto Jack, pues ninguna otra palabra pudo salir de su garganta del shock que tenía.

-Ambos... -Fue lo único que dijo antes de desmayarse por hiperventilar mucho.

Jack instintivamente la tomó en brazos, Hector y el tenían algunas lagrimas callando por sus mejillas.

-¿Como? -Fue todo lo que dijo Hector mirando a Jack, el cual solo lo miro con una mirada que claramente decía que no tenía idea.

Jack empezó a caminar en dirección al camarote de Jessica con esta en brazos, la cual inconscientemente se aferró a la brújula, como si su vida dependiera de ello.

Una vez en el camarote Jack la dejo en su cama y le saco las armas, sombrero y botas, para que estuviera cómoda, se disponía a irse pero Jessica tomo su manga.

-Quedate, no me dejes sola. -Dijo aniñadamente.

Jack no pudo decir que no al ver a Jessica con los ojos brillantes a punto de llorar, así que procedió a sacarse el sombrero, botas y armas de encima y acostarse junto a su hija, tomándola entre sus brazos como cuando esta era más pequeña y tenía una pesadilla. Jesica enterró su rostro en el pecho de su padre sintiendo el aroma que este desprendía, calmandose, finalmente durmiendose. No se les vio a los Sparrow en todo lo que resto del día, ni por la noche. De hecho no se los vio hasta la mañana siguiente a la hora de desayunar.

Nadie sabía que había pasado el día anterior, pero lo que sí sabían es que tres de sus camaradas habían estado llorando, pues ojos rojos e hinchados los delataban.