El silencio dominaba en la mansión y en la calle, dónde Ink seguía abrazado a Reaper, que sonreía nervioso, no se esperaba esa extraña escena al llegar a la casa donde residía su amigo y su amado Geno, que miraba a través de la puerta con temor al esqueleto de túnica, no se atrevía a salir por miedo a ser acosado mucho mas que en internet, no era su plan diario el ser seguido en todas las redes sociales por ese esqueleto que conoció en una discoteca, a la que fue por culpa de su hermano Fresh.

Lágrimas resbalaban por el rostro confundido del pintor, no sabía de que hablaba Error, pero tenía el vago recuerdo de haber tenido en su infancia un amigo de clase alta, cuando él todavía estaba en la clase media, tenía una buena vida en ese entonces. ¿Pero por las palabras del empresario podría determinar si en verdad él era el amigo que había perdido hace tanto tiempo? No podía saberlo, a no ser que recuerde un poco los rasgos de ese chico. Sólo recordaba que fueron los mejores amigos del colegio, sí, a pesar de ser de clase alta en ese entonces su amigo estudió en una escuela normal y corriente.

Su corazón latía mas rápido de lo normal, no sabía como podía hacer para conseguir todo lo que necesitaba, y ese todo era saber quien era su amigo, pero no tenía las suficientes pistas para saberlo, aún le faltaban muchas piezas que completar ese rompecabezas tan complicado que había surgido en esos instantes sólo por unas tonterías que han pasado por culpa de las traiciones que todos viven al menos una vez. Pero era una ocasión especial, parecía como si ellos dos comenzaran a recordar el pasado, un pasado que todos no logran recordar cuando ya tienen una edad avanzada como ellos dos.

Error estaba exaltado, no podía hacer nada, solo respirar bastante fuerte por haber hablado tan rápido y gritado todo lo que sentía. Pero era necesario hacerlo, si no no podría arreglar nada de lo que había roto ahora, ahora al mirar a Ink recordaba a su amigo, que sí era también un esqueleto, un esqueleto que siempre estaba diciendo sobre su sueño de ser un pintor de mayor. Todo encajaba, la pasión por el dibujo, el gran corazón que poseían, su rostro y forma de pensar. Todo encajaba como la pieza de un rompecabezas con la que se tenía que juntar. Era un misterio ya resuelto para Error, pero no para Ink, que seguía confundido pensando en que estaba diciendo Error, pensaba que se había vuelto loco, pero al dar el cuarto pensamiento sobre como era su antiguo amigo una corriente de electricidad recorrió su espalda. Ahora lo recordaba todo: un chico bastante alto, un esqueleto en concreto, negro, bastante especial en su especie, con dotes para la construcción de marionetas y amante de las novelas reproducidas en el canal mas famoso de París; Undernovela.

Sus ojos empezaron a negarse de lágrimas, lágrimas de felicidad. Se separó de Reaper, que alzó una ceja al poder ver que Geno se encontraba mirando por la puerta y estuvo atento a todo movimiento. Ink exaltado empezó a respirar con dificultad, ahora mismo en la imagen de Error veía a su amigo, que de apodo le puso Poste, y era porque era tan alto como un poste de luz. Y así, mientras sus lágrimas recorrían su rostro exclamó con una mezcla de felicidad y nostalgia:

—¿Poste? ¿E-Eres... tú?—Error sonrió al escuchar que Ink le había llamado Poste, ese era el apodo que su antiguo amigo le puso por ser tan alto. Todos menos Error se quedaron mirando extrañados e indignados por la manera por la cual llamó a Error, pero este solo rió y asintió con la cabeza.—Poste...—Dijo por última vez cayendo de rodillas mientras cerraba los ojos con fuerza. No sabía como reaccionar, nunca había vivido una situación tan extraña y que necesitaba pensar tanto que hacer, siempre había vivido cosas simples, no complicadas. Error, compadecido por el sufrimiento de su amigo, que de apodo le puso Shorty, y ya sabrán por qué, se acercó mientras también se agachaba y le daba palmadas en la espalda, mientras el otro apoyaba su cabeza en el pecho de Error, que no hizo nada para evitarlo. Era lo único que podía hacer para demostrar que estaba arrepentido de lo que había hecho. Su corazón ya estaba un poco mas calmado, y podía notar como todo alrededor desaparecía, sólo estaban Error y él. Parecía una escena de película, una escena de fantasía, una escena que quizás nunca logre pasar en verdad. Pero allí pasaba, sentían paz pero a la vez tristeza. La decisión ya había sido tomada, Ink se iba a vivir con Reaper. Pero ya no estaba tan seguro de esa decisión como antes, sentía que las cosas ahora iban a ser mejores. 

Error consolaba a Ink con una mueca de tristeza en el rostro, sabía que Ink ahora se iría a vivir con otra persona y no podría hacer nada, perdería a su viejo amigo al que había prometido proteger con todo lo posible, y temía no volver a verlo nunca mas por su torpeza y sus odiosas criadas, que estaban mas que satisfechas con lo que habían hecho a Ink, pero Error iba a hacerles temer, iba a hacerles pagar esos daños casi irreparables, y digo casi porque todo se puede arreglar con determinación. No podían hacer nada mas que llorar, sí, Error también lloraba.

—Tranquilo... Ink... Ahora serás feliz con Reaper... Por favor, no me olvides, Shorty...—Dijo Error mientras se apartaba de Ink, que lo miró con una mirada confusa, mientras recordaba que su amigo le puso de apodo Shorty. En realidad no quería irse con Reaper, ya no quería. Pero eso ya lo sabía Reaper, que le guiñó el ojo mientras entraba en la mansión, se había colado para perseguir a Geno, que se sobresaltó al verlo entrar.

—No... Me quedaré aquí...—Ink se levantó mientras Error abría los ojos sorprendido. Después de tanto daño que le había hecho quería seguir allí. Error no le comprendía, quería saber todos los secretos de ese esqueleto, pero era algo imposible. Aunque sentía como si mariposas revolotearan por todo su estómago al escuchar que Ink se quedaría con él. Sentía aprecio por Ink, que lo estaba perdonando, pero era bastante obvio, Ink era víctima de mucha gente por su bondad a la hora de perdonar, podría incluso perdonar a un asesino, y lo digo de verdad, sería capaz.

—¿Q-Qué?—Preguntó Error intentando que Ink repitiera lo que había dicho, estar seguro que quería estar con él, poder pasar su vida junto él. Pero no sabía la razón por la cual quería protegerlo con tantas ganas, ni por sus mejores amigos había sentido eso. Sólo lo había sentido con... las personas que le llegaron a gustar. Espera. Ese pensamiento le heló la sangre.

—Que me quedaré aquí si no te molesta...—Respondió Ink cansado. No estaba de humor para responder las cosas dos veces, tenía paciencia, pero esa misma paciencia estaba desapareciendo en ese mismo instante. Pero también sentía que estaba volviendo a subir por el pozo de manera lenta pero segura, estaba haciendo las cosas bien, no podía fallar ahora, no quería caer en cualquier momento, debería ponerse a salvo, no tirar la toalla antes de eso. Sería de cobardes, y él no era cobarde, podía ser muy valiente si lo intentaba con todas sus ganas.

El sonido de los coches y del tráfico rompía los momentos de paz, mientras hacían que Ink se pusiera de mas mal humor por culpa de ese horrible sonido que inundaba sus oídos, pero seguía el momento que siempre estuvo esperando. Error dijo que se alegraba que quisiera seguir con él.

Era un sentimiento de felicidad, pensaba que podría ser feliz nuevamente sin ningún problema serio en su vida, sentía mas confianza con Error después de haber recordado su pasado, pero seguía preguntando por qué él no le mandó a la mierda por su comportamiento infantil, podría haberlo hecho sin ningún problema.

Pero el problema es que Error no quería dañar a Ink, sentía una gran sensación de calidez al lado de Ink, amó pasar tardes enteras yendo por la calle jugando, cómo unos niños normales y corrientes que no sabían nada de la maldad de la tierra, no cómo ahora que solo podían pensar en cosas relacionadas con el dinero, nunca tuvieron momentos para amar a alguien, nunca pasaron mas tiempo con nadie. Pero de pequeños era distinto, muy distinto, no querían pasar tiempo con nadie mas, pero eso cambió cuando los separaron, no era justo, no fue justo, y nunca será justo para ninguno de los dos. Esa amistad debía haberse mantenido mas tiempo del que pasaron. Nada en este mundo es justo, y nunca lo será. Siempre hay acontecimientos que cambian todo, la mente y el físico, la manera de pensar, todo en las personas.

Pero la tensión que había en el ambiente se rompió cuando todos vieron a un atlético Geno corriendo siendo perseguido por su acosador número uno. Todos rieron, todos menos las criadas dueñas el plan, que sabían que serían despedidas dentro de poco por lo que habían logrado hacer con la mente del pobre Error. 

Incluso Ink y Error rieron de esa escena, era raro ver correr con tantas ganas a Geno, pero en realidad éste amaba pasar momentos con Reaper, y a veces a escondidas quedaban para desayunar en algunas pastelerías, pasando un rato juntos. Y aunque no lo haya admitido, Geno se había enamorado de su acosador, pero no era lo suficientemente valiente para poder confesarse, además de que no estaba preparado para tener una relación seria. Pero estaba pensando bastante en intentar conseguir un plan para decir de sus sentimientos al esqueleto vestido con túnica extravagante. A veces la gente no admite la realidad o no se atreve a decirla, aún habiendo admitido la verdadera y cruda realidad que a todos nos puede hacer sufrir.

Pero una vez esos dos esqueletos desaparecieron de nuevo por la mansión el ambiente serio regresó de manera instantánea, las risotadas anteriores desaparecieron y el brillo de ojos de Ink junto a sus pupilas especiales, la que poseía dos colores y dos formas distintas, también desaparecieron, volviendo a tomar un semblante serio que no desaparecería a menos que algo importante pasara. Sí, esa persecución fue importante para ellos, porque fue divertida.

—Ink, perdón por todo lo que hice. Yo... Me dejé llevar por ellas...—Suspiró mientras intentaba contener sus deseos de empezar a gritar a las criadas que le habían llevado a hacer eso, pero debía mantenerse calmado, estaba en plena calle, no podía dejar que por culpa de esas estúpidas su vida se volviera todavía mas tormentosa comparada a la de ahora, en la que casi pierde a su querido amigo. No podía soportar la idea de ver desaparecer a Ink de la nada, por culpa de la hipocresía de la gente.

Los pájaros habían dejado de cantar y ahora volaban en distintas direcciones, buscando refugio en cualquier sitio, pero los sitios mas comunes dónde iban era en las ramas de los árboles que seguían teniendo las suficientes hojas para cubrirse. ¿Y por qué buscaban un lugar dónde cubrirse? Porque un gran nubarrón se aproximaba a la ciudad, un nubarrón que descargaría toda la agua necesaria. Pero nadie se daba cuenta, y sólo se enteraron cuando unas finas gotas de lluvia empezaron a caer, unas finas lluvias que se volvieron miles. Por ese motivo todos, incluidos los amigos de Ink, entraron en la mansión, dónde seguirían hablando del tema.

Alphys se había ido a la cocina para preparar tazas de chocolate caliente con Geno, que se había ofrecido voluntario para librarse de Reaper, que sabiendo de sus intenciones empezó a seguir a ese par que se dirigía a la cocina, para así ofrecerse también voluntario, mientras Geno se frustraba, odiaba a veces la actitud acosadora de Reaper, que sólo lo hacía para ganarse el amor de Geno de una manera distinta a la normal, que sería conquistando. Pero lo que no sabía es que su amado también estaba enamorado de él pero no se atrevía a decirlo.

En el salón, muchos estaban intentando olvidar el frío que calaba su piel o huesos, ya que la lluvia había avanzado demasiado rápido, y no pudieron evitar empaparse al menos la camisa. Pero Ink fue más lento y se había empapado hasta los zapatos, y ahora se encontraba en el sofá temblando y de vez en cuando estornudando, mientras Error iba a por unas toallas. Pero había una mas grande que las otras y mas cálida, que decidió reservarla para su querido Ink, que mas tarde se lo agradeció con una gran sonrisa en su rostro. Amaba hacerlo feliz. Pero estaba dubitativo de los sentimientos que sentía hacia su amigo. Temía que fuera amor, porque si fuera eso estaba asegurado que Ink no sentía lo mismo, y si lo hubiera sentido, ahora ya no.

Los llantos y las lágrimas al fin habían cesado, y ahora todos disfrutaban de una taza de chocolate caliente, todos menos las criadas, excepto Alphys, que habían sido castigadas siendo encerradas en sus habitaciones durante todo el día, luego serían despedidas, necesitaban tiempo para poder recoger sus objetos valiosos y poder irse de la casa. No podían echarlas sin mas, aunque a Error no le molestaría hacerlo. Eran demasiado idiotas como para poderlas soportar mucho mas tiempo, era insoportable la idea de que tal vez lo pudieran traicionar de nuevo.

Sus decisiones estaban tomadas, debería ayudar con gusto a Ink, intentaría poder quitarle toa la depresión que almacenaba en ese corazón bondadoso y no permitiría que nadie le dañara, ya que no podía permitirlo por ningún motivo. Error había tomado la decisión de empezar con una misión especial, salvar a Ink. Debería ser al revés, pero los roles pueden cambiarse de la nada sin darse cuenta.

La lluvia no paraba y eso hacía que Ink pudiera hablar a gusto con sus amigos, que aguantaban las ganas de abofetear a Error, y poder conocerlos mejor. Allí estaban todos, que o vivían en el mismo París o un poco más lejos, pero habían logrado venir todos el mismo día, y Reaper fue el primero en venir a ver a su amado Geno. La felicidad que desbordaba Ink con sus amigos no agradaba nada a Error. Se podía decir que estaba celoso de que él riera con personas que no fuera él, desde pequeños nunca se habían separados, pero ahora habían crecido en todos los sentidos.

Error mientras estaba en sus pensamientos tomando su chocolate caliente notó que alguien ponía su cabeza en su hombro. Entonces se giró, y pudo ver que el dueño de la cabeza era Ink. Ink estaba apoyando su cabeza en su hombro. No sabía por qué pero sentía de nuevo las mariposas, mientras sentía calor en sus pómulos. Definitivamente era amor, ¿pero cómo podría decirlo a Ink? Pensaba que el pintor no querría nada con él, y por esa razón estaba confuso por sus sentimientos. 

Pero si Ink no estaba enamorado debería enamorarlo, poniendo mas atención en él, acompañarlo a distintos lugares de París y poder ganar su confianza de nuevo. Intentar hacer esos tiempos como si fueran los viejos, en los que pasaban tardes enteras por la calle yendo a comer en lujosas pastelerías que cuyos dueños eran amigos de los padres de Error y así podían ir a comer gratis o con el dinero que los padres de Error daban a su hijo para que disfrutara de una deliciosa merienda en los mejores locales. El empresario sonrió al recordar todo eso, tenía muchas ganas de poder hacer todo eso nuevamente, pero necesitaría mucho esfuerzo para conseguirlo, ya que pensaba que Ink no querría estar con él después de todo.

Pero lo que pensaba era demasiado distinto a la verdadera realidad, que por una vez estaba a su suerte. Ink seguía amando a Error, era ilógico por lo que le había hecho sufrir pero Ink no pierde las esperanzas tan rápido, era alguien de corazón abierto a todos, incluso a sus enemigos, que ahora mismo eran las criadas, pero no le importaba, seguiría intentando enamorar a Error.

No necesitarían tanto esfuerzo, después de todo, los dos estaban enamorados, la parte difícil sería poder declararse, conseguir la suficiente valentía. Pero todo es posible con esfuerzo.

Y así, la lluvia cesó, mientras Error ofrecía una estadía a los amigos de Ink, que aceptaron más que gustosos, sobretodo Reaper, y así podrían pasar mas tiempo juntos, un tiempo en el que aconsejarían a Ink sobre sus sentimientos.

¿Qué pasará con ese par de enamorados que tenían inseguridades completamente estúpidas e innecesarias? 

CONTINUARÁ