Capítulo 2.
CAPÍTULO 2
La noche había llegado, el jardín estaba totalmente preparado para recibir a los invitados, el catering estaba listo, la iluminación estaba en orden y el servicio ultimaba algunos preparativos de última hora, mientras una enorme limusina negra se paraba en la puerta principal, haciendo que Larry, el mayordomo más viejo de todos saliese al exterior para recibir encantado a las muchachas y sus respectivos esposos.
La primera en bajar del auto fue Bárbara, llevaba un largo y glamuroso vestido de color ocre con un corte en medio, dejando ver un lado de su hermosa pierna, su cabello recogido en un abultado moño extravagante a la par que elegante. Caminaba sobre sus hermosos tacones de piel de leopardo orgullosa, agarrada de su apuesto esposo Colin, que era un apuesto galán de cabello rubio y ojos claros, y llevaba un lujoso traje de chaqueta.
Le siguió Candice, que lucía un hermoso traje blanco de licra, pegado al cuerpo y mantenía su cabello en un medio moño, dejando algunos pelos sueltos en su rostro. Junto a ella su marido Myung Wol, que era un hombre bastante atractivo, llevaba un traje negro con una camisa y corbata blancas, su cabello peinado hacia un lado haciendo que los pelos de su flequillo no le estorbaran en los ojos.
Mientras estas se dirigían al jardín, hacia sus respectivas mesas, en el interior de la mansión, un muchacho de cabello moreno y traje impoluto esperaba junto a las escaleras que conducía a las habitaciones, pues su prometida bajaría por ellas de un momento a otro.
Caroline, caminaba por el pasillo de camino hacia las escaleras que conducían al piso inferior, sabía que Michael la estaría esperando ahí, sonrió dichosa, y agarró con fuerza el pequeño bolsito que sostenía en su mano derecha. La joven llevaba un hermoso y largo vestido verde tallo sin mangas, con un corte en uno de los lados, dejando ver un poco de su pierna izquierda, y tras ella la cola del elegante vestido se arrastraba a su paso.
La joven comenzó a bajar las escaleras, levantando la vista entonces, admirando bajo ella a su futuro esposo, y dedicándole una tímida sonrisa. Sus hermosos tirabuzones podían verse con un destello especial aquella noche.
El joven alargó la mano hacia ella, sintiendo como ésta la agarraba, para dirigirse hacia el jardín. Uniéndose de esta forma al resto de invitados que comenzaban a llegar.
- Estás preciosa – susurró su hermana mayor al verla aparecer, admirando como la joven se sentaba junto a ellas.
- Tu también, me alegro de que hayáis podido venir – respondió dedicándole una leve sonrisa a su hermana y a su cuñado. – Papá estará feliz.
- ¿Cómo está papá por cierto? – preguntaba Bárbara, haciendo que su hermana mirase hacia ella. – Collin y yo estábamos preocupados.
- Él está bien, ya sabes cómo es, prefiere morirse a reconocer que necesita ayuda. – Proseguía, tornándose preocupada, pues estar frente a su padre, y verle consumirse día a día sin poder hacer nada por ayudarle, era un martirio constante.
En aquel momento, una distinguida y elegante mujer caminaba con sutileza hacia el pequeño escenario que habían colocado junto a la piscina. Amelia Hasting, lucía un colorido traje anaranjado de flores, tenía el cabello rubio y ligeramente ondulado, sonrió hacia el público, haciendo que algunos pensaran que aquella mujer pareciese más joven de lo que en realidad era.
- Bienvenidos a todos a nuestra sesión anual de arte. Hoy quiero presentaros a todos Albert Oehlen.- comenzaba haciendo que un hombre subiese al escenario junto a ella y sonriese agradecido – Tenemos el honor de tenerle aquí, nos ha hecho un pequeño hueco en su agenda, y viene a presentarnos su última colección. Señor Oehlen, por favor, adelante.
El señor Oehlen agarró el micrófono, y tras hacer una señal a sus ayudantes para que destapasen el primer ejemplar, se dirigió a los oyentes.
- Esta primera obra, titulada "Belleza dormida" ... - empezaba el hombre con tranquilidad, admirando como su público le miraba con atención.
Josh Hasting, se hallaba sentado en una de las mesas del público, y miraba interesado cada obra que el hombre presentaba, aquella presentación le traía recuerdos de cuando él deleitaba a su público con sus cuadros.
.......................................
En un motel bastante pobre, en la ciudad de Eddenton, un muchacho de pelo castaño, tumbado en la cama, comía cacahuetes, mientras mantenía su oreja pegada a su teléfono móvil sonriendo divertido...
- La reunión de selección tendrá lugar la próxima semana – decía una voz al otro lado del aparato, se trataba de su mejor amigo Josue – Pero mi contacto dice, que el señor Hasting no aceptará a nadie sin recomendación.
- ¿Sólo eso? Entonces conseguiré una – respondió el joven con aires de superioridad.
- ¿Y cómo piensas hacerlo? No eres reconocido mundialmente. – le espetaba su amigo mientras ponía los ojos en blanco, su amigo era bastante egocéntrico a veces, y en esos momentos le odiaba.
- Ya se me ocurrirá algo, aún no ha habido algo que pueda detener a Joseph Mur.
CONTINUARÁ...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro