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Capítulo 24

¿En qué momento Ink supo que podría poder solucionar todos sus problemas? Justo en el momento en el que recordó la fe que le tenía su madre cuando él tenía cinco años, cuando aprendió a pintar y su madre le animaba a continuar con lo que le gustaba a él, le animaba a seguir sus sueños, a poder ser feliz con lo que le gustara y que nunca debía dejar sus hobbys a un lado, siempre debería practicarlos.

Esos recuerdos eran los que le animaban a seguir por el camino que le esperaba, esos recuerdos le esperanzaban de cierta forma, amaba poder recordar las cálidas sonrisas de su madre y los chistes que su padre solía hacer en la hora de la comida o en la cena, esas eran memorias felices que le encantaría revivir.

Lástima que las cosas buenas se acaban demasiado rápido sin poder ser repetidas con facilidad, por ejemplo los talentos, los talentos te duran por un tiempo y si no los cuidas, en este caso si no los practicas, pueden ir desapareciendo y después no podrías volver a tenerlos, a no ser que practiques como en una época hiciste. Los momentos felices son como eso, debes conservarlos, o los perderás y nunca más los podrás repetir.

Eso mismo le ocurrió a Ink, que pensó que sus momentos felices con sus padres nunca se irían, y por ello no los conservó como debería, casi nunca fotografió escenas pasadas con ellos, en el zoológico o en parques, en restaurantes u otros lugares parecidos en los que pasó buenos momentos, y por ello ahora había olvidado la mayoría de esos recuerdos, sin poder recordarlos en ese instante.

Pero todo eso cambiaría, sería feliz de nuevo, intentaría reparar todos sus errores, intentaría recuperar sus antiguas amistades y poder conseguir vivir en paz incluso cuando recordara la muerte de sus familiares y sus padres. Y para eso debería comenzar ya, una vez se recuperara de su llanto comenzaría todo su plan que podría salvar su futuro y poder vivir feliz de una vez por todas.

La cama ya no le parecía tan incómoda, pues el cansancio significaba que cualquier superficie con algo 'blando' le podría servir para poder dormir y descansar aquella tarde. Quería tomar una siesta, para después comer, tomar otra siesta, cenar e ir a dormir. Sí, un día muy aburrido, pero al día siguiente tendría unos cuantos planes para cumplir, así que necesitaba tener las fuerzas suficientes, y en fuerzas me refiero a tener la mente preparada y no estar cansado.

Pero tampoco quería dormir, estaba cansado, sí, pero tenía energías para poder ir a comprar con la paga de aquel día. Quería comprar más comida y cualquier decoración y objeto de limpieza para poder arreglar ese lugar y no tener que vivir entre roña. Eso era incómodo para él, además de que el olor era bastante insoportable. Esta habitación es como un maldito basurero en todos los sentidos.

Su cabeza seguía doliendo, y eso le quitaba las oportunidades de poder dormir, así que decidió levantarse para poder ir a comprar, y de paso comprar medicamentos en cualquier farmacia y luego ir a comprar comida más decente para sobrevivir sin tener que adelgazar más, ya estaba demasiado delgado como para serlo aún más, podría pillar cualquier enfermedad, y como dije hace tiempo eso no sería muy bueno estando en las condiciones tan malas en las que estaba, eso podía ser incluso mortal.

Recordaba haber pasado bastantes enfermedades en la calle, aunque muchas eran provocadas por culpa de la falta de alimentación y falta de agua, así que solía recuperarse sin problemas. Aunque ahora que estaría en contacto con un montón de personas y un montón de lugares oscuros relacionados con el barrio en el que se encontraba en esos momentos. Pero bueno, si se cuidaba no pasaría nada y podría estar sano como una lechuga.

Bueno, una lechuga sana, no una lechuga pasada, claramente. Es de entender, ¿no?

Con un pequeño mareo, se levantó de la cama, colocándose sus zapatos, pensando en que hacer ahora. No sabía si ir a comer primero o primero comprar, estaba indeciso, pero era muchísimo mejor comer antes para recuperar fuerzas perdidas por culpa de los sollozos que antes había dado.

Pero se acabó llorar, se acabó dar sonrisas falsas, se acabó lamentarse cada vez que recordaba a sus padres. Haría las paces con su pasado, solo así podría vivir feliz, sin complicaciones relacionadas con sus errores pasados, solo arreglándolos podría volver a ser feliz del todo, pero para arreglar debería hacer muchas cosas.

Y para empezar, debería comenzar con quitar el remordimiento de la muerte de sus padres, era lo primordial, lo primero que haría, después ya continuaría con las demás cosas. No podía continuar siendo tan débil en sentido emocional, debería comenzar a enfrentar sus problemas del pasado para reconciliarse con si mismo y poder seguir con toda su vida, pues aún le quedaban larguísimos años de vida por delante. No se podía rendir aún, no podía dejar de vivir y sentir felicidad por causas que podrían desaparecer en cualquier momento.

Con un poco menos de dolor de cabeza, se dirigió a las persianas, dispuesto a subirlas para poder ver de nuevo la luz del Sol y no estar en la oscuridad sin poder hacer nada sin tropezarse cada dos por tres. Sí, es bastante torpe cuando no hay suficiente luz para poder ver todos los objetos que hay enfrente suyo. Aunque a casi todos nos pasa si no conocemos lo suficiente el lugar en el que nos encontramos y añadimos que no podemos ver con claridad.

Las luces envolvieron la habitación, cegando de forma instantánea a Ink, que intentó acostumbrarse nuevamente a esa  luz. Ya era tarde pero la lluvia seguía siendo demasiado intensa como para salir de la casa, pero gracias a Dios tenía la capucha, que igualmente la necesitaba aunque no lloviera, ya que debía ir ocultado hacia todos los lugares.

No, no iría a ningún supermercado del barrio oscuro en el que se encontraba ahora mismo, iría tal vez a cualquier otro próximo al que trabajaba, así no tendría tanto peligro de ser descubierto por la gente que lo podría llevar a la mansión de Error. Ya no le importaba tanto pero aún tenía que hacer lo que necesitaba para perdonar su pasado y vivir el presente sin preocuparse por el futuro.

Quitándose los últimos rastros de lágrimas de sus pómulos, acomodó su ropa para poder salir de la habitación. Con su capucha y sus cómodos pantalones podría incluso empaparse y no ir incómodo por la calle, aunque debería cuidar la comida o los objetos que comprara para la habitación intentando que no se empapasen.

Al ver la gran tempestad que se aproximaba dudó por unos momentos si salir, pero no podía ser cobarde y resguardarse en excusas bastante pésimas e inservibles. No podía desperdiciar la oportunidad de comprar comida y algo para limpiar la casa. También podría comprar algún paraguas para poder irse sin empapar la comida.

Después de estar pensando un buen rato bajó de nuevo las persianas, para dejar todo a la más profunda oscuridad y dirigirse a la puerta de salida de su habitación. Había estado bajo sus cavilaciones con objetivo de poder saber qué comprar, pero primero tenía que lograr otra cosa.

Con alivio, pudo comprobar que el dependiente seguía dormido. Eso era un hallazgo bastante impresionante, no sabía que la gente podía dormir tanto tiempo en un mismo día, era algo... nuevo para él.

Colocó su mano en la perilla mientras abría la puerta, dando un pequeño vistazo hacia donde el dependiente reposaba, como un pequeño gato durmiendo, aunque un gato bastante horrible en ese lugar.

—Increíble que pueda dormir tanto.—Murmuró saliendo del edificio, mientras miles de gotas de lluvia caían sobre él, aunque la capucha lo protegía de casi todo el agua que caía. Presentía que eso era mala idea, pero tampoco le importaba mucho, de pequeño hizo trastadas peores que esta y nunca resultó herido, así que no pensaba que hoy le podría pasar algo por caminar bajo la lluvia.

Las calles se limpiaban poco a poco gracias a la lluvia, así que no parecían tan antiguas ni tan asquerosas como aparentaban aquella mañana justo cuando aún no había comenzado esa tempestad-tormenta-lluvia tan intensa que podría acobardar hasta al más valiente. Pero Ink es Ink, no es valiente ni cobarde. Simplemente tiene distintas maneras de ver al mundo.

Antes que todo, iría a comprar cualquier paraguas en alguna tienda que encontrara por el camino, aunque para eso debería recorrer un buen recorrido para poder llegar, pues no iba a comprar a una de esas tiendas chungas que daban bastante mal pinta con la lluvia cayendo por el tejado.

Su vida había cambiado de un momento al otro, y eso que ya se había acostumbrado a cambios bruscos. Pero ese último fue algo demasiado para él, nunca pensó que su mejor amigo le gritaría hasta el punto de herir sus sentimientos, algo muy complicado de lograr, pero ahora se sentía incompleto sin Error. Ay, el amor. Ese sentimiento aún no había desaparecido de su corazón, y costaría que saliera de su vida. A veces no puedes olvidar a alguien así porque sí, necesitas pasar un buen tiempo sin esa persona antes de hacer desaparecer ese sentimiento.

Como odiaba ese sentimiento en esos momentos. Lo debilitaba, hacía que no pudiera dejar de pensar en la persona que le robó el corazón, hacía que sus pulsos se acelerarán al recordarlo. Por suerte, al recordar también como acabó en este barrio tan horrible el sentimiento se iba apaciguando poco a poco, apareciendo otro sentimiento: el medio odio. Sí, medio. Nunca podría odiar a Error, era algo que estaba en la lista de cosas que no debía hacer.

Los barrios de nuevo fueron cambiando, pero os carteles de en busca seguían allí, siendo arrastrados y empapados por culpa de la lluvia y el gran viento que comenzaba a aparecer. Aquella no era la mejor tarde para salir a comprar y a hacer el recado, que no podía considerarse recado, que debía hacer.

Ink miraba con asco el moho que aparecía de vez en cuando en las paredes, al igual que las enredaderas no cuidadas que colgaban de sucios edificios seguramente abandonados. Pues no creía que allí pudiera vivir alguien en condiciones, incluso siendo un barrio así de oscuro. Eran casas llenas de polvo, con paredes caídas y un montón de plantas creciendo por todos los rincones, hasta los más escondidos.

Nunca pensó que el mundo estaba tan mal en cuanto condiciones de hogares, pero veía que se equivocaba pensando que todo podría cambiar para bien. Ahora pensaba que todo cambiaría para mal, y el mundo se acabaría por culpa de los monstruos, ya que ninguno de esos parajes cuidaba el medio ambiente, así que esos barrios ya mismo acabarían en la máxima destrucción y quedarían en ruinas, aunque eso era algo natural si todos allí seguían de ese modo.

El mundo no se acabará por una razón ficticia, acabará por nosotros, los humanos, o en este caso debería decir monstruos, pues ellos son como los humanos, solo que con distinta apariencia en todos los sentidos, los monstruos no tienen ni un poco de apariencia humana. Además, si les dices si conocen a los humanos ellos te responderán con que son los humanos. Sí, allí no existían los humanos ni existieron nunca jamás.

Un trueno sobresaltó a Ink, que estaba a punto de llegar a una tienda varia en la que seguramente venderían paraguas. Con el dinero que había conseguido aquel día podría comprar más de diez paraguas o más, así que no se preocupaba mucho por el dinero que le sobraría para comprar las reservas de comida.

El cielo comenzaba a oscurecerse, mientras débiles y pocas estrellas empezaban a aparecer. Esos días esos astros luminosos no podían ser casi vistos, pues las nubes invadían el gran cielo, ocultando todo lo que hubiera allí. Eso no agradaba mucho a Ink, se había quedado demasiado tiempo llorando, demasiado es decir unas cuantas horas. Raro que no se hubiera quedado sin lágrimas. Vale, no es el mejor momento para bromas.

El barrio en el que se hallaba era un poco menos sombrío del que residía, y estaba bastante cerca del supermercado donde iría a trabajar durante un buen tiempo para poder sobrevivir con suficiente dinero para comprar mucha comida y ahorrar para un buen apartamento por esos lugares.

La tienda era bastante acogedora, no estaba ni muy llena ni muy vacía, en el sentido de los monstruos que habían, y los estantes estaban repletos de objetos. Era un supermercado vario, vamos, que podía servir para comprar objetos o comida distinta, un lugar que le podría salvar la vida. Pero por ahora, solamente compraría un paraguas.

Se dirigió a las estanterías que contenían objetos de decoración. Habían decoraciones pasadas de halloween, y como he dicho halloween pasó hace tiempo, pero seguían allí, por si quieres decorar tu casa de esos muñecos tan 'simpáticos' y 'alegres' que te podrían servir para soñar 'bonito'.

A Ink le dieron gracia unas cuantas figuras de esqueletos. Pensó en comprarlas para dar un poco de 'vida' a su habitación, pero no podía andar desperdiciando dinero de forma tan tonta. Aunque una vez ahorrara podría comprar esas esculturas tan 'adorables', pero es que es verdad, eran unas figuras bastante adorables hechas con porcelana y pintadas con colores bastante vivos.

De alguna manera esas figuras le recordaron a él y a Error, aunque últimamente todo le recordaba al empresario, así que no se sorprendió al ver esos esqueletos de porcelana que servían para decorar interiores para días festivos que encima ya habían pasado hace tiempo. Genial, ¿no? 

Luego de estar recorriendo media tienda, al fin encontró el área de los paraguas, con etiquetas en las que estaban escritas los precios. Eran paraguas bonitos pero muy baratos, así que decidió tomar uno que era color café, pues era lo más parecido a los colores que le gustaban.

Pensó que sus planes saldrían bien, pero al poner el pie en la fila, que estaba medio vacía y solo habían tres personas esperando, por el rabillo del ojo observó como alguien muy parecido se movía por el fondo del pasillo, del pasillo de la sección de amor. Espera, ¿qué?, pensó Ink. Ese era Reaper, nunca pensó que lo vería de nuevo. Pero al ver donde se encontraba y por qué estaba tan concentrado dio una leve risa. La primera risa después de tanto tiempo.

Sabía que el de túnica estaba allí seguramente para tomar alguna cosa para su amado Geno, pero bueno, no podía meterse en sus asuntos así que mejor sería que no lo viera y que Error siguiera esperando a que alguien lo llevara a la mansión, algo bastante improbable, o eso pensaba Ink, que tenía todo bajo control. O quizás no, pero mejor mantengamos la esperanza puesta en él. 

Al fin, pudo salir de la tienda sin ser descubierto por el amante de Geno, mientras salía y abría con rapidez el paraguas. Le esperaba un largo camino, un largo camino que tampoco le importaba mucho, sabía que después de llegar a ese lugar podría reconciliarse con su pasado y seguir arreglando sus errores pasados que alguna vez le costaron la felicidad que tuvo.

Las calles cada vez estaban más oscuras, pero la gente aún estaba acumulada en las calles. Poco a poco se aproximaba al centro de la ciudad, así que la gente empezaba a apresar a Ink, pero en el buen sentido, y a eso me refiero a que le costaba moverse por el lugar sin chocar con alguien. Lo peor de todo es que como llovía todos tenían paraguas, y de vez en cuando se golpeaba con los mangos de los paraguas de alguna gente.

Por suerte nadie de los presentes era ningún amigo de Ink, por lo que supo que estaba en una zona fuera del peligro así que no tenía miedo de nadie, pues sabía que nadie de allí haría algo tan ruin, pues esa gente era mucho más rica que la gente de los barrios en los que vivía, así que estaba cien por cien seguro de que no harían algo tan ruin como apresarlo para ganar mil euros mas, no creía en que la gente podía caer tan bajo.

Pero las luminosas calles fueron cambiando, hasta ser unas calles tétricas de por sí. Se dirigía al cementerio, por ello debía caminar por un buen rato, pero no le importaba haría todo lo posible para poder vivir de nuevo feliz y no recordar su horroroso pasado. Pero todavía le faltaba un buen tiempo para llegar al cementerio principal, donde sus padres habían sido enterrados.

Nunca antes había ido a visitarles, pues debía mantener todos sus objetos bajo control. No podía abandonar sus lienzos en medio de la calle ni andar cargado de botes de pintura y cuadros para ir al cementerio, no estaba loco como para hacer eso. Pero ahora todo eso era distinto, no debería preocuparse por sus pertenencias, así que podía ir a cualquier lugar sin tener un mínimo rastro de preocupación.

Poco a poco empezó a llegar al cementerio. ¿Qué cómo sabía dónde estaba el cementerio? Digamos que lo consultó con su celular. Aunque le costó conseguir la bendita señal para poder consultar el GPS, que por cierto no tenía descargado y aprovechó para descargarlo y no tener que conseguir señal para poder y a cualquier lugar.

Un gran cartel de color gris se alzó delante de él, mientras entre unas rejas medio abiertas podía observar todas las tumbas y criptas donde reposaban los muertos. Tragó saliva, sabía que allí fueron enterrados su familiares muertos en el accidente, pero no sabía que pasaría si se equivocó de lugar.

Con unos pasos temblantes e inseguros, se adentró en la oscuridad de aquel cementerio en el que seguramente se encontraban sus padres. Rezaba por encontrar la tumba pronto, y sabía que los muertos más viejos se encontraban al final, y eso no le hacía mucha gracia. No quería quedarse encerrado en ese cementerio tan antiguo.

Las hojas crujían bajo su peso, dejando escuchar un leve sonido que relajaba a Ink. A Ink le relajaba cualquier cosa, o eso pensaba él al comprobar que esos sonidos eran algo bastante lindos para su oído. Ya empezaba a creer que se estaba volviendo y no era de extrañarse, los últimos sucesos vividos por él no eran algo que se vivía cada día.

Las luces de las farolas colocadas junto a los pinos iluminaban todo el camino y el cementerio en general, así que el pintor no podía tener miedo de nada, ese sitio no era tan terrorífico como pintan en las películas. Cero sonidos paranormales, cero presencias espirituales, un cementerio por la noche no necesariamente debe dar miedo.

Entonces, al frente, apareció una cripta en la que los nombres que tanto estaba buscando Ink estaban escritos. Allí reposaban sus padres y sus tíos, incluso una abuela. Su corazón se encogió, se sentía una terrible persona al nunca haber ido a visitar a sus difuntos padres. Era algo que no se podía negar, nunca pudo hacerlo.

Con lágrimas amenazando de salir se encaminó a través de la pequeña cripta. El interior de esta estaba completamente iluminado y decorado con flores artificiales de distintos colores que calmaron al joven, que siguió caminando hasta encontrar las tumbas de sus padres.

Rendido, dejó caerse de rodillas. Quería explicarles todos los sucesos que había vivido, que no se había rendido todavía, que aún podía vivir por mucho tiempo y no perdería la esperanza por haber escapado, que encontraría un lugar en el que viviría, conseguiría un coche y podría ir a visitarlos cada vez que pudiera.

Al fin, las lágrimas del joven esqueleto empezaron a empapar el suelo de cemento pintado de un agradable color caoba. Pero eran lágrimas de alivio, unas lágrimas que iban cesando mientras explicaba a los espíritus de sus padres todo lo que había vivido.

No podía explicarles todo los detalles, por lo que decidió resumir. Su alma comenzaba a aligerarse mientras continuaba explicando, sentía que estaba haciendo lo correcto y que debía seguir adelante. También sentía que sus padres lo estaban ayudando desde el cielo, apoyándolo con cada decisión. Claro, no podía demostrar nada con sus intuiciones tan extrañas, pero igualmente. 

Al fin, acabó con su misión de aliviar su alma visitando la tumba de sus padres. Sentía su alma un poco menos pesada y una razón menos por la que llorar, por la que lamentarse cada noche. 

Pues para ser feliz, hay que arreglar y aceptar los errores de tu pasado. Errores o sucesos, todo afecta a tu vida. Y el pintor está comenzando por el peso que lo había acompañado desde el inicio y que ahora estaba desapareciendo gracias a afrontar sus miedos. E inseguridades, claro.

CONTINUARÁ

Hola :D ¿Os gusta el plan de Ink? Espero que sí :3 Sé que solo narré narrando sobre Ink y no añadí el 'Pov', no se puede considerar primera persona, pero es porque estamos acercándonos al final e Ink será bastante importante. Error no tanto así que haré capítulos que solo narrarán a una sola persona, Ink o Error, pero intentaré que sean capítulos largos.

Nos vemos ^0^




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