Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8

La hora de comer había llegado, todos los habitantes de la mansión se habían reunido en la grandiosa mesa que tenía sillas para todo el mundo, aunque faltaban algunas personas, y ya sabrán que son las criadas, que comerían en sus habitaciones. Los recién llegados se habían sentado en la punta de la mesa, mientras conversaban junto a Ink, que parecía muy feliz a su lado: sabía que eran buenas personas.

La comida transcurría bastante divertida, sobretodo por los acosos constantes de Reaper hacia Geno, que estuvo a punto de ir a su habitación por culpa del fastidio constante del esqueleto de túnica.

 Hoy por culpa del frío se sirvieron platos de carne calientes, y todos lo agradecieron con una gran sonrisa. La comida caliente en días fríos era la mejor, además de carne también gusta bastante la sopa. Pero la comida ese día no fue la mejor, pues muchas de las mejores cocineras eran esas criadas, por suerte habían otras que nunca tuvieron intenciones de dañar a Ink y la comida fue aceptable. Pero los constantes acosos de Reaper seguían incluso comiendo.

—Geno...—Dijo Reaper con una sonrisa, sabía que Geno se impresionaría con lo que diría.—Incluso tomando sopa te ves apuesto...—Vale, seguro que las tácticas de Reaper para ligar se estaban acabando, y eso era una grandiosa muestra de que se le acababan. Pero Geno, al escuchar eso, estuvo a punto de escupir la sopa, pero lo único que pudo hacer fue tragarla de golpe y empezar a toser. Esa forma de coquetear no le gustaba nada al pobre hermano mayor de Error, aunque se sentía bien cuando Reaper le hacía caso. 

Error observaba entre risas a su hermano mayor mientras de vez en cuando miraba de reojo a Reaper, que seguía sin cansarse intentando ser notado por Geno. Pero también observaba a Ink, que hablaba con Blueberry, que era uno de los mas felices de estar hablando con su amigo pintor, amaba cómo pintaba y quería tener clases con él, así que se lo pediría.

—Oye, Ink, ¿podrías enseñarme a dibujar y pintar?—Preguntó Blueberry con su típica voz aniñada, era el mas joven de todos esos esqueletos, mientras sus pupilas en forma de estrellas brillaban, sí, también tenía unas pupilas especiales, pero Error siempre piensa y pensará que las de Ink son las mas bellas. Ink abrió los ojos mientras se sorprendía por los deseos del mas bajo, sí, Blueberry era mas bajo que él, y asintió con felicidad, iba a tener un aprendiz de arte.

El bajo agradeció eso y a partir de allí se concentraron en comer y ya. Error pensaba como podría hacer que Ink lo perdonara del todo, y pensó en cómo podría  llevarlo a algún restaurante sin ser insultado por parte del pintor, pero no haría falta sufrir mucho para llevarlo a un lugar por voluntad propia.

Las cosas que pueden pasar pasan, pero tardan en suceder, no todo es de color rosa, y lo que debe suceder es la declaración de esos dos esqueletos opuestos, de distintas cosas cada uno, pero pueden amarse igual. Ellos son como el agua y el aceite, distintos trabajos y funciones. Pero se pueden mezclar.

Sus pupilas observaban todo lo que podían, era todo tan extraño, tan conocido y tan nuevo para él, no comprendía por qué quería quedarse a vivir con Error, cuando podría haberse ido con sus amigos y nunca mas regresar. Pero seguía teniendo esos sentimientos y eso hacía que siguiera en un lugar en el que tal vez sufriría poco a poco. Nosotros mismos nos hacemos daño.

Los mayordomos habían ido a recoger los platos después de esa reconfortante comida que había saciado a todos los presentes mientras se iban levantando para ir a sus respectivos cuartos o a otros sitios de la ciudad. Blueberry e Ink fueron uno de los primeros en ir a la habitación del último nombrado para poder iniciar las clases de arte. Error suspiró, sus planes habían sido frustrados, debería esperar hasta mas tarde, no debía molestarlos.

La tarde pasó cómo otras tardes, sólo que Error se la pasó en casa, era sábado, no tenía nada que hacer esos días, y si tuviera sería intentar quedar con Ink, pero esa tarde el pintor estaba ocupado enseñando arte al pequeño Blueberry. La cosa es que esa tarde no podría hablar con Ink, quizás otras tardes tampoco. Pero no se rendiría, debía hacer todo lo posible para conseguir ese amor que lo estaba consumiendo sin saberlo.

El tiempo en esos momentos era nublado, el Sol no había aparecido después de la lluvia y parecía que dentro de poco habría una gran tormenta que obligaría a todos los habitantes a volver a casa sin ningún remedio en ese sábado que parecía ser bastante aburrido para todos, pero con un poco de originalidad se podría tener una gran tarde en ese lugar. Pero la gente no suele tener originalidad, todos son clichés, una tarde en el cine o en un parque de atracciones e incluso en la playa, nunca en el campo o un lugar diferente.Pero ahora Error no tenía ninguna manera de pensar en un plan original. Nadie tenía planes buenos, sólo el pintor y su nuevo aprendiz de arte.

—¿Por qué todo debe ser tan complicado?—Murmuró Error en su habitación mientras anotaba unas cuantas opciones dónde llevar a Ink a una 'cita', pero eso eran mas que opciones escritas, nunca serían realidad si no empezaba a tener un poco mas de coraje. Pero el coraje no sale en los mejores momentos y eso era lo que pasaba en el caso de Ink y Error, no tenían el valor cómo para al menos hacer unas cuantas indirectas, sólo podían esperar a que las cosas sucedieran. Pero si no hacían nada las cosas saldrían al revés de lo que habían planeado o imaginado alguna vez.

Su escritorio estaba lleno de notas de distintos restaurantes lujosos de la ciudad dónde podría llevar al pintor, floristerías dónde podría comprar flores u otras chorradas cliché mas. Pero decidió tirarlas todas a la basura, pensando que eso estaba demasiado visto como para declararse así. Debería pensar y concentrarse, no podía llevar a Ink a una cita típica de historias de romance, debía revolucionar el mundo de las citas. Pero era tan difícil pensar en esa situación.

Los papeles volaban por el pequeño cuarto, yendo a parar al cubo de basura dónde ya habían distintas hojas arrugadas y hechas trizas, ninguna se salvaba de cualquier daño, tan pequeño sea, no se salvaban, Error no permitiría que nadie pudiera leer esas notas que tan bien ocultaba en un armario que nadie limpiaba. Bien hecho, Error, bien hecho.

—Argh... ¿Por qué todo es tan complicado con el tema relacionado con el amor? Odio ser tan cursi, es insoportable...—Se quejaba el empresario apoyando su cabeza en el escritorio mientras dejaba caer sus manos, estaba cansado, no quería ver nada relacionado con la pintura o sus ganas de organizar una cita regresarían. Necesitaba volver a tener inspiración, pero no podía hacer nada.

Y de nuevo, una fuerte lluvia cubrió todo París, mientras los niños en el parque corrían en busca de sus padres, los restaurantes cerraban y todos los ciudadanos que vagaban sin rumbo por la calle se cubrían con lo que podían y se dirigían con paso apresurado hacia sus casas. Sus corazones eran pura oscuridad, o los de la mayoría, pocos se salvaban de tener una gran mancha de oscuridad en sus pequeños corazones. La gente siempre tiene algún tipo de lado oscuro en su interior, incluso sin haber sido visto, lo tenemos.

Error suspiró al ver que de nuevo estaba lloviendo, si seguía así la cita debería ser en la casa, y eso no tenía nada de bueno. ¿Qué cosas podría preparar en una casa? Una cena romántica, pero eso está, como decirlo, demasiado visto en películas o novelas de amor, y eso frustraba a Error, que rezaba por un buen clima en los futuros días, o sino debería idear un plan perfecto.

Pero nada es perfecto, nada es tan bueno como en las novelas, películas o pequeñas historias de amor, nada es fantástico, no todo sale bien, no todos tenemos la oportunidad de poder confesarse de la manera mas increíble que exista, y en esos casos debemos recurrir al modo simple, una confesión completamente normal. Pero bueno, no pasa nada, no todo tiene que ser fantástico en todos los sentidos.

Más suspiros, Error se sentía fatal por no poder darle a Ink una bonita sorpresa en cuanto la confesión se trata, odiaba que las cosas le salieran mal, en todas las cosas, odiaba cuando su empresa perdía dinero, cuando habían problemas en su mansión... Y muchas cosas mas que podían suceder en su vida diaria.

Las campanas empezaron a sonar, marcando las nueve de la noche, la hora de la cena, y junto las campanas sonó la alarma para indicar que la cena estaba lista. Error, fastidiado decidió dejar todos los papeles vacíos en su escritorio, mientras se colocaba sus pantuflas para poder llegar a la puerta, que abrió para poder llegar al pasillo, dónde pudo ver cómo Ink y Blueberry salían de la habitación del pintor mientras hablaban con felicidad. Error no tuvo celos, sabía que Ink nunca se interesaría en un chico como Blueberry.

Al llegar al salón se pudo notar el silencio que reinaba, ni siquiera Reaper hablaba con Geno, la lluvia empezaba a nublar los pensamientos de todos los presentes, de todos menos Ink y Blueberry, que hablaban sobre las clases que habían tenido aquella tarde mientras el mas bajo hablaba al pintor sobre su hermano mayor. Ink escuchaba atento con una gran sonrisa en el rostro. Todos sus amigos eran únicos por diferentes rasgos que poseían, tanto en físico o en forma psicológica.

Las criadas habían sido expulsadas completamente hace unas horas, mientras no paraban de quejarse de Error, que repetía que eso fue culpa de ellas y no suya, no debían rechistar por cosas que ellas mismas causaron. Alphys fue la encargada de tomar todas las maletas y ayudar a sus ex-compañeras mientras Undyne ayudaba a que ninguna lograra escapar de su fatídico destino, pero por suerte ninguna quiso defenderse, eran demasiado débiles.

Error tomó aire, quería hablar con Ink a solas en su habitación, pero los nervios no dejaban ninguna opción en la que pudiera decirle eso, así que decidió esperar mas tiempo para poder tener un bonito tiempo a solas con el pintor, así que pensó que podría ir a la habitación del antes nombrado para poder darle mas confianza y así en unos cuantos días mas podría ejecutar su esperado plan que no sería fácil el conseguirlo.

La comida fue bastante sana, basada en verduras y un poco de pescado, todo ligero para poder ser digerido antes. Las cocineras sabían cómo hacer una comida saludable pero a la vez deliciosa con los ingredientes que podían obtener en esa temporada, que solía ser fruta del tiempo y otras carnes, pero siempre lograban elaborar perfectos platos, y el plato estrella de Toriel, una cocinera que se ofreció voluntaria para poder cuidar a sus tres pequeños hijos que también vivían en la mansión, era la tarta de caramelo y canela, un plato que hacía relamer a cualquiera con su fina textura y delicioso sabor.

Las cosas esa noche iban bastante bien, un ambiente de paz y tranquilidad sin la constante necesidad de vigilar a las sirvientas ya expulsadas, con el buen menú y algunas charlas bastante amistosas entre Sci y Red.

Pero una vez acabada la cena, Error debía ir rápido a la habitación de Ink para poder pasar un tiempo a solas con éste sin tener que aguantar al pequeño Blueberry. Y eso fue lo que hizo, con velocidad se abalanzó contra la puerta de Ink, que empezó a tocar con desesperación, sí, me refiero a que casi derriba la puerta. El dueño del gran cuarto abrió con una mueca de sorpresa, mientras preguntaba a Error que hacía allí.

—¿No es obvio? Vine a ayudarte con el ordenador.—Contestó mientras respiraba con dificultad. Ink lo miró con una cara asesina, no tenía motivo para hacer esas clases, por eso le cerró la puerta en la cara.—Mierda.—Murmuró Error con una sonrisa de tristeza en su rostro. Las cosas no saldrían bien si Ink seguía así. Y por ese motivo Error entró sin tener permiso, sobresaltando a Ink, que se acordó que el empresario podía entrar en cualquier habitación que quisiera con sus huellas dactilares.

—¡Error!—Gritó fastidiado Ink que estaba pintando en un folio las instrucciones para colorear un buen dibujo a mano. Error se lo quedó viendo mientras se sentaba a su lado. El pintor se quedó extrañado, mientras se alzaba de hombros nervioso. El empresario le explicó que quería tener de nuevo confianza con él, y después de muchas veces insistiendo Ink acabó cediendo, mientras Error empezaba a dar palmadas en el suelo por no poder ocultar su felicidad. El primer paso estaba completado.

CONTINUARÁ

Sé que éste capítulo es mucho mas corto, pero no tuve tiempo para escribir, y a ésta historia le quedarán pocos capítulos, ya saben, es una historia corta que tendrá menos de 15 capítulos.

Espero que hayan disfrutado de éste capítulo <3 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro